NUEVOS ESCENARIOS
Creación y pandemia Por Darío Duarte
Nuevos escenarios no tradicionales para la creación en las artes escénicas y dispositivos digitales que posibilitan la ubicuidad de un tipo nuevo de audiencias. Dos acontecimientos que se articulan en el contexto de una crisis sanitaria. Un concierto a sala llena de espectadores (no convencionales) ¿Acaso alguien se hubiese imaginado hace un año atrás que el público habitué del Gran Teatro Liceu de Barcelona sería sustituido por casi 2300 plantas -2292 para ser más exactos- para la inauguración de su temporada de conciertos con un cuarteto de cuerdas tocando una obra de Puccini? Imaginemos un escenario donde alguien nos arrojaba una predicción de ese tenor sin ofrecer ningún contexto sobre su aseveración. Sólo sabríamos el dato de la pregunta. Claro, inmediatamente, uno podría haber pensado que era sólo el producto de una fantasía con tintes surrealistas o quizás en el mejor de los casos alguna futura performance necesaria para ponernos en alerta sobre el deterioro de nuestro ambiente. Ahora bien, volviendo a nuestro presente -o a nuestra realidad-, aquel estado de situaciones con la que iniciábamos este texto, con esa pregunta impensable, sería efectivamente llevado a cabo por el artista español Eugenio Ampudia y si bien cuando uno ve la fotografía podríamos decir que tiene algo de surrealista -con giros que me recuerdan a la obra de Magritte- y que puede leerse como un
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mensaje elaborado con una profunda conciencia ecológica, tenemos que ir a la profundidad de la acción misma, es decir a su contexto concreto de nuestra actualidad. El año 2020 nos ha dado un enorme desafío humanitario con el surgimiento de una enfermedad que ha requerido de la toma de medidas como las cuarentenas estrictas y el aislamiento social. Está claro que esto ha tenido una enorme repercusión en nuestras costumbres culturales vinculadas a las artes escénicas. Podemos sostener que la pandemia ha traído aparejadas muchas preguntas vinculadas a la creación ¿de qué manera sostenemos la actividad en los escenarios en función de la necesaria transmisión vía digital de las obras? ¿Cómo se articula la producción en este campo manteniendo un aislamiento social necesario para evitar una catástrofe sanitaria? E incluso podemos aventurarnos a plantear otras preguntas más considerando una vuelta a la “normalidad”. Durante la pandemia, las artes escénicas de seguro habrán de aprehender algo de los recursos explorados por muchos colectivos de artistas. La asimilación de los entornos digitales como parte integral de su produc-