Hacendera
Hacendera I 2021 Ave
A.C.D
Revista cultural de valcabado del páramo Nº10 - 2021
Las vaquillas de Santiago
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EDITORIAL SYLVIA PÉREZ GALLARDO
Aquí estamos de nuevo. Ha sido un año difícil pero parece que se va arreglando. Ya sabemos que no podemos bajar la guardia pero podremos empezar a hacer cositas si nos cuidamos. Estaba yo leyendo el WhatsApp de unos grupos de ganchillo en los que estoy y hablaban de esta pandemia. Son personas de diferentes países: Colombia, Perú, Chile, México,…, unidas por la pasión por el crochet. Y no solo se habla de labores, también de costumbres, del tiempo, (invierno en algunos sitios ahora mismo), de la diferencia de horas y de muchas otras cosas. Parece mentira que estando a tantos miles de km de distancia podamos conversar como si estuviéramos tomando un café en cualquier terracita. Acerca de la pandemia, también por allí pasaron por la etapa de desconocimiento de la enfermedad y el desconcertante hacer de sus autoridades ante el virus. Llegaron a decir que si estabas infectado la cebolla y el limón por las mañanas limpian y curaban. Y no sé cuántas cosas más. Yo les decía que olvidaran eso, que por esos cuentos y brujerías ya habíamos pasado nosotros,- por si nos os acordáis lo de comer un ajo para no contagiarte como si en vez de luchar contra un virus estuviéramos ante unos vampiros, se extendió como la pólvora en las redes sociales-, aunque aquí nos lo creímos menos, y que como ya sabemos de sobra las mascarillas y la higiene de manos eran las mejores armas para combatirlo. Luego empezaron con las vacunas, que si ir, que si no….yo les dije: - hay que vacunarse porque no lo haces por nadie lo haces por ti. Porque creo que es algo que parece que no ha quedado muy claro. Te vacunas para que si coges el virus no te mueras y lo pases lo mejor posible. Y de esta forma el bien tuyo repercuta en la sociedad hacia un buen común. A ver si poco a poco los temas de conversación se vuelven más entretenidos y podemos seguir compartiendo no solo el ganchillo si no las fi estas y costumbres que esperamos poder celebrar dentro de poco.
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Sumario 03
EDITORIAL. Sylvia Pérez Gallardo.
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El turismo rural y los veraneantes. Fulgencio Fernández
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Crónicas de la Ferrera. Paco Pines.
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Experiencia de no ser quinta. Sandra García.
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Margaritas para todos. Eva de la Fuente.
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Frases célebres 2021. Valentín Monje.
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Cambio permanente. Dominga Alija.
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Por quién doblan las campanas. Encarna Monje
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Las Vaquillas de Santiago. Felipe de la Fuente.
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Chistes 2021. Valentín Monje.
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Las norias en el Páramo. Francisco Ramón.
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En Jesquino. Pepe Monje.
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Una jornada gloriosa. Roberto Carro Fernández.
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“In itínere etnográfico”. María Rubio y José Manuel Olmos.
Edición: Ave Fénix Coordinación: Roberto Carro Fernández | Piedad Alija Martínez Diseño:Verónica Fernández Simón Fotografía: J osé Manuel Olmos Velázquez, José Manuel Pérez Madrid y fondo de archivo Ave Fénix Impresión: Editorial MIC
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No me gusta la gente que para decirte donde viven no te cuentan que, por ejemplo, según llegas a Madrid, a mano derecha, en una casa con muchos floreros en la ventana.
EL TURISMO RURAL Y LOS VERANEANTES FULGENCIO FERNÁNDEZ
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asi no acabamos de quitar la nieve de la calleja y ya estamos metidos en el formigueo del turismo rural, que toda la vida de dios habían sido los veraneantes pero los tiempos vienen así, si no te adaptas al nuevo palabrero pareces más tonto que el que asó la manteca. Ya no te digo si al Land Rover de toda la vida no
le llamas o Todoterreno o CuatroporCuatro (no se te ocurra decir dieciséis), entonces estás perdido. Estaba yo intrigado con el asunto y ya me lo explicó uno de Oviedo que dice que tomaba vinos con una tía de Letizia. “Los de Sama y la Cuenca traen Land Rover, pero le llaman Cuatro por Cuatro, y los de Oviedo, Gijón y los de
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Avilés con casa en la costa traen decauves, pero le llaman monovolumen”. Y a la hierba del huerto llámale césped o estás perdido. Ya os lo aviso, no vaya a ser que no entendáis el idioma, que parece que hablan lo mismo pero, como ellos dicen, “sólo ye apareció”. Y es que los asturianos a la cuesta arriba le
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Pero los más complicados de entender son los que marcharon del pueblo hace cuatro días y vuelven con unos haigas que no dan vuelta más que en la plaza.
dicen píndio, que es palabro que también existe en nuestro diccionario pero la hemos olvidado, o lo que es lo mismo nos hemos empobrecido. Al vaso de vino le llaman pinta y al de sidra culín. Y ellos cuando van a ver el manantial que da origen al río le llaman el nacedero y bien dicho debe de estar pues allí nace el río y siempre te ha-
blan de lo guapín que debe estar el paisaje cuando queda nidio, que no es otra cosa que cubierto de nieve recién caída. ¿Y los de Madrid? Pues gracias a ellos supimos de primeras lo que iba a ser la telefonía móvil porque ya lo traían en la mano y lo posaban en la mesa al ir a jugar desde antes de que tuviéramos cobertura; que fue cosa que nos dio información pero al Tío Quinto, que era el Juez de Paz, le parecía presuntuoso en gente que ya maliciaba él que no eran de fiar: “No me gusta la gente que para decirte donde viven no te cuentan que, por ejemplo, según llegas a Madrid, a mano derecha, en una casa con muchos floreros en la ventana. Dicen que Madrid es muy grande para contarlo así… eso es que no quieren que vayas”. Pero los más complicados de entender son los que marcharon del pueblo hace cuatro días y vuelven con unos haigas que no dan vuelta más que en la plaza. Lo explicó bien Fonsón el de La Capellana, que era el presidente del pueblo desde siempre y fue y dimitió el 1 de julio sin mayor explicación. - Pero Alifonso, ¿qué pasa?; ,le atorraban en el bar. - Cosas mías. Y no le sacabas de ‘la patá’
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hasta que un día explotó: “A mí me quitáis los Concejos de julio y agosto y tenéis presidente para otros treinta años; pero yo eso de ir al Concejo y que uno empiece con que aquí nunca se hace nada, otro que las calles parecen caminos carreteros, que si en no sé qué pueblo trajeron una orquesta que parecía un platillo volante y una maturranga así; hasta que uno que marchó hace cuatro días para Ensidesa me plantó: ¿Alifonso, no te parece que el pueblo huele mucho a cucho?, que es como le llaman al abono cuando marchan… hasta ahí podíamos llegar”. - ¿Y no le dijiste nada? - Claro que le dije. Ya le expliqué que huele a cucho porque en la cuadra de su padre no saca el abono ni dios. Y se montó la tremolina pero como no quiero un concejo de forcas afiladas pues dimito y cuando marchen los que les molesta el olor a cucho pues hablamos. Y el secretario, que no era tonto, resulta que no había tramitado la dimisión y en octubre siguió la vida como si el pueblo no oliera a cucho. Que nos parece bien que vengan, incluso que lleven el te de la peña, pero si no hay cobertura mejor que dejen el móvil en Madrid.
