BUENOS HÁBITOS
Lic. en Nutrición Judith Jiménez López
EL DESEO DE UN NUTRIÓLOGO Para los que me consultan, los que me abordan con mitos que han creído por años y están confundidos o han escuchado nuevas ideas y desean ser conejillos de indias. Para los que quisieran lograr metas sin hacer cambios, pero también para los que buscan y son especialmente observadores. También para los que son cuidadores innatos.
N
o deseo más que puedas apreciar la maquina en la que despiertas todos los días.
Que logres descubrir que nunca ha estado contra ti y que su naturaleza es el equilibrio. Que funciona y se regenera una y otra vez. Que está activa 24/7, aunque sólo la escuches si guardas algo de silencio o ella hace mucho ruido.
Cómo me gustaría que puedas comer la galleta que anhelas sin que la culpa te consuma. Sin sentir que irá directo a las caderas o que eres débil, una persona incapaz de controlar su ansiedad o su tristeza.
a casa y hay un plato a preparar o listo. Salimos a la escuela o al trabajo con un montón de energía y nutrientes batiéndose en la cajita de plástico o los compramos en la esquina, en la plaza o a la vuelta o llegará en su
Requiere de tu cuidado. Necesita de material para llevar a cabo sus procesos. Si bien puede darte un placer enorme instantáneo, comer no se reduce a eso. No eres sólo la lengua y el engaño a la que la sometes, al que se te ha entrenado. Eres millones de células para las que el sabor es lo menos importante, pero que viven, se trasforman, mueren por lo que hoy y ayer comiste. En distintas formas, activas y desactivas los sistemas a los que no sabes que tienes acceso, porque no se nos enseña como materia en la escuela, no es importante; es para personas que se dedicarán a ello, el resto no lo necesita. Siempre he creído que debimos venir con un manual de funcionamiento, pero no lo tenemos. Así que aprendemos con la práctica. Y en eso cada quien opina, prueba… porque somos hermosamente diversos. Es necesario que sepas que no debes verte como sólo un cuerpo, pero el caso es que tienes uno y debes disfrutarlo tanto como conocerlo, para que no compres remedios innecesarios, para que aprendas que tiene sus ciclos y, a veces, sólo necesita tiempo.
26 JULIO - AGOSTO 2020
Y que las mañanas sean de algo más que sólo llegar al baño a pesarte. No, la nutrición es una ciencia ajena al látigo detrás de las grasas, los carbohidratos, las barrigas, la celulitis o las arrugas. No tiene banderas o preferencias de moda, fama o logros instantáneos. Así, sin temor a equivocarme, puedo decir que la nutrición apoya el equilibrio natural del sistema de sistemas que llamas por tu nombre. Integrarla en el día a día es la tarea. Porque todos comemos, todos estamos hambrientos. Todos llegamos
momento. “No comemos aíre”; dice un video para niños, no vivimos de eso. Y es una pena que ahora la palabra “saludable” se aplique a cualquier cosa que logre el objetivo de marcar tendencia en las redes sociales. Todos necesitamos nutrientes, entonces esta ciencia no divide: INTEGRA, UNE, no pelea luchas personales y no, no puede estar de acuerdo con todos. La ciencia no es la “amiga buena onda”, es la que te dice lo que quizás no te gusta, pero puede comprobarse.