artistas Y ARTESANOS
Los sones de la enseñanza PRÓLOGO MUSICAL EN TRES ACTOS* Isabel Martínez Araiza**
En diciembre de 2008 nació el taller “Pintemos la realidad escolar de diferentes colores, matices e intensidades”, modelo de innovación educativa que fue creado como una alternativa pedagógica en la que los estudiantes de los dos últimos semestres de la licenciatura en Educación Primaria, desarrollan una sensibilidad especial para ver los sucesos cotidianos de las escuelas primarias, que cobran significado en su formación profesional. El texto que leerán es la historia de la sexta generación de profesores/pintores, 20102014 egresados de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros.
Primer acto. El cuarto propio se pinta de nuevos colores …Cada uno de los pintores recibió su flor, algunos se despidieron entre ellos, otros se fueron solos, y la maestra rural Luz Jiménez1 los observó con nostalgia, tomó su guitarra, tocó quedo los acordes de La Valentina y, sin saber cómo, comenzó a interpretar el himno a la Normal…2
* Se recomienda leer este texto acompañado de la pieza orquestal Sones de mariachi, compuesta por Blas Galindo en 1940. ** Asesora del Seminario de Análisis del Trabajo Docente I y II de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. 1 Luz Jiménez fue inmortalizada por Diego Rivera en el mural La maestra rural, que se encuentra en el Patio del Trabajo del edificio principal de la Secretaría de Educación Pública. 2 Isabel Martínez Araiza, Los paisajes de la realidad escolar. Prólogo para los documentos recepcionales de la generación 20092013, México, DGENAM / Benemérita Escuela Nacional de Maestros, 2013, 22 pp.
CORREO del MAESTRO
núm. 222 noviembre 2014
A ti el canto primero mero d de nuestra alma, Patria patria, santísimos lares, Nuestros pechos serán tus altares, Nuestro credo tu nombre inmortal… En julio de 2013, una quinta generación de pintores, con más incertidumbres que certezas, abandonó el taller de pintura; ahora sí, la realidad escolar estaba a la vuelta de la esquina y no podían evitarla. A un año de haber egresado, poco se sabe de ellos, pero de algo está segura la mentora: un día regresarán a su alma mater cargando una nueva obra pictórica. Pasaron algunos días, y un torbellino de acciones y emociones envolvieron a la maestra rural. Tal vez por ello, aunado a su carácter, de inmediato escribió en su viejo cuaderno las indicaciones que recibirían los aspirantes a
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