Revista cultural de los Montes de María y del Caribe - San Jacinto - Bolívar - Colombia | Edición n˚1 ISSN en trámite
Adolfo Pacheco Anillo
» El último juglar de Los Montes de María
Enero 2021
Publicaciรณn financiada por el programa nacional de concertaciรณn cultural 2021
EDITORIAL
............................................................................ Edición N°1 Enero 2021 San Jacinto - Bolívar Revista semestral ............................................................................ Editor: Fundación Fiesta del Pensamiento Concejo Editorial: Numas Armando Gil Olivera Tomás Vásquez Arrieta Fredy Chamorro Tovar Julio Alandete Arroyo Diseño Editorial: Fabian Sarmiento Muñoz Corrección de estilo: Miguel Mateo Manrrique Ivis Martínez Pimienta Taller Literario Clemente Manuel Zabala ............................................................................
La XV versión de la Fiesta del Pensamiento es un paso más en la consolidación de nuestro evento, como un referente cultural de carácter literario, poético, musical y artístico en general en el Caribe colombiano. El acervo cultural de los Montes de María representado en la música ancestral de gaita o del porro sabanero, en la tradicional artesanía propia de la cultura indígena Zenú, la inconmensurable obra poética en canciones de los juglares y la producción literaria de muchos escritores narrando los acontecimientos históricos más relevantes de la región, se convierte en un atractivo poderoso para los actores culturales del país y del mundo. Año tras año es muy grande el número de escritores, poetas, filósofos, científicos, teatreros y músicos que a y piden ser partícipes de este gran acontecimiento cultural, realizado en la primera semana del mes de enero. En este escenario nace nuestro nuevo órgano de difusión, que recoge el acontecer del evento con el nombre que siempre debió tener desde el inicio del mismo. Y ese nombre es precisamente FIESTA DEL PENSAMIENTO, Revista Cultural de los Montes de María. En este primer número que será virtual, hemos querido resaltar las historias de los homenajeados de cada municipio de la región montemariana; los ensayos y ponencias que recogen los temas más álgidos del momento científico, pedagógico y político del país, analizados a la luz de la experiencia académica e intelectual de los autores; las agudas crónicas y los análisis sesudos de periodistas que plasman su criterio sobre la realidad nacional; los cuentos y poemas de los creadores literarios, que van más allá de las sentimientos, las sensaciones y de las metáforas imaginadas al calor de su inspiración y de su propia percepción de la realidad. Será un filón dorado leer despacio estas letras virtuales, y extasiarse con su contenido, que en un futuro no lejano tendremos la oportunidad de disfrutar, oliendo el aroma de su impresión, sobre tinta y papel verdaderos.
Índice Editorial................................................................ 2
Homenajeados
Carmelo Torres ................................................................................................................................. 5 Emiro Figueroa Pérez ....................................................................................................................... 7 José Costa Pimienta .......................................................................................................................... 8 Gladys Tamara Bustillo .................................................................................................................... 10 Betty Ochoa ...................................................................................................................................... 12 Miguel Manrique ............................................................................................................................. 14 Jaime Castellar Ferrer ...................................................................................................................... 16 Dolcey Gutiérres .............................................................................................................................. 18 José Ramon Mercado ....................................................................................................................... 20 Pedro José Buelvas ........................................................................................................................... 22
Ensayos y Ponencias
El Dilema De Los Concursos Y Los Premios .................................................................................... 23 Del Fujiyama Al Cerro De Maco ....................................................................................................... 25 Cultura, Paz, Territorio Y Radiofusión: Caso San Jacinto ............................................................... 27 Qalam: A Propósito Del Escribiente Bartleby En Giorgio Agamben .............................................. 29 La Poesía De José Ramón Mercado, Instrumento De Indagación De La Dinámica Familiar Montemariana ............................................................... 31
Crónicas y Análisis
Entre Paíto Y Llirene Que Entre El Diablo Y Escoja ........................................................................ 33 Del Paro Del 14 De Septiembre De 1977 A Las Protestas Populares De 9 Y 10 De Septiembre De 2020 ................................................................................... 36 Desesperanza: Análisis Filosófico De Un Sentimiento .................................................................. 40
Personajes
Andrés Landero. Un Juglar Que Aún Permanece En La Provincia .................................................. 43 Entrevista A Manuel Pachón ........................................................................................................... 47 Crescencio Salcedo Plagió La Melodía De "El Cafetal" ................................................................... 49 Adolfo Pacheco, "El hombre del espejo" ......................................................................................... 51
Creaciones (Cuentos y Otros Relatos)
Yo, ¡Un Llanero Olvidado! . ............................ 53 Poetas Al Costado De La Vida......................... 54 Un Regalo Del Cielo........................................ 54 Sueños A Medias ............................................ 58 Entre La Sed Y La Nostalgia ........................... 59 Devenir De La Existencia ............................... 60 Delirios, Espejos ............................................ 61 Tejiendo Cultura............................................. 68
Creaciones (Poemas)
Creaciones Manuel Pachón ........................... 62 Las serpentinas .............................................. 62 A la Mujer Originaria ..................................... 63 RASTROS DE SANGRE ................................... 63 Creaciones Cecilio Castellar .......................... 64 Juventud y Muerte.......................................... 65 Rafael Gallo Paredes ...................................... 66 Ruth Gómez Medina ...................................... 67
HOMENAJEADOS
Carmelo Torres
» El gran maestro de la cumbia sabanera
“Conocí a Carmelo un día en que llegué, acompañada de mis hermanas, a un salón de baile que se llamaba “La Muchachita”, él me pidió amablemente que bailáramos una pieza y yo acepté; mientras bailábamos me preguntó el nombre y dónde vivía; yo le respondí con un nombre y una dirección falsa. Él se dedicó a buscarme, preguntando y mostrando una foto que había mandado a tomarnos. A mi casa lo llevó un primo que lo acompaña en sus giras: José Movilla”. Esto sucedió hace cerca de 45 años, pero Enith Arrieta Movilla lo recuerda como si hubiese sucedido ayer. Hoy llevan 43 años de casados, y tienen tres hijas. Carmelo Torres es uno de los mayores exponentes de la cumbia sabanera. Nació en Plato, Magdalena, un 13 de marzo, tiene 67 años. De niño, viviendo en veredas como la Palestina o Pasa Corriendo, durante las noches escuchaba
5
las canciones que su padre Elías Torres, ejecutaba con gaita corta. Con palos de lata, alambres y madera, fabricaba las guacharacas que fueron el primer instrumento musical que tocó y con el cual fue dándose a conocer. Como guacharaquero, acompañó durante 5 años al juglar Julio de la Ossa, y con él, alcanzó a grabar temas como: La carta, la visita y la colegiala. Su primer acordeón se lo compró a Anastasio Molina, hermano de Aniceto Molina (Los hermanos Molina, viven en México y tocan cumbia) como la gran mayoría de nuestros artistas aprendió de oídos. La primera canción que ejecutó fue Enriqueta, de Alejo Durán. Carmelo, ese pequeño hombre moreno de rostro sonriente, se agiganta cuando toma un acordeón entre sus manos y comienza a cantar una cumbia de su propia autoría. Tiene más de cien composiciones, y en México está una ‘pegada’, una que se titula “Amanezco bailando”.
HOMENAJEADOS
Landero, lo definen como un hombre sencillo, amable, y buen compañero.
Amanezco bailando Tengo una cumbia bien tocá Pa’ que goce y baile mi pueblo Y una maraca repicá Pa’ que gocen los sabaneros Pa’ que la puedan difrutá Ay todos los sanjacinteros Pa’ que la baile Bogotá Hombe y todito el mundo entero. Carmelo tiene cinco años consecutivos de estar viajando a México. En ese país ha obtenido múltiples reconocimientos. Alberto Pedraza, El Rey de la cumbia Sonidera, reconocido músico, cantante y compositor, ha grabado alguna de sus cumbias entre las que se destaca “Tierra de poetas”. Sanjacintero por adopción, en esta canción Carmelo Torres expresa su admiración y aprecio por el pueblo, su gente y su cultura: Esta es la cuna adoptiva mía Es mi pueblo querido famoso por sus artesanías y su folclor reconocido y aunque en tu suelo no haiga nacido tu eres la tierra mía. Sus compañeros del conjunto, entre los que están José Movilla, Rommy Molina, Rodrigo Salgado “El Descompositor” y Orlando
6
el nombre del país”.
Férreo defensor de la música de acordeón. No le gusta que le pregunten si toca vallenato, con convicción dice: “toco música de acordeón en ritmo de cumbia sabanera. Soy en la actualidad uno de los mayores difusores de los ritmos acordeoneros heredados de maestros como Andrés Landero y Aniceto Molina”. Se pronuncia con fuerza en contra de la discriminación de que son objetos por parte de instituciones y medios. “Una vez asistí al festival de Arjona, y me di cuenta que a los sabaneros nos alojaron en escuelas y colegios, teniendo que dormir en colchonetas tiradas en el piso, mientras que a los que llegaron de Valledupar los alojaron en hoteles de Cartagena” Son incontables los países que ha visitado y las anécdotas que tiene para narrar. Sus cumbias se han escuchado en países tan distantes como Australia, China o Corea del Sur y en otros más cercanos como Brasil o Ecuador. El pasado 18 de julio inició una gira, que lo llevó a Bélgica, España, Portugal y Suiza; de Europa pasó a Estados Unidos y Canadá. “En San Jacinto me hicieron un pequeño homenaje durante el Festival de la Calle 19. Yo regreso de mis giras en las que muestro nuestro folclor y a nadie parece importarle; si pudiera hablar con los gobernantes, le pediría más apoyo para nosotros, quienes somos los que dejamos en alto
Museo de San Jacinto Bolívar
A Carmelo Torres se le deben todos los reconocimientos y homenajes que se le puedan dar, por ser él un gran maestro de la cumbia sabanera. Me dice Enriqueta, me dice Enriqueta, me dice Enriqueta, mira que vaya mi vida, Ay pero ella tenía sospecha Ay que yo le echaba mentiras (Bis) Viene Enriqueta viene pa´cá Viene Enriqueta pa´ vacilá Viene Enriqueta para bailá
Escrito por: Hernan Piemienta Vásquez.
HOMENAJEADOS
Emiro Figueroa Pérez »
Una vida luchando por la tierra
ante los integrantes de la ANUC fue la que tantas veces han presentado los campesinos de todas las regiones del país: la falta de terrenos propios donde cultivar. A pesar de su poca preparación académica, defendía con celo la causa campesina y participaba activamente en distintas discusiones que se llevaban a cabo. Sin miedo ni vacilación exponía las inquietudes de sus compañeros campesinos. Sus parcas y precisas palabras eran escuchadas con respeto porque los escuchas se identificaban con sus propuestas. Después de la muerte de su compañera, la vida le dio una segunda oportunidad y encontró a Oneida Ramírez Castro, su actual pareja, con la que tuvo dos hijos. Actualmente, Emiro Figueroa posee una parcela ubicada en la vereda El Bongal. En ella cultiva aguacate, cacao, yuca, ñame y plátano. Su hijo, Tairo, lo acompaña en la inmensidad de este territorio. Tiene la amabilidad y decencia del típico campesino de Los Montes de María. Su piel asoleada y sus callosas manos, son un rasgo distintivo de aquellos que se dedican a trabajar la tierra para obligarla a dar frutos. Es de los que dicen verdades sin rodeos y en su rostro se nota el orgullo que siente de representar a sus compañeros labriegos, como integrante de la Asociación de Usuarios Campesinos en donde desempeña la labor de vocal. Nació en Sabanas de Beltrán, departamento de Sucre hace 74 años. Desde niño aprendió a cultivar la tierra al lado de sus padres; cultivaba tabaco, maíz y ajonjolí. A la edad de 27 años llegó a San Jacinto acompañado por su mujer y tres de sus hijos, procedente de La Sierra, corregimiento del Salado. El pueblo y su gente lo entusiasmaron y desde entonces lo hicieron sentir como un sanjacintero más. Su familia fue creciendo hasta completar siete miembros. Años más tarde lo tocó la desgracia y su compañera falleció por enfermedad. Trabajando en la vereda Gavilán, fue comisionado por sus compañeros para que los representara en las reuniones que se hacían en la Casa Campesina del municipio. La queja que presentó
7
Nunca ha dejado de tomar la vocería para defender al campesinado, ni siquiera en la pasada época de violencia, durante la que cayeron algunos de sus compañeros. Con convicción nacida del alma asevera: “la vida en el campo es bonita. Nada como levantarse temprano, escuchar el trinar de las aves, sentir el aroma de un buen tinto y disfrutar los frutos del arduo trabajo que realizamos. Por eso anhelamos la paz, porque con una paz estable y duradera, muchas personas podrán regresar al campo. No me gustaría emigrar a la ciudad como lo han hecho tantos compañeros; nací, me crié, vivo y viviré en el campo hasta que Dios lo permita”
Escrito por: Hernan Piemienta Vásquez.
HOMENAJEADOS
José Costa Pimienta »
El Hesíodo de San Jacinto
José Miguel Costa Pimienta vive en el barrio San José, de San Jacinto. Nació el 12 de marzo de 1933. Tiene 84 años bien vividos y la vitalidad y el entusiasmo que envidiaría cualquier otro hombre a su edad. Su sello personal es una boina que parece proteger su mente prodigiosa, un disco duro con infinita capacidad. Dice que su padre nunca lo reconoció, y por eso se identifica más por su apellido materno; es más conocido como “Pepe Pimienta”. Aunque sólo cursó hasta segundo grado (según él mismo cuenta porque las matemáticas “no le entraban ni con jeringa”) se volvió un lector incansable desde entonces hasta el día de hoy. Su primer claustro de enseñanza, fue “una escuela de banqueta a cargo de las hermanas Rosa y Elena Manrique”.
8
Hombre de campo; durante su juventud se dedicó a la siembra de cocos en un sitio conocido como Matambal. “Después del “Bogotazo”, hasta ese sitio llegaron, huyendo de la violencia, muchos campesinos liberales. Ellos se enteraban de lo que acontecía en el país porque de joven, yo les leía las noticias que aparecían en el periódico El Universal. Me acuerdo que el señor José Perfecto Mendoza, amigo personal de Clemente Manuel Zabala, me los hacía llegar todos los días”, rememora. Las noticias eran leídas a una masa de campesinos analfabetas en su mayoría, y seguidores de las ideas proclamadas por Jorge Eliécer Gaitán. Después de muchos años de trabajar itinerante por diferentes municipios de Magdalena, Cesar y Guajira, regresó a su
HOMENAJEADOS
pueblo junto con su esposa Rosa Gallardo.
asombrados cuando descubre su ascendencia.
Esta pareja parece representar la unión de los contratos; él, locuaz extrovertido mamador de gallo, chistoso... callejero y ella, parca, introvertida, respetuosa, seria y hogareña.
Sus conocimientos han sido apropiados por personajes locales como la periodista y concejal Yarima Bolaños, y el médico y escritor de El Carmen de Bolívar, Moisés Morante Narváez, quien apoyó a los escritores sanjacinteros Néstor Manrique y Joaco Pereira, en la recopilación de uno de los documentos más célebres del pueblo: la Monografía de San Jacinto.
Un saber ancestral “Pepe Pimienta es uno de los más grandes cultores de la tradición oral de este pueblo. Te digo que él conoce la línea genealógica de la mayoría de los sanjacinteros”, opina su vecino, Vicente Montes. Bueno sería que los Gestores culturales locales aprovecharan sus conocimientos. Los aportes de ‘Pepe’ Pimienta fueron de gran valor para enlazar los hechos y personajes históricos, develados en la obra “Fragmentos Históricos de San Jacinto Bolívar”. Comunicadores sociales, escritores e historiadores, que han tenido la ocasión de charlar con él, quedan bastante
les
Pero, ¿cómo es que sabe tanto?
Secante, (muy importantes durante el siglo pasado en toda la región Montemariana), quedan grabados momentáneamente con su voz. Durante las charlas que sostuvimos, me preguntó varias veces cuál era esa enfermedad que hace que una persona pierda la memoria. Tiene un gran temor de padecer Alzheimer. ¡Gracias a Dios la memoria de ‘Pepe’ aún está fresca! y es un gran tesoro para un pueblo que lucha por rescatar su tradición y su cultura.
No se sabe. Eso sí, siempre estuvo rodeado por personas mayores, así que ‘Pepe’ escuchó atentamente miles y miles de historias que quedaron grabadas en su memoria. ‘Pepe’ además es decimero. ¡El origen de las bandas de música de San Jacinto lo refiere en 140 versos! Los inicios, los integrantes y la trayectoria de las bandas 16 de agosto y La
Escrito por: Hernan Piemienta Vásquez.
Poineros de las corralejas Aquellos viejos balcones testigos de corralejas en aquella plaza vieja que vivió tantos cumbiones gentes de otras poblaciones venían a esta gran parranda a fandanguear con la banda a cumbiar con los gaiteros y aplaudir a los manteros de San Jacinto de duanga
9
HOMENAJEADOS
Gladys Tamara Bustillo »
Una de las últimas maestras artesanas
Gladys Támara Bustillo, es una de las últimas maestras artesanas sanjacinteras quien, a sus 72 años aún ejerce el oficio de la tejeduría en telar vertical, para fabricar las famosas hamacas de San Jacinto y otros productos, que al paso del tiempo se han convertido también, en elementos artesanales muy apetecidos por los amantes de un estilo de vida, basado en obras hechas a mano.
A partir de ese momento empezó a trabajar para otras personas o hacer su propio producto y venderlo en los almacenes de artesanías de la variante. Fue en esa época que se enroló en el cuento de la organización de las artesanas en los años 70, en la Asociación de Artesanas de San Jacinto, durante la misma lucha que emprendían los campesinos tabacaleros en toda la región de los Montes de María.
Ella aprendió a tejer en la universidad de la calle viendo tejer a las vecinas de su casa, porque en su familia nadie practicaba este oficio. Y a los trece años, hizo su primera hamaca como ayudante de la persona que le dedicó tiempo y esfuerzo en enseñarle la tejeduría.
A mediados de la década de los ochenta, creó junto a otras artesanas (Aura Villamizar, Martha Olivera, Guadalupe García, Maritza Yepes, entre otras) el Comité Regional de Artesanas de San Jacinto adscrito a la organización Artesanos Unidos de Bolívar y comenzó a ser dueña de su propio destino de artesana. Fueron quince años al frente de esta organización como presidenta, convirtiéndola en un actor principal del desarrollo de este sector económico en la región y de beneficio para sus 15 afiliados.
Ella aprendió a tejer en la universidad de la calle viendo tejer a las vecinas de su casa, porque en su familia nadie practicaba este oficio. Y a los trece años, hizo su primera hamaca, como ayudante de la persona que le dedicó tiempo y esfuerzo en enseñarle la tejeduría.
10
HOMENAJEADOS
Dejó la organización por problemas internos y decidió poner en práctica su propio emprendimiento como empresaria artesana, participando en ferias y exhibiciones de artesanías a lo largo y ancho del país. Este cambio mejora mucho más su condición económica y proporciona la vez, la posibilidad a otras compañeras de tener trabajo permanente, en medio de las dificultades que representaba la guerra y el conflicto armado en San Jacinto. Recientemente, Gladys hizo parte del proceso para el montaje del primer Taller Escuela de Artesanías desarrollado por MINCULTURA a través de La Escuela Taller de Artes de Mompox, donde se seleccionó a la Maestra Artesana insignia de San Jacinto para dirigir este Taller Escuela.
Gladys, una mujer rebelde por naturaleza, porfía a su edad otoñal, en engrandecer este oficio y que sus herederos mantengan su legado y lucha en favor de la artesanía sanjacintera. Hermosa San Jacintera Tu belleza sin igual Junto a ese don especial De tejer la primavera Para mí eres la lumbrera Que expresas en una hamaca Un talento que destaca El arte y la tradición Vas bordando tu expresión Oh mujer mujer berraca
Por el mundo del diseño Decide premiar tu empeño Con el producto final Y la obra sensacional Parece el más lindo sueño. César Castro Pérez.
Dibujando con paletas Con cuñas y travesaños Has cultivado por años Tus tradiciones completas Y con razones concretas De tu bordado mejor Con tu fiel devanador Con latas trabas he hilo El telar que te da estilo El metro y el templador Vas echando y empeinando Luego bordando y labrando Y la idea vas consignando Del sueño que vas creando Luego tú mente viajando
11
Escrito por: Freddy Castro Pérez
HOMENAJEADOS
Betty Ochoa »
La diosa de la cumbia
Betty Ochoa nació en San Jacinto, Bolívar, el 29 de marzo de 1953 y fue criada humildemente en el seno de su familia, donde recibió sus primeros y únicos estudios primarios. Muy tempranamente viajó a Cartagena a trabajar modesta y eficaz, hasta donde sus estudios lo requerían.
Arjona Bolívar, donde ganó los primeros puestos en la canción inédita; también en el Festival de la Cumbia en el Banco Magdalena, ganando menciones honoríficas y el seudónimo de los mejores publicistas como “La diosa de la cumbia”.
