antes DEL AULA
Palabras, libros, historias BRASSEUR DE BOURBOURG Y EL ISTMO DE TEHUANTEPEC Andrés Ortiz Garay
En 1859, este erudito y estudioso de las antiguas civilizaciones mesoamericanas emprendió un recorrido por el istmo de Tehuantepec para conocer su geografía y sus habitantes. El relato de ese viaje es ameno y lleno de interesantes anécdotas, pero sobre todo, es un testimonio vívido acerca de una estratégica región que desde el siglo XIX México ha tenido que defender de las ambiciones expansionistas de potencias extranjeras interesadas en dominar los pasajes interoceánicos en América. El contexto En otro artículo de esta serie abordé, a través de la historia de Ernest de Vigneaux,1 las intentonas de varias expediciones de filibusteros norteamericanos y franceses para apoderarse de amplias regiones del norte de México y fundar allí repúblicas supuestamente independientes que, más temprano que tarde, con toda probabilidad hubieran terminado por anexarse a los Estados Unidos de América (EUA), como fue el caso de Texas, o de gravitar en la órbita imperial francesa. Afortunadamente para nuestro país, tal eventualidad no llegó a concretarse en los hechos. Sin embargo, la derrota de los filibusteros no significó que las pretensiones imperialistas de Francia o EUA sobre nuestro país llegaran a un fin con la derrota de William Walker (1854), la muerte en combate de Henry Crabb (1857) o el fusilamiento del conde Gastón Raousset-Boulbon (1854). Más bien lo que sucedió fue que el expansionismo norteamericano consideró que sería más económico y menos riesgoso fincar sus propósitos en proyectos que, evitando la confrontación militar directa, le permitiesen de todos modos implantar y ejercer su dominio sobre zonas 1
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Ver “Ernest Vigneaux; filibustero, prisionero y viajero”, Correo del Maestro, número 203, abril de 2013.
CORREO del MAESTRO
núm. 210 noviembre 2013