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Desenterrados
Desenterrados
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Víctor Andrés Parra Avellaneda
LA HUMANIDAD ENCONTRÓ la extinción y dejó paso libre a un gran número de especies que le sobrevivieron y que evolucionaron, diversificándose en nuevos taxones y ocupando nuevos nichos ecológicos, como el perteneciente al ser humano como especie intelectual y dominante del planeta.
Los insectos se mantuvieron inmutables por su tan eficaz morfología que no requiere drásticos cambios; lo mismo ocurrió con los peces y anfibios, sin embargo, muchos de ellos se vieron diezmados por drásticos cambios de temperatura y acidez en los humedales terrestres. Organismos como los primates superiores, que en épocas contemporáneas al ser humano se encontraban en grave peligro de extinción, no lograron dejar una línea evolutiva que sobreviviera el paso de un millar de años, todo ello por la poca variabilidad genética, el aislamiento reproductivo y la escasez de ejemplares de cada especie; en su lugar, taxones de otros subórdenes, como los monos o los lémures, ocuparon sus nichos, desarrollándose como especies aisladas y muy especializadas en zonas limitadas del globo.
Los grandes mamíferos del periodo Antropoceno, como los elefantes, rinocerontes, tapires, ballenas azules, entre otros, desaparecieron en su mayoría por la gran demanda de comida y tiempo de gestación que requerían para sobrevivir, lo que rápidamente los encaminó a una rápida extinción. Las ratas, ante la desaparición de la competencia ambiental que comprendía a otras especies animales de mayor tamaño, experimentaron, como lo predijo un geólogo inglés, un asombroso gigantismo, en el que adquirieron en algunos casos dimensiones equivalentes a las de un caballo. Cabe mencionar, sobre las ratas, que su progenie evolutiva desembocó en un gremio de depredadores bastante temible, eran cazadores inteligentes.
Las aves sufrieron graves bajas; sin embargo, entre sus diversas especies está la que desde hace 11 millones de años domina la Tierra. El organismo en cuestión es descendiente de los taxones de cuervos sobrevivientes a los tiempos del hombre. Los cuervos evolucionaron y desarrollaron de manera asombrosa sus capacidades cognitivas y sociales, lo que propició el nacimiento de estables sociedades y avanzadas civilizaciones; la variabilidad genética de esta especie evitó que las agrupaciones sociales se volvieran inestables y peligrosas, como sucedió con los desequilibrios mentales que produjo la endogamia en el Homo sapiens sapiens.
Como se sabía ya desde el Antropoceno, los cuervos eran seres sumamente curiosos y dotados de una asombrosa inteligencia. En cuanto a su curiosidad, los ascendentes de estos cuervos han saciado su sed de conocimiento explorando el mundo y descubriendo sus peligros, como los representados por las hordas de primitivas y violentas tribus de ratas terrestres y natatorias, que son insaciables amantes de la carne de ave; estos implacables roedores carnívoros produjeron en el inconsciente colectivo de las civilizaciones de cuervos la representación y alegoría de aves luchando contra ratas gigantes, caso similar a los códices medievales humanos donde se plasmaban caballeros enfrentando dragones, tal vez, como diría Carl Sagan, por el temor ancestral del ser humano hacia los reptiles. Otro grupo de especies, como los marsupiales gigantes, eran otros de los enemigos naturales de los cuervos, como el claro ejemplo de las zarigüeyas giganteas de Norteamérica.
La especie dominante en cuestión, si pudiéramos traducir del idioma córvido a nuestro latín científico, se autodenominó Corvus sapiens cognito, lo cual nos ilustra sobre la gran imaginación y autoestima que tienen hacia sí mismos estos animales. Corvus sapiens cognito se encuentra actualmente en pleno apogeo de su era industrial, donde contrario a la tecnología humana, la de los cuervos basa su ergonomía en el pico y las patas, pues la capacidad de vuelo está conservada por las prácticas ventajas que implica. Sobre la mención del vuelo, ha de suponerse que el tamaño del Corvus sapiens cognito ha de ser mediano para poder volar y que su ciclo reproductivo no sea tan largo como en animales más grandes, lo cual claramente representaría una desventaja ante especies con una mayor tasa de natalidad, como las temidas ratas gigantes.