Apenas siendo una adolescente, ya la vida le estaba dando sus primeros cogotazos y fue en esos momentos, cuando quiso relatar sus dichas y sufrimientos, envolviéndolas en notas musicales para dárselas a conocer al mundo, pero lo que ella no sabía es que el destino le tenía deparado una sorpresa bastante agradable, que se convirtió a la postre en el complemento ideal para componer sus canciones.
Con estos reconocimientos en su hoja de vida, el maestro Andrés Landero se interesó en sus canciones y le grabó alrededor de 10 temas de su autoría, que tuvieron mucha acogida en México.
Y ese complemento se llama José Anillo, el amor que tocó su puerta, a quien conoció en el año 1969, casándose muy poco tiempo después en el año 1970; uniendo sus vidas y su vocación folclórica para hacer canciones en todos los ritmos y todos los estilos caribeños. Esto le permitió a Betty darse a conocer en eventos reconocidos, como el festival bolivarense del acordeón en
12
En el año 2000 fue sorprendida por un coro de niños, que le llevó una serenata a su vivienda, dándole a conocer que su canción Pañuelos blancos, había sido la ganadora como Mejor canción por la paz, a nivel de la Costa Atlántica, cantando el coro, dirigido por Mercedes Barraza, con su agrupación Pequeños artistas. En el año 2000 fue sorprendida por un coro de niños, que le llevó una serenata a su vivienda, dándole a conocer que su canción Pañuelos blancos, había sido la ganadora como Mejor canción por la paz, a nivel de la Costa Atlántica,
HOMENAJEADOS
cantando el coro, dirigido por Mercedes Barraza, con su agrupación Pequeños artistas. Ha tenido varios temasque han sido éxitos, entre los cuales nombramos los siguientes: Noche de luna llena, grabado por más de 27 agrupaciones en diferentes países como México, Chile, Argentina; Estados Unidos entre otros; al igual que Virgen de la Candelaria, la cual fue y sigue siendo un éxito en varios países en la voz de Andrés Landero, Carmelo Torres y Yeison Ladero; otra de sus composiciones es Pañuelos blancos, grabada por Rafael Castro y los Gaiteros de San Jacinto; ganando en el año 2000 como la mejor canción por la paz y escogida por el expresidente Juan Manuel Santos para ser interpretado en los eventos que se realizaban para los diálogo de paz. Además del maestro Andrés Landero, le han grabado sus composiciones los famosos gaiteros de San Jacinto, igual que Cristóbal Fernández, Carmelo Torres, cantando ella con su propia voz; de igual forma le grabó Rodrigo Rodríguez varios temas para México. Son en total 20 temas que le han grabado. Betty nunca ha dejado de componer y tiene más de 100 temas inéditos disponibles para aquellos artistas que quisieran grabarlos. Esta hija de San Jacinto no solo compone y canta canciones, también ha dado a conocer sus destrezas como artesana, ganando muchos premios con trabajos elaborados totalmente a mano. Esta hija de San Jacinto no solo compone y canta canciones, también ha dado a conocer sus destrezas como artesana, ganando muchos premios con trabajos elaborados totalmente a mano. También Betty, hizo parte de la Corporación FolclóricayArtesanalCORFOARTE,promocionando el festival de Gaitas a nivel nacional. Finalmente ella agradece el apoyo incondicional de su pueblo que constantemente la nombra, también el respaldo moral de su esposo y sus hijos que son la razón de su vida, porque han valorado su talento y por eso no deja de cantarle a su San Jacinto querido, a sus artesanías y la tan anhelada paz con sus notas; como la siguiente canción:
Hoy les traigo mi cantar
13
envuelto en ritmo de cumbia en una hamaca bordá que simboliza mi alcurnia. Les traigo el cerro de maco y los montes de María todo eso en pañuelos blancos buscando en algarabía que en un día no muy lejano llegue la paz a la tierra mía Nació la mujer artesana que fábrica la mochila, la divisoria y la hamaca, los bolsos y las cortinas, pero cuando oye la Gaita, a la plaza se encamina.
HOMENAJEADOS
Miguel Manrique »
Entre La Fotografia Y La Composicion.
No sé porque razón muchos de sus amigos lo llaman “El maligno” si Migue lo que refleja es alegría y sencillez, sobre eso no le pregunté, decidí quedarme con la incógnita hasta la próxima visita. Miguel Enrique Manrique Barras nació en San Jacinto Bolívar el 26 de diciembre de 1946. Recuerda que inició su vida artística a la edad de seis años cuando aprendió a tocar la armónica (violina) y con ella sacarle nota a todo tipo de canciones. No recuerda exactamente a qué edad comenzó a escribir, lo que si afirma con certeza es que inició desde muy niño. —Lo que pasa era que no sabía que lo que escribía eran canciones —afirma entre carcajadas—, pero cuando tuve noción, sí trataba de rimar y llevar la musicalidad. Claro que escribía cumbias, vallenatos, boleros, rancheras y todo lo que por esa época se escuchaba. Más tarde mi padre, Luis Hernando Manrique Pinto, me enseñó a tocar el tiple de doce cuerdas y, afiebrado con el instrumento, me ponía a tocar y cantar mis propias canciones en cualquier esquina. En esas andanzas me topé con Andrés Landero,
14
quien me invitó a su casa. Estaba haciendo cumbias y me pidió que lo ayudara. Fue este insigne maestro de nuestro terruño quien me grabó mi primera canción (amor sincero) en ritmo de paseo, la cual se convirtió en un éxito a nivel regional. Este tema fue interpretado por Adolfo Pacheco y diferentes agrupaciones en cuanto toque hacían por cualquier parte. » Mi padre al ver mi interés por la música, me compró una melódica, un instrumento de notas lindas, parecido a un piano, pero se toca soplado y ahí arranqué a componer canciones. Creo, no llevo bien la cuenta, que son más de trecientas, de las cuales me han grabado 68. Migue hace un paréntesis y, mirando por la ventana, ve pasar a una mujer joven; la llama y le avisa que ya tiene las fotos listas y me dice entre sonrisa y tristeza: —Claro que si no es por este oficio me hubiera muerto de hambre. A la fotografía le debo todo lo poco que tengo.
HOMENAJEADOS
—Migue es que tú eres un poco de tiempo sin hablarnos, artista de doble oficio, porque pero en otra parranda los amigos la fotografía también es un arte. nos hicieron abrazar y besar: la amistad duró desde entonces —De eso he vivido siempre. hasta que Dios lo necesitó. La música es un hobby, una enfermedad que disfruto. Pero Es común ver en las calles del ¿sabes algo? Son compatibles. pueblo a Migue con su cámara A los festivales que he al hombro, repartiendo las asistido me llevo mi cámara fotografías que toma. Con orgullo y comienzo a sacar y vender dice que las cámaras modernas fotos. Gane o pierda en los y los celulares de alta definición concursos musicales, con la no lo han podido reemplazar. foto siempre gano. Eso también Es un hombre jocoso. Todo lo heredé de mi padre. Tenía mundo lo conoce; claro, tiene un laboratorio fotográfico a su genio, dice sonrojado. Con blanco y negro dotado con todos esa misma jocosidad compone los juguetes. Hacíamos toda muchas de sus canciones, las clase de trabajos, montajes, cuales interpreta en parrandas y ampliaciones, reducciones, etc. corrillos atestados de gente o de Hermano, Westo de la música soledad, dependiendo la época. en cierto punto decepciona. No da para vivir. Por eso a los Migue se levanta de su silla, dieciocho años me fui para toma una bocanada de aire. Son Bogotá e ingresé a la escuela las doce y veinte del medio dia, de infantería, donde me enrolé la sala de su casa está invadida como contraguerrilla, pero el de la sazón del almuerzo. Se que nace para policía del cielo le pierde por un instante, luego cae el fusil. Hicieron un concurso reaparece con un álbum lleno de entre más de trescientos fotografías y recortes de prensa. soldados para crear el himno de la escuela de infantería y me lo —Este es Fernando Meneses gané. Ese himno que hasta hoy —me dice— aquí estoy está vigente, es de mi autoría con Roberto Calderón. —Dice evocando esos tiempos. Este es Gustavo Gutiérrez. En otras está con el maestro »Cuando terminé mi vida militar Andrés y Adolfo, con Roy —Prosigue Miguel—regresé a Rodríguez, etc. San Jacinto y comencé otra vez a moverme entre la música —¿Y ese señor quién es? —le y la fotografía. Armamos un pregunté al verlo abrazado con dueto con Adolfo Pacheco y un señor delgado de gafas. amenizábamos parrandas, Volvió a reír y me dijo orgulloso: matrimonios, fiestas sociales de todo orden, pero nuestro —¡La maricuyá! Nada más y nada fuerte eran las serenatas. Así menos que Lucho Bermúdez. nos dimos a conocer. También continué muy cercano al —¿Te has codeado con los maestro Landero; éramos mejores? unos pelaos y en una de las parrandas que tocábamos para —Así es —Contestó—, me doy el los ricos, salimos de malas por lujo de ser el único compositor un desacuerdo y duramos un que se ha ganado ocho festivales
15
diferentes. He obtenido quince veces el segundo lugar y como veinte veces el tercer puesto. Me han grabado varias agrupaciones a nivel profesional. Actualmente estoy nominado al premio Grammy Latino con la cumbia “tengo amores con la gaita”, y estoy concursando en un evento de canciones campesinas con un tema que se titula “mi abuelo y su vieja gaita”. Ahora después de viejo estoy componiendo más. No paro de escribir. Es que tengo más tiempo para dedicarle. Miguel Manrique es un hombre polifacético. Sigue componiendo canciones y captando momentos de la vida con su cámara fotográfica. Es socio de Sayco desde hace treinta años. En 1976 fue el compositor del año y muestra con orgullo su trofeo: una pesada lira de oro, que es de cobre, pero tiene un valor moral y cultural enorme. También señala docenas de galardones y menciones de honor, entregadas por diferentes personalidades y eventos. «Y todavía hay mucha tela por cortar», dice mientras cerramos la conversación.
Escrito por: Freddy Castro Pérez
HOMENAJEADOS
Jaime Castellar Ferrer »
Un maestro insuperable
Don Jaime nos marcó la ruta, todavía record mos su consejo: para dar cualquier información, busquen 2 o más fuentes y si coinciden, háganlo y si la información está documentada mejor eso hicimos. Por eso cuando nos tocó escribir sobre Don Jaime, nos apoyamos en su esposa Doña Rosalba Abuabara Villalobos y en su gran amigo Joce Daniels "El marqués de la Taruya" para nosotros mas bien, "El príncipe de Talaigua". Más conocido como el profesor Jaime Castellar "El Historiador". Nació en San Jacinto, el 7 de septiembre de 1930, hijo legítimo de Saúl Castellar y Berta Ferrer. Falleció en la ciudad de Cartagena, el 8 de febrero del 2008, al lado de su esposa Rosalba Abuabara Villalobos, junto al calor de su familia.
A mediados de los años 90 del siglo pasado, marca un hito en nuestras vidas, pues pasamos de ser trabajadores activos, a ser pensionados, la ola privatizadora de esos años, había tocado las puertas de la electrificadora de Bolívar y de Empresas Publicas Distritales de Cartagena, el tiempo de servicio nos alcanzó para obtener nuestra pensión. Pensionados y ¿Ahora qué hacer? ¿Vegetar en la casa? ¿Salir a reunirnos con los amigos en Centro Uno, Banco Popular, o el edificio de las Empresas Públicas? Después de una larga charla, sobre el que hacer, nos decidimos por investigar la memoria histórica de nuestro pueblo, nuestra falta de experiencia, era un obstáculo que debíamos superar, vivir en Cartagena y no en San Jacinto también podía ser un problema en la búsqueda de quien nos podía ayudar, surgen dos personajes, Don Jaime Alfonso Castellar Ferrer y Don Patricio Lora. Nuestra decisión fue muy afortunada, pues determinaron mucho, las investigaciones que haríamos sobre la memoria histórica de San Jacinto, por eso "Fragmentos Históricos de San Jacinto Bolívar", está dedicado a Don Jaime Castellar Ferrer.
16
En su infancia, en la escuela pública de varones, recibió las sabias enseñanzas de sus maestros: Juan Antonio Zuleta Ortega, Pepe Rodríguez, Otto Bustillo, Carlos Ángulo y Manuel Ramón Mendoza. Hizo sus estudios de bachiller en el Colegio Departamental de Bachillerato en Cartagena y el Instituto Colón de Barranquilla. Viaja a Bogotá e ingresa a la Universidad Libre, donde recibe el grado de Licenciado en Sociales (1964). Dedicó toda su vida a la docencia; fueron 50 años recorriendo la Costa Caribe, dejando una huella de amistad y sabiduría en el corazón de sus ex alumnos, compañeros de docencia y las comunidades, donde ejerció el sagrado deber de educar. Tuvo el gran mérito de dar clases en el Instituto Rodríguez, bajo la mirada escrutadora de don Pepe Rodríguez. En 1956, dirigió la Escuela urbana de Varones de San Jacinto, en reemplazo del distinguido maestro Carlos Barraza Alandete. Fue profesor en el prestigioso Colegio Fernández Baena de Cartagena, fundado por el eminente maestro Alberto Elías Fernández Baena. Fue Rector del Colegio Roque de Alba, en Villanueva (Guajira), donde es recordado por sus ex alumnos, pues consideran que este Sanjacintero, ideó e impulsó lo que es hoy en día el prestigioso Festival Cuna
HOMENAJEADOS
de Acordeones de Villanueva. En Sucre, ejerció en el Colegio Simón Araujo de Sincelejo. En Mompox, fue Rector de la Escuela Normal de Señoritas. Profesor en el Colegio Pinillos en el Sur de Bolívar. Profesor del Colegio San José Guaneta de San Gil (Santander). En 1974, en Cartagena, hizo parte del círculo de profesores que impulsó los Juegos Intercolegiados a nivel departamental, ocupando el cargo de Tesorero en este Comité. Y por último fue nombrado como Asesor y Supervisor de la Secretaria de Educación de Bolívar, estando en este cargo, hizo feliz uso de buen retiro. Con frecuencia, recibía congratulaciones de sus ex alumnos diseminados, dentro y fuera del país; con quienes compartía largas charlas telefónicas, sobre la familia y anécdotas del pasado.
Jaime Castellar Ferrer, el hombre de la boina blanca y su bastón caoba para apoyar sus cansados años; se fue, el sociólogo, el humanista, el historiador, el buen conversador y el investigador incansable de la cultura y el folclor de los Montes de María. Amaba entrañablemente a San Jacinto y sus costumbres; disfrutaba hablando de su historia, de su música, de su artesanía, de sus terrenos y sus dueños; de que se podía sembrar y cuál era la fauna y la flora que predomina en cada uno de ellos. Nunca dejó de ser docente; visitar a Jaime en su casa, era como estar en una aula del colegio, recibiendo clase de historia; retrataba mentalmente todas y cada una de las calles, callejones, cañadas y cruces del Cañito, en San Jacinto. Identificaba a las diferentes familias sanjacinteras con pelos y señales, señalando su árbol genealógico con pasmosa exactitud, por lo cual era consultado con mucha frecuencia por amigos y paisanos. Aspiraba que un futuro no muy lejano, en San Jacinto, los colegios dieran obligatoriamente clases de "Historia Local", que abarcara la historia de todos los pueblos pertenecientes a los Montes de María, para una mayor comprensión de nuestra región, la cual está llena de historia, pero sin sentido de pertenencia.
Entre los sanjacinteros famosos que recibieron sus enseñanzas, se encuentran; Germán Bustillo Pereira, conocido popularmente como "El Profesor Bustillo" y al físico matemático Regino Martínez Chavanz. Al partir
17
Durante los últimos años de vida del Profesor Jaime Castellar, fue invitado a universidades y eventos culturales, donde dictó charlas y conferencias. Fue autor de innumerables ensayos, publicados en la prensa y revistas de la región.
Colegio Nacional Pinillos de Mompox
Fue fundador y director de la Revista literaria "Rebelión" (1951). Parte de su obra se encuentra inédita, debido a su infausta partida. Con la muerte del profesor Jaime Alfonso Castellar Ferrer, también se fue: el amigo y el historiador predilecto del pueblo Sanjacintero y los Montes de María.
Escrito por: Joaquín Pereira Caro Miguel Mateo Manrrique
HOMENAJEADOS
Dolcey Gutiérrez »
Cantinero sirva trago, la primera canción de Dolcey Gutiérrez
Lo grabó en noviembre de 1963, en los estudios de Sonolux en Barranquilla, y desde entonces no ha dejado de cantarlo en cuanto bazar le toque animar, bien sea en la Costa Caribe colombiana, en el interior del país, o en el extranjero. Es mi canción insigne. Fue la primera que grabé y la primera que pegué. Y no solo es un referente de mi repertorio, sino del folclor costeño. Dolcey Gutiérrez, El especialista de la Música Picante, como lo identifican sus colegas músicos, los programadores de la radio y la gente del común, habla de manera natural, sin vanagloriarse de ser autor e intérprete de Cantinero sirva trago, una de las guarachas más alegres, cadenciosas y representativas de nuestra tierra.
bacana (Oye lo que dice Alejo/ con su nota apesarada/ quién como el guacharaquero/ con su cachucha bacana/ Jaime sí, Jaime sí/ Jaime sí Alejo no). La conga la tocó Juan Lobo; el bajo, Justo Velásquez, y el bombardino, Rosendo Martínez. Unos genuinos fuera de serie me acompañaron en la grabación, y lo mejor del caso es que todos formaban parte del conjunto de Aníbal Velásquez, mi maestro a la distancia, quien se había marchado a Venezuela”, señala Dolcey. Cantinero sirva trago salió por primera vez en un disco de 78 revoluciones por minuto. En el respaldo figuró Curruchando, otra guaracha que marcó época.
Músicos de alta calidad
Todo fue producto de un vacile
El tema lo grabó Dolcey, con su acordeón, en unos estudios que Sonolux tenía en la carrera 38 con calle 56. La caja la tocó Carlos García Perdomo, mejor conocido como Comecuero; la guacharaca la maniobró Jaime López, el célebre músico que inmortalizó Alejo Durán en su paseo La cachucha
Cursaba Dolcey el sexto año de bachillerato en el Colegio Americano de Barranquilla, y contaba 22 años, cuando compuso Cantinero sirva trago. “Todo fue producto de un vacile, de la espontaneidad. La gracia era decir que quería un tinto, pero con pitillo, y eso generó risa en
18
HOMENAJEADOS
su momento. Lo de la ‘parranda en tecnicollor’ fue tomado del cine. La letra de la canción no es gran cosa, lo relevante es la música. Desde su aparición no ha dejado de sonar en la radio”, dice Dolcey. Hasta el día de hoy, anota Dolcey, a Cantinero sirva trago le han hecho 30 versiones. “No me preguntes cuáles son esas versiones, porque no me las sé. Lo que te puedo decir es que recibo regalías por concepto de esas 30 versiones, incluidas las de Cheo García con la Billo’s Caracas Boy’s, la de Wilfrido Vargas, la de Joe Arroyo y, por supuesto, la mía”. A Dolcey se le identifica, también, como El rey del doble sentido por sus letras picarescas. Otros lo tildan de vulgar irremediable. Pero nadie puede desconocer que con su acordeón le ha dado protagonismo al folclor de la Costa Caribe colombiana. En el Carnaval es indefectible una canción suya. Eso lo reconocen todos.
Dolcey Gutiérrez nació el 23 de octubre de 1941 en Nervití, corregimiento de El Guamo (Bolívar). Tiene más de 50 años de vivir en Barranquilla. Fue uno de los diez hijos del hogar conformado por los campesinos Rafael Gutiérrez Rodríguez y Sixta De la Cruz. “Ni vallenato ni sabanero; yo pertenezco a la escuela guarachera del gran Aníbal Velásquez, el verdadero revolucionario del acordeón en Colombia”, señala Dolcey. Entre las canciones interpretadas por él que trascendieron
19
por su gracejo y repercusión en el público se destacan La picada comelona, El armadillo, El hijo del Carnaval y Ron pa’ todo el mundo. La letra de Cantinero sirva trago Cantinero sirva, trago (Bis) Coro: Que me voy a emborrachar (Bis) ¡Ay! Cantinero sirva, trago (Bis) Coro: Que me voy a emborrachar (Bis) ¿Y tú qué vas a tomar? Que me den un trago de vino que me den un trago de ron para mí un trago de ñeque, para mí un trago e chirrinchi para mí un trago e cerveza para mí un trago de Whisky para mí un trago de ñeque para mí un trago e chirrinchi para mí un trago de Caldas para mí un trago de Whisky ¿Y tú qué vas a tomar? A mí que me den un tinto, pero que me lo den con pitillo Coro: Parranda en Tecnicolor Parranda en Tecnicolor, Parranda en Tecnicolor, Parranda en Tecnicolor.
