Crónicas de la Diversidad N° 17 MAYO 2021

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¿Quiero ser hombre? escribe: Paola Amézaga Lazo Cruzatt1

Es el quinceañero de mi mejor amiga, no quiero ir. No quiero ir, y no es porque simplemente no quiera, no quiero ir porque tengo que ponerme vestido, pantis y zapatos de taco. Mi mamá, uff mi mamá está contenta, pues al fin me voy a vestir como la niñita linda que según dice abdujeron los aliens cuando tenía 3 años. «Pareces un pájaro frutero» me dice, porque aún no se usaba la palabra «piraña». Yo suelo vestirme siempre con jeans y zapatillas. Siempre se estresa cuando peleamos por la ropa, pero a la vez se muere de risa cuando le digo que no es justo que yo no pueda ir en terno y zapatos. Llegar al quinceañero es otra tortura, todas se paran juntitas como en un concurso de belleza, se paran a esperar que el más guapo o más canchero de la fiesta venga a elegir con cuál de las concursantes quiere bailar. La música comienza*, saca a la primera y si esta lo chotea, mira bien y sigue con la segunda que más le gusta y si esta también lo chotea sigue buscando a la que le diga que sí. Claro que eso solo lo pueden hacer los hombres, y yo me pregunto por qué no puedo sacar a bailar a quien yo quiera, no es justo. Tenía quince años cuando me paré frente al espejo y me hice la gran pregunta: «¿Por qué no puedo ser hombre?» Mi hermano, cinco años mayor que yo, estaba lleno de privilegios; no tenía que lavar los platos, ni hacer nada que tuviera que ver con la casa. Él llegaba y mi mamá salía corriendo a decirle «¿papi quieres comer?, ¿tienes plata?, ¿necesitas algo?» y podría seguir acosándolo para darle todo lo que quiera. Para los juegos y la bicicleta también era igual, «él puede porque es hombre, las niñas no hacen eso». Realmente estaba harta del machismo que había en casa. A los 5 años, en el nido «Mi primer camino» se iban a realizar diversas actividades por alguna celebración que ya no recuerdo, entre ellas había un desfile de niños y niñas; le pidieron a mi mamá que lleve una ropa de baño, pues las niñas desfilarían en ropa de baño y los niños en short y polo; cuando llegó el momento de alistarnos, le dije a mi mamá que yo no desfilaría con las niñas, que no quería salir en ropa de baño, que desfilaría con los niños o no desfilaba. A mis cortos 5 años estaba segura de no querer salir a un escenario en ropa de baño de mujer. Ella no sabía que hacer, intentó convencerme diciéndome «pero mira qué lindas se ven las niñitas», y yo seguía que no y que no. Insistió hasta que una profesora (maravillosa) intervino en la escena, preguntó qué pasaba, mi madre le contó y ella súper dulce, se agachó a conversar conmigo y me dijo: «¿qué pasa?, prefieres desfilar con los niños», muy decididamente le dije que sí, me dio una mirada cómplice y le dijo a mi mamá: «si quiere desfilar con los niños, que desfile con los niños. No hay problema». Salí feliz al escenario junto a los niños, y vestida con short y polo como ellos. Entonces, ¿quería realmente ser hombre? Pasé muchos días frente al espejo mirándome. ¡No podía ser hombre! Pensé en ocultar mis senos, al mirarme en el espejo me di cuenta que realmente no

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Género no binario, nací PAS y no lo sabía, condición que desde niña me permitió sentir y percibir más el mundo, desde muy pequeña descubrí la pasión por las artes y los libros. Diseñadora y comunicadora, nacida en Lima Perú.


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