Fue hace unos 20 años, aproximadamente en el 25, 108 después de Coohohoaarrgh Oahh Oahhnaarg II 1 , cuando un grupo de canteros, que buscaban las mejores muestras de piedra para construir un teatro de canto aviario, encontró entre los estratos de una colina desnuda restos fósiles de un extraño ser que tenía el aspecto de un mono tití gigante sin cola. Ha de suponer bien el lector que este esqueleto se trataba en realidad del de Homo sapiens sapiens, de hecho, se trata del primer hallazgo documentado de la especie. El descubrimiento causó gran emoción entre la comunidad científica y la población en general. Surgió una fiebre de fósiles, donde grupos de cuervos aficionados a la paleontología se aventuraban hacia cualquier formación geológica con el fin de desenterrar huesos humanos. Como fruto de los incalculables esfuerzos a raíz de los posteriores descubrimientos paleontológicos, se presenta a continuación una entrevista hecha a uno de los investigadores más importantes de este campo, donde se discuten las novedades de los últimos descubrimientos y teorías. El documento ha sido traducido a nuestro idioma y se le han añadido algunas notas en el pie de página para facilitar la lectura al público que desea conocer más sobre su propia muerte.
Evolución
El misterio de la extinción del Primatus Stultus
Primatus stultus es el nombre designado a un gran género de especies primates extremadamente diverso, que se extendió en todos los territorios del planeta. Se trata quizás, de la especie animal más estúpida que jamás haya vivido en la Tierra. Así nos lo explica el Dr. Croohhoaaahhhooiaah, catedrático de la prestigiosa Universidad Nacional de Cuuaaaarrhhggaaaaacuuaaah.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Al observar cualquier esqueleto de Primatus stultus, lo primero que llama la atención es la enorme cavidad craneana que porta. Al seccionar varios cráneos y analizar rigurosamente el volumen de estos, se llegó a la conclusión de que estos animales poseían un pequeño cerebro rodeado de un gran volumen de grasa, el cual era protegido contra los golpes que seguramente se daban entre sí en duelos violentos.
ENTREVISTADOR: ¿Cómo llegaron a la conclusión de que el Primatus stultus luchaba golpeándose con la cabeza?
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: En el simple hecho de que todas sus extremidades eran faltas de ferocidad. Las manos eran débiles y las garras apenas podrían haber rasgado la piel de una fruta; los pies eran pequeños y sus dedos cortos. Es más seguro que diesen patadas; aunque contra depredadores mayores, como las temidas ratas caníbales, no podrían haber hecho gran cosa para defenderse. Sus dientes eran muy cortos, y simulaciones con réplicas de los cráneos muestran que no podrían haber cazado mordiendo a un animal, además que en la mayoría de los experimentos los dientes y hasta las mandíbulas se fracturan y salen disparados por los aires.
ENTREVISTADOR: Entonces, la única manera de que pudieran defenderse era golpeando a sus adversarios con su cabeza. Tiene sentido esta hipótesis.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Así es. Otra prueba a favor de esta teoría, que está ya comprobada, está en el hecho de que el Primatus stultus era un tipo de animal extremadamente abundante. En unos cuantos metros de tierra de un yacimiento de fósiles, se encontraron más de 600 ejemplares en un área menor a los 400 metros cuadrados, lo que nos indica la gran densidad de población y, por lo tanto, del grado de competitividad que supuso vivir en un ambiente tan sobrepoblado como los resultados nos sugieren que fue.
ENTREVISTADOR: Ha de suponerse que, a raíz de una marcada competencia, como sucede en las islas, se presentará una mayor variabilidad. Diferentes variantes de la misma especie que se desarrollan en distintos nichos.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: En efecto. Sobre esto, encontramos incontables variaciones en los esqueletos del Primatus stultus. Desde aquellos que tenían una longitud de 1.4 metros hasta excepcionales casos de ejemplares de 2 metros. Sin duda se trata de indicios de especies distintas. Sobre este tema, en cuanto a los diferentes tipos de esqueletos que pudimos encontrar, se había calculado en un principio que existían por lo menos 50 especies de Primatus stultus. Sin embargo, un nuevo descubrimiento permitió determinar que en realidad había más especies no descubiertas.
ENTREVISTADOR: ¿De qué descubrimiento se trató?
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Del hallazgo de innumerables esqueletos con impresiones de piel 2 . El aspecto de esta piel era muy variante en cada caso. Era como la cubierta de una cebolla, de consistencia plástica, que estaba sobre un tejido interno muy delgado. Suponemos que una especie así no pudo tener una piel tan delicada, es lógico pensar que tuvieran una epidermis exterior más resistente contra los hongos, bacterias y heridas. Estudios más profundos nos permitieron descubrir que la piel poseía pigmento; verde, azul, rojo, prácticamente de todos los colores. Y nuevos cálculos arrojan impresionantes cifras de que tal vez el Primatus stultus comprendía a más de 250 mil especies distintas distribuidas en todo el planeta.