Escrito por: Fausto Pérez Villareal
HOMENAJEADOS
José Ramon Mercado »
El poeta de Naranjal
Graduado en Ciencias Sociales y Económicas en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1963. Especializado en Administración Social, 1974. Magíster en Administración Pública ESAP, Bogotá 1975. Lingüística y Literatura de la Universidad de Cartagena, 1997. Rector del INEM José Manuel Rodríguez Torices de Cartagena, desde 1976 hasta mayo 30 de 2001. Invitado por la UNESCO a Montevideo (Uruguay) y Buenos Aires (Argentina) a la Conferencia Escuelas Unidas (1982). Profesor de la Universidad Central de Bogotá y de la Universidad de Pamplona. Programador Pedagógico de Icolpe 1971. Invitado al Encuentro de Escritores Santiago de Cuba y la Habana, 1993 Condecorado con la Medalla Simón Bolívar al Mérito Educativo, MEN, año 2000. Invitado al XVI Festival Internacional De Poesía en Medellín, 2006. Autor y Director de Teatro. Primer Premio Concurso Nacional de Teatro El Tiempo RTI, con Réquiem por un Negrito, Teatro Colón de Bogotá, diciembre 5 de 1965. Tiene varias obras inéditas que se han puesto en escena: Los Seres Anónimos, El Baile de los Bastardos, Pasos de un Drama en el Parque, Declaración de Amor en público a Marilyn, Las adolescentes, Monólogo de Tita, Encontrado en un Baúl, El Crimen Fue en Granada, y otros sketches. Invitado al Centenario de la inmortalidad del poeta Rubén Darío, Poetas en marcha triunfal a Managua, 2016. Ha publicado No Solo Poemas, 1970. Las Mismas Historias, 1974. Premio Nacional de Cuento José Eustasio Rivera, junto con su hermano Jairo. Último Round y otros cuentos, 1974. Primer Puesto Concurso Nacional de Cuento Ciudad de Ibagué. Perros de Presa, Primer Puesto Concurso Nacional universidad Surcolombiana, Neiva 1975. Mención de Honor Casa de Las Américas, La Habana, 1976. El cielo que me tienes Prometido, 1983. Finalista Concurso Universidad de Córdoba. Hace parte de la antología Poetas en abril. Vol. 4 de Luz Eugenia Sierra, 1985. Agua de Alondra, poesía 1991. Incluido en el libro Pensamiento costeño: Diccionario de Escritores de Abel Ávila, 1992. Retrato del Guerrero, Nominado Casa de Las Américas, 1993. El Baile de
20
los Bastardos, Teatro. Alcaldía de Cartagena, 1995. Agua del Tiempo Muerto, Findeter, 1996. Árbol de Levas, poesía 1996. Aparece en la Antología Poesía y Poetas de Sucre, preparada por Jairo Mercado en 1996. La Noche del Nocaut, Primer Puesto Concurso de Poesía Alcaldía de Cartagena, 1996. Antología de la Poesía sucreña contemporánea publicada por Jorge Marel 1996. Poetas en el Camino, preparada por Ricardo Vergara Chaves 1998. Figura en Quién es Quién en la Poesía Colombiana, de Rogelio Echavarría 1998. Hace parte de la antología preparada por Juan Revelo Revelo: Nuevas Voces de Fin de Siglo, 1999. Los días de la Ciudad, 2004. Lealon Medellín. La casa entre los árboles, 2006, Unión de Escritores de Sucre, Alcaldía de Sincelejo y Gobernación de Sucre. Poemas y Canciones Recurrentes, Pluma de Mompox 2008. Pájaro Amargo, Caballo de
HOMENAJEADOS
Mar, Medellín 2013. A mí me gustaba que la señora me llamara Vuelamasquelviento, novela 2016. Collage Editores. Vestigios del náufrago, 2016. Collage Editores. Poemas suyos han sido publicados en numerosas gacetas culturales y revistas y suplementos literarios del país. Su obra ha sido traducida a otros idiomas.
Por mis propios pasos me conozco Soy de tan lejos como el silencio inexplicable Como las palabras y los signos Como la noche tambaleante Como la tierra y la alegría que han muerto Y la distancia de las manos que se bifurcan Y la sazón y el pan duro que como Y el cielo remoto que lo niega Y el asombro que cabe en el reflejo de los charcos Y el miedo destazado como témpano de escombro Soy de tan lejos como el canto y los pájaros Como la casa y el silencio y el agua que se fuga Y el sueño y la agonía atónita Y el cielo que sangra en contraluz Y el sol que emigra en la última sombra del día El regreso a la ciudad me torna forastero En el instante justo del miedo cotidiano Sin embargo aquí vivo sin cambiar de casa Ni de barrio ni de música ni de talante Soy el que abre siempre con su voz minúscula Cada día las puertas de la ciudad Dueño de sí mismo sin una canción antagónica Plazoleta interior
Algunos de sus memorables poemas Cuando pasa la ráfaga Dios sabe del cansancio que instila la guerra El poema que queremos y que repetimos La angustia como cuervo que grazna Cuando pasa la ráfaga de la guerra La voz arrastrada de la metralla Que deja sin oficio al zapatero que cose los días La piltrafa del basuriego de la calle La carreta más pesada de sus sueños Al mulero con su tienda ambulante de espejos A la palenquera acuchillada por el sol de sus pasos Al lotero que naufraga en su voz El extraño concierto de incertidumbre de la cuadra La voz de la guerra se siente en la calle Dios sabe del cansancio que instila la guerra
La escobilla florecida presencia la cruz de la plazoleta Los tomillos callados la garganta de piedra El olor de matarratones en la siesta del mediodía Las campanillas suben la colina Atisba la piedra silenciosa de los quicios Hay un sabor a marisma en la brisa quieta Al pie de la colina está la ciudad y sus voces -Solitaria como un pájaro muerto en el aireLos techos rojizos y la cruz del tiempo agonizan La iglesia roza el cielo desde lejos Y la luz violeta de cada tarde que huye Corta el canto de los sangretoros de regreso La cruz huele a rosa quemada cada tarde El viento es una letanía misteriosa De antiguos amores suspendidos en el tiempo
Balada del forastero Cada poeta vive la memoria de sus ancestros -Jorge Luis Borges
Yo soy el forastero que ingresa a la ciudad
21
Texto tomado de: Pijao Editores
HOMENAJEADOS
Pedro José Buelvas »
Desde la banca de los poetas de San Juan Nepomuceno Escuela Urbana de Varones del ilustre maestro Luis Roque Borré Paz, mi juventud impetuosa, forjado en la dura fragua de la vida, pero convencido de tener un espíritu soñador que me dio alas para volar y una firme voluntad para sembrar semillas en tierra ancha y fértil y la fe de recoger de los mejores frutos, ese viaje por la vida que inició en ese verano de 1946 no ha sido fácil, un autodidacta, poeta costumbrista empírico, pretendo dejar en estas letras, memoria de esa tradición oral casi olvidada y atada a nuestros orígenes, un legado a mi descendencia, tributo a mis ancestros campesinos indígenas y bantús, a mi tierra, a Dios gracia. Autor del libro, Antología Poetas De San Juan Nepomuceno Reunidos A La Sombra De Un Tamarindo, en el cual rindo homenaje a mis amados amigos poetas de “La Banca de los Poetas"
Autobiografía. Nací un 24 de Junio del 1941, en el Barrio Arriba, camino real por el frente y a las orillas del Arroyo Toro, en San Cayetano corregimiento de San Juan Nepomuceno, en el verano de 1948 , mi abuelo materno, me invi o a un viaje a otras tierras, acomodado en un pellón sobre el anca de un mulo esbelto de color blanco, viaje que trascurrió en medio de la espesura de la montaña, el canto de los pájaros, las campanillas que vestían los pastos, por ratos solo se escuchaba el resoplar de la bestia cansada al trepar los empinados del camino, a veces guardar silencio para
22
no despertar los tigres y el jaguar en la montaña, y entre relatos del abuelo, pasamos por “Puerta Roja“, “Gracias de Dios“, “Naranjal”, “Carreto“, “La María”, cruzamos arroyos de aguas cristalinas, llenos de peces de colores y caracoles, vi a lo lejos la torre de una iglesia enclavada en un valle rodeado de cerros, fue el anuncio del fin de mi viaje feliz, entramos por la calle real hasta arribar en esa casona al lado de la plaza, casa del abuelo Manuel Sierra Castillo, en San Juan Nepomuceno, aquí trascurrió parte de mi infancia entre fantasías de un mundo dominado por la naturaleza. Cursé estudios de primaria en la
Remembranzas En la casona de los abuelos los días se agrupaban silenciosos. La alegría se fue con ellos; en paredes viejas carcomidas, ¿quisiera que se contaran los recuerdos? Como el Abraham que tomó a Isaac su hijo, así fue el temeroso de dios, fue fiel a sus principios de buenas costumbres. Afectuoso y paternal solicitud: instruyo testimonios que conservamos con el brillo que marco el porvenir de los suyos.
Ensayos y Ponencias
El dilema de los concursos y los premios
Escrito por: Jesús David Buelvas Pedroza
Varios de los autores que conozco o de los que he oído hablar y cuyas obras en ocasiones he leído, han forjado gran parte de su reconocimiento gracias a ese juego dudoso de los concursos y los premios. La participación de los escritores en certámenes o el recibimiento de algún galardón por los méritos de su obra es de vieja data. Pero por más antiguo que esto de los concursos y los premios sea, parece estar destinado a que la duda que se cierne sobre ellos permanezca como uno de sus rasgos inherentes. El aura de imprecisión que motiva conversaciones igual de imprecisas cuando un premio conocido a nivel mundial es otorgado o cuando un escritor gana un concurso, parece estar destinada a no desaparecer. Y habrá quienes consideren que es lo que corresponde, pues, entre otras razones, estos eventos están relacionados con el campo de la creatividad que quizás más se nutre de la imprecisión; el campo literario. Existen premios y concursos desde los más remotos tiempos, y quizá la existencia de los mismos haya sido el motivo principal de la creación de muchos de los libros que hoy conocemos y leemos. Es
23
probable que, sumada a la vocación y al talento del escritor, la motivación externa de los premios y los concursos haya servido para que más de uno de los hombres de letras que han pasado por este incierto mundo se sentara frente a la mesa a devanarse los sesos con la firme intención de, teniendo en cuenta las bases de dichos certámenes, escribir unas páginas para ganarse algunos pesos. Genera algo de desazón esta actitud del escritor, pero existe y es válida en medio de todo lo que concurre en este mundo en el que cada quien está en libertad de invertir en lo que quiera y como quiera tanto su tiempo como su talento. Quisiera uno creer que la actitud creativa de un escritor siempre está movida por la ética de la creación, pero bien sabemos que los escritores son solo seres humanos y como tal están expuestos a las mismas vicisitudes que los otros y, peor aún, son sometidos por la exigencia esclavizante de su ego. Se conjuntan así dos aguijones que hacen de cualquier talento una máquina creativa; el ego y la necesidad trabajan en conjunto para que ese escritor se esfuerce tratando de alcanzar gracias a su escritura ya sea un poco de dinero o algo de reconocimiento. Más allá de las razones de cada escritor para participar en el dudoso juego de los concursos y los premios, es preciso reconocer que estos pueden ser importantes en la medida en que visibilizan las obras de algunos autores que han trabajado seriamente durante años y que han tenido la fortuna de ser favorecidos en alguno de ellos. Si bien es cierto que existe un
manto de dudas que se cierne sobre estos eventos debido a los rumores creados tanto por las comunidades de lectores inconformes al no ver entre los premiados a sus escritores predilectos como por algunos de los autores no ganadores, no debemos restarles la importancia que se merecen en una sociedad en la que el oficio literario no es muy bien visto desde el productivismo capitalista. Ganarse un concurso o un premio con un buen monto, además de arreglarle la vida al escritor que se lo gana, realza un poco la imagen del oficio literario, y hasta atrae a personas que, impresionadas positivamente por el asunto, empiezan a relacionarse de alguna manera con un campo artístico bastante estigmatizado en estos tiempos. Una existencia veraz de los premios y los concursos, libre de hechos y razones que generen resquemores, libre de tramas conspirativas o rosqueras de las que tanto abundan entre los círculos literarios con algo de estatus y presupuesto, podría servir para motivar a más escritores a tomar en serio su oficio; podría impulsar procesos editoriales, escriturarles y lectores en las comunidades; podría apoyar procesos culturales, educacionales y formativos, incentivando la creación y el fortalecimiento de grupos de pensamiento. Esta existencia veraz de los concursos y los premios estaría determinada por factores como la abundancia y promoción permanente de los mismos, el apoyo de instituciones tanto públicas como privadas interesadas en la promoción
Ensayos y Ponencias
de políticas culturales en beneficio de los grupos sociales a los que influencian directa o indirectamente, o por el respaldo siempre necesario de los gobiernos en cuanto a procesos culturales y artísticos se refiere. Si esto se diera, sería probable que tuviéramos una profunda repercusión del hecho literario, no solo en las dinámicas culturales, sino también en las dinámicas políticas y económicas de sociedades que precisan un norte para que sus individuos desarrollen altos niveles de criticidad cuya consecución es improbable sin la existencia de procesos vinculantes desde lo ético y lo estético. Si bien los concursos y los premios no son el fin último del trabajo literario de un escritor, estos podrían ser, por razones ya expuestas, un poderoso coadyuvante para que el hecho literario se empoderara en sociedades tan necesitadas de ello como lo es la nuestra. Se necesitaría, claro está, que estos se constituyeran a partir de dinámicas nada amañadas por los padrinazgos y favorecimientos que, al parecer, convierten la mayoría de los premios y concursos existentes en tretas creadas para satisfacer las intenciones de las mafias literarias que de alguna manera se apegan a los vicios de la sociedad del espectáculo siempre regida por intereses capitalistas. Bajo estos parámetros se hace comprensible que haya una actitud negativa de escritores y lectores para con estos eventos, reforzada a su vez por la manera sesgada y sectaria con que han sido manejados varios de los muy pocos que quedan en Latinoamérica y sobre todo en
24
Colombia para no extender el culturales y económicas dadas asunto a otros contextos. en torno al mundo de las letras y ¿quién, por más ególatra Un premio o un concurso no debe y desentendido que quiera determinar el trabajo personal, mostrarse con respecto a este íntimo del escritor. Pero sí tema, no desearía que el campo puede ser un impulso para el en que se desempeña ofreciera reconocimiento y la difusión de mayores oportunidades para lo que este escribe, motivándolo dar a conocer su trabajo? La a seguir en un oficio en el cual sociedad en que vivimos está lo único seguro es lo incierto. en mora con los amantes de la Tampoco deberían condicionar el literatura, tanto escritores como gusto de los lectores. Pero esto es lectores, y que empecemos algo que innegablemente sucede a pensar este aspecto con la en la sociedad de consumo a claridad de que debemos exigir cuyo servicio, da la impresión, y plantear estrategias y acciones han sido puestos algunos de para gestionar su pronto los concursos y los premios mejoramiento no estaría nada literarios más reconocidos en mal. los últimos tiempos. Este juego de contradicciones genera un efecto aún más dañino; la decepción y el pesimismo de muchos escritores y de no pocos lectores al sentir que los premios y los concursos en lugar de impulsar lo literario, terminan cayendo en la ominosa dinámica de la corrupción generada por el sistema en que vivimos; sistema tentacular del cual ni siquiera los escritores, las consciencias críticas de la comunidad, ni la literatura misma junto a todo lo que le atañe, incluyendo los concursos y los premios, parecen poder escapar. Sería muy positivo mirar este asunto en prospectiva, pensando que las dinámicas de los concursos y los premios en nuestro contexto, rico en astucias y artimañas, con el tiempo mejorarán. Ese puede ser uno de los grandes deseos de los escritores. Si algo está claro es que un factor como éste, relacionado con la realización de concursos y con las convocatorias para premiar las obras de autores que se han dedicado con constancia y esfuerzo al trabajo literario, ayudaría a mejorar las dinámicas
Ensayos y Ponencias
Del fujiyama al cerro de maco
Escrito por: Moisés Morante Narváez
山の向こう 光る矢 共鳴を産み出す
Yama no mukou Hikaruya Kyomei o umidasu Tras la montaña las flechas luminosas producen ecos Al campesino de todas las latitudes en el transcurrir evolutivo de la dinámica social, lo caracteriza una gran capacidad de observador, su tiempo se desliza sin agobios ni prisas y puede extasiarse con la naturaleza. Fue el recolector y no el cazador quien descubrió las fases de la luna y que de las semillas nacían otras plantas, también que al cortar la madera en luna llena a esta le cae polilla, que los locos se arrebatan en luna nueva. La oralidad es otra característica que afianza las tradiciones y leyendas. Cuando el hombre descubre la poesía y la escritura ha propendido por conservar su producción y los juglares se encargaban de difundirlas de pueblo en pueblo.
25
El campesino japonés creó una expresión literaria muy breve que después bautizaron haiku, consta de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas fonéticas en donde intentan plasmar una estampa de las estaciones (como una foto), es un arte milenario que hoy intentamos abordar con este escrito. Nuestros campesinos también recogen sus vivencias en los cantos de vaquería, en la zafra de laboreo y mortuoria y en la décima. Si forzamos el discurso e intentamos comparar al hombre campesino japonés con el montemariano y escogemos la décima como referente en su íntima esencia nos vamos a encontrar con similitudes.
la revolución industrial, amplía el rango del objeto a cantar, rescatando y vivificando ese ingenio antiquísimo. Continuando con la similitud, enfatizo en que ambas deben carecer de retórica y artificios, debe fluir lo natural, lo sencillo, lo elemental, incluso obliga mirar con desdén la metáfora. Su tajante diferencia es que la décima es más descriptiva y lo dice todo, no deja que el escuchante o lector se recree en imágenes, que por otro lado es la esencia del haiku. Es que el receptor del haiku debe en su imaginario completar la escena descrita, es sugerente y filosófico, desnudo de la razón y ese toque sagrado es lo que jamás puede la cultura occidental insertar en su creatividad, a iluminar lo sacro de la naturaleza y de las emociones.
Así, el haiku es espontáneo, natural, voluntario y sagrado, la décima también. Ambos le cantan a la naturaleza, son elementales y se percibe la capacidad de asombro del autor. Como intento de mimetizar el arte japonés con los elementos Ambas tienen métrica (siendo la cotidianos de nuestra subregión, décima rimada) y con estructura pongo a disposición del lector, rígida y eso tal vez fue lo que mi producción literaria en este desplazó ese tipo de expresión arte e inserto un par de sutiles en la modernidad donde se comentarios, en aras de atizar enfatiza en el fondo a expensas la discusión, no sin antes de la forma, la dinámica de la dedicar una décima a ese pueblo literatura también ha sumergido hermano. en el ostracismo al soneto, al Desde Colombia un saludo verso alejandrino y otros, es decir al generoso pueblo nipón todo aquello que rime y exija una que con esfuerzo y tesón medida. ha construido el escudo Lo propio pasó con el haiku de que cincela en lo más crudo Matsuo Basho que agotó los esa tradición ancestral lugares y las cosas cantadas exaltada en este decimal y se tornó repetitivo hasta que como lo es el haiku sonoro Kagami Shiko dio un vuelco a esa cultivado con decoro expresión ancestral japonesa y le por el campesino rural. impele un cariz más a tono con la dinámica social y literaria de
Ensayos y Ponencias
Los he clasificado por temas, iniciando por los clásicos, seguido los de actualidad, recordando que en nuestra latitud no existen las estaciones, sino época de lluvias y época de sequía. Al estilo basho Las tempestades arrullando mis sueños. Noches muy largas. Nube viajera, con motas de algodón riegas el campo. Canta el gallo nace la aurora. Ladra el perro.
Tarde serena con la cañada viajan voces y trinos. Lejos retumba la muy ansiada lluvia campo sediento. Es un fandango que subiendo al cielo lleva las hojas. Hábil serpiente, trepando los árboles, buscando nido Al estilo shiko
Se vuelve nube al visitar los campos el pajarillo.
Canto de miedo, revuelo de gallinas. Viene la zorra.
Tras la montaña las flechas luminosas producen ecos.
Almohada dura, el sueño intranquilo del desplazado.
Rio cantarino sobre mantos de piedra viaja el agua.
En el sombrero al terminar la función muchas lágrimas.
Alegre bonche lo viste con sus besos la campesina.
Canta el gallo. Pedazo de mi rancho en la cocina.
Llegan las lluvias olor a tierra virgen invade mi ser. Lucero fugaz en la noche cómplice te di mis sueños. Son los bejucos que formando sutil red calman el viento.
26
Luna que subes cada noche ese cielo lleno de brumas.
Oigo campanas. Las memorias se pierden en el sepulcro. Aunque he nombrado los elementos básicos del haiku es bueno destacar las singularidades en cada uno, en el ejercicio de su construcción. Los nombres concretos ayudan por los pre saberes a darle más características al poema. Como en todo escrito si el adjetivo no
suma, quítelo, pero a veces debe ir, es un criterio para hilar fino. Debe colocarse en el sujeto un elemento inesperado, así el detalle es importante para que el lector recree en su mente la escena descrita, el detalle le da vida al texto. Si incluimos el origen del sonido, el sabor o lo táctil le dan vida al texto. Parece contradictorio que lo estático pueda generar movimiento en la imaginación del lector. Como en todo poema o cuento el acertijo solo debe descubrirse al final creando un ambiente expectante al leer el texto. El contraste en la exposición hace del trabajo literario muy útil para buscar contradicciones atinando en el mensaje que se quiere dar. Al escribir las cosas en forma indirecta exige al lector creatividad y por ende su experiencia más activa.