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NODICIA DE QUESOS PACO PINES
CRÓNICAS DE LA FERRERA
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a ocupación ismaelita de la península Ibérica, como ya ocurriera con la romana o la visigoda, encontró notables focos de resistencia allí donde el terreno favorecía el hostigamiento guerrillero. Superados los primeros años de escaramuza diaria entre la rebelde nobleza astur y el Valiato cordobés, la supremacía militar cambió de bando y al poco tiempo, el reino de los astures – los habitantes de este lado del Esla – trasladó su capital a León. Era, sin duda alguna, la prueba de fuego que consolidaba al nuevo reino como alternativa seria al emirato Omeya con capital en Córdoba que, ofi ciosamente, extendía su dominio por todos los rincones de nuestra querida piel de toro. Asentada la capitalidad en León, los asesores regios, consideraron prioritaria la búsqueda de una identidad privativa, que les distinguiera claramente de romanos o godos, antiguos mandatarios de estos parameses campos y, resueltas la forma del estado o la religión, decidieron llegado el momento de tener una lengua propia.
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Asentada la capitalidad en León, los asesores regios, consideraron prioritaria la búsqueda de una identidad privativa, que les distinguiera claramente de romanos o godos
A este fin contribuyó poderosamente, sin pretenderlo, la iglesia católica, que a mediados del siglo X disponía de un poder casi omnímodo sobre las gentes, su manera de pensar y sus haberes contables. Como expropiar la tierra quedaba feo, corrieron la voz de que el final del siglo coincidiría con el del mundo y la consigna, lanzada desde la privilegiada posición de los púlpitos, pronto fue el trending topic del momento. La noticia desencadenó la esperada avalancha de las buenas gentes, entregando su quiñón, a cambio del ingreso en las casas de oración y recogimiento para así obtener privilegios en la anunciada concentración parcelaria de las alturas, prevista para el final de siglo. La demanda se desbordó y muy pronto, todo el Páramo quedó plantado de conventos. No hacía falta ir muy lejos para encontrar uno. Río arriba o carretera abajo los había. En San Adrián o Negrillos, entonces separado de Laguna, también tenían el suyo. Sin duda, esta inesperada concentración de gentes en los centros del saber de la época, fue una de las piezas claves en la formación de una nueva lengua autóctona, diferente de la que los romanos habían impuesto a golpe de espada. Una de las muchas aportaciones, que la proliferación de cenáculos en este nuestro querido Páramo, sacó a la luz, es el asunto que nos ocupa: la nodicia de
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quesos. Dicho escrito surgió en un monasterio y, tranquilamente, pudo ocurrir aquí, en el que tuvimos en el poblao, donde los entusiastas cronistas locales sitúan, en esa época, uno con más de 200 almas, meditando, orando y laborando después de haber donado su farreñal, para poder acceder a la parcela celestial del elíseo, que se licitaría a partir del año mil. Pero como no conservamos ni una buena, ni mala piedra de aquella, inexdesaparecida plicablemente, abadía, igual sucedió y no nos enteramos. De la cantidad, tarde o temprano, acaba surgiendo la calidad y era cuestión de tiempo que entre tanto saber, emergiera a la superficie alguna buena nueva y esta tuvo lugar a cuatro pasos de aquí en la muy noble villa de Ardón, - no confundir con Ardoncino - municipio del Páramo alto, limítrofe con Valdevimbre. El tocado por la diosa fortuna fue el monasterio de Rozuela, donde milagrosamente y en contra de todas las evidencias cercanas que, en su día fueron y hoy apenas sobreviven en la memoria, parte del citado claustro aún permanece en pie. Olvidado del mundo, perdido en medio de la nada, como corresponde a todo lo que concierne a nuestra historia, pero resilente al paso del tiempo y de los gobernantes. Su estirada figura aún se puede contemplar en una finca próxima al anteriormente mencionado río Esla,
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Su estirada figura aún se puede contemplar en una finca próxima al anteriormente mencionado río Esla, rodeada de maíces o maíces, según el año. rodeada de maíces o maíces, según el año. Desaparecidos casi todos los vestigios de aquel imperial reino que añoraba Ramiro, el monasterio de Rozuela es un raro ejemplo de supervivencia que, en pura incoherencia con el trato recibido, incomprensiblemente, resiste el paso del tiempo. La cartuja, de planta rectangular y, actualmente, coja de una esquina, está delimitada por sólidas paredes de tierra apisonada, rematadas con un minúsculo tejado a dos aguas que le augura, por lo menos, otro siglo de supervivencia. Erigida en el año 912 en honor de los santos Justo y Pastor, gozó en sus buenos tiempos, dada su proximidad a la capital, del favor regio y su privilegiada posi-
ción le permitió recibir donaciones varias de particulares, que la mantuvieron operativa hasta el siglo XVII. La Nodicia de quesos es el primer documento, conocido hasta la fecha, escrito en una lengua romance, cuya morfología y estructura es sensiblemente diferente de la que procedente del Lacio: el latín, monopolizaba la comunicación en aquel extinto reino de León. El códice, tomando como base la visita regia al monasterio, estaría escrito, en torno al lustro 975/80 y, mal que les pese a riojanos o burgaleses, es con diferencia el más antiguo de sus características encontrado hasta la fecha. Guardado bajo siete llaves en el archivo catedralicio de la pulcra leonina, el Palimpsesto con su original
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acreditación, tiene el texto que nos ocupa superpuesto en los bordes del papiro, un título oficial que fechado en el año 954, se supone caduco al tratarse de una cesión de terrenos a dicho lugar sagrado por parte de una familia de la localidad, deporte de moda en aquellos tiempos. El fraile Jimeno: el autor de esta fechoría histórica, era el encargado de proveer de alimentos al refectorio y, como los tiempos ya entonces, no andaban muy boyantes, la comida no acababa de llegar a la mesa con la fluidez con la que salía de la despensa, perdiéndose por rendijas y vericuetos varios. Harto de comerse marrones por parte de la autoridad competente, el susodicho despensero, decidió inventariar religiosamente, que
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para eso estaba en un convento, todas las mercancías que salieran de la despensa, tuvieran como destino el comedor o no. El problema vino a la hora de encontrar soportes físicos, aún no se había inventado el papel, donde poder anotar sus debes y haberes. Tras mucho cavilar, el furriel culinario, llegó a la conclusión, que para sus apuntes tuvieran la consistencia necesaria de cara a cualquier reclamación posterior, solo le servía el Pergamino. Hacerte con estos pliegos, si no vivías en Pérgamo, era como encontrar un trébol de 4 hojas. Y aunque la ocasión la pintaban calva, porque en aquellos tiempos, los sindicatos no estaban ni bien, ni mal, vistos y a los frailes nadie les haba calentado la cabeza con el coste de oportunidad, los cenobitas podían haberse dedicado, aunque solo fuera esporádicamente a secar las pieles de cordero y más tarde aprovecharlas para escribir. Pero lo triste es que, no pudiendo hablar de esclavitud, porque el palabro que hasta hace cuatro días definía un negocio generador de pingües beneficios y hoy suena fatal, la vida en estos centros ofrecía demasiadas similitudes. Los regímenes monásticos tenían tantas rigideces en su funcionamiento que, entre las horas dedicadas a rezar y las que debían destinar a realizar tareas para la comunidad, a los frailes, no les quedaba tiempo ni para escuchar una tentadora oferta del diablo, disfrazada de discoteca o botellón y menos para ponerse a fabricar papiros. Durante varios siglos se dio por bueno que las glosas Emilianenses, procedentes del monasterio de San Millán de la Cogolla, entonces
reino de Navarra y actualmente perteneciente a la comunidad autónoma de la Rioja, eran los documentos más antiguos escritos en una lengua romance diferente del latín, pero dichos documentos son posteriores, al menos en 18 años a lo apuntado por Jimeno. Con los controvertidos cartularios del monasterio de Valpuesta, - provincia de Burgos - por más apoyo institucional que le brinde la RAE, perderé poco tiempo porque hay serias dudas sobre su autenticidad y, según los entendidos en la materia son poco fiables. La pregunta es porqué, el idioma que nació aquí en el Páramo leonés acabó llamándose castellano, y la conclusión es que el tercer idioma más hablado actualmente en el mundo, surgió aquí al lado nuestro, entre encinas y ajaberas y durante siglos se nos ha intentado ocultar ese hecho, cuando no, apostar claramente por otras opciones, como siempre ha hecho la JCyL, dejando fuera de la ruta del castellano a la población de Ardón y negando la, tozuda, evidencia de los hechos. Igual, piénsenlo, va siendo hora de soltar amarras. A menudo contrasta el empeño que algunos medios dedican a ningunear el patrimonio histórico y cultural del antiguo reino de León, con el poco pudor que les produce loar obras menores de cualquier otro competidor. La Rae, en el tema de Valpuesta o el ex presidente del gobierno, situando el origen del parlamentarismo en el país habitado por los hijos de la gran Bretaña, aunque luego rectificara y, tímidamente, pidiera perdón por la metedura de gamba, serían asimismo ejemplos del flagrante estado de beligerancia, en
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¿Qué futuro nos espera? A nivel provincial, los más informados son poco optimistas y vaticinan que si no cambiamos la dinámica actual, en 50 años seremos un desierto. que ha entrado nuestra querida tierra con los poderosos de turno, generalmente vecinos. ¿Qué futuro nos espera? A nivel provincial, los más informados son poco optimistas y vaticinan que si no cambiamos la dinámica actual, en 50 años seremos un desierto. A nivel local, ahora que estamos entrenados con el famoso, quien nos lo iba a decir, artesonado eclesiástico, deberíamos pedir a la activa junta local que se interese por la situación patrimonial de lo que aún resiste en pie visiblemente destartalado, abandonado y cayéndose a cachos entre vías muertas, ruinas, cardos y codesos, en el otrora floreciente barrio de la estación y aprovechando la coyuntura, recuperar las cenderas para poder disponer de otro local multiusos, que nunca por mucho trigo fue un mal año. Sean buenos.
