FRANCISO PEÑATO LUENGO, TENIENTE DEL EJÉRCITO EN LA ANTÁRTIDA
“He aprendido a tener paciencia en situaciones extremas”
◆ Francisco Peñato Luengo
Una parte de la actividad científica que España desarrolla anualmente en la Antártida, se desarrolla en la Base Antártica del Ejército de Tierra Gabriel de Castilla. La Campaña Antártica del Ejército de Tierra es la operación militar en el exterior de nuestras fronteras más antigua. Es una misión militar reducida en cuanto a efectivos humanos. Sin embargo, es única tanto por la lejanía (13.000 km.) y las dificultades climáticas, como por la importancia de la colaboración del Ejército en la investigación científica. Trece son los componentes del equipo humano de la XXX Campaña Antártica del Ejército de Tierra. Entre ellos estuvo el teniente emeritense Francisco Peñato, con la misión de proporcionar apoyo logístico a la investigación científica, coordinada por el Programa de Investigación Polar del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. 56 | Mérida 2017
¿Cómo ha sido su recorrido profesional hasta acabar como teniente? Estudié Medicina en la Universidad San Pablo CEU y oposité al Ejército, hice nueve meses de instrucción militar rotando por las tres academias militares: tierra, mar y aire. Luego estuve en la Escuela Militar de Sanidad y en julio de 2014 me dieron el despacho de teniente. Fui destinado a la Unidad de Apoyo Logístico 61, en Valladolid, donde perdí destino el viernes pasado. Estuve dos fechas en Líbano, en 2014 y la Navidad de 2015. ¿Cómo fue el proceso de selección para ir a la Antártida? Me surgió la oportunidad el año pasado y tuve la suerte de ser elegido. Me siento muy afortunado de ser miembro de una dotación del Ejército de Tierra, que es el único que tiene una base antártica. La Armada tiene su buque pero no base en
la zona. A lo largo de todo el año 2016 estuvimos haciendo varias fases de preparación; la de agua en Galicia para salvamento, manejo de zodiac o simulacro de ahogamiento; en los grandes Pirineos para la adaptación a la nieve y las condiciones climáticas, para en caso de evacuación cargar con peso en la nieve; y luego fases individuales en el hospital militar de Madrid rotando por anestesia o en la unidad de cuidados críticos porque, al ser el único médico era el que podría responder en una emergencia. Aun no teniendo especialidad, necesito tener un manejo de medicamentos crítico al que no estoy acostumbrado. Estuve también en telemedicina, por suerte teníamos un equipo que conectaba en tiempo real con el hospital militar y en cuestión de cinco minutos teníamos conexión con cualquier especialidad médica o con el servicio de guardia. Hice