Ensayos y Ponencias
Cultura, paz, territorio y radiofusión: Caso San Jacinto y del municipio de San Jacinto en particular encuentran en las emisoras de paz un medio, un aliado, una vitrina y una ventana para difundir la cultura, potenciar el desarrollo del territorio, transmitiendo las voces de las comunidades. Escrito por: Gustavo Adolfo Carreño Jiménez
En las tierras biodiversas de la pava congona, la gallineta, el Juan Polo, el suiri y el mochuelo, los cantos de las aves silvestres son la musa espontánea de gaiteros, verseadores, repentistas, poetas, decimeros, acordeoneros, compositores, descompositores y hasta dicharacheros, inspirados en gajos de vivencias y sentimientos, traducidos en cantos nacidos del corazón y la profundidad del alma montemariana. En la comarca mágica donde las arañas tejen sus redes sobre dorados estilizados como lo canta Landero, y en símil, las manos virtuosas de artistas del tejido entretejen en filigrana de lana e hilo hamacas, mochilas, suéteres, bolsos, pellones, fajas y demás activos y valores culturales en medio de la cotidianidad de su existencia. Es de tal calidad y sofisticación el tejido de San Jacinto que su “molde” de tejeduría está protegido con el sello de denominación de origen. En este marco rico y majestuoso del caribe sabanero e interiorano, golpeado por múltiples formas de violencia ligadas al asunto del uso y tenencia de la tierra profundizadas a finales del siglo pasado, el territorio, la cultura y la paz de los Montes de María
27
Con la llegada, por primera vez de una nueva emisora pública, comunitaria, se revaloriza la cultura, la paz y el territorio Montemariano y Sanjacintero, lo cual es un valor agregado de los acuerdos de paz de la Habana . El acontecimiento marcó un hito el pasado 13 de agosto, con la inauguración de las ondas hertzianas de tres nuevas emisoras de paz (sistemas de medios públicos RTVC): Convención (Nte. de Santander), Fonseca (Guajira) y San Jacinto (Bolívar). Estos nuevos canales de comunicación buscan promover la acción común o común unidad en medio de la diversidad cultural, social, económica de estas localidad y subregión, privilegiando el diálogo¸ la riqueza cultural, los emprendimientos productivos en comunidades afectadas por el conflicto armado, parafraseando a Zapata Olivella en su año cultural, estamos ante pueblos marcados con la “carimba” de la pobreza, exclusión, ausencia de Estado y la falta de oportunidades.
Básicas Insatisfechas (NBI) cercanas al 96% (Acosta, 2016) . De igual manera, escandalizan los hallazgos de (Aguilera, 2013) en lo relacionado con la miseria y pobreza multidimensional. La miseria es una agudización de NBI, medido para el mismo año del estudio anterior en 48.5%, superado solo por el 54.4 % del Carmen (Bolívar), triplicando la miseria nacional ubicada en 10.5%. El IPM o Índice de Pobreza Multidimensional se ubica en (92%) para toda la subregión de los Montes de María, encontrándose las mayores deficiencias en empleo formal, logros educativos (nivel de escolaridad) y acceso a los servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda.
Es por ello que la puesta en marcha de las emisoras de paz está en alineación con la implementación de los Planes de Desarrollo con enfoque Territorial (PDTs), consagrado también en los acuerdos de La Habana, su atributo principal es ser reparador de las víctimas directas, individuales y colectivas del conflicto interno en Colombia, transformando las condiciones oprobiosas de vida de dichas comunidades, interviniendo y financiando planes de reparación, con el concurso de las autoridades territoriales, priorizando las En este sentido, estudios iniciativas de las comunidades referentes a la erradicación de en la reconstrucción del tejido la pobreza, calidad y estándar social. de vida en el municipio de San Jacinto, dan muestra de Las emisoras de paz son también la necesidad de superar las un valor agregado de los acuerdos barreras al desarrollo centrado en de La Habana, materializado el ser humano. Por ejemplo, para en el punto 6.5 del acuerdo, allí el año 2005 persistían índices se establece a partir de estas “técnicas de de condiciones de vida (ICV) del herramientas orden del 56,2%, Necesidades difusión y comunicación”, hacer
Ensayos y Ponencias
pedagogía sobre los contenidos del acuerdo final, dar a conocer los avances en su implementación, promover la convivencia, la reconciliación y la construcción de paz”, comprometiendo al Estado Colombiano a "establecer 20 emisoras en FM, de interés público, clase C, en las zonas geográficas afectadas por el conflicto armado”.
dentro del territorio para apalancar lo que (Martinell, 2014) denomina vida cultural, esta no es más que convivencia, y se manifiesta en diferentes formas, acciones, lenguajes, comportamientos, sistemas y ámbitos del interrelacionamiento de un colectivo humano, en San Jacinto se vive una rica y dinámica vida cultural.
Como se trata de medios públicos, será el sistema de medios públicos (RTVC) quien administrará las emisoras, financiados en su totalidad por el Estado, con una programación de interés público en la que participarán en la definición de contenidos los actores más representativos de la
Múltiples organizaciones, actividades y eventos lo confirman, los carnavales, fiestas patronales, un museo comunitario a la altura de los mejores del país, petrograbados en la parte alta del municipio, el festival del “corronchismo”, el “festival cultural de la calle 19”, el “Festival Nacional Autóctono de Gaitas de San Jacinto, Toño Fernández, Nolasco Mejía y Mañe Mendoza”, la revista cultural “lampazos”, el club socio cultural y deportivo “Los maestros” (Clusydem) y el “Festival del pensamiento”, espacio de diálogo y reflexión crítica en las letras, arte, poesía, folclor e identidad culturales montemarianos, con el cual se inicia la agenda cultural de Colombia y la Subregión. Para finalizar, son muchos los retos y expectativas que deberán superar las emisoras de paz, en principio trabajar con, para y por las comunidades, consolidar la diversidad y autonomía culturales, conformar redes de trabajo con las demás emisoras presentes en el territorio para capitalizar experiencias y superar escollos, incorporar a la sociedad civil, elaborar parrillas de contenido pertinentes, constructivos, dinámicos, novedosos e incluyentes, brindar condiciones de seguridad a los operarios, periodistas y todo el personal que en ellas labore y, garantizar las condiciones de sostenibilidad legal, financiera y técnica.
sociedad, así: Las organizaciones de las víctimas del territorio (1/3 parte), las organizaciones comunitarias del territorio (1/3 parte) y Ecomun (1/3 parte). Esta última participación corresponde a las empresas de economía solidaria de exguerrilleros y exguerrilleras de las Extintas Farc-Ep, creadas para cristalizar los emprendimientos productivos en el tránsito y reinserción a la vida civil. La llegada de la emisora de paz debe significar el fortalecimiento de los procesos identitarios locales y regionales, impulsar las industrias culturales, encadenamientos productivos, afianzar las organizaciones sociales y comunitarias, el empoderamiento de los saberes y tradiciones, al tiempo que se cultiva la diversidad de pensamiento, el pensamiento crítico, la democratización de la información, la tolerancia, la proscripción de toda forma de violencia en el ejercicio político y la estigmatización por pensar diferente.
el tiempo de vida de las emisoras son dos años, prorrogables por 4 años más, luego de funcionar por 6 años su existencia empieza a difuminarse, entonces el “Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -MINTIC, a partir del concepto de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI), podrá prorrogar las licencias de interés público clase “C” hasta por cuatro años más, en las mismas condiciones en que venían funcionando”. De esta manera lo único que puede “blindar” la existencia de vida a mediana y largo plazo de las emisoras de paz es garantizar el cumplimiento de los acuerdos paz, poniéndolos en marcha, llevándolos a la práctica, con recursos y el apoyo decidido del gobierno de turno, pues, si bien es cierto fueron firmados por Juan Manuel Santos, la responsabilidad trasciende a su gobierno al tratarse de un compromiso del Estado Colombiano, representado por Santos en su momento, sí en definitiva estos acuerdos se “hacen trizas” o se desvirtúan y desdibujando en sus alcances, la sociedad colombiana habrá perdido una vez más, en este caso sepultando los PDTs y las emisoras de paz.
Sin duda alguna, San Jacinto es un centro cultural, artesanal, folclórico, musical, con una vocación agrícola arraigada, con capacidades y agenciamientos innatos muchas veces desconocidas o subvalorados por nativos y forasteros de todas las latitudes, se trata entonces de un pueblo trabajador, emprendedor, resiliente, con el coraje suficiente para persistir en las luchas simbólicas y materiales por anidar en su territorio una paz Esta última condición es muy estable, justa y duradera. Ha llegado un aliado invaluable relevante, dado que en principio
28
Ensayos y Ponencias
Qalam: A propósito del escribiente Bartleby en Giorgio Agamben A lo que da lugar Agamben, al referirse a Aristóteles como el filósofo que alimenta su propia pluma con la tinta del pensamiento, en la imagen del escriba de la naturaleza. “La tinta, las gotas de oscuridad con las cuales escribe el pensamiento, son el pensamiento mismo”. Escrito por: José Cruzado De La Vega
El siguiente escrito es un análisis del ensayo de Giorgio Agamben, Bartleby o de la contingencia; el texto en mención consta de tres apartados, en los que Agamben desarrolla, plantea, expone, presenta, la tesis del cuento Bartleby el Escribiente de Herman Melville. El primer apartado es: El escriba o de la creación, el segundo, La fórmula o de la potencia, y el tercero, El experimento o de la descreación. Agamben, en las primeras líneas cita el libro de la Escala, para con ello introducirnos en el primer apartado del ensayo. El escriba o de la creación, nos muestra a Bartleby, personaje central del cuento de Melville, presentado por Agamben en un conjunto de analogías de personajes, de las letras, en pluriverso de plumas, tintas y un variado algo para escribir. Ese algo puede ser (tablas, papiros, cera, papel, etc.); a Bartleby lo acompaña en ese pluliverso la filosofía; existe la posibilidad que, de esta, la filosofía “se cifre la figura que se limite a trazar” (Cf. Agamben, Pág. 96) es decir, la disyuntiva de Bartleby entre el no querer y el hacer.
29
Que se refiere a la potencia o al pensamiento en potencia, y que Aristóteles, compara con una tablilla de escritura en la cual aún no hay escrito nada. Por ello y con el cuidado de precisar que el pensamiento (nous) carece de otra naturaleza que no sea la de estar en potencia y, antes de pensar, no es nada actualmente en absoluto. Es decir que la mente es “un ser puramente en potencia y es representada por ello en Aristóteles, como la imagen de la tablilla de escribir en la que aún no hay nada escrito sirve justamente para representar el modo de la existencia de la pura potencia. Toda potencia de ser o de hacer algo es siempre, de hecho, para Aristóteles, al mismo tiempo potencia de no ser o no hacer, pues de otro modo la potencia se trascendería siempre en el acto y se confundiría con él” (Agamben 2011. Pág 98-99).
de Aristóteles, “como problema o asunto del entendimiento pasivo en relación al entendimiento agente o poético, que concibe la creación del mundo como acto de entendimiento divino que se piensa así mismo […] Todo acto de creación es un acto de inteligencia y viceversa: todo acto de inteligencia es un acto de creación, da lugar a algo. […] En la tradición árabe la creación fue asimilada a un acto de escritura, y el entendimiento agente que ilumina al pasivo hace pasar al acto identificándose por ello con un ángel llamado pluma (Qualam)” (Cf. Agamben 2011) En concordancia con lo anterior podemos decir que, en el proceso de la creación, la potencia del acto de la creación se representa como enlace entre el descenso del ser en potencia hacia el atributo, la extensión del atributo hasta el acto y el descenso desde el acto hasta la manifestación. Como lo muestra Agamben, en el grafema que recrea en el ensayo.
La creación como acto en potencia fija la creación como acto divino, que desciende de dios hacia un despeñadero, que es su propia “potencia e impotencia” el de su propio Tal confusión como la presentada “poder y poder no”; surgiendo las por el abogado que contrato a cosas de la nada y aniquilando Bartleby, el día que enfrento por la nada. vez primera esa suave y firme voz diciendo – Preferiría no Lugar común de los tres grandes defender la hacerlo. Dando lugar al acto del monoteísmos creación del mundo a partir entendimiento. de la nada, aunque la nada El acto de entendimiento siempre parezca algo, un algo distingue Agamben refiriéndose muy especial. Como las tablas, a la lectura de Avicena que hizo papiros, y hojas en blanco que
Ensayos y Ponencias
representan ese algo que no contienen nada para el escriba. La fórmula o de la potencia, es la constelación filosófica a la que pertenece Bartleby, según afirma Agamben. Su tema dominante no es lo que se puede, sino lo que se quiere o se debe. Esto es lo que el abogado no deja de recordar a Bartleby. Aun cuando Bartleby, reitera su voz suave y firme, - Preferiría no hacerlo; sin embargo, el abogado intenta entender lo que le manifiesta el escribirte. El acto de manifestación de la voluntad, no es la potencia, ni la impotencia la necesidad, aunque se crea que la voluntad tiene algún poder sobre la potencia, que mera ilusión perpetua de la moral. Querer quererlo, sin la fuerza para poder, a eso se reduce el preferiría no hacerlo de Bartleby. Destruye toda posibilidad de construir una relación entre el poder y el querer. Ahí es donde se encuentra la fórmula de la potencia.
que aquello) lo que llamaban los escépticos la suspensión, la cual consiste en mantenerse a medio camino entre la aceptación y el rechazo, entre el poner y el quitar. Morfológicamente a la que posee el escribiente Bartleby. El escéptico desplaza el lenguaje desde el registro de la proposición, que predica algo de algo, al del anuncio, que no predica nada de nada. Manteniéndose en la epoché del “no más que”. El lenguaje se convierte en ángel del fenómeno (Qualam). Entre la afirmación y la negación, la fórmula que Bartleby repite no predica nada de nada y termina por aniquilarse. Entre el ser y la nada desde una potencia pura de soportar el “no más que” es la prueba de la fórmula de Bartleby. Con ello se prepara un experimento que libera del principio de la razón tanto el ser como el no ser. El experimento o de la descreación, “quien se aventura en este experimento no arriesga tanto la verdad de su enunciado como su propio modo de existir” (Agamben 2011Pag120). Porque los experimentos no se utilizan únicamente en la ciencia, sino también en la poesía y en el pensamiento. Pero estos últimos no apuntan la verdad o la falsedad, son experimentos sin verdad, porque en ellos no se trata de la verdad. El experimento de Bartleby es un experimento de contingencia absoluta.
La fórmula desconecta las palabras y las cosas, las palabras y las acciones, pero también los actos lingüísticos de habla. ¿De dónde procede la fórmula? Se dice que de un pasaje de una carta de Melville (autor de Bartleby) a Howthorne (novelista estadounidense) en la que aquel hace un elogio del no contra el sí. Bartleby, no consiste, pero tampoco se La experiencia del poder ser limita a negar. algo verdad y al mismo tiempo no verdad. Si nadie puede soñar En la historia de la cultura con verificar la fórmula del occidental la fórmula se registra escribiente, lo contingente que en la obra de Diógenes Lacerío las puede ser o no ser coincide con vidas de los filósofos, se trata del el espacio de la libertad humana. ou mállon “epoché” (no esto más Basado en dos principios, el
30
principio de irrevocabilidad del pasado nadie decide acerca de lo que ha sido, sino únicamente sobre lo posible y lo futuro. Y el principio de necesidad condicionada, que limita la fuerza de la contingencia con respecto al ser en acto. Y Aristóteles lo expresa con estas palabras: “es necesario que aquello que es, mientras es, sea, y que lo que no es, mientras no es, no sea”. El -Preferiría no hacerlo- es el recuerdo de lo que no ha sucedido, el recuerdo no es ni lo ocurrido ni lo no ocurrido, sino su potenciamiento de volver a ser posible, reconducido a la potencia. La voluntad de potencia es en verdad, voluntad de voluntad, acto eternamente repetido. Bartleby, en su frase - Preferiría no hacerlo, asume un acto de resistencia frente al no querer hacer frente al hacer, derivado de la voluntad del abogado que lo contrata, en ese negarse. Agamben en el ensayo da los trazos de la posibilidad de crear con la fórmula de la potencia de Bartleby en la forma de expresar con las nociones de la experiencia no científica se encuentra con una criatura humana que se pertenece en libertad de una fuerza de potencia que se fundamenta en el escepticismo.
Ensayos y Ponencias
La poesía de José Ramón Mercado, instrumento de indagación de la dinámica familiar montemariana (fragmento)
Escrito por: Miriam Castillo Mendoza
Sobre la poesía de José Ramón Mercado Romero se han expresado muchos autores. Esta ponencia es una lectura diferente que devela, desde algunos de sus poemas de los libros Pájaro amargo y Tratado de la soledad, y a la luz de la Ovejas tabacalera de los años 30-40, la existencia de elementos que desnudan la idiosincrasia de la familia montemariana a través de la relación hombre-mujer, padre-hijo, amo-peón, podersumisión y autoridad-rebeldía, que son minucias de la realidad con un alto grado de estética sin humor y sin acartonamiento que conmueve. El ensayo se soporta en tres preguntas centrales: ¿Cómo era y cómo funcionaba la estructura socio familiar de Montes de María?, ¿qué elementos de los poemas pueden servir para reconfigurar el mapa de prácticas tradicionales de esa región? y ¿cuál es la importancia de estudiar desde un poemario la estructura de la familia de Montes de María?, y tiene como punto de partida el expresionismo, vanguardia que plasmó a la muchedumbre alienada de la ciudad, en este caso extrapolado al ambiente pueblerino por el alto grado
31
de detalle de la vida cotidiana que tienen los poemas, por la intensidad en la expresión de los sentimientos y las sensaciones que se leen desde el intertexto como una visión trágica y casi absurda pero reveladora del ambiente familiar, y por la descripción de una amplia lista de efectos negativos que los intereses económicos y políticos produjeron en hombres, mujeres y niños, como dolor gota a gota que desató los nudos que aseguraban la tradición. Se ha dicho que José Ramón Mercado convivió con la realidad que desnuda en indicadores conceptuales válidos, precisos, objetivos, fiables y simples en sus poemas. La información que lo nutrió fue de primera mano, dando por cierta la estrecha relación entre el género poético y el estudio de la sociedad: “…La voz que viene a mí la escucho a diario a bocanadas Hay quienes raponean la verdad en la claridad Eso es algo que sucede igual Lo he leído en Ezra Pound en Brecht en Canetti Yo estoy de acuerdo con eso en este terreno Es decir la luz clara de la conciencia…” (Dialéctica) Montes de María era jurisdicción del viejo Bolívar con una extensión de más de tres mil kilómetros cuadrados desde el litoral del mar Caribe en el sur hasta el curso del bajo Magdalena en el norte. Por sus elevaciones menores de relieve erizado fue cordón de la mal llamada “economía del
oro” que incluyó la exportación y comercio interno del tabaco habano, criollo, cubita, sumatra y mompox, y de sombreros de jipijapa o paja toquilla , y del contrabando de armas y la salida de cocaína hacia el exterior. Estos dos últimos propiciaron la coexistencia con su población de grupos irregulares de diferentes bandos y naturaleza. De la conformación de su territorio habla el poeta en los poemas “La masacre de Chengue”, “Los caídos de El Salado”, “Imprecación por los caídos de los Montes de María”, y “El miedo que sembraron en Macayepos” del libro Tratado de la Soledad cuando menciona a Naranjal, Ovejas y Corozal, donde transcurrió su infancia y parte de su juventud. Chengue, El Salado, Martín Alonso, La Sierrita, Pijiguay, Los Palmitos, Canutal, Flor de Monte, San Onofre, Salitral, La Cansona, Chalán, El Carmen, Colosó, San Jacinto, Toluviejo, Don Gabriel, María La Baja, Morroa, San Juan Nepomuceno y Macayepos. La población mayoritaria era indígena zenú y mestiza, tenía condiciones de atraso económico y social, no poseía tierra, era aparcera, y estaba dominada por los terratenientes y dueños del trabajo que impusieron la servidumbre. Los negros, que se encontraban en el limbo jurídico, ocupaban San Onofre, en una de cuyas veredas, Libertad, habían organizado un palenque. El poeta es consciente de su marginación y de su grandeza, y así lo hace sentir en La ronda de la raza:
Ensayos y Ponencias
“…Aquí canto a los hombres que vinieron Bajo el amor del látigo Hediondos a vomitaciones y agonías De huesos de caballo y ojos apaleados…
descripciones minuciosas documentadas con rigor y con pasión, la rutina de cada día que une e identifica pese a las diferencias familiares, que hace historia con el peso y el paso del tiempo y que se mantiene con la desolación y el olvido brutal La labor de recolección, sembrado por la violencia. secado, alisado, clasificación y empaque del tabaco demoraba “Sin huella la duda es mito en la siete meses después de los hojarasca cuales venía el desmonte de Testimonio de olvido los caneyes, la desocupación Tiempo ridículo que relumbra la forzosa, el fiado en las tiendas y oquedad…” el viaje de los hombres y algunas mujeres con sus hijos a buscar En Montes de María el trabajo el jornal en otras regiones, obligaba a los hombres, jefes incluso Venezuela. Esa huida de de hogar, a laborar hasta el la pobreza confirma, tal como lo cansancio. Sus vidas eran plantea Guhl, que la situación angustiosas, desesperanzadas. geográfica, económica y social Era fácil que en esas es un factor fundamental para circunstancias la rabia y la la seguridad social, El poeta amargura se posicionaran en Mercado Romero la evidencia en sus rostros curtidos y que de El fantasma del padre: sus sentires se adueñaran la injusticia y la crueldad. Se “Huimos de la casa al madurar el trataba de campesinos como tiempo judíos errantes en su propia Cuando volvimos fue a enterrar tierra, que con el hacha entre las la voz manos las manos y con dolor del padre” en los pulmones y en la espalda derribaban el monte. No había Ovejas y Carmen de Bolívar eran lugar para caricias a los hijos. los espacios físicos organizados Esas manifestaciones de afecto por la sociedad como paisajes quedaban aplazadas, verdad urbanos “industriales” donde que el poeta devela en Final de la se concentraba lo económico, lo escena paterna: político y lo cultural. Es tácito en el poema que hacia uno de esos “Aquel hombre nunca nos besó la lugares huyeron la madre y los frente en el hijos, ¿pero de qué huyeron? Por recuerdo una parte del hombre, marido Nunca escuché en el eco de su voz y padre, lo que quiere decir que nimbada eran familias nucleares sin El manantial de una frase inasible importar el tipo de unión libre o Que enjugara el torrente de miedo matrimonial; por otra, de lo que De la infancia…” huían todas, de la miseria que las obligaba a buscar mejores También está el machismo, que opciones de vida para ellas y identificó Virginia Gutiérrez los hijos, prole numerosa ya cuando en “Familia y cultura en que la planificación aún no era Colombia” señala que en esta conocida, que a veces repartían, región el afecto era expresión unos con el padre, otros con de mujeres, así como el mismo parientes y otros más con ellas. Berkeley al afirmar que las actuaciones del hombre tenían En el poema “Escepticismo” el una relación directa con los poeta, acercándose a Gutiérrez estímulos del medio. Tríptico del de Pineda, deja ver, mediante amor paterno lo confirma:
32
“El padre Viejo Bocaccio del vino y del amor Todos los días -Casi siempreTuvo el prestigio De ser un hombre cruel y duro” La unión familiar para el trabajo, dibujada como muchas manos masculinas y femeninas unidas para hacer rendir los ingresos y todo el trabajo propio de la actividad desarrollada en el lugar que culminaba con la entrega de lo producido, empacado por bultos, a los corredores o intermediarios de las exportadoras, quedaron plasmadas en Estudio de la soledad y en Los caídos de El Salado, poemas que en medio del pesar que los recorre dejan ver la colectividad como forma de organización social: “…Debí dar numerosos hijos amados Como mi padre tal vez Ya fueran hombres alentados en los surcos Me recordarían seguramente En el barullo de los días…entre la soledad Y el mundo ruinoso de los cachivaches Alguno regresaría a caballo en la tarde Otro cortaría leña para el invierno…” Se reconfirma el valor de su poesía como documento testimonial que puede servir como referente de investigación y de acción ahora cuando en Montes de María se vienen dando procesos de concertación que incluyen restitución y retorno a la tierra, desarrollo rural y comunitario que necesitan de información precisa y confiable que sustente la recuperación de la identidad.