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EXPERIENCIA DE NO SER QUINTA SANDRA GARCÍA (Grelea)
Los quintos de las fiestas para mí siempre fue un rito; un regalo por llegar a tu mayoría de edad y a la vez una responsabilidad que te preparaba para lo que te venía
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onará a broma pero es anécdota. Vengo aquí a contar un poco la desdicha que tuvimos el año pasado de no tener las fi estas y que muchos jóvenes que cumplían los dieciocho no pudieran vivir la experiencia de ser quintos. Como es obvio, no hay mucho que contar ya que, como dice el título, no
existe experiencia de haber organizado las fi estas del pueblo. Los quintos de las fi estas para mí siempre fue un rito; un regalo por llegar a tu mayoría de edad y a la vez una responsabilidad que te preparaba para lo que te venía. Aunque no llegué a vivirlo, he de decir que sé
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mucho del tema. Mis ganas de ser quinta son frutos de ser la pequeña de la familia de mi padre, lo que hace que haya visto pasar a muchos por este rito. Los quintos no trabajan solos; normalmente son apoyados por la Junta Vecinal, la asociación Ave Fénix y sobre todo por las familias.
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Y es por ello que yo he vivido lo que es la alegría y el sufrimiento de ser quinto. De mis primeros recuerdos en el arte de ser quinto lo primero que se me viene a la cabeza es “vender papeletas”. Siempre empieza así. Te viene un quinto que por suerte o por desgracia es familiar tuyo y te dice: “toma estas papeletas y vende algunas”. En ese momento eres pequeño, adorable y sin vergüenza, así que vas pidiendo a todo el mundo que te compre una papeleta. Una de mis mayores recaudaciones fue en el bar Los Ángeles, que de aquella estaba abierto. Mi hermana había terminado su labor como quinta de Valcabado y le tocaba el trabajo en nuestro otro pueblo. De aquella, Moscas no tenía un bar estable, sino el que se ponía en fiestas, por lo que la gente iba a Los Ángeles. Recuerdo pasar con la bici con mi madre y decirle que probaría a vender allí. Había un camarero que vivía en mi localidad con el que tenía una buena relación, por lo que pensé que podría vender. No recuerdo exactamente qué le dije pero conseguí que un cliente, el jefe y el propio camarero, me compraran unas cinco papeletas cada uno. Para su desgracia luego no ganaron pero seguramente sería porque ese año hicieron tongo. O al menos eso es lo que gritaban todos los años cada vez que alguien ganaba. Me hubiera gustado saber si algún año fue de verdad o simplemente lo hacían por picar al ganador. Otra tradición que recuerdo es por parte de mi madre y mi madrina. Seamos sinceros: ser quinto no significaba no disfrutar de las fiestas. El problema de todo esto es que cuando son las siete de la mañana, la discoteca
por fin apaga sus luces y el sol ya ilumina el sucio polideportivo, todos los jóvenes quieren ir a dormir sus dos, tres horas diarias en épocas de fiestas. Y es que, aunque creamos que sí, la basura no se limpia sola. Pero ahí aparecen las madres y padres (y algún quinto que hace de tripas corazón y coge una escoba pese a la borrachera) y quitan toda la suciedad. Y menos mal que lo hacen, porque, aunque no lo parezca, hay muy poco tiempo entre que todos los jóvenes se van a dormir hasta la hora del vermú. Una de las cosas que a mí me hacía ilusión y que todo el mundo me decía que era un marrón era el trabajo en la barra del bar. En Valcabado no lo llegué a vivir tanto porque, como dije anteriormente, los quintos estamos muy bien respaldados por toda la comunidad. Pero en Moscas las cosas son algo más complicadas. A mí me gustaba por el hecho de que cuando eres una cría te encanta jugar a lo de tener un bar. Luego, según lo que me han contado, no es tan divertido. Sobre todo en el horario de noche en el que todo el mundo está cantando, bailando y bebiendo y tú debes servir los cubatas. Por suerte o por desgracia de eso me he librado. Y tampoco se queda corto el tradicional traje de los quintos en el día de Santiago. Yo he vivido más el proceso de quinta y no sé si pasará lo mismo con los chicos pero… el baño de la casa será para preparar a la quinta. Los trajes quedan muy bonitos pero en pleno julio no son muy funcionales. Sin olvidar el hecho de estar toda la misa en frente de toda la iglesia. Las abuelas seguramente se pongan a far-
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dar de sus nietos: “Es muy buen mozo”. “La de la derecha es la nieta de no sé quién ¡cuánto ha crecido!” “Y ese ¿de quién será? No le he visto mucho por el pueblo”. Al salir de la iglesia toca repartir rosquillas, hacerse muchas fotos (porque esto es como el día de tu comunión: debes tener fotos con todo el mundo) y llevar a Santiaguín. Ahora es menos frecuente, pero por lo menos aún se saca también la pendoneta. Muy pocos valientes se atreven a llevarla (entre ellos yo, para qué negarlo) haciendo que luzca lustrosa mostrando el orgullo de nuestro pueblo. Ya había mencionado la labor de las madres y los padres en la fiesta pero es que no solo el arte de la escoba se le da bien: ¿quién creéis que preparan la chocolatada y la sangría? No sería la primera vez que he visto a familiares míos detrás de las mesas repartiendo chocolate caliente y unas pastas para acompañarla. Es una labor que damos por hecha pero que pocas veces valoramos. Y para qué negarlo, aunque haga calor el chocolate siempre entra. Las labores de un quinto son múltiples y muy laboriosas. Para mi desgracia mis recuerdos no me permiten contaros mucho más ya que si hubiera vivido en mis propias carnes el trabajo de organizarlas, podría haber visionado a los futuros quintos en este arte. Pero no nos preocupemos, dentro de poco el esplendor de las fiestas volverán a nuestro querido pueblo. A las futuras generaciones que les toque realizar esta labor les aconsejo lo siguiente: vayan avisando a sus familias para que les ayuden y no les pille de improvisto.
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MARGARITAS PARA TODAS EVA DE LA FUENTE …aquel verano el baile de disfraces era temático: AÑOS 70!!!... NO PUDIMOS RESISTIRNOS…
mos en modo AUTÉNTICO… este vestido es auténtico, estas sandalias son auténticas…era emocionante!!!