ENTREVISTADOR: Realmente impresionante. Ahora, háblenos sobre el posible modo de vida, su organización social, su comportamiento.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Bien, un grupo de animales tan simples como los Primatus stultus debió ser lo bastante vulnerable como para haber desaparecido. Pudieron desarrollar medidas que garantizaran la sobrevivencia de la especie durante cierto tiempo: como su enorme tasa reproductiva, que se estima que era de 15 crías por mes, esto hace suponer que la mayoría de los ejemplares eran inútiles y blanco fácil para feroces depredadores que los comían y del que se han encontrado múltiples esqueletos 3 . Sabemos bien, por ejemplo, que los ancestros de las temidas ratas carnívoras coexistieron al mismo tiempo con el Primatus stultus, a la par de otras raras especies animales ya extintas; entre las que se encuentran las de lémures carnívoros de orejas grandes, con peligrosos colmillos y garras afiladas 4 que probablemente cazaban al Primatus stultus en sorpresivas emboscadas a los ojos o mordeduras en la yugular. Otra especie depredadora posible era un mamífero cuadrúpedo que también poseía peligrosos dientes 5 . Sabemos de estos depredadores naturales por que se han encontrado sus restos en abundancia en todos los yacimientos de Primatus stultus; lo que hace suponer que el Primatus stultus, al ser un inútil, optara como estrategia de supervivencia, como ya se dijo, una impresionante tasa de natalidad que diera individuos de sobra, muchos de ellos siendo alimento de los depredadores, todo para no agotar a la especie. Suponemos que, por la cantidad de depredadores que tenía, el Primatus stultus era en efecto una presa muy fácil de cazar.
Su organización social debió basarse en un Primatus stultus reina, como en el caso de las hormigas, que dictara el acomodo de los demás miembros de la especie. Años atrás, se encontraron vestigios de lo que parece que fue arquitectura de esta especie, arquitectura basada en piedra moldeada. Solo hemos encontrado algunas estructuras como columnas, algunos muros y bloques en mal estado. Los paleontólogos están de acuerdo en que este enigmático animal comía plantas y gran cantidad de arena, que luego vomitaba. La sustancia de las hojas mordidas actuaba como engrudo en la mezcla. Se presume que estos animales hacían construcciones similares a los nidos de las termitas, donde como en estas, los Primatus stultus se acomodaban en grandes conglomeraciones poblacionales, esto explica por qué en algunos lugares cercanos al ecuador y a los trópicos se han encontrado profundos pozos con innumerables restos de ejemplares apilados de esta manera 6 . Como a través de los millones de años no ha quedado mucho de sus construcciones por ello suponemos que vomitaban tierra triturada. Es probable que el paisaje con- temporáneo a estas especies estuviera dominado por numerosas colonias de Primatus stultus erigiéndose hacia arriba.
En cuanto a los otros comportamientos, muy posiblemente rugían para comunicarse. En cuanto a su locomoción, observamos que sus brazos eran muy pequeños y débiles y sus piernas no les podrían haber dotado de gran velocidad para huir de sus enemigos naturales. Seguramente se arrastraban por el suelo como gusanos y ocasionalmente se desplazan de manera bípeda.
En cuanto a su etología social, es de suponerse que, siendo este un grupo de animales torpes y extremadamente estúpidos, hubiera momentos en los que viendo su gran cráneo llegasen a pensar que eran la especie más inteligente del planeta.
ENTREVISTADOR: Eso sí que es gracioso.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Lo es, y es factible que pensaran de esa manera y que por ello subestimaran a todos sus cientos de depredadores naturales, incluso haciendo complicadas teorías para relacionar el tamaño del cráneo con la inteligencia, e incluso posiblemente hubiesen sido lo suficientemente estúpidos como para creer que uno de los dos sexos era superior al otro. Así seguramente la selección natural se fue por la borda.