Crónicas y Análisis
Entre Paíto y Llirene que entre el Diablo y escoja
Escrito por: Eduardo García Martínez
El Diablo estaba triste Tenía los ojos chiquitos y miraba hacia el suelo. No eran sus ojos de siempre ni su mirada risueña de otros tiempos. Su eterno sombrero de vueltas reposaba sobre sus rodillas y parecía ausente, un desconocido en su propio cuerpo negro, pequeño y macizo. En su sien izquierda, encima de la oreja, aquel abultado que se tocaba cada cierto tiempo con su mano callosa.
fiestas de todos, ligerito de pies para perseguir la jarana. Ahora, cabizbajo, recordaba. Repasaba la historia de su vida, siempre alegre, aunque la comida escaseara. Aunque no tuviera para regresar de la fiesta en la que había tocado sin descanso, acariciando su tambor. Ese tambor que acurrucaba entre las piernas hasta hacerlo parir lamentos profundos y germinar alegrías, de día, de noche, en la ciudad o en el campo, a la orilla del mar o la montaña profunda. No recuerdo dónde ni cómo conocí a Encarnación Tovar, el tamborero. Pero Encarna era más que un tocador de tambor. Era un hombre que llegaba al corazón. El Diablo también tocaba la gaita, el acordeón, las maracas, y componía. Me dijo que en una de sus piezas hablaba de Llirene, el legendario tamborero en cuyo honor se realiza el Festival Nacional de Gaita de Ovejas.
-Mira lo que tengo- me dijo esa vez, hace veinte años, señalando Encarnación nació en el Palenque aquella zona ahora peligrosa de de San Antonio de Labarcé y allí su anatomía. Después volvió al aprendió los secretos del tambor silencio. y a medírsele a las cosas con artimañas del otro mundo. Un Lo que tenía era su propia muerte tío suyo, a quien seguía a todas asomándose en su cabeza, partes, le enseñó las artes de pensaba. Ahora era un hombre lo imposible: curar desde lejos distinto. Completamente y con rezos las gusaneras del diferente a aquel Diablo ganado, vencer la fatiga con el juguetón que tocaba el tambor pensamiento, identificar las como el más auténtico de sus visitas con días de anticipación, antepasados africanos. El cuero hacerse invisible para confundir bajo sus manos lo sentía como al enemigo. Pero él no tuvo una bendición, la mejor de sus enemigos, solo gente que lo bendiciones. La que tuvo desde quería, muchedumbres que lo pequeño cuando le daba con aplaudían. Desde niño, allá en el ganas al cuero de chivo porque monte, decía que tenía secretos. quería ser como su padre para Cosas que solo él conocía. Tenía alegrar las cumbiambas y andar la fuerza de un mulo, los niños en de arriba abajo metido en las
33
cruz, el encanto de un príncipe negro. -Mi tío sabía cosas y yo tambiénme dijo otro día en el descanso de un toque sin fin a la orilla del mar, en La Boquilla. A lo mejor. Pero nunca pudo vencer a la pobreza que lo golpeó hasta el último día de su existencia. Agobiado por aquel abultado en la cabeza que le consumió la vida. Encarnación era el Diablo porque sabía cosas. Pero lo que más sabia era tocar su tambor. Eso también lo sabía la gente. Los demás que se rendían ante el embrujo de su arte alegre, brioso, certero. Ver a Encarna tocar era un privilegio, en fiestas pequeñas o tarimas grandes. Dónde fuera. Él era el más grande. Aunque a veces no ganara los concursos, que no le gustaban. Se sentía mejor tocando sin ataduras. Suelto. Libre. Sin limitaciones. Del monte trajo su arte y lo paseó por buena parte de la tierra Caribe. Abriéndole paso a una tradición musical que se estaba muriendo. Ayudó a rescatar los aires de la gaita, a sembrarla de nuevo en el pueblo, a sentirla como lo que es: una voz de ancestro, vieja y ceremonial, lenguaje de los primeros habitantes, de los dueños de la tierra de antes. De los que estaban aquí cuando llegaron los de a caballo, con lanza y arcabuz, a realizar el aniquilamiento. Cultor elemental del tambor y de la gaita, el "Diablo" Encarnación Tovar combinó a la perfección los instrumentos de sus etnias mayores, negra e india, para que
Crónicas y Análisis
quienes lo escucharon alguna la boca del vez, fueran felices. desaparecido. Llirene: un golpe de tambor rompe la noche El golpe de un tambor cercano y un lamento profundo que llegaban por encima de la cerca rompieron mi sueño profundo cuando la madrugada se convertía en día. Papá dijo entre las sombras: - Ahí está Llirene otra vez con ese tambor que no deja ni para ir a misa-. Fue la primera vez que escuché aquella palabra: Llirene. Yo había llegado el día anterior desde el internado del colegio distante. Era aún un niño y desde entonces el desconocido tamborero comenzó a poblar mi existencia. Supe que vivía en Callenueva, frente a la casa de Pacho Barreto, a solo treinta metros lineales de la nuestra. Por eso el golpe de sus manos sobre el tambor y su lamento de monte se escuchaban tan nítidos acá en nuestra casa. Bien pronto fui a la vivienda de Llirene acompañado de algunos amigos de infancia. Era de bahareque y palma, estaba detrás de una cerca vieja de caña brava y por todos lados prosperaba la verdolaga. Él estaba sentado en un taburete que reposaba sobre el marco de la puerta, fumaba un grueso tabaco y no había tambor por ninguna parte. Mirábamos por las rendijas de la cerca, pero no entramos. -No demora en tocar- dijo Álvaro, pero pasó un largo rato y no sonó el tambor como nosotros esperábamos. El tabaco en
34
hombre
había llegó más allá de Magangué, donde murió. Pero se volvió mito cuando nació el Festival -Por la noche es fijo que toca- dijo Nacional de Gaita de Ovejas. el Ñoño, pidiéndonos marchar a otro lado. Así fue. Entre oscuro y Su nombre tampoco salió del claro, Llirene comenzó su toque y cubilete. Fue propuesto por el entonces regresamos y pudimos poeta y escritor José Ramón verlo. La puerta de la cerca estaba Mercado y acogido sin reserva abierta y entramos. porque representaba un soporte cierto de una cultura Tocaba solo. No había otros musical que estaba en peligro músicos y parecía no necesitarlos. de desaparecer porque nadie se Acariciaba el tambor, pero le interesaba en ella. imprimía una fuerza repentina que llevaba escondida entre sus Píito dedos, sacándole sonidos cada vez más alegres. Sonreía para sí Setenta años tocando la mismo, disfrutaba sus cantos hembra que parecían venidos de las profundidades del monte. No se A los diez años ya tocaba la supo nunca dónde había nacido gaita. No le fue difícil aprender pero su nombre creció junto porque su padre, Román Silgado, con los toques de su tambor, también tocaba. Sus tíos Israel, enraizados en las calles de Ovejas Malio y Pablo Martínez andaban y en los sitios por donde pasó en la música desde siempre. acompañando a los gaiteros que Pero no se sentía cómodo, algo andaban desparramados por no cuadraba y a los pocos meses esos territorios de olvido. Los que dejó el fitoco a un lado. esculcaron en su vida supieron que también fue peluquero, -Prueba con la hembra- le dijo domador insuperable de caballos el padre y desde hace setenta cerreros, calzador victorioso años no la ha dejado de tocar de gallos finos, destechador de un solo día. Nació en Flamenco, casas viejas, que su muñeca corregimiento de Maríalabaja, pegaba tan duro como la patada donde su madre, Juana Martínez de un mulo y que tomaba ron Berrío, era bullerenguera ñeque con la devoción de un cura reconocida. al disfrutar el vino en los altares. Pero su afán mayor era el tambor. - Por eso yo digo que nací en No había otro oficio que le llenara la música-, dice Sixto Silgado más el alma que el de sacarle Martínez, a quien todos conocen sonidos al cuero estirado sobre como Paíto. Dueño y señor de un la madera hueca, a su tambor sonido característico, asegura alegre, a su hembra, a su gemelo que a lo largo de la vida le ha ido espiritual. No había fiesta buena conociendo todos los secretos a ni toque exitoso si Llirene no su hembra. estaba y él no se hacía rogar para estar en mitad del bullicio. Ese - La hembra ofrece toda la era su mundo. Ese fue su destino. melodía para que el músico la agarre y la disfrute si tiene ganas Llirene no grabó un disco. No y talento-, dice sonriente.
Crónicas y Análisis
Paíto formó el grupo Gaiteros de Punta Brava -islas del Rosario-, con el que se ha paseado por buena parte del Caribe colombiano ofreciendo un apetitoso repertorio musical y cosechando aplausos y premios. Tres de sus ocho hijos, Julián, Daniel y Fredy, hacen parte del conjunto y durante mucho tiempo su tamborero mayor fue el "Diablo" Encarnación Tovar. El festival Francisco Llirene de Ovejas los presentó muchas veces en tarima y el público los recuerda con especial afecto. - Mi música tiene que ver mucho con los sonidos del campo-, dice Paíto. Recuerda la finca de su padre en Los Bellos, cerca de Flamenco, donde los pájaros no dejaban de cantar, las oropéndolas comían plátano maduro a todas horas, las ardillas trepaban por los árboles con total libertad mientras el sonido del viento se volvía música al pasar por entre el follaje. Paíto es músico empírico de ascendencia negra. Esa idiosincrasia afro le permitió darles a sus composiciones, y sobre todo a las notas, una gran fuerza y riqueza melódica. En sus piezas se evidencia su relación directa con la naturaleza, pero sobre todo la forma de vivenciar su interrelación con el entorno social, expresándola con notas y composiciones (Palo alto). De acuerdo con Eliecer Ríos, gaitero y docente musical, la música de gaitas desarrollada por negros tiene una característica bien diferenciada de la elaborada por nativos. Las composiciones musicales nativas, si bien representan experiencias con el entorno, son bastantes sutiles,
35
tienen gran riqueza melódica con notas precisas y claras, al igual que sus composiciones y versos.
Tres negros que enriquecen la gran cultura festiva del territorio Caribe
En las composiciones negras se observa menos claridad en las notas musicales, pero se les imprime gran fuerza en la ejecución, sobre todo el uso seguido de vibratos y floreteos, que le dan a las composiciones una sensación de continuidad sonora permanente. Para esto los ejecutantes requieren mayor capacidad torácica y respiratoria, ya que hay poca posibilidad de respirar entre nota y nota.
Paíto no conoció a Llirene. Parece que tampoco el Diablo lo tuvo nunca ante sus ojos aunque alguna vez me dijo que lo nombra en una de sus composiciones. Los tres son un soporte formidable de la musicalidad gaitera de la región Caribe. Un hipotético encuentro de estos tres personajes habría sido no solo histórico sino insuperable. Imaginen la hembra de Paíto y los toques rabiosos de Llirene y Encarnación: la gaita total. Los tres, uniendo sus talentos montunos, harían brotar la milenaria fuerza de sus ancestros negros, anidada en sus mentes y cuerpos prodigiosos, acostumbrados a la faena exigente y el esfuerzo gozoso.
Al aparecer Paíto le dio a todos los amantes de esta música en Cartagena una nueva posibilidad de ejecución y nuevas fuentes de donde tomar, ya que la única escuela que se traía era la sanjacintera. La gaita paitera ofrecía un reto para todos, debido a que era muy difícil reproducir sus composiciones. La dificultad se presentaba porque la construcción de sus gaitas era diferente a las gaitas sanjacinteras y ovejeras. Las medidas que Paíto utilizaba para hacerles los orificios a sus hembras eran diferentes, su instrumento musical era más largo. Había entonces pocas posibilidades de reproducir sus composiciones, ya que al hacerlo con gaitas con otras medidas los sonidos no correspondían. Paíto tiene hoy ochenta y un años. Sigue viviendo con su familia en islas del Rosario, toca su hembra cada día y maneja aún con destreza el hacha y el machete para sacar madera, oficio que también aprendió de niño en los Montes de María.
Solo la tecnología lo haría posible pero no hay, que se sepa, un registro sonoro de Llirene que produjera el milagro. Paíto y el Diablo sí grabaron, aunque no comercialmente. Juntos ganaron muchos premios en el festival de Ovejas, pero también tocaron sus aires en el Carnaval de Barranquilla, las fiestas de noviembre en Cartagena y otras muchas en los Montes de María. Cuando el sol declina en el archipiélago, Paíto toma su hembra y hace un toque en honor del Diablo, para él, el tamborero más completo que ha parido el Caribe.
Crónicas y Análisis
Del paro del 14 de septiembre de 1977 a las protestas populares de 9 y 10 de septiembre de 2020 Este artículo hace parte del libro undécimo de mis memorias. Rememora el Paro Cívico Nacional del 14 de septiembre de 1977 y lo enlaza con las jornadas de protesta desencadenadas por el asesinato del señor Javier Humberto Ordóñez Bermúdez en el Centro de Atención Inmediata (CAI) del barrio Villaluz, Localidad de Engativá, en las horas de la madrugada del día 9 de septiembre de 2020, exactamente 43 años después. Por ese tiempo era presidente de la República Alfonso López Michelsen y gerente de la Empresa de Acueductos de Bogotá el doctor Iván Duque Gómez. El año anterior, 1º de agosto de 1977, había nacido un hermoso y mofletudo bebé, bautizado como Iván, quien al momento del Paro recién había cumplido el año de vida extrauterina. Cuarenta y tres años después, el hijo debe vérselas con un movimiento masivo de protestas escalonadas desde el comienzo de su mandato hasta este día de gracia del 31 de octubre de 2020, Noche de Walpurgis.
Escrito por: Carlos Martínez Mendoza
Arturo Alape (Carlos Arturo Ruiz) puso en limpio centenares de testimonios de pobladores de los barrios periféricos, activistas políticos y dirigentes sindicales en los meses siguientes al 14 de septiembre de 1977. Ante mis ojos tengo Un día de septiembre: Testimonios del Paro Cívico, 1977; es un libro humilde, de unas 160 páginas, con algunos registros fotográficos y recortes de prensa referidos al paro. Fue publicado por Editorial Armadillo en 1980. El autor agradece especialmente a los testigos, “quienes con su experiencia y su extraordinaria voluntad de colaboración hicieron posible este libro.” Agradece, naturalmente, a las Centrales Obreras, a la Central Nacional Provivienda, a Faustino Galindo, líder obrero y concejal, a Leónidas Arango y a Ricardo Díaz, autor de la cronología. Como el mismo Alape es quizá probable que la mayoría de quienes aportaron sus testimonios hayan fallecido. Por ello mismo leer este libro es una especie de diálogo con los que no están, pero que lucharon para que este mundo fuera menos peor.
36
Quiero comenzar por el final, por citar algunos apartes de la extensa entrevista que los generales Abraham Varón Valencia, ministro de Guerra, y Luis Carlos Camacho Leyva, comandante de las Fuerzas Armadas y meses después ministro de Guerra de Turbay Ayala, concedieron a Caracol en el programa Cinco reporteros y el personaje de la semana, y que publicara el periódico conservador El Siglo el 19 de septiembre de 1977. Me llama la atención esta declaración de Varón Valencia: “Las razones de que se hubieran presentado actos de clásico estilo subversivo son fácilmente determinables, dadas las condiciones mismas de la situación.Enefecto,esbiensabido que elementos de extrema y anarquistas aprovechan toda clase de manifestaciones, así sean pacíficas, para explotarlas en beneficio de sus propósitos y de su malsana intención de destruir la paz y la tranquilidad social. Debe aclararse […] que la ciudadanía estuvo dispuesta en todo momento a cooperar con la fuerza pública, en todo el territorio nacional, y que si en Bogotá se impidió la labor correspondiente de los trabajadores y empleados no fue porque estas gentes estuvieran de acuerdo con el paro, sino, precisamente, porque quienes lo dirigieron, conociendo
el fracaso a que se abocaban, acudieron a la consigna de la tachuela y la grapa para impedir el movimiento del transporte y causar con ello a la ciudadanía tropiezos y forzarla al paro, que las gentes no consideraron ni lógico, ni necesario, ni importante realizar” (página 153). Estas mismas palabras ya se habían dicho y repetido miles de veces antes del 14 de septiembre de 1977 y se seguirían diciendo en el cuatrienio siguiente, signado por la represión y el uso indiscriminado de la tortura para someter a los “subversivos” y obtener confesiones. Se repetirían sin variaciones en los 43 años siguientes hasta este amanecer del 31 de octubre de 2020. Debe tenerse en cuenta que desde dos años antes el Movimiento 19 de Abril (M-19) estaba tomándose la escena urbana y gozaba de fuerte simpatía en los sectores populares; asimismo la militancia de la JUCO (Juventud Comunista) y el Partido Comunista, los emeles y los elenos, amén de una decena de grupos trotskistas y socialistas, desarrollaban trabajo político en los barrios populares escenarios de la protesta más radical. El MOIR vio los toros desde la barrera y los camilistas —Dios y el padre Camilo los perdonen— estuvieron en el bando contrario.