En cuanto nos enteramos de que ese año en las fi estas de Santiago, el baile de disfraces iba a ser de los años 70 entra-
Rápidamente nos pusimos manos a la obra y tras una brains torming rápida empezamos a Escogimos vestidos cortos de dar los primeros pasos. estampados imposibles, a los
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Encontrar el atrezo fue muy sencillo, solo teníamos que ir al trastero de Laureana y era como atravesar un PORTAL TEMPORAL…en medio podías encontrarte a Masiel, Las Grecas…
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que le metimos un poco más el bajo para asegurarnos. El calzado de plataforma nos hacía piernas kilométricas, aunque no medimos que luego tendríamos que ir a la plaza del pueblo. Cuando por fi n llegamos, casi besamos el suelo como el Papa! Elegido lo importante ya solo nos quedaba contar las horas que faltaban hasta la noche del baile. Nos reunimos en casa de Mar después de cenar y empezamos a distribuir el material. Los vestidos se repartieron en función de la talla y de lo que quisieras enseñar; las sandalias en función del número y de lo que estabas dispuesta a sufrir en silencio, que por entonces era mucho, dicho sea de paso. Con el maquillaje nos ayudaron, ya que ninguna teníamos práctica en dicha materia. Tengo mis dudas de si escogimos bien a la maquilladora; había una delgada línea roja que separaba nuestro disfraz de otro de vida más alegre…en fi n… Los detalles fi nales, sin duda, hicieron al disfraz alcanzar la categoría de inolvidable. Esos pares de calcetines que rellenaban el cruzado mágico de playtex, la bisutería colorida y la pieza estrella, la faja pantalón. Lucimos un trasero setentero que para sí quisiera la Kardashian, aunque, para ser sincera, tuvimos que subirla un par de vueltas para que no se viese por debajo del vestido, consecuencia de no calibrar el excesivo acortamiento del mismo.
mucha, mucha EXALTACIÓN DE LA AMISTAD. Y cuando ya parecía que aquello no podía ser mejor, llegó el momento culmen…Encarna sacó de su chistera unas margaritas tamaño XXL, recién cortadas del jardín de su tía Dominga. Quedaban preciosas en el pelo, nunca hubiésemos encontrado un tocado mejor. Ese detalle unifi có al grupo “UNA PARA TODAS Y TODAS PARA UNA”… Aquella noche ganamos el concurso; nuestro LA, LA, LA, se ha quedado en las retinas de muchos…
Mas tarde, en La Bañeza, se hacían fotos con nosotras como en un parque temático, pero la foto de verdad es la que nos hicimos en el hall de la casa de Mar, donde no cogemos en los vestidos de lo felices que éraPara poneos en situación os mos (y también de que nos quediré que todo ello fue regado daban un poco justos…) con MIRINDA, dulces variados y
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Después cada una siguió su camino, pero siempre nos vamos a encontrar en esa foto. Os quiero, chicas…
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FRASES CÉLEBRES 2021 VALENTÍN MONJE
Cuando soplan vientos de cambio algunos construyen muros, otros molinos Proverbio chino
SENCILLO -Si no das, no pidas -Si no sumas, no restes -Si no apoyas, no critiques -Si no preguntas, no supongas -No exijas, lo que no das -No hables, lo que no sabes Conserva lo que tienes, olvida lo que te duele Lucha por lo que quieres, valora lo que posees Disfruta de los que te aman, perdona a los que te hieren Nos pasamos la vida esperando que pase algo y lo único que pasa es la vida No entendemos el valor de los momentos hasta que se han convertido en recuerdos No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo a limpio Por eso haz lo que quieras hacer antes de que se convierta en lo que te gustaría haber hecho Nunca es tarde para ser feliz Ponga el cerebro en funcionamiento, antes de poner la lengua en movimiento Es una pena que las personas no podamos intercambiar los problemas, porque todos sabemos perfectamente como resolver los de los demás. Groucho Marx
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Por qué está tan triste Albert Einstein? Porque la velocidad de la luz ha sido superada por el precio Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo Napoleón Bonaparte
Mi libertad se termina donde empieza la de los demás. Jean Paul Sartre
La vejez nos arrebata lo que hemos heredado y nos da lo que hemos merecido Gerard Brenan.
El hombres es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla. Sobre la ética: Le preguntaron al gran matemático persa Al-Juarismi sobre el valor del ser humano y este respondió: Si tiene ética su valor es igual a 1. Si además es inteligente, agréguele un cero y su valor será igual a 10. Si también es rico, súmele otro cero y su valor será igual a 100. Si además es una persona de bello aspecto, agréguele otro cero y su valor es igual a 1000. Pero si pierde el 1, que corresponde a la ética, perderá todo su valor, pues solamente le quedarán los ceros. Así de sencillo: Sin valores éticos, ni principios sólidos, lo único que queda son delincuentes, corruptos y personas que no valen nada.
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Para mí es un año perdido, no vivido, sin actividades de ningún tipo para mayores, sin viajes ni reuniones… ¡ni un simple cumpleaños! Ha sido penoso, sin fiestas para jóvenes, sin bares en parte. Un caos.
CAMBIO PERMANENTE DOMINGA ALIJA
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n año más me pongo a comunicar con las personas que lean nuestra revista Hacendera, para recordar nuestra situación en el pueblo. El pasado y cruel año desde el 14 de marzo hasta el 26 de abril, todos confi nados, a partir de ahí, salieron los niños y los deportistas a la calle, en mayo la gente joven y los ma-
yores en casa hasta el 10 de junio de 2020. Posteriormente se fue relajando el confi namiento poco a poco, pero con la orden de llevar mascarilla; norma que se ha ido relajando y, salvo excepciones, ya no es obligatoria. Para mí es un año perdido, no vivido, sin actividades de ningún tipo para mayores, sin viajes ni reuniones… ¡ni un simple
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cumpleaños! Ha sido penoso, sin fi estas para jóvenes, sin bares en parte. Un caos. Por fi n, este 2021, parece haber traído un poco de esperanza, aunque aún no hay reuniones de comunidad, ya se junta uno un poco, aunque sea para tomar el sol o dar un paseo, ir a misa, que aunque para la gente joven no le parezca necesario, en los tiempos que
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vivimos, para la gente de mi edad, es algo que nos socializa, porque al menos vemos a la gente y pedimos a San Isidro que bendiga el campo para que la gente de Valcabado tenga un buen porvenir, porque si funciona el campo lo harán el resto de actividades. También le pedimos a Santiago Apóstol, nuestro patrón (este es año santo compostelano, que es cuando toca después de once años; el último fue en 2010, pero por el COVID, la Iglesia que está en todo, lo trasladó para 2022). A ver si en este año podemos sacar al Santo en procesión porque si no en dos años encerrado le va a entrar la carcoma, como al retablo, y no es justo. Siguiendo con tema iglesia, nuestro principal monumento,
espero que el año que viene tengamos restaurado el artesonado y el portal de la iglesia, que nos consta que se lleva desde antes de la pandemia gestionando, pero el COVID lo ha trastocado todo. Cambiando de tema quiero hablar sobre la vacunación, que al fi n nos ha dado esperanzas a todos. La misma comenzó el 27 de diciembre de 2020. A día de hoy todos los mayores de 70 años estamos vacunados y cuando se publique la revista serán muchísimos más. Así ya podremos ir a la iglesia no solo a entierros, sino también a bautizos y bodas, que ya toca. Nos moriremos porque es ley de vida, ¡pero de COVID NO! Aún recuerdo el Roscón de Reyes con el que nos obsequió la Junta Vecinal las Navidades negras de 2020, fue un detalle especial que yo como todos agradecí, porque todos teníamos falta de algún tipo de estímulo, y aunque no tuviera un premio de 10.000Ð como el de Conrado, yo estoy sumamente agradecida (sembré el haba y me nació, que más puedo pedir). Gracias por todo. Espero que Santiago se celebre con un poco de dignidad si la situación lo permite, que a todos nos hace falta un poco de estímulo para seguir adelante, y ya que parece que este año vamos teniendo un poco más de libertad y como dicen algunos políticos, pues ya podemos ir de cañas, a los toros o a pasear al río. Algo es algo. Gracias a la Junta Vecinal por lo que hace y a la Asociación Ave Fénix (ojalá ya nos cobre la cuota de este año, será señal de que las cosas se van normalizando) y ya se pueda seguir haciendo alguna representación teatral y otras ac-
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“...y ya que parece que este año vamos teniendo un poco más de libertad y como dicen algunos políticos, pues ya podemos ir de cañas, a los toros o a pasear al río. Algo es algo”
tividades. Se echa mucho de menos, la Cultura ayuda a vivir con los buenos ratos que proporciona. Yo con mis cosas agradeciendo a todos los que se ocupan del pueblo y sus gentes, así Valcabado no será un pueblo vaciado como otros. No quiero olvidarme de la Junta de la Unidad que por las mismas circunstancias no ha podido hacer nada, pero como a esta Asociación pertenecen personas mayores que estamos todos vacunados ya se podrá poner en marcha cuando lo decidan las autoridades. Ellas también nos perdonaron la cuota este año. Ánimo a todos y que nos podamos juntar para celebrar nuestras cosas, eso será buena señal. A las personas que van a zumba, enhorabuena, ellas han sido valientes y me alegro por la unión. Lo siento por los que nos han dejado y felicidades para los nuevos padres. Aquí me despido, un abrazo para todos los vecinos de mi querido pueblo.