ENTREVISTADOR: Eso es realmente trágico.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Muy trágico. No es extraño pensar que en esta soberbia se encontrase la clave del porqué de su desaparición. Pues el crecimiento de los Primatus stultus se compara solamente con el de las bacterias y, por ende, ha de inferirse que era prácticamente un parásito: absorbiendo sin control los recursos ambientales, lo que a su vez alteraría gravemente el medio ambiente y ocasionaría escasez de alimentos; en estos casos el canibalismo sería la última opción y explicaría una súbita extinción, como nos dicen los restos fósiles. Ha de hacerse saber que el canibalismo fue paulatino por la cantidad de miembros de las especies que había.
ENTREVISTADOR: Sin embargo, hay una hipótesis que dicta que el Primatus stultus se extinguió por causas externas a este mundo.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Así es. Con las exploraciones llevadas a cabo por sondas enviadas a la luna hace 21 años, se descubrió lo que parecían ser bases de vigilancia de seres de procedencia extraterrestre, aunque actualmente se dice que son carcasas de robots, por su extraño parecido con los bacteriófagos. En las inmediaciones de estos robots había un trapo rectangular amarrado a un palo incrustado en la tierra lunar, dicho trapo tenía dibujadas unas estrellas blancas y a los lados unas barras de color rojo y blanco 7 . Esta simbología fue arduamente estudiada, llegándose a la conclusión de que los di- bujos representaban a una civilización extraterrestre que consiguió viajar a través de las estrellas, desplazándose a la velocidad de la luz. Pudieron haber intervenido en nuestro planeta.
ENTREVISTADOR: ¿Significa entonces que el Primatus stultus fue extinguido por una invasión de estos seres que se aprovecharon de su carne?
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: Es posible, por la gran mortandad de estos primates. Muchos hablan de que la invasión alienígena aprovechó la facilidad de captura del Primatus stultus y su alta reproductividad, lo cual permitiría un consumo desmesurado de su carne. Cuando las sondas de la luna encontraron los robots que mencioné, observaron que no se movían, lo que había dentro de estas estructuras estaba ya muerto. Para tratarse de seres a bordo de máquinas invadiendo un mundo, es posible que ocurriese un acontecimiento, como una supernova o una tormenta solar, que matara a los extraterrestres por la radiación. Volviendo al tema del consumo desmesurado de la carne del Primatus stultus, existe la posibilidad de que eligieran a los mejores ejemplares para alimentarse por sus bondades nutritivas. Al momento de la muerte de los extraterrestres que invadieron la Tierra, solo quedaron los supervivientes de Primatus stultus, es decir: los ejemplares más débiles, indeseables y los que portaban mayores defectos genéticos. A la larga, entraría en decadencia y encontraría una rápida extinción, al igual que las especies que se habían especializado en alimentarse de ellos.
ENTREVISTADOR: Realmente es algo fascinante. Cabe mencionar a los lectores que todas estas son conclusiones serias de paleontólogos y otros científicos de renombre. Es una imagen realista de lo que fueron estos animales; imagen que la cultura popular ha tergiversado, mostrándonos al Primatus stultus como un ser inteligente y con autodeterminación.
DR. CROOHHOAAAHHHOOIAAH: La cultura popular siempre quiere especular. El otro día vi una tonta película, donde unos cuervos científicos logran revivir a un Primatus stultus que es confinado en un museo interactivo para niños. Ahí demuestra ser igual de inteligente que nosotros, reafirmaba su identidad, sus sueños y su sentido de la abstracción del mundo, con lo que los protagonistas huyen de las terroríficas preguntas filosóficas y existenciales que les plantea y que hace que los cuervos se vuelvan locos y se suiciden. Claramente, reafirmo que la cultura popular siempre usa la inventiva para tergiversar los hechos científicos, aunque también nos ha ayudado a que estos temas sean más populares.
ENTREVISTADOR: Así es, es muy absurdo. Gracias, doctor, por concedernos esta entrevista sobre los misterios de estos casi míticos animales. Nos ha permitido visualizar un entorno realista de estos organismos que alguna vez habitaron la Tierra y que misteriosamente desaparecieron para siempre. Organismos extremadamente estúpidos, sin duda alguna, pero que están en nuestra memoria cultural.
1 Según la tradición córvida fue quien inventó el idioma moderno de los cuervos.
2 Lo que no sabían es que encontraron en realidad ropa fosilizada.
3 En realidad, se trata de restos de los siguientes animales de compañía:
4 Gatos domésticos.
5 Perros domésticos.
6 Lo que habían encontrado en realidad eran los restos de fosas clandestinas.
7 Se trata de los módulos lunares de las misiones Apolo y una bandera de los Estados Unidosde América.
Víctor Andrés Parra Avellaneda (México)