Crónicas y Análisis
Las formas de lucha, los expedientes para sabotear el libre flujo del transporte urbano, de crear desorden, poco han variado desde el movimiento cartista en Inglaterra y las luchas obreras en el París de mediados del siglo XIX hasta la Comuna de París en 1871; las barricadas, la candela, el tumulto, el mitin, la toma masiva de una plaza, de una avenida, etc., siguen siendo tan válidos y actualizados como hace doscientos años. A lo anterior se ha agregado el uso de la tachuela, las bombas de explosión e incendiaria — recurso privilegiado de los populistas eslavos—, el uso de las canicas para crear accidentes entre la policía montada, las papas-bomba, y siempre y en todas partes el grafiti, la voz, el canto, el himno, la consigna en pareados no siempre creativa, la risa, el sarcasmo, la befa, el apodo al gobernante de turno, la caricatura, la “chapola” u octavilla… Los manifestantes populares, los obreros que aún quedan, los estudiantes universitarios y de bachillerato, los desempleados, los ñeros, las prostitutas, los habitantes de calle y los vendedores ambulantes no disponen de armas, ni de uniformes y armaduras, ni mascarillas antigases ni porras de goma ni gas pimienta ni escopetas calibre 12, ni de fusiles ni bombas lacrimógenas, ni mangueras de alta presión… El arma privilegiada, humilde, pero sagrada desde que David abatió al gigante Goliat en el valle del Ela es la piedra, que bien pueden ser lisas y tomadas del arroyo o cobradas a la calle y al andén. Con la piedra manifestamos nuestra piedra, nuestra rabia, nuestro íntimo y sagrado descontento, nuestra frustración y derrota y con la piedra intentamos, con escaso éxito sea dicho, abatir a los
37
agentes del Esmad, un ejército y madres de familia de hoy. de prepotentes y bien entrenados Resulta el mismo y fundado Goliats. temor. David ha sido un pastor corajudo. Libraba a su rebaño En Samuel 17, 1-58 se narra el de los embates de osos y leones, duelo que sostuvieron David y pero nuestros muchachos Goliat. Este era oriundo de Gat sólo han pastoreado novias “y tenía de altura seis codos nocturnas y matado pulgas y un palmo.” Por la versión de o zancudos. Usan zapatillas don Casiodoro Reina y Cipriano chinas y sus brazos y piernas de Valera, sabemos que Goliat tienen la consistencia de tallos “traía un casco de bronce en su de bambú primaveral o frágiles cabeza, y llevaba una cota de estalactitas y estalagmitas. El malla; y era el peso de la cota joven David es provisto de casco cinco mil siclos de bronce.” Tenía de bronce, coraza y larga espada, en sus piernas grebas de bronce aunque se le dificulta caminar y jabalina del mismo metal por falta de costumbre y por sobre sus hombros. “El asta de ello, juzgándolas un engorro, su lanza era como un rodillo de se deshace de esas prendas y telar y tenía el hierro de su lanza armas incómodas y enfrenta seiscientos siclos de hierro.” al gigante de Gat con sólo su Además gozaba de la ayuda de honda de pastor y cinco piedras un escudero que siempre iba lisas sacadas del arroyo. delante de él. David, hijo de Isaí o Jesé —y este hijo de Obed y Obed Esas mismas piedras, ahora hijo de Rut—, era el menor de sus abolladas pero multiplicadas cuatro hijos y apacentaba las por millones en todos los ovejas de su padre en las afueras escenarios de lucha callejera del de Belén. No había ingresado al planeta Tierra, son con las que SENA y siempre que se presentó nuestros jóvenes heroicos tratan fue una y otra vez frustrado su de herir la frente de los agentes sueño de ser estudiante de la de policía. La lucha, bien se ve, es Universidad Nacional. Saúl, el desigual y tiene visos y trazas de rey dado a ataques frecuentes de verdadera locura y temeridad… ira, no podía confiar en la fuerza Pero yo he creído siempre en los de David, y mucho menos podía seres locos y temerarios, porque creerlo capaz no de derrotar a de ellos es el reino de los cielos. Goliat, sino tan siquiera de hacerle frente. Lo que Saúl le dice a David, Volvamos al libro de Alape… para disuadirlo de enfrentarse a Goliat, es exactamente lo mismo Conviene saber que el Gerente que yo les diría a mis hijos o de la Empresa de Acueductos cualquier madre o padre a sus de Bogotá era, por ese tiempo, respectivos muchachos que se el señor Iván Duque Gómez, aprestan para ir a marchar: “No futbolista en su juventud, podrás tú ir contra aquel filisteo abogado, político liberal para pelear con él; porque tú y periodista, con fama de eres muchacho, y él un hombre tolerante, cordial y buena papa, de guerra desde su juventud.” de cuarenta años al momento Cambiemos la palabra filisteo de estallar el Paro. Cuarenta y por Esmad y el ruego tanto de tres años después, su hijo, Iván Saúl como de nosotros padres Duque Márquez, es el presidente
Crónicas y Análisis
de la República y debe vérselas con un movimiento de protesta cada vez más masivo e in crescendo. Si su padre sólo reporta daños menores en dos de los carros de la empresa que gerencia, el hijo no ha contado con la misma suerte. En estos últimos cuarenta y tres años, las calles de las principales ciudades del país han sido testigos de manifestaciones multitudinarias, siendo su punto más alto el glorioso 21N (21 de noviembre de 2019) y los días siguientes. Mientras esto escribo, sigue su gran marcha a lomo de chivas de colores la minga indígena que viene atravesando media Colombia para arribar, dioses nasa y guambianos mediantes, a la capital del país, en claro y abierto desafío a la represión, a la calumnia, a la muerte. En la Introducción a Un día de septiembre… Alape escribe: “Un día en que se vivió la lucha popular con la intensidad acumulada de veinte años; un día en que estuvieron parados más trabajadores que en el conjunto de los diez años anteriores; un día en que la combatividad e iniciativa de las masas salieron a flote para mostrarse en un solo rostro de odio, por todos los años de frustración que han significado los gobiernos en las últimas décadas; en fin, un día de septiembre que se convirtió en el más importante movimiento urbano desarrollado en Colombia, porque logró la confluencia de experiencias de las luchas obreras, de las luchas de los barrios y de las fuerzas políticas de izquierda, bajo los
38
estímulos de una sola voz: Paro de repudio contra el régimen. Cívico Nacional. Fue el día 14 de Vienen las confrontaciones de septiembre de 1977.” masas contra la fuerza pública. Hierven de furia los barrios como Alape cuenta veinte años desde Ciudad Kennedy, Quirigua, San el movimiento del 10 de mayo de Fernando, La Estrada, Las Ferias, 1957; yo cuento veintinueve años, Fontibón. La población toma pues parto del 9 de abril de 1948 para sus luchas las principales cuando los ciegos aprendieron a arterias, como la Carrera 68, la orientarse entre los escombros Caracas, la Décima, así como y ruinas de una Bogotá ida las poblaciones vecinas de Bosa para siempre, cuando los y Soacha. Miles de hombres, gamines cubrieron sus cuerpos mujeres y niños participan malolientes y estragados con del bloqueo de los accesos abrigos de armiño, y los chicheros viales de entrada a la capital. del contorno de la Plaza de Se improvisan barricadas con Bolívar y los barrios pobres del piedras, con llantas, con los centrooriente y San Victorino se postes de la luz. Esa masa se hartaron de brandy y champaña, agita y se agiganta en acciones cuando Manuel H. Rodríguez y intrépidas, llenas de picardía, Sady González se convirtieron incluso de humor. En los barrios en los primeros fotógrafos surorientales se alcanza el del mundo y los tranvías se clímax después de mediodía; calcinaron ante las miradas llega la noche con el toque de estupefactas de los transeúntes queda, viene el día siguiente y se y los rieles quedaron ociosos sigue combatiendo. A las cinco en espera de la resurrección de la tarde se detiene el tren, se y la mirada asombrada de un inutilizan los durmientes de la joven de nombre Gabriel García carrilera, en los alrededores de Márquez, oriundo de Macondo, Fontibón. La carretera que sale que iba a desempeñar su para Villavicencio es totalmente máquina de escribir. bloqueada. Cayendo las horas de la tarde, la fuerza pública dispara Leamos atentamente este largo segando muchas vidas. Fue una párrafo: jornada en que los imposibles se hicieron posibles, el pueblo de “A las 11 de la mañana, la lucha Bogotá paralizó la ciudad y ésta es por ganar a la población que parecía, en ciertos momentos, sigue dudando entre ir al trabajo abrumada por la soledad de un o sumarse a las actividades del día de domingo.” paro. Es una masa que ya no cree en las promesas del gobierno Como el miércoles 9 de distrital del funcionamiento septiembre de 2020, la Policía normal del transporte. Esa masa Nacional disparó contra los dubitativa no regresa a casa, se manifestantes aprovechando queda en la calle y participa. A las sombras y al amparo de las mediodía, Bogotá es un río de persianas de humo de colores, manifestaciones en sus áreas especialmente desplegadas más populosas, que alojan más para actuar sobre seguro. de tres millones y medio de ¿Cuántos muertos? Alape habitantes. Allí se protagonizan entrega una lista provisoria, con las mayores manifestaciones nombres y apellidos. No simples
Crónicas y Análisis
cifras frías y neutras, porque quienes fueron asesinados en esa jornada portaban un nombre, tenían una vida en las márgenes, trabajaban, soñaban, amaban, buscaban diamantes y gemas en las cunetas y tachos de basura (no había contenedores) y llevaban colgados en el cuello o tatuados en los brazos la estampa de la novia o la Virgen de Chiquinquirá. Eran seres humanos, hombres y mujeres de Colombia, recios trabajadores de la rusa, asiduos jugadores de tejo en los piqueteaderos del barrio y amantes de la chicha de la Perseverancia, la cerveza, el Aguardiente Antioqueño y el Ron Viejo de Caldas; la música ranchera, de carrilera y de carranga, y se embutían de rellena y papas criollas regadas con ají picante macerado y unas polas. Según denuncias de la Asociación Colombiana de Juristas, el Capitán de la FAC (Fuerza Aérea Colombiana), Francisco Perlaza, ordenó disparar a sus soldados contra los habitantes de Atahualpa. Ante el Juez 44, Perlaza manifestó que las órdenes las había recibido del Mayor Hurtado, vía radio, desde la Brigada de Institutos Militares. Alape contabiliza 19 muertos, El Tiempo habla de 18. Son muertos jóvenes, de 10 a 23 años. todos, excepto el señor Luis Alfredo Blanco, de 60, mpactado por un ladrillo en la cabeza, muertos a bala de fusil, de revólver, de pistola Magnum, de carabina. Algunos cadáveres presentan varios impactos de bala, certeros, a corta distancia, siempre dirigidos a matar. Un joven no identificado, cuyo cadáver fue sacado del Hospital San Ignacio por la policía,
39
presentaba cinco impactos de bala en el tórax. Jairo Enrique Espitia, de sólo 14 años de edad, estudiante de primer año de Bachillerato, fue asesinado de un disparo en la garganta cuando se hallaba en la puerta de su casa en el barrio Venecia. Nunca se sabrá el número de muertos y heridos; estos últimos deben mantener en reserva su caso para evitar retaliaciones del Estado. Asimismo, ocurrió el 9 de septiembre de 2020, en horas de la noche, sobre todo en los barrios Verbenal, El Codito, Villaluz, Bosa, Kennedy, Suba, San Cristóbal y el municipio de Soacha. Se habla de 14 asesinatos, todos a bala. De 73 heridos a bala, a golpes de porra, de patadas. Son impactantes las imágenes de los articulados de Transmilenio incendiados por la turba enardecida; las columnas de fuego se elevan haciendo más siniestro y oscuro el cielo bogotano cuando la noche echa raíces en el asfalto calcinado y desde todas las ventanas de los edificios vecinos las gentes se asoman casi en estado de éxtasis. El fuego lo purifica todo, las lenguas rojas suben y crepitan los hierros y las latas calcinadas y todo alrededor huele a gasolina, a pintura y fibra de acrílico quemadas, a aire chamuscado. Es el fin del mundo, el fin del miedo, el comienzo de otra forma de manifestar el odio reprimido, más peligrosa y de cuidado que las anteriores exhibiciones masivas de rabia y descontento. Cada día estas manifestaciones van a ser más enfáticas, más peligrosas, más masivas y más radicales. No quebrarán el Estado, ni siquiera abollarán la maquinaria represiva ni herirán de muerte al Leviatán;
serán jornadas heroicas pero signadas por la derrota, siempre a punto de asaltar el cielo, pero condenadas a caer abruptamente en el infierno. En ello radica su grandeza; porque son manifestaciones de ira de antemano destinadas a fracasar, a ser aplastadas, sofocadas, dispersas… Nadie, por ingenuo que sea, cree que ellas acabarán con la injusticia o el desgobierno; quizá justifiquen la injusticia y el desgobierno. En estos tiempos, los gobernantes se ufanan no de ser queridos por el pueblo, sino de contar con su desaprobación y su odio. Esclavos del fantasma del orden y la armonía, sólo admiten los disturbios para disolverlos, para reprimirlos; sólo admiten la crítica para acallarla, sólo admiten la realidad para negarla. Después de los “desmanes” y la “vandalización” del transporte y los edificios públicos, saben bien que, gracias a la labor represiva, todo retornará a la “normalidad”. Las gentes volverán a sus casas y se guardarán en ellas temerosas de las requisas y los allanamientos; los heridos y contusos buscarán a un tegua o un quiropráctico de confianza que les cure y les ensamble los miembros luxados o fracturados; mañana deberán levantarse como siempre a empujar la piedra y escalar con ella la montaña, como otro Sísifo más. Mientras sube o baja la cuesta, esbozará una sonrisa al recordar cómo ardía el articulado de Transmilenio y el contenedor o como corría el pelotón de policías acosado por la jauría enrabiada. Y este recuerdo y aquella sonrisa serán su victoria.
Crónicas y Análisis
Desesperanza: análisis filosófico de un sentimiento “Filosofar es pensar la propia vida y vivir el propio pensamiento” -Andrea Comte-Sponville
Escrito por: Dayana De La Rosa Carbonell
políticos, pueden desconocer en su mayoría- para qué sirve la filosofía pues –es probable- que nunca se hayan cuestionado su propia vida, y una vida que no es examinada es una vida que no merece ser vivida, parafraseando a Sócrates. Así que, sus afirmaciones sobre las utilidades de la filosofía para salir de los círculos de pobreza obedecen a la más amplia ignorancia de lo que es la filosofía, de su quehacer y de su utilidad. Como es obvio, de enterarse que la filosofía sirve para que los ciudadanos ejerzan la ciudadanía adecuadamente y se ocupen del bien común, entre otras, porque entienden el significado de “bien común”, individuos como muchos de estos dirigentes que no solo nos avergüenzan, sino que están envueltos en corrupción, jamás llegarían al poder.
El quehacer filosófico demanda, además del ejercicio académico, una reflexión y actuación constitutiva de la propia vida. Ese “conócete a ti mismo” nos acompaña en esta actividad desde la antigüedad griega. Sin embargo, en un ejercicio de citación tras citación propias de la dinámica industrializada del conocimiento, la producción científica demanda el respaldo del argumento de autoridad para validar la reflexión filosófica y abandona esa Pues bien, en mi vida, ningún reflexión sobre lo cotidiano. sentimiento, ningún desamor, traición, negativa ante una Por supuesto, vuelvo al propuesta de la cual depende “conócete a ti mismo”; pues mi proyecto de vida, ningún hay un sentimiento que yo abandono, ninguna pérdida, desconocía, por eso solo me jamás me habían generado tropezaba con él en mis lecturas desesperanza. de Nietzsche, por ejemplo; pero esa idea que no es tuya, que no Se preguntarán entonces sientes, que no sufres, sin duda, cómo alguien como yo, para no te interpela, no te trasnocha, los que me conocen, y los no te genera crisis existencial, que no me conocen, alguien no te conlleva a eso que es para nacida del mestizaje propio lo que sirve la filosofía. latinoamericano, que además se siente negra, con una sonrisa A propósito, los dirigentes amplia, con los ojos iluminados
40
como el sol de mi Caribe colombiano, con mi caminar de tormenta tropical, siempre sacando una risa, teniendo siempre un plan “B” por si el plan “A” falla, sin temores de perder, y no porque no perdiera, sino porque “para atrás ni para coger impulso”, termina sintiendo un vacío, una angustia, una desazón jamás sentida, unas lágrimas incontrolables sin desgarro, un sentimiento que ¿cómo podía identificarlo si antes no lo había sentido? De repente, en medio de mi caos, interno, y del caos social del 2 de octubre de 2016, cuando en Colombia se daban los resultados a través de los medios de comunicación que anunciaban la pérdida del “Sí” al acuerdo de paz logrado en La Habana por el gobierno de turno con la guerrilla de las FARC-EP después de 52 años de conflicto armado no internacional, una llamada me aterriza; mi madre me pregunta que “¿qué pienso del resultado?” y le respondo con lágrimas, que no lo sé, no, que solo siento “desesperanza”. Desde entonces, en mis días y mis noches, en mis clases, las preguntas que me asaltan e interpelan para ser respondidas filosóficamente son: ¿qué es la desesperanza? ¿por qué un ser humano la siente? ¿por qué los animales humanos nos desesperanzamos? ¿qué hace que la desesperanza
Crónicas y Análisis
genere tanta y tan incalculable invadieran al pueblo griego. tristeza? Sin embargo, la curiosidad de Pandora fue superior a Por supuesto, la respuesta sus fuerzas y abrió la vasija corta a mis preguntas es: que liberándolo todo. Lo único que yo tenía esperanza. En este caso quedó dentro de la vasija fue el concreto, en que la respuesta espíritu de la esperanza. Esta de los ciudadanos colombianos es la versión más conocida que estaban habilitados para del mito. En otra versión es lo votar respaldaran con su voto contrario, Pandora resguardaba el “Sí” para la terminación en la vasija todos los bienes y al del conflicto armado interno abrirla estos volvieron de dónde con la guerrilla más antigua venían: el Olimpo, quedando del continente, al no ocurrir atrapada la esperanza, único esto, sino que, con una alta consuelo de la humanidad. abstención de voto y una diferencia irrisoria el “No” ganó En el cristianismo, la esperanza en las Urnas y a mí me dejó en aparece como la tabla de la desesperanza. salvación que permite ilusionarse con el futuro Pero, a razón de qué, yo, una próximo, después de la muerte, atea convencida de que los en donde el sinsentido de la valores religiosos monoteístas, vida, el absurdo vivir, el dolor, en especial, el judeo- la angustia y el sufrimiento cristianismo nos tiene sumidos propio de nuestra vida, pasarán en una sociedad enferma, y todo será perfecto. Los leones hoy doblemente enferma y los humanos se abrazarán producto del capitalismo tiernamente y no seremos su basado en el consumo y sus presa. otras lógicas de dominación y homogeneización, podía estar Pero, ¡yo no soy cristiana! por sumida en un sentimiento- qué he de cobijarme en un valor llamado “esperanza”, ese sentimiento que no comparto. mismo asociado a la tradición Desde que elegí el ateísmo cristiana. como forma de vida, tengo por tarea resignificar los valores Lo primero que debo aclarar cristianos que me inculcaron sobre la esperanza es que en mi formación escolar y su registro es anterior en mi familia. Por supuesto, al cristianismo. Aparece como afirma Cassirer, somos en la mitología griega, animales simbólicos, y por más específicamente en el mito resignificación que haga, los de Pandora. Recordemos qué sistemas de símbolos culturales en el mito, a Pandora se le no dejan de estar presente en mi da a guardar una vasija que cotidianidad, de significarme y contiene todos los males de envolverme. la humanidad. Dicha vasija no debía ser abierta para que Y, ¿qué esperaba? Esperaba que no se escaparan los males e aquello que no conozco porque
41
no lo he vivido, como no lo han vivido las generaciones de colombianos nacidos después del bogotazo, se diera. Es decir, que en Colombia pudiera vivirse sin conflicto armado interno. Lo esperaba sin romanticismos. No creo que ese concepto de paz abstracto se materialice alguna vez, eso para mí es claro. Pero si creo en la paz como ausencia de guerra o conflicto armado. Es decir, que mi esperanza estaba puesta en otros. Esperaba que otros entendieran lo que yo. Que con el acuerdo de paz no se solucionaba el hambre y muerte de los niños wayuu, ni la alta tasa de desempleo y de subempleo, el acceso a vivienda digna, medios de transporte seguros y eficaces, acceso a servicios públicos de alta calidad y sin sobre costos. Que, con el acuerdo de paz, solo -como si fuera poca cosa- lográbamos que el 6% de nuestro PIB dejara de irse a la guerra, a las armas, a la industria de la muerte. Que comprendieran que, si no hay conflicto armado, aunque somos líderes en corrupción, se aumentaría los recursos que se le inyectan a salud y educación, por ejemplo. Que más allá del odio y repugnancia por los participantes del conflicto armado entendieran que los del bando “bueno” y “malo” también son colombianos, son personas, tienen familia y, que, por encima de eso, podíamos empezar a convivir sin resolverlo todo a través de las armas. Yo tenía mis esperanzas en otros y no en lo que dependía de mí .