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¿POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS? ENCARNA MONJE
Que me perdone Hemingway por la similitud del título, pero no se me ocurre otro más adecuado. Por lo demás, todo parecido con su obra sería pura casualidad, porque lo que yo vengo a referir en este artículo es el uso que, hasta hace bien poco, se hacía de ellas, las campanas en Valcabado. Una vez más las nuevas tecnologías han hecho mella relegándolas a una labor meramente decorativa. Tanto es así que se utilizan los domingos y fi estas de guardar para anunciar la hora de la misa. Casi
diría yo que se dan unos toques para quitarles el polvo y recordar que siguen ahí, pues más se guían los vecinos de la hora anunciada por el párroco durante la celebración anterior que por el propio toque. Pero no, claro que esto no fue siempre así, por raro que parezca hubo un tiempo, y no muy lejano, en que no existía teléfono, por supuesto que no, pero es que ni siquiera había reloj. Una campanada a las 12 del mediodía orientaba a los lugareños de la proximidad de la comida, por ejemplo. Pero
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es que además las campanas tenían su propio lenguaje y los vecinos lo interpretaban al milímetro. Claro que aquí también jugaban un papel importantísimo algunos hombres que, quizá por la práctica o porque tenían cierta habilidad para moverlas, conseguían “hacerlas hablar” dicen nuestros padres. Que conste y queden para el recuerdo el abuelo Minos, tío Sares Garabito, Toriano o Antonio “el herrero”, todos ellos que D.E.P, destacaban en dicha disciplina.
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Pero el uso por excelencia era el toque a muerto, un tañido pausado que sobrecogía, tan preciso es su lenguaje que distinguían aún más, dos toques seguidos y pausa si era un niño..
No puedo mencionar a ninguna mujer en esta faena porque no hay constancia de campaneras, quiero pensar que no sería por excluirlas, sino porque, con la envergadura que tienen, son incompatibles con la complexión femenina. En este pueblo todo se hace a conciencia, yo creo que sólo serán superadas por la más grande del mundo, que está en Moscú pero en desuso, y pesa 216 Tm. Parece ser que, en una ocasión, subieron al campanario varios chicos jóvenes a repicar,
que era lo suyo en días festivos, y ocurrió que uno de ellos la tenía agarrada con tanta fuerza para darle vuelta y así hacerla sonar más rápido, que no la soltó y la propia inercia lo lanzó al vacío. Imaginemos tan nefastas consecuencias de no ser por la gran suerte que tuvo de caer en un montón de paja, lo que sirvió al muchacho de colchón. También cuando se declaraba un fuego era importante que alguien corriera a avisar para pedir la participación ciudadana en la extinción. Eran toques muy rápidos y al grito de –“¡fuegooo, fuegooo!”- se apresuraba la gente con calderos, palas y otros aperos a colaborar en apagarlo. ¿Cómo si no?, las redes sociales no existían, ni tampoco venían los bomberos. Pero el uso por excelencia era el toque a muerto, un tañido pausado que sobrecogía, tan preciso es su lenguaje que distinguían aún más, dos toques seguidos y pausa si era un niño, cosa bastante habitual teniendo en cuenta que en la primera mitad del siglo pasado la mortalidad infantil llegó a ser de un 12,5 %. Si se trataba de un adulto un toque y pausa. Además resultaba muy curioso cuando se hacían sonar para reunir todas las vacas del pueblo. Cada casa llevaba su ganado a la plaza de la “Me-
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diavilla”, una vez allí, la persona nombrada vaquera del día, se encargaba de dirigirlas al campo y cuidar de ellas, normalmente a “entrambasaguas”, “el soto”, e incluso a veces a “la rosa”. ¿Y qué decir del campanario? El edifi cio que tiene a bien albergar y sujetar las campanas, por cierto, muy bonito y muy bien reconstruido, el que ha sido testigo de juegos y también escondite de niños. Porque de un tiempo para acá, o quizá desde que las campanas dejaron de tener tantos usos, al campanario se le puso puerta y quedó cerrado, pero anteriormente estaba completamente accesible. La verdad es que había que armarse de valor en mi infancia para entrar, estaba siempre sucísimo y tan oscuro… ¡qué miedo! Pero aún así el día que planifi cábamos subir, generalmente un domingo, aquel día era especial, lo sentíamos entre subidón de adrenalina y gamberrada. Ese domingo, si la propuesta –“¡oye chicos!, ¿hoy subimos al campanario?”- salía adelante no hacía falta nada más porque quedaba la tarde completa. Concluyendo… ¿por quién doblan las campanas? Hoy tocan por todos nuestros predecesores difuntos, que no sé muy bien desde dónde pero nos alientan en el devenir diario; POR ELLOS.-
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LAS VAQUILLAS DE SANTIAGO FELIPE DE LA FUENTE Érase una vez un pueblo que tenía por patrón a Santiago, pero no se celebraba en su fecha. Por mor del trabajo recogiendo el cereal, se trasladó a los últimos días del año: 30 y
31 de diciembre y el 1 de enero. En Valcabado el baile del 31 acababa a las nueve y luego a tomar los vinos o cervezas al bar, luego a cenar y después de botellón; que ya estaba inven-
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tado. A veces también chocolate de casa La Porreta, a pesar de que Tornos protestara. Ella siempre nos abría la tienda a la una o más de la madrugada. En esos años, la juventud se
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Subdelegación del Gobierno Civil de León. Los sábados se organizaba una carrera hasta la estación, ida y vuelta, y luego chocolatada en el concejo. En ese tiempo estaban de moda los encierros de vaquillas bravas. Con tal propósito se construyó una plaza con carros, arena del pico arriba y hasta con burladeros y toriles. Inolvidable la foto del evento en el bar de Ramonico. La yegua de Remache y Monje de picador con el casco de la moto de mi tío Vito y un numeroso grupo de toreros y banderilleros. Menuda cuadrilla!!!!
unió y, poniendo a cien pesetas de las de entonces, los mayores de 18 años se consigue hacer un día de fi esta con su víspera. Ese fue el germen de lo que luego sería el AVE FENIX. El recaudador y organizador era Juanito Vidal, contando con Ramiro, campeón habitual de la carrera de cintas, primero a caballo y luego en bici y moto. Cómo no recordar a María Jesús y Javier, auténticos instigadores en los albores de la asociación juvenil, debidamente inscrita en el registro de la
Después, una de las vaquillas se compraba y se hacía paella y carne guisada y todo el pueblo a comer al pico arriba. Ese y no otro fue el origen de la paella popular que se hace en las actuales fi estas de Santiago que poco o casi nada tienen que ver con las de aquel entonces.