Crónicas y Análisis
Lo que llamaron en ese momento la “plebitusa” me duró varios días, aun cuando había conversado esa semana previa con personas cercanas sobre la posibilidad de que el NO ganara. Todo basado en un análisis de los discursos que se movían en contra del SÍ. Discursos de odio, rencor, no reconciliación, discriminación, exclusión, en fin, este sí que es un largo etcétera.
con la UP, Unión Patriótica, partido político creado después de la dejación y entrega de armas por parte del grupo guerrillero M-19. Que las victimas tuvieran acceso a la verdad, la reparación total y sobre todo, a que la sociedad colombiana en pleno tuviéramos garantías de No repetición.
interpelado filosóficamente. André Comte-Sponville ha dedicado un par de sus trabajos a pensar la desesperanza, como lo hace en el texto “La feliz desesperanza”, publicado originalmente en francés en 1999 y traducido y publicado en español en el 2008.
“Tan solo seremos felices en Por supuesto, con la puesta en proporción a la desesperanza marcha del Acuerdo, nuestra que seremos capaces de sociedad se “polarizó” y se soportar” (26) Mi esperanza, no sabía que radicalizó esta indiferencia se llamaba así eso que sentía sobre lo que ya hemos por ver un país, una sociedad naturalizado y una minoría, nos reconciliándose consigo aterraremos de que esta historia misma, me abandonó con el se repita. resultado del plebiscito. Y ahí aparece la desesperanza. ¿Solución alguna? Sobre el proceso de paz para llegar a ¿Desesperanza en qué? En la ser alguna vez una sociedad en Humanidad que me es próxima, posconflicto, el asunto requiere es decir, en los colombianos de un espacio más amplio. No como sociedad. Aunque la es suficiente con decir que los diferencia fuese mínima, del “No” carecen de criterio, sabía, sé, que el problema no hay que ir más allá y pensar en es la aplicación y ejecución del las necesidades que deben ser acuerdo, no. El presidente (quién resueltas para que se piense sea que ocupe el cargo) tiene en maneras distintas en la facultades constitucionales resolución de conflictos. para ponerlo en marcha, como efectivamente pasó en el gobierno de 2016. Pero, el Y ¿sobre la desesperanza? problema es mayor: Somos Aún no sé. Camino igual que una sociedad acostumbrada al siempre, pero consciente de exterminio de la diferencia. que mi esperanza sobre el provenir de una sociedad como La refrendación del pueblo la colombiana, como Inglaterra aprobando la terminación después del Brexit, como la del conflicto nos ponía como norteamericana con Trump sociedad a ser garantes del presidente, no debe ni puede cumplimiento del mismo, estar puesta en los otros, sino, por parte de todos los en mí y en lo que puedo hacer bandos. Nosotros seríamos a través de la filosofía, de la los encargados de velar pedagogía, de mi vida diaria. porque no se asesinara a los Por supuesto, no soy la única desmovilizados como se hizo a la que la desesperanza a
42
Personajes
Andrés landero: un juglar que aún permanece en la provincia “Dejemos toda intimidación condescendiente y todo falso culto de lo popular; aprendamos a tomar en serio allá arriba aquella existencia sencilla y dura. Solo entonces nos podrá volver a decir algo”. -M. Haidegger.
Nos llenamos cada día de admiración por su capacidad creativa, su profunda elevación para su propia inspiración haciéndolo con sabiduría y maestría, resaltar que este ilustre hombre no pasó de la cartilla número 3 de Alegría de leer. Luego entonces, para ser sabio no se requiere necesariamente llegar a matricularnos y graduarnos en ningunas de las instituciones universitarias de nuestro país o del exterior. Creo que no es necesario. Mientras este hombre humilde lleva en su ser la sabiduría del mundo, otros señoritos de la gran ciudad que asisten a los recintos universitarios o tienen la oportunidad de viajar al extranjero para obtener un título superior (Doctorado) hacen vanos esfuerzos por mostrar sus infundadas sabidurías como sus incoherentes análisis postizos y tristemente prestados. Todo por esa maldita patología crónica de buscar irracionalmente el prestigio y la fama. Hoy 31 de Julio de 1998, en esta hermosa y querendona ciudad de Sincelejo se han reunidos una camada de hombres de una espiritualidad infinita para rendirle un amistoso, tierno y reconocido homenaje a uno de nuestros más insignes juglares de nuestra Costa Caribe. Teníamos que ser nosotros los encargados de este homenaje porque somos los apropiados, especialmente, porque conocemos la idiosincrasia de nosotros mismos, porque somos hijos de este trópico mágico creadores de imágenes impredecibles. Porque somos hombres de la vida y la naturaleza, somos una simbiosis inexplicable, impredecible para sacar de nuestro propio mundo el torrente pretérito de nuestra vida ancestral y llevarla creativamente al presente y aliviar las llagas de nuestro propio ser. Cómo no hacer este homenaje a tan distinguido juglar, a este hombre de esencia buena, fiel al modo de ser de la naturaleza, a las entrañas de la tierra y especialmente su prístina inocencia que ha sido para toda su vida el fuego animador de toda su existencia. En esta dirección el gran poeta de Tolú, Rojas Herazo, nos dice: “Si el ser humano no estuviera elaborando para enfrentar y aprovechar su inocencia, no podría existir, no podría soportar el terrible drama de existir”.
43
En tal sentido quiero significar el valor proteico y único de este juglar que sólo ha estado en este mundo en una permanente convivencia amorosa con la vida y la naturaleza. Como un estoico genuino ha permanecido en convivencia con sus propios hermanos de su provincia y del mundo a través de su seductora música llena de sentimientos, alegrías y dolores. Este bardo de provincia que en toda su larga vida ha llevado un Juan Tenorio en su interior y siempre ha tenido como poder motivante para sus grandes creaciones y conquista musical, a su propia ignorancia. Su ignorancia le ha dado el asombro, y ese asombro le ha hecho brotar sus fantasmas, le ha permitido un acercamiento más íntimo con las musas, la gran fuerza para cantar sus alegrías, sus penas y sus nostalgias. Cantar el drama del ser, cantar el lento morir de la naturaleza y el canto lastimero de extinción de los indefensos animales que soportan y aceptan estoicamente con resignación su propia muerte de manera inevitable. Con tajante poder de conocimiento Rojas Herazo remata diciendo: “Sin la ignorancia no hay creación”.
Personajes
Este extraordinario juglar trashumante de incansable inspiración maravillosa, lucha constantemente por el resto de vida que le queda para sacarle la última molécula de nota musical a su inseparable acordeón a través de sus estados intempestivos del alma y el corazón.
Pero creo que me he desviado de mi propia intencionalidad, de lo que he querido manifestar. No quiero aquí hacer disquisiciones teóricas sobre el vallenato. No quiero hacer exhumaciones de conceptos que han tenido una brillante trayectoria. Sino intentar resaltar la manera como este juglar aún permanece en la Como verdadero juglar canta las provincia sin dejarse seducir por cosas maravillosas y sencillas, a los espejismos de la gran ciudad. los enigmas más simples como Es decir, que no es un juglar el trascendental, el misterio de contaminado de los grandes la vida y la filosofía que puede salones hipócritas de la clase poner en evidencia el sentido social citadina, del humo y la corrupción. común. Estos juglares están en la capacidad de narrar a manera de crónica los amores escondidos de la hija de un prestigioso caporal o el suceso de aquellos hombres de campo que tienen la virtuosidad de enlazar con facilidad un caballo salvaje y en historias de empautos. En sus labios esta la burlita picaresca de la ciencia en favor del curandero del pueblo. Los juglares de música vallenata, como dice García Márquez “eran gente de campo, poetas primitivos que apenas si sabían leer y escribir, y que ignoraban por completo las leyes de la música. Tocaban de oídas el acordeón (...) y las familias encopetadas de la región consideraban que los cantos eran cosas de peones descalzos”. En esa lucha infatigable por la música, por la vocación, parece que hubiese leído y aprendido en los libros de Leonardo aquella sabia sentencia que dice: “Sabiéndote efímero, trabaja como si fueras eterno, y en cuanto a la perfección no te preocupes, porque esa no la alcanzaras nunca”.
44
En el libro Mis Memorias, en la página número 9 expresa Landero lo siguiente: “Mi padre me enseñó los secretos de la agricultura y todavía hoy saco provecho de ellos. Poseo a la entrada de San Jacinto una pequeña Parcela, en donde cultivo la yuca, plátano y donde me refugio casi a diario. Allí a solas hablo con la naturaleza, admiro con mucha atención la grandeza de la creación, y busco el fruto de la tierra que piso. Esta costumbre creo que va a morir conmigo”.
Como podemos observar, fue un hombre apegado a la tierra, a sus costumbres, a su familia, Ha sido siempre Andrés Landero como también llevar un corazón el juglar que aún mantiene vestido de amor e infinita su pureza, su olor típico de amistad. montañas y corrales. Atrapa el poder mágico del paisaje, siente Creo que el amor y la amistad es el misterio arcano que esconde lo que más ha logrado cultivar. Por las entrañas de los Montes de eso expreso con elevada certeza María. En fin un hombre apegado que este juglar de San Jacinto y a su pueblo y a sus costumbres. de la sabana le será imposible dejarse asfaltar, pavimentar y Enamorado de la tierra y con domesticar en los escasos patios sutil delicadeza extrae el fruto de la ciudad despojada de todo el que la naturaleza le tributa sentido del Yo. con su riqueza milenaria. Con un agradecimiento único a la No existe motivo alguno para que naturaleza acepta que ya está nuestros juglares tengan que viejo. Es hora de volver a la tierra. perder del pliegue profundo de su corazón los sentimientos puros Mira el paisaje con extraña de las provincias, y se conviertan nostalgia y admiración. Le dice sus humildes corazones en adoquinadas de a García Usta: “Fíjese lo que es la avenidas luces multicolores para luego música: Las montañas que me inspiraron “La pava congona” terminar lánguidamente en un desaparecieron, pero la canción juglar de cemento. es para siempre”. Estos juglares apegados al Existe una simbiosis extraña y pueblo, a la provincia, están primigenia entre él y la naturaleza. inmersos siempre a homenajear Tanto es así que en la soledad de la la vida, los animales, el amor, el naturaleza y del monte fue donde paisaje y sobre todo a cantar los vigorizó su espectro musical. sucesos del mundo rural con la Con una inocencia de niño repite misma estructura de los cantos que en el monte es donde más anteriores. canciones ha compuesto.
Personajes
En el mundo rural la vida es sencilla y cada canto significa parte de los individuos en particular y en muchos casos lo generaliza.
donde creció. Tanto es así que ese ser se sentirá o se siente sólo en un mundo ajeno y hostil. Esto hace que el ser se repliegue sobre sí mismo e incluso actuar de manera agresiva. De ese La sencillez de la vida campesina modo habrá menos amigos que se refleja en la sencillez de los enemigos. cantos donde se aprecia que no hay “palabras rebuscadas”. Por El desarraigo de provincia es el contrario, todas las palabras fatal para el caso que estamos forman parte del habla común analizando. El provinciano fuera de de los habitantes de la zona o su lugar es una sombra peligrosa para otros, es totalmente una lugar. amenaza. Ha cercenado sus raíces originales y no será fácil que le Con esto quiero decir que es crezcan nuevas raíces. muy difícil que este humilde hombre se desarraigue de su En fin, terminarás como un ser provincia, de ese mundo sencillo marchito y amargado. Lo más y campesino. Sería como sacar peligroso es que pierda la alegría a la fuerza a un esquimal de su y el deseo desaforado de seguir habitad primigenia e instalarlo viviendo. Por eso debemos evitar como empleado público en las lo que le pasó aquel hombre calles de Barranquilla como llamado Cristian, que renegó después de haber muerto del escobita. tedio que sufría en el paraíso. Al De seguro que a este esquimal volver por segunda vez al infierno le llegaría muy pronto la muerte esperando encontrar las bellas y el efecto de desarraigo. Pero atenciones de la primera vez siempre estará Andrés Landero recibió un enorme caldero de con nosotros en la provincia, en agua hirviendo. Al darse cuenta el campo hilvanando sus mitos, Cristian que había sido engañado; soñando, haciendo cálculo para el demonio le respondió con saber recibir las visitas de los sorna infernal: “Infeliz. La primera espíritus que vienen de las vez viniste como turista, ahora montañas y lagunas. Hurga en has venido como emigrante. los recuerdos, el entrañamiento Embrómate”. de seres ausentes tratando de escuchar el llanto del mundo Una bella canción del noroeste entero en su cabeza. Sería muy argentino aconseja: “Tú que extraño ver a un juglar con el puedes, vuélvete”. Vuélvete si síndrome del burócrata de la sigues desarraigado y si aún ciudad. estas a tiempo para rehacer tu vida en el lugar que naciste y te A todas estas, nos viene a criaste. El desarraigo duradero la memoria el concepto de es un tremendo mal sin remedio. desarraigo que es un mal tan grave que sufre el ser humano al En consecuencia, creo que trasplantarse de un país a otro. Andrés Landero, juglar que aún De un pueblo a una ciudad. tenemos con vida y hoy comparte con nosotros, jamás sentirá el El desarraigo implica carencias síndrome de desarraigo porque de raíces afectivas porque se siempre ha estado unido a un ha dejado de pertenecer a los cordón umbilical con la provincia círculos o sistemas sociales en y su mundo de campesinos.
45
El filósofo Martín Heidegger, muy cuestionado en Alemania, tiene un hermoso artículo que se llama ¿Por qué permanecemos en la provincia? En uno de sus apartes nos dice: “La íntima pertenencia del propio trabajo a la selva negra y sus moradores viene de un centenario arraigo Suabo- alemán a la tierra que nada puede remplazar”. Al igual que el juglar, Heidegger expresa: “Al hombre de la ciudad una estadía en el campo, como se dice, a lo más lo “estimula”. Pero la totalidad de mi trabajo está sostenida y guiada por el mundo de estas montañas y sus campesinos”. La soledad citadina no es del todo constructora de profundas imágenes, no tiene esa fuerza poderosa y menos ese gran poder vital. Heidegger en su artículo en referencia nos llama la atención con suma sabiduría: “Pues la auténtica soledad tiene la fuerza primigenia que no nos aísla, sino que arroja la existencia humana total en la extensa vecindad de todas las cosas”. Tanto era el amor, la amistad y la fidelidad sencilla del campesino, de los hombres de provincia que allí en la selva negra alemana iban a visitar al filósofo aquellos campesinos preocupados que no se lo robara algún duende. Así mismo son nuestros hombres de provincia, de nuestro pueblo, de nuestra vereda, son seres definitivamente incondicionales y sin reserva. Basta escuchar en la música de Landero,ellamento,latristezaporla muerte de su gran amigo Eduardo Lora, símbolo paradigmático de la profunda amistad.
Personajes
Recordemos sólo una estrofa de aquella canción sufrida que dice así: Cuando supe la razón Landero si lo lloraba Eduardo en el panteón Se acabó quien me ayudaba
Es el enfrentamiento de la franqueza contra la hipocresía; lo real contra la simulación; la mentira contra la verdad; la naturaleza contra el cemento; las grandes avenidas contra el campo.
Su música es una deuda del mosaico multi-circunstancial de hechos que ha generado la historia de la provincia. Bajo este cielo maravilloso y abrazador de Sincelejo, este bullicio nimbada por la música, de gentes afectuosas, de mujeres de arquitectónicas caderas que se mecen al vaivén de las brisas como las famosas palmeras de Delos y en sus ojos de expresiones apasionadas, se hallan multiplicadas las miradas de Magali. Expreso el valor y el reconocimiento que este excelso juglar se merece. Se lo merece porque ha sido y será siempre unos de los auténticos sabios cantores de nuestra música popular.
Al final termina diciendo Cuando este hombre sencillo el filósofo alemán que "El tiene en su interior el fuego campesino ni quiere ni necesita llameante de la nostalgia, en ningún caso esta exagerada tararea una improvisada amabilidad ciudadana. Lo que tonada a su compadre ausente, ciertamente necesita y quiere es el tacto reservado respecto a su que dice: propio ser y a su independencia”. Cuando Andrés Landero pasa La provincia, el campo y el Siente un guayabo muy grande pueblo, son los ámbitos o Que triste miro la casa suelos nutricios de la amistad, Del poeta Toño Fernández del amor y de la convivencia. Este juglar montañero de Son los mosaicos de simbiosis esencia cósmica, también canta naturales como es el dolor, la Quiero que hoy se deje llevar a los males trágicos del hombre. alegría, el llanto, la voz de aliento de ese sonambulismo de niños para no caer en la infernal y la fraternal despedida ... Entonces se deja escuchar: paila de Manuel Ortega, sino en los corazones de este sencillo En definitiva, el desarraigo es un pueblo de Sincelejo que aman Como llora el guajiro quedar sólo, estar vacío, igual a con pasión ancestral a sus Metido entre la montaña un cascarón humano. Al ver que su pobre cabaña poetas populares que le cantan Quemada por un bandido a la vida, al hombre y a la Podríamos con todo respeto naturaleza. Aquella reminiscencia de citar ejemplos de desarraigo en Heidegger por aquellos algunos personajes: El filósofo Sólo me queda por decirle a campesinos de Alemania que Rafael Carrillo, el novelista Porfirio Andrés, gracias, porque aún lo cuidaban para que no fuera Barba Jacob, y el rey del porro Luis permanece en la provincia. robado por un duende, dice con Carlos Meyer. suma nostalgia: Llegaron a su tierra vacíos, “Tal recuerdo vale sin raíces con toda la pérdida incomparablemente más que el más de su identidad, totalmente hábil “Reportaje” de un periódico despersonificados. Regresaron de circulación mundial sobre mi como un forastero más que llega a nuestro pueblo. pretendida filosofía”. A diario observamos como aquellos hombres – edificios; hombres – avenidas; chorreados de desprecio y corrupción aprendidas en las grandes urbes manifiestan su desapego y displicencia burlona pseudo culta, a la música, a la tierra y al hombre de provincia.
46
Con Landero el desarraigo no tiene operatividad, no tiene dónde nutrirse. Porque este hombre es de la tierra, de los gritos del vaquero, del paisaje, de sus costumbres, de las montañas y apegado al silencio de la naturaleza para solazarse con las musas que tantos triunfos le ha permitido obtener su fama y su gloria.
Escrito por: Manuel Ebratt Doncell
Personajes
Entrevista a Manuel Pachón crear poesía o pintar. Desde la ética, es fundamental para mí expresarme con total honestidad, ser auténtico, huir del efectismo o exhibición vana o vacía. Desde la estética, asumo la búsqueda de una mirada original, me propongo poner en juego la creatividad para vislumbrar, en lo posible, algún misterio y dar pistas o evidencias de él en el poema. Desde lo social, procuro que el poema sea legible; no sé si lo logro, pero siempre huyo de lo hermético y opto por la claridad en beneficio de la comunicación. También me seduce la idea de que mis textos tengan un valor de uso, que el poema sea útil a alguien para algo… y si es para muchos, pues mejor. Aunque esto último depende de los lectores y sus necesidades. Es experto en lingüística, ¿La poesía es elemento para lograr sanar, cambiar y, por qué no, innovar en nuestras neuronas?