Cómo no recordar a María Jesús y Javier, auténticos instigadores en los albores de la asociación juvenil, debidamente inscrita en el registro de la Subdelegación del Gobierno Civil de León.
por supuesto Manolo Pinche y su hermano Dionisio, e incluso Toriano…, todos ellos pinches también. A veces tiro al plato en el prao. Y un bar de bebidas y bocata. Al principio de jamón, tortilla o Después de la comida, los jó- chorizo, al fi nal solo quedaban venes al agua, los hombres a de nocilla o tulicrem. jugar a la subasta o al tute y las mujeres a la brisca. Q di- Cómo colofón y fi n de fi esta, fícil era nadar con ropa, pues la verbena a cargo de los Hercon ella te tiraban al rio. Agua- manos Méndez o Los Belgas, porque eran los más baratos y dilla va, aguadilla viene… pagaba Secundino Cuesta, alNo podía faltar tampoco el calde de la pedanía por aquecampeonato de frontenis y pe- llos años. Es posible que mis lota a mano. Había buenos pe- recuerdos tengan algo de fi clotaris en el pueblo con manos ción, si bien la realidad no ha preparadas para el duro gol- de diferir mucho de lo relatado. peo. Recodar, cómo no, a Paco Talano, Culera, mi tío Joaquín y Viva El Patrón en todo caso!!
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CHISTES VALENTÍN MONJE
• Por favor, existen otras formas de evitar el coronavirus que no sea lavar las manos?? Firmado: El Manco
- Paqui, se ha roto un vaso de la cocina -Voy por la escoba - No es tan urgente, ven andando
• No vivía una Pandemia así desde la Peste Negra de 1348 Firmado: Jordi Hurtado
-Anoche me robaron la televisión mientras estaba con mi mujer en la cama -¿Consumando? -Sí, sí con los cables y todo.
- Buenas tardes, ¿hablo con el club de las menopáusicas? -Sí - ¿Qué se necesita para ser socia? -Nada, no tenemos reglas - He ido a mirarme la tensión y la doctora me ha dicho que la tengo descompensada - ¿La alta o la baja? - La gorda del ambulatorio!!!
- M aruchi, voy a poner la camiseta en la lavadora - ¿Qué programa pongo? - A ver Pepe, ¿Qué pone la camiseta? - Bienvenidos a Benidorm! - Mira, déjalo. Mi mujer me ha dado un últimatum, o le presto más atención cuando habla o …, no sé que más me ha dicho. - ¿Cuáles son la medidas perfectas de un hombre? - 80 - 2 - 80 - (80 años, 2 infartos y 80 millones en la cuenta bancaria).
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- ¿Por qué solo llega el 10 % de los hombres al cielo? - Porque si fueran todos, aquello sería un infi erno!!.
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LAS NORIAS EN EL PÁRAMO FRANCISCO RAMÓN RAMÓN Tomando como base contenidos y algunas fotografías de mi libro “La vida cotidiana en el Páramo leonés a mediados del siglo XX”.
A
provecho este nuevo envío para agradecer la confi anza depositada en mí por parte de la Asociación Ave Fénix, y más en concreto de Roberto, posibilitando mi participación en la revista Hacendera. La inmensa y entusiasta labor que están llevando a cabo esas personas de la Asociación en el pueblo de Valcabado en numerosos temas tradicionales es digna de todo elogio; mi más sincera felicitación para vosotros. En lo relacionado con los trabajos lo más característico y representativo del Páramo de hace 80 años eran sin duda los pozos y las norias; en efecto, era de importancia vital el agua extraída de los pozos utilizando las norias, transformando una parte de secano en regadío. En artículos anteriores he explicado todo lo relativo a los pozos, y ahora le toca a las norias. Los primeros pozos con norias en El Páramo se hicieron y se instalaron hacia 1910-1915. Ya expuse anteriormente cuándo se
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hicieron, cómo se hacían y cómo eran los pozos medianos, y años más tarde los pozos grandes, terrenos y cultivos que se podían regar según el tamaño de los pozos, etc. (Ver Los pozos en El Páramo). Ahora paso a hablar de todo lo referido a las norias. Cómo era y cómo funcionaba la noria.- El agua de los pozos se sacaba con un mecanismo o máquina llamado noria. Se montaba la noria sujetando las partes fi jas con fuertes clavos
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Cada caldero tenía un agujerito en el fondo para que al parar de andar se descargaran, y de esa manera se pudrieran menos las maderas laterales y se oxidara menos la parte metálica. sobre unas traviesas de ferrocarril o sobre maderos gruesos de negrillo cruzados sobre el “bocal” del pozo. Las había de tres tamaños, y las fabricaban en Laguna Dalga. Constaba la noria de un tres pies con una rueda dentada horizontal que giraba movida por la palanca de madera de negrillo de la que tiraba el burro o el macho (equipado con collerón, y dos tiros o cadenas). La rueda dentada horizontal engranaba con otra vertical que hacía girar el bombo sobre su eje, con los calderos montados en cadena sinfín, que entraban vacíos boca abajo en el pozo y salían llenos de agua, descargándola en la caldereta; por el tubo de la caldereta y otro trozo subterráneo salía el agua hacia la pila y luego a las regaderas superficiales (o subterráneas a través de los sifones) por donde fluía hacia los surcos. Cada caldero tenía un agujerito en el fondo para que al parar de andar se descargaran, y de esa manera se pudrieran menos las maderas laterales y se oxidara menos la parte metálica. Llevaba también el gato, que era un trozo de hierro que hacía de freno para evitar el retroceso, y que al caer sobre cada diente del engrane hacía el característico repique monótono de la noria. Las cadenas, atornilladas a los laterales de los calderos, se unían mediante pasadores (las
cadenas de un caldero con las del siguiente, quedando todos los calderos unidos entre sí), con punta metida y doblada en el agujero del extremo para que no se salieran. A veces “se montaban” (se amontonaban) los calderos, o incluso se caían al pozo por algún fallo de los mecanismos (rotura de algún pasador, salirse alguna punta, etc.); se sacaban del pozo con ganchos y sogas, atándolas al bombo y empujando la palanca. Los pasadores muy gastados se quitaban y se usaban después para clavarlos en las paredes de tierra para colgar cosas, para poner una tabla encima, como estaca en el suelo, etc. Para sacar el agua se enganchaba el burro, el macho, la mula, el caballo o el jato a la palanca de la noria. A la caballería se le tapaba los ojos con un trozo de saco para que creyera que estabas al lado para arrearla y así no se parara tanto, y también para reducir el posible mareo. Con el ramal o un palo delgado desde el hocico al extremo superior de la noria,
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el burro o el macho se podían guiar siguiendo bien la senda sin peligro de meterse en el pozo (lo cual era difícil, pues estaba bastante protegido con maderos). La caballería daba vueltas y vueltas por el sendero del piso que se iba haciendo día a día, año tras año…; y sin parar hasta que se botaba el pozo (hasta que se agotaba casi toda el agua del pozo). Por extensión, se llamaba noria también al terreno que se tenía y se regaba donde estaban el pozo y la noria-mecanismo. En algunas norias (en este caso referido al sitio o terreno) tenían un caseto o caseta hecho de adobes embarrados junto al pozo para resguardarse de posible lluvia o tormenta, y para guardar cosas; en las norias más alejadas lo utilizaban a veces para comer al mediodía y dormir la siesta, y de esa forma no gastar tiempo en ir y volver a casa. En algunos casos se hacía una “cueva-refugio” excavada en el montón de barro y arena procedentes del hueco al hacer el pozo.
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Enjesquino
MUY NUESTRO PEPE MONJE Una vez más vamos a recordar y practicar palabras y frases muy nuestras con el fi n de que no se queden en el olvido. “Como sales A PELOTE ahora con “TOL SOL” A PELOTE: Ir sin nada en la cabeza para protegerte del sol. TOL SOL: Se utiliza para referirnos a las horas que más calienta el sol. Habitualmente en verano era ENTRE SIESTA debíamos decir durante la siesta pero no se utilizaba el DURANTE, de hecho tenemos frases del tipo: Fuimos ENTRE SIESTA a……, ENTRE SIESTA vamos a….., No se te ocurra salir ahora ENTRE SIESTA, etc.
En nuestra zona lo utilizábamos, más bien, para llamarle así a una persona que le mandabas hacer algo y lo hacía de una forma ATRAFALLADA. ATRAFALLAR: Hacer las cosas deprisa, con desorden y de cualquier manera. “Pero mira lo que haces, no ves que lo estás dejando todo ATRAFALLADO”.
¡Ah! las cuevas…., nunca las llamamos bodegas. Qué recuerdos. Qué tiempos aquellos en los que se hacía vino y la gente salía a la puerta a comer un CACHO e invitaba a los que pasaban a ECHAR un trago (nunca tomar o beber). Sin embargo en las cenas dentro el trago para algunos se “Fuimos A PETO a Benavente a por unas rejas y transformaba en: “Cuatro ENGULLONES y la cargamos con una maquina de sulfatar” boca llena”. A PETO: La utilizamos con el verbo ir y se refi ere CACHO: En este caso se refi ere a una REBOJA a hacer algo en exclusiva y rápido. de pan y algo que la acompañe. En la frase también aparece a por unas en REBOJA: Rebanada de pan con parte de la sustitución de “a comprar unas”. La palabra corteza de la hogaza. comprar se utilizaba en contadas ocasiones. Habitualmente CACHO se utilizaba como trozo También debemos considerar la palabra “unas” o pedazo y también utilizábamos el diminutivo sobre utilizada en nuestra zona y en muchas CACHIN. ocasiones sobrante en la frase. Se os pueden Ejemplos: ocurrir un montón de frases muy nuestras. “Párteme un CACHO pan”. “Estuve regando toda la noche y me quedó un “Estaba todo el mundo bailando y él, allí estaba, CACHIN que voy a regarlo ahora con el motor. AMORNIAO en el rincón” “Te ha dejado el pelo cortao a CACHOS. AMORNIAO: Habitualmente se refi ere a En otras ocasiones lo hacemos para reforzar amodorrado o asoleado pero también lo el sustantivo y cambiamos el signifi cado por utilizamos para referirnos a alguien muy parado. grande, enorme: “Vaya CACHO animal” ENGULLÓN: Trago muy abundante y rápido. Enlazando un poco con lo anterior: “MODORRO que eres un MODORRO” MODORRO: Tonto, lelo, retrasado, falto de conocimiento. Ya que estamos en califi cativos despectivos muy Permitirme recordaros que me podéis nuestros; otro par de ellos. enviar palabras, frases, dichos, juegos MOSTRENCO: Se utiliza para llamar a una o cualquier otra vivencia que quisierais persona gorda y pesada. En ocasiones también recordar al siguiente correo: enjesquino@ para tratarle de ignorante y torpe. gmail.com. Muchas gracias. ZOPENCO: Según la R.A.E. tonto y abrutado.
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UNA JORNADA GLORIOSA ROBERTO CARRO FERNÁNDEZ
El licenciado Gregorio de Tovar, fiscal del rey Felipe II, lee contundentemente la ejecutoria por falso testimonio: “A los tres reos les acuso de falso testimonio y de haberse contradicho en el pleito. Así que les debo condenar y condeno a que, con vergüenza pública, cada uno de ellos sirvan al rey, mi señor, en sus galeras a la manera de remero forzado, sin sueldo, por un tiempo de diez años; durante los cuales no se pueden ausentar del servicio de las dichas galeras, so pena de serle perpetuo”.
Y así, los tres leoneses: Mateo García, vecino de Valcabado, Pedro González de las Heras, vecino de Roperuelos y Santiago Gómez, natural de Cabreros del Río, pasaron los siguientes años sentados en un banco de remos en la galera Marquesa; de un rincón a otro del Mediterráneo, mentando los muertos de berberiscos, otomanos…., o ciscándose en los propios del cómitre, cada vez que este les medía el látigo en las espaldas cuando la maniobra se tornaba exigente, presta. Pero los leoneses pronto destacan en la boga, así que el capitán, por derecho propio y una noble humanidad, les asciende de galeotes a buenos boyas remunerados. Quién lo iba a decir, gente nacida del terruño, fi delizados a la zoqueta, la tornadera y la hoz, ahora a bordo de una de las doscientas siete galeras que integran la escuadra mandada por Don Álvaro de Bazán. Y ahí están, un siete de octubre de 1571 en el golfo de Corinto, cumpliendo penitencia en aquel lugar del fi n del mundo.
Con movimientos tácticos al remo, las galeras dibujan las maniobras más adecuadas para provocar los mayores efectos destructivos. Movilidad, masa de fuego y permanencia eran las claves del éxito antes del abordaje y el enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Puede que los otomanos liderados por Alí Bajá tengan más navíos, pero los cristianos de la Liga Santa son más y están mejor armados. Mil doscientos cañones que están dispuestos para sacudir hierro a dolor. Hay un ir y venir intenso de arcabuceros, de artilleros ocupando sus puestos. Aún no se ha producido un solo disparo pera ya huele a plomo, a pólvora, a sudor rancio y nervioso. Zascabún!! Un proyectil de medio calibre penetra por la borda de babor;
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Siendo ambos hechos reales, a un servidor le hubiese gustado que la consecuencia de la sentencia y el encuentro de la efeméride bélica, hubiese acontecido así. Pero, quién sabe… “Miguel de Cervantes en Lepanto” es un cuadro de Augusto Ferrer Dalmau. en su recorrido cercena varias palas del cuartel de mediana, siembra de esquirlas de madera la cámara de boga y provoca una vía de agua que enseguida, los hombres de mar, tratan de sellar. El espolón de la galera cristiana impacta contra la borda de estribor de la nave turca. Ya no hay vuelta atrás. Empieza la contienda. En poco tiempo el mar de batalla se cubre de una inmensa neblina blanca y gris, punteada de fogonazos, de espirales de humo, de gritos, blasfemias y exabruptos. -¡Denos usted licencia, por dios! Quizá esta sea nuestra última singladura… Libere vuestra meced los hierros y permita que demos la vida al acero o al rugir de los mares… Solo así podremos, por fi n, redimir las holgadas infamias de nuestro pasado; que todo sea por
la memoria de la patria y el buen nombre del rey nuestro señor. ¡Se lo ruego! –Inquiere Mateo García al cómitre. Y no parece que este albergue dudas a tal propuesta viendo la que se está librando en la cubierta. Aquellos tres desgraciados tenían todos los números para acabar sus días en una jornada gloriosa, pues el ofi cial les ha encomendado reforzar el esquife. Es un puesto elevado que comparte el privilegio de visionar la profundidad del mar de batalla y defi nir con cierto criterio hacia dónde dirigir el arcabuzazo, pero también el inconveniente de estar oportunamente visible y encajar un disparo certero ejecutado desde la distancia. Que la suerte y el destino hagan el resto. Comparten faena con un soldado bisoño, sin armadura, ojeroso y de tez lívida que con determinación asiste a los arcabuceros que reparten estiba desde el esquife. Aunque doliente, parece de espíritu inquieto; lleva un frasco de pólvora atado al cinto; el jubón entreabierto deja ver una herida sangrante que le ha ocasionado una esquirla de plomo y otra andanada de tiros de arcabuz le ha alcanzado el dorso de la mano izquierda. A pesar de la merma, parece dispuesto a guerrear lo que sea menester. Bang, raaca, bang, raaca…!! Otra ráfaga impacta en las maderas y reparte esquirlas por doquier, moteando el suelo ensangrentado y penetrando en la piel de la leva. Inmediatamente recomponen el gesto fi ero, recargan arcabuces y vuelta a la brega. Escupir sangre en cada aliento tendrá su recompensa. El fl amear de los gallardetes invictos anuncia el fi nal de una jornada para la historia. Los leoneses, aún exhaustos y malheridos, encaminan sus pasos hacia el cuartel de proa para volver a ocupar su sitio en el banco de remos. Se giran unos instantes y ven al joven soldado bisoño que, empuñando una espada y cerrando los dedos sobre el recazo, pronuncia estas palabras: -Afortunadas vuestras mercedes, pues han asistido a la más alta ocasión que vieron los siglos.
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In Itínere Etnográfico MARÍA RUBIO Y JOSÉ MANUEL OLMOS
Ú LT I M A L L A M A D A Último repique de campana. Escucha una voz en grito: - Espabila rapaza, termina de limpiar los zapatos o llegaremos tarde a misa y nos van a sacar cantares. - ¡Voy! Responde mientras se calza sus zapatos impolutos y se recoloca el vestido. Hoy toca lucir las mejores galas. Todo el pueblo acude a la llamada. Día de Santa misa y procesión. De sentarse a la mesa con las más ricas viandas que cada uno pueda permitirse y terminar con unas pastas que madre se ha encargado de hornear bien temprano. De acudir al baile, dulzaina y tamboril, para que más. Lo que importa es divertirse y lanzar alguna que otra mirada furtiva a aquel mozo tan bien puesto del pueblo de al lado.
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Mañana, unos volverán a recitar las cuatro reglas en la vieja escuela sin descanso. Otros a matarse de sol a sol labrando el terruño. Y otras a calibrar con precisión milimétrica la cantidad exacta para que el tocino les dé para toda la semana, mientras piensan en ir a dar de comer a las gallinas y mecen sin cesar al benjamín de la familia que no para de llorar. Pero hoy... ¡hoy es día de fi esta!
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CORRILLO El sol ya no pica, falta un rato para la hora del sol puesto. Es el momento. Aparta la cortina y observa; ¡las demás siguen en casa aún! En fi n, alguna tiene que ser la primera... Arrastra su silla y acude al sitio de costumbre. Ella es más de su silla, no le gusta el escaño. Prefi ere su silla, con su cojín de siempre, mucho mejor para sus piernas. Que una ya tiene una edad. Se sienta a la sombra y se da cuenta, “¡la labor!”, pero si me he olvidado de la labor. Ahora tocan unos patucos que resulta, que mira: ¡otro nieto! Habrá que hacerle unos patucos al rapacín no vaya a ser menos que los demás. Regresa y su silla ya se encuentra acompañada. Saluda a las demás con un movimiento de cabeza mientras se aposenta y comienza con el trajín de agujas.
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-¿Patucos otra vez? -¿Otro rapaz tu hijo? - Madre mía si hace nada que tuvo uno ¿no? - ¿Pero cuántos lleva? - Anda, anda, seguro que esta vez ha sido de su moza. - ¿La moza? Pero ¿Se casó con aquel forastero? - Oye y ¿dónde para ahora tu moza? ¿Se ha ido a la capital? - ¡Ah! seguro que es de la moza, el otro día la vi pasar con el amigo y estaba más fuerte... - Un nieto de la moza no nos digas más... De pronto observa el desastre y la mezcla de puntos sin sentido que ha hecho en este ratito. Levanta la cabeza con una sonrisa y zanja el debate. Anda voy a casa a por la baraja y echamos una brisca.
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ESTACIÓN El muchacho levanta por tercera vez el puño de la camisa y su fl amante reloj le da la respuesta, 15.45; ya queda menos para el paso del tren. Está inquieto, recuerda la voz de su padre: “hijo, tienes que ir para hacerte un hombre”. La mili... ni que coger un fusil demostrara más hombría que llenarse las manos de sabañones entresacando remolacha desde los 12 años. A su lado un grupo de hombres descarga un carro lleno de remolacha con destino La Bañeza. El guardagujas pasea al borde de la vía observando la jugada. 15.50, responde ante su pregunta muda de nuevo su reloj. Piensa en lo mucho que va a extrañar los repetitivos pucheros de su madre, hoy alubias, mañana garbanzos, en una letanía que se repite incesantemente, garbanzos y de nuevo alubias y el domingo, con suerte, pollo. 15.55, se acerca el momento, recuerda a su padre: “hijo, cuida bien tu reloj, me ha costado sus buenos dineros”. Claro que cuidará de su reloj, reconoce que no puede dejar de mirarlo y no solo por como brilla sino porque le recuerda su casa, su familia... 16.00, sube al tren y ve alejarse despacio la estación, esa especie de micro mundo con vida propia que forma parte de su pueblo y piensa que quizás su padre tenga un poco de razón en eso de la hombría. Quizás a veces hay que alejarse para comprender lo que se tiene y quizás eso forme parte de “hacerse un hombre”. Mira por enésima vez su reloj, seguro que le acompañará mucho tiempo, pero ahora solo puede pensar en cuándo indicará el momento de volver de nuevo a su pueblo.
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BALCÓN Y de nuevo me asomo al balcón. Y compruebo si hoy es día de trenca o me basta con la chaqueta, porque ya se sabe, si aún hay nieve en el Teleno... Te dan los buenos días, te atavías la bata para no dejar al descubierto ninguna vergüenza. Agachas la cabeza buscando esa cara conocida. - ¡Buenos días vecina! Habláis de si ha llegado la fresquera o has oído pitar al panadero, no sin antes poneros al día de los achaques cotidianos, y es que este frío cala hasta en los huesos. Al tiempo se asoma el vecino de enfrente, que si ayer tocaron las campanas a muerto y desconocía la identidad del fi nado. Y después de la sesión de cháchara matutina, regresas al resguardo de la intemperie, dejando postigos abiertos para que ventile la estancia.
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L A M ATA N Z A La mañana se despierta fría. En los cristales de las ventanas el vaho y la escarcha dejan entrever que un manto de cencellada cubre tejados y huertos, estos ya meros esqueletos después de exprimir semanas de trabajo que permiten almacenar el fruto para tiempos venideros. Ahora únicamente, tierra y sed. Es cuando se percibe los primeros olores a encina ardiendo. Las chimeneas a pleno rendimiento anuncian que estamos en plena campaña. Por las calles desfi lan artesas, cuchillos, romanas y algún que otro rapaz refunfuñando pues le tocó el encargo de ir a buscar la sesera a la otra punta del pueblo, y ¡Vaya, cómo pesa! El olor de la carne fresca, matemáticamente mezclada con el ajo, el pimentón, la sal y el orégano, penetra hasta las entrañas. Recetas, proporciones y trucos que se trasladan de generación en generación. Por cierto, hoy se come arroz con alma. Y cuando piensas que ya poco puede mejorar, viene el truco fi nal, ese humo que impregna las viandas curándolas y aromatizándolas, dando resultado un auténtico manjar artesano, y que ha permitido durante siglos que en una familia hubieses siempre algo que echarse a la barriga. Por tanto, en época de heladas, fumata blanca, habemus matanza. Y cuando piensas que ya poco puede mejorar, viene el truco fi nal, ese humo que impregna las viandas curándolas y aromatizándolas, dando resultado un auténtico manjar artesano, y que ha permitido durante siglos que en una familia hubieses siempre algo que echarse a la barriga. Por tanto, en época de heladas, fumata blanca, habemus matanza.
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