Manuel Pachón es un poeta Colombiano. Viste de blanco, se le ve siempre pensativo, es de baja estatura y de gigantes letras. Entrega su alma en cada pincelada que dibuja al destino en sus signos. Docente de nacimiento, poeta por dolor y esperanza. Devoto de la amistad, deja huellas en su devenir por la vida, por la poesía, por la existencia esquiva de la felicidad. Es un poeta, un maestro, un artista plástico y mucho más. Guillermo Luis Nieto Molina: ¿Su poesía cómo la define? ¿Es filosófica?, ¿Nadaista? ¿De vanguardia? ¿Romántica? No sé definir mi propia poesía. Tal vez tenga algo de filosófica porque, en mi caso, la poesía es una forma de pensar y expresar el mundo, no es desahogo o exhibición de sentimientos; por eso mismo no creo que sea romántica, aunque el tema del amor aparece en mi obra con cierta frecuencia. ¿Vanguardista? No creo. ¿Nadaista? De ninguna manera. GLNM: En su experiencia poética, ¿cuál es el fundamento exclusivo para crear? No puedo limitarme a algo exclusivo. Porque hay muchas cosas fundamentales para mí a la hora de
47
Como dije antes, entiendo la poesía como una forma de pensar. Y por ello también como una forma de expresarse y de vivir. Desde el saber lingüístico entiendo que pensamiento y lenguaje van siempre interrelacionados; entonces, sí creo que el hábito de leer poesía, el vivir con ella, en ella, tiene un efecto en el pensamiento y en el modo de relacionarse la persona con los seres y las cosas. Así, y volviendo al tema del valor de uso que pueda tener el poema, creo que la poesía puede acompañar, cuestionar, consolar y, entre otras cosas, sanar. ¿Ejerce su poesía revelación y revolución? Está en mi aspiración estética la revelación de algo en la poesía como en la pintura. No la revelación de algo mío, no la confidencia. Más bien aspiro a que el lector se encuentre en el poema por la revelación de lo humano que haya allí, que vislumbre algo nuevo de sí mismo o de su manera de relacionarse con el entorno, que viva una experiencia estética sorprendente, gratificante o descolocadora…de modo que el texto no lo deje indiferente, sino que ponga en movimiento lo poético que hay en él. En ese mismo sentido entiendo el ejercicio de lo revolucionario en mi poesía (si es que lo hay), porque revolución es movimiento, es cambio, es rechazo de lo caduco, de lo nefasto en pos de lo creativo, de lo nuevo, de lo vital. La revolución social no es responsabilidad del poeta sino de la sociedad y ocurre cuando ella se mueve de lo dañino y de lo injusto hacia la utopía de una comunidad donde sea
Personajes
posible una mejor vida para todos. Pero, como ya lo dije, eso es asunto de la sociedad, de la política y no de la poética. Aunque no me asustaría una poética politizada ni una política poetizada, si esto último fuera posible. ¿Qué es el amor para el poeta Manuel Pachón? El amor es una de las fuerzas más poderosas que mueve a los hombres y a las mujeres. Es tan fuerte que nos puede mover a lo más sublime y a lo más ridículo. Pero como tema profundamente humano y muy complejo, ha sido el favorito de muchos y muy grandes y muy pequeños poetas, desde la antigüedad bíblica, como Salomón, o desde la antigüedad clásica como Safo y Propercio... en un largo listado que pasando por Dante y Shakespeare… llega hasta nuestros días. Pero el amor es un tema muy peligroso para los poetas, pues resulta fácil juntar unas palabras con las que se exprese la admiración por el ser amado, o el deseo o la realización de lo erótico; pero en realidad es muy difícil hacer un buen poema de amor, una obra de arte que sea del interés de una comunidad lectora sin importar el tiempo y no un simple mensaje que sólo interese a un único destinatario en un instante determinado. En ese sentido, creo que una cosa ridícula a la que nos puede llevar el amor, no es tanto a escribir malos versos, sino a publicarlos creyendo que son buenos. Su mejor poema, un consejo para los jóvenes del mundo. No sé cuál pueda ser mi mejor poema. Como dicen las madres “yo los quiero a todos por igual”. Tengo unos favoritos: los poemas “Fénix” y “Epitafio” en mi libro “Rastro de alas”; los poemas “Certeza” y
48
“Quien dijo” incluidos en “Manual de seducción”; pero también “Aviso al asesino” en el libro “Vitrales”… No sé. ¿Un consejo a los jóvenes? ¡Un consejo a los jóvenes! …Que prolonguen su juventud hasta el último día de sus vidas. Que lean mucho para adueñarse del mundo que escrito está, que lean mucha poesía hasta encontrar en sí mismos su esencia humana, que aprendan a no agredir… que, sin importar el oficio o profesión a que se dediquen, le den importancia al arte en sus vidas (danza, pintura, música, escultura…) y que, si son capaces, hagan de su vida una obra de arte… que vivan su vida de tal manera que si tuvieran que vivirla otra vez, bien valiera la pena repetirla igual (nietzscheanamente hablando). Me excedí en el consejo, pero es que soy maestro. Cae la tarde en San Jacinto, el poeta termina su malteada de café, lo espera el vehículo que lo llevará al aeropuerto de Cartagena, allí tomará un avión de regreso a Bogotá, con algo de nostalgia se despide de la Fiesta del pensamiento, pero nos deja sus poemas: Noción de miedo
Futuro El Hallazgo del eslabón perdido mostrará que el hombre tuvo alas. Fábula Dice la luciérnaga a la abeja: -Mi miel es la luz. Confesión Primero fueron botoncitos brotando en mi espalda como capullos, como senos de niña. Pero crecieron, alargándose más allá de lo imaginado. Luego se cubrieron de plumas. Desnudo en el baño del inquilinato he podido acariciar su esplendor, y soñar que si un día las agitara en la calle otros me imitarían reconstruyendo el arte de volar. No son muy grandes, más resulta imposible disimularlas. Por mantenerlas ocultas adquirí el apodo de Jorobado de los barrios de abajo… Pero mejor soportar las burlas y el apodo, y no las tijeras de los guardias.
Cuando veo sus aviones grises portando lanzallamas, escondo los muñones tiznados de mis alas. Quien dijo Quien dijo que no debíamos preocuparnos por pequeñeces, no sabía que en una caja de cerillas caben sesenta incendios.
Escrito por: » Guillermo Nieto Molina
Personajes
Crescencio Salcedo plagió la melodía de "El cafetal"
Los documentos gráficos son de la colaboración de Edgar Caballero Elías investigador musical
El tema original grabado en Discos Fuentes por Guillermo Buitrago y sus muchachos en el año 1947 es de la autoría de Andrés Paz Barros a quien se le reconocieron sus derechos de autor después de tantos años y por investigación que encabezó el también compositor Jorge Villamil Cordovez, músicos, investigadores y coleccionistas.
había reclamado la autoría de su canción el Maestro Andrés Paz Barros, también compositor de la famosa CUMBIA CIENAGUERA, permítanme que la coloque en mayúsculas, porque ese es el himno de nuestra tierra natal y símbolo musical de Colombia ante el mundo entero.
No es el caso de haber nacido como él en este terruño de salitre costanero y reserva histórica de nuestra nación colombiana, sino el abusivo comportamiento de algunos “personajes” que sin el más mínimo recato y sin respetar el esfuerzo, estudio y aporte de otro ciudadano, utilizó como propio un producto que debió producir alergia en su humanidad puesto que no era de su propiedad intelectual lo que estaba presentando al público desinformado e inocente, como si su mente hubiera forjado una melodía que bien sabían en la casa disquera en la que al igual como grabaron el tema original, le prensaron la canción plagiada a Crescencio Salcedo, “El cafetal” con la que logró engañar a muchos, recibir unos emolumentos o regalías que no les eran propias y una popularidad que nunca fue suya porque se vistió con un traje elegante y ajeno como muchos años después y gracias a las indagaciones de coleccionistas, periodistas, músicos, e investigadores le dieron en justicia, la razón única y valedera a quien
49
Y bien sabían Crescencio Salcedo y el propio productor musical cartagenero Antonio Fuentes propietario de la casa disquera que ese tema melódico con el título "Se marchitaron las flores" de la autoría de Andrés Paz Barros se había grabado en Discos Fuentes por Guillermo Buitrago y sus muchachos en el año de 1947, y luego hacia el año de 1950 por el Trío Fonseca del cual hacían parte tres cienagueros: Gustavo Rada Ojito (Tasajera, hecho músico en Ciénaga y con los cienagueros), Ángel Fontanilla, y Efraín González, en un sello distinto y con el título de "Las Margaritas", sin negar al Maestro Andrés Paz su propiedad intelectual merecida y ganada por su prestigio como músico al que ya le habían interpretado sus temas orquestas tan famosas como las de Rafael de Paz, pianista y músico mexicano de reconocidos pergaminos, Eugenio Nobile músico ítalo-argentino de gran éxito en su país y Latinoamérica, agregado su famoso "El Cazador" que grabó la Orquesta Atlántico Jazz Band y "Currimbi" del magnífico sonido de la época con la Orquesta Fuentes de la referenciada empresa radial y discográfica que también fue plagiado años más tarde en un descaro inverosímil, porque si la casa disquera posee sus archivos sonoros y sus catálogos por artista exclusivo, ninguna canción pudiera ser llevada al acetato nuevamente, si no se respetan los derechos de su autor original. ¿O existió algún interés soterrado para refundir o esconder la verdadera identidad del autor de las canciones ya grabadas en esa misma casa prensadora de discos, a pesar de su éxito? Y fue muchos años después, cincuenta para ser más exactos, cuando con el interés demostrado por el doctor Jorge Villamil Cordovez fundador y presidente emérito de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia Sayco, con la colaboración de coleccionistas, compositores, investigadores, periodistas y músicos, se logró hacer justicia con el Maestro Andrés Paz Barros (había fallecido), y establecer que Crescencio Salcedo a quien muchos creyeron sus falsas historias, lo único que le hizo a la versión de "Se marchitaron las flores" grabada en Discos Fuentes por el Jilguero de la Sierra Guillermo Buitrago y sus muchachos, fue apropiarse de la melodía de esa pieza popular y sobre ella montar su letra de "El cafetal" para birlar un trabajo reconocido que
Personajes
yo también me acordaré de tí. El cafetal (Plagio de Crescencio Salcedo) Aunque la gente vive criticando me paso la vida sin pensar en ná pero no sabiendo que yo soy el hombre que tiene un hermoso y lindo cafetal. *Aunque la gente vive criticando que no tengo plata que no tengo ná pero no sabiendo que yo soy el hombre que tiene su vida bien asegurá. *Yo tengo mi cafetal y tú ya no tienes ná. (Bis) *Ese segundo verso con su coro se le asigna al cantante mexicano Tony Camargo que fue uno de los mejores intérpretes de esa versión plagiada de Crescencio Salcedo de la obra del autor Andrés Paz Barros.
jamás pensó Crescencio Salcedo se descubriría y del cual recibió aplausos y dinero inmerecidos por aparecer firmando una obra musical que nunca creó y evitó que su verdadero dueño, Andrés Paz Barros, recibiera lo que merece un artista en cualquiera de las expresiones o actividades del conocimiento y de la sensibilidad de las almas creativas como aporte a la alegría de los pueblos, en este caso con su creación melódica que ha recorrido el mundo entero y que ha disfrutado tanta gente. En un cuadro comparativo de la obra original de "Se marchitaron las flores" del Maestro Andrés Paz Barros (1947) y "El cafetal", de Crescencio Salcedo (1960 aproximadamente)
50
Estas reflexiones y defensa de los derechos del artista se hacen necesarias para evitar que aún en los días que corren se presente el usufructo de obras que le niegan a su verdadero creador la paternidad y beneficios por regalías (por algo se esfuerza el artista), ya sea en música, poesía, pintura o literatura, compartimos con nuestros cuyo respeto sagrado debe lectores los textos o letras que imperar en estas actividades de la acompañaron la melodía del intelectualidad. compositor cienaguero Paz Barros para su mayor ilustración. Se marchitaron las flores (Versión original) Se marchitaron todas las flores y mi cariño también se marchitó. Oye morena acuérdate de mí que yo también me acordaré de tí. Ay ya se han muerto todas mis ovejas y hasta mi burro bayo también se me cardó. Oye morena vámonos de aquí para la finca del compa’e Ramón. Oye morena acuérdate de mí que yo también me acordaré de tí. Oye Juliana acuérdate de mí que
Escrito por: » Delfín Sierra Tejada
Personajes
Adolfo Pacheco, “el hombre del espejo”
¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? Con estos viejos interrogantes comienza una de las últimas composiciones del juglar sanjacintero Adolfo Pacheco Anillo, titulada ‘El hombre del espejo’. ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? Se preguntan. Yo comento La vida pa’l palenquero es un sufrimiento La muerte lo pone alegre y toca el pechiche Y yo como soy cristiano la muerte me pone triste La vieja me trajo al mundo dicharachero y contento... Con esta composición, el autor busca defenderse del hombre del espejo. En su afán por investigar lo desconocido, el hombre siempre está luchando con preguntas como las que Pacheco Anillo hace. Tratando de dar una explicación racional en ese deseo de descifrar enigmas que siempre lo han perturbado y que lo han obligado, muchas veces, a buscar las respuestas en algo más poderoso que él mismo. En su libro Man, God and Magic (El hombre, Dios y la magia) Ivar Lissner expresa: “Maravilla la perseverancia con que el hombre, durante toda su historia, se ha extendido hacia más allá del hombre mismo. Sus energías nunca se han dirigido tan solo a satisfacer las necesidades de la vida. Siempre ha estado investigando, buscando a tientas más allá, aspirando a lo inalcanzable. Este extraño impulso inherente al ser humano es su espiritualidad”. En esta canción, Adolfo, quien se autodefine como un católico más, deja vislumbrar algunas dudas que como hombre espiritual lo desvelan.
51
¿Qué es la gloria? ¿Qué es averno? Cuestiona en otra estrofa de su canción al no saber si al hombre común le espera algún lugar de gozo o de tormento, como recompensa o castigo por sus acciones; después de abandonar esta vida. Un Adolfo Pacheco iluminado por una nueva dimensión espiritual se interroga a sí mismo viendo su imagen reflejada en el espejo, un espejo en el que solamente se refleja el mundo material y en el cual podemos ver las secuelas que el tiempo va dejando en nuestro cuerpo. En ese espejo, a Adolfo le es imposible ver las secuelas que nuestras acciones van dejando en el alma; como sí las veía Dorian Grey en el oculto retrato que le regalara un amigo. Eternos, a donde lleguemos La Iglesia católica, influenciada por la filosofía griega, nos habla de un alma que sobrevive cuando nos llega la muerte y que habitará en algunas regiones etéreas dependiendo de cómo nos hayamos comportado aquí en la tierra. Nos promete que, si nos portamos bien y cumplimos con los mandamientos de la Santa Iglesia, disfrutaremos del paraíso de donde fueron expulsados Adán y Eva. Si, por el contrario, nos portamos muy mal, nos espera un infierno ardiente donde pagaremos con creces por todo el daño que pudiésemos haber ocasionado en vida. Si cometimos pecados que pueden ser perdonados estará el alma en un lugar de purificación: el purgatorio.
Personajes
En oposición al compositor vallenato, que sitúa las almas de sus amigos parranderos en el mismísimo infierno, Adolfo Pacheco imagina que los suyos están en este lugar de tránsito hacia un cielo, del cual los cree merecedores. Andrés Landero, Antonio Fernández y Ramón Vargas aún escuchan y bailan sus cantos en aquel lugar. El casi octogenario compositor --que como el Fausto de Goethe, no se siente tan joven como para correr tras goces livianos, ni tan viejo como para que su cuerpo se encuentre ya exhausto-- se ve en el espejo y siente que cada día que pasa lo acerca más a la realidad de la muerte. Pide que después que llegue ese fatídico día, su cuerpo sea cremado totalmente pero que mientras nos acompaña en esta tierra lo queramos porque, dice de sí mismo: “Soy un man de buena fe”.
Imposible se me hace no relacionar estos versos con las historias acerca de los Kamikaze (viento divino) japoneses durante la segunda Guerra Mundial o con los extremistas islámicos que se han inmolado por defender ciertos ideales religiosos. Por estas contradicciones aparentes con respecto al suicidio, dice que mucha gente no entiende la religión.
Hoy, sus ansias de componer se van a lo infinito, lo intangible y etéreo. Son su motivo de cavilación.
Adolfo Pacheco, consciente de haber cometido algunos pecados, pide al ánima de sus padres difuntos que lo libren de los vicios y que lo cubran con su manto. Se refleja en estos versos a un hombre en busca de redención y perdón; a un hombre de fe.
Casi al final de la canción, Adolfo agradece a quienes lo han acompañado en sus correrías y en su quehacer artístico; pareciera que se estuviera despidiendo. Dios lo mantenga También nos dice que quiere junto a nosotros durante que nadie le guarde luto y que muchos años más, para que le toquen los acordeones y las siga componiendo y cantando gaitas como señal de despedida. canciones que reflejen el sentir No quiere llanto, quiere música, de sus paisanos en esta tierra. quiere alegría. En este pueblo, que se siente orgulloso de que el último Aunque tal vez no coincida juglar vivo de Colombia sea un con los palenqueros, quienes sanjacintero. consideran que la vida es un sufrimiento, comparte con ellos *** el deseo de ser despedido con alegría y jolgorio. La única manera de ganarse un puesto en la historia de la poesía Se infiere, por lo que dice en o de la música es presentando la letra de su canción, que ha un mundo propio, inconfundible. leído acerca de otras religiones Dos o tres líneas bastan para diferentes a las que profesa. identificar al buen escritor y Cuando dice: “Si se mata un diferenciarlo de sus colegas”, terrorista va al paraíso. Si un dijo sobre Adolfo Pacheco el católico lo hace va pa’l infierno”. investigador Ariel Castillo Mier.
52
El maestro, que nació en San Jacinto, Bolívar, el 8 de agosto de 1940, inmortalizó en sus composiciones las etapas de su vida.
Escrito por: Hernan Piemienta Vásquez.
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
Yo, ¡un llanero olvidado!
Escrito por: » Guillermo Nieto Molina
Allí estaba él abandonado a su suerte, archivado al olvido, como historia sin vida, o vida sin historia. Debo anotar que cuando entré al recinto no lo vi, a lo mejor el sol del medio día es también patrocinador del olvido. Cuando lo vi le noté su personalidad imponente, su fuerza indestructible, su coraje. Les confieso que no me equivoqué. Al primer contacto visual recibí una ráfaga de viento en mi rostro: eran los doce quince minutos del medio día en San Jacinto Bolívar, era imposible que la brisa a esa hora soplara tan refrescante; el arrullo de la brisa me susurró al oído.}
—Prosigo —me dijo. —Dale —contesté mentalmente. —Tengo mucha historia por contar, transporté el progreso de esta región, toneladas de ñame, y de tabaco, y ni hablar de la yuca, que hasta en el techo cargué. Pero llegó la violencia, a cada rato dañaban mis pies, --los humanos le llaman llantascolocaban tachuelas y algunos amigos fueron quemados. Por ráfagas de balas murieron muchos humanos, a bordo de algunos amigos que también rodaban por estos lares, creo que casi todos me han olvidado, escucho sus pitos en la distancia, pero no tengo batería para contestarles; por lo menos para que sepan que aquí estoy yo, de pronto pueden hacer algo por mí y lograr la libertad, el tener mis pies (llantas) malas me está torciendo el chasis (alma) se me está volviendo torcida, como el humano que aparece en mi cédula como propietario. Lo acompañé toda la vida recién se graduó de maestro, apenas se pensionó me archivó y se anotó en otra cédula como propietario de un tal Toyota Prado. Qué extraña costumbre de los humanos: te usan te explotan, después te archivan o te apartan al olvido, lo que han hecho conmigo es la misma historia que hacen con sus abuelos y hasta padres.
—Estoy abandonado, pero no vencido, si mis pies no estuviesen en esas condiciones ya no estaría en este lugar, no fui hecho para estar encerrado; rodaría buscando el barro más Telepáticamente en un momento lodoso para divertirme un rato de pausa le pregunté. de este estado de postración y secuestro —¿Porque me cuentas tu historia? La brisa fue más suave en una No me dejó decirle nada, trataba voz muy tenue le escuché. de interrumpir su telepatía transportada por la brisa —He escuchado que este fin mensajera de recuerdos y de de semana se reúnen muchos notas musicales que se añoran. poetas y Escritores en una
53
Fiesta que llaman Fiesta del Pensamiento. Yo desde el año pasado me había prometido romper el silencio y buscar a quien contar mi sentir. —¿Por qué no lo hiciste? — Pregunté. —Nadie se acerca como lo has hecho tú, así harán con sus abuelos y abuelas, viven secuestrados, libres y condenados al olvido Por el micrófono del alto parlantes se escuchó al presentador. “Damos inicio al evento”. En una brisa coqueta justo en el oído, escuché que me decía. —Por lo menos escribe, alguien puede venir a rescatarme y volver a rodar —Prometido —le dije —¿cómo te llamas? —Willy Llanero, nací en el año 1976. —Lo escribiré, ojalá pueda servir y logres tu libertad —le contesté mentalmente.
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
Poetas al costado de la vida
Un regalo del cielo les sirvió y guió en la vida como una luz de bendición que no se apaga.
Escrito por: » León Ojeda Moreno
Tres circunstancias especiales marcan el sendero de los recuerdos con el tío Rodro. Nació el mismo día que nació Olma Teresa, mi madre. Son hermanos gemelos, los últimos hijos de José y María, mis abuelos. Mi padre, Mariano de Jesús, Dejó de existir el 26 de febrero de 2018 y Rodrigo el mismo día, un año después.
El reconocido periodista Jorge Otero Martínez, describió a Rodrigo como “el concertista de la madera” (…) personificación de la bondad arropada en la humildad y el decoro”. A Olma Teresa, por su parte, la Corporación Encuentro Nacional de Declamadores y Poetas de Chinú, en homenaje público con motivo del día internacional de la mujer el 22 de marzo de 1999, le reconoció su labor socio-cultural en beneficio de la comunidad.
Escrito por: » Linda Astwood
Hace casi dos centurias, cuando el mundo era más pequeño y los pueblos empezaban a mezclarse unos con otros, dos niños fueron engendrados en aldeas distantes. En ese entonces, el bien en sus distintas formas habitaba los sueños, y el mal caminaba a sus anchas por los parajes despoblados. Las criaturas, una hembra, hija de una familia indígena, y el otro un varón, hijo de una familia palenque, nacieron con una magnánima belleza, como si hubieran heredado en sus pequeños rostros, la hermosura conjugada de todas las generaciones que les antecedían. En sus rasgos armoniosos, más distintos entre sí, se revelaba el cincel divino.
El y ella me enseñaron que la poesía está en el estilo de vida y en la vida misma, no siempre en los libros. Sin escribir un solo Desde niños, Rodrigo y Olma verso vivieron poéticamente con Teresa buscaron su lugar en el la misma libertad propia de los universo y eligieron su idioma. poetas. El idioma plasmado de una manera sutil y particular en sus Los recuerdos florecen emociones y en sus manos. En inexorablemente desde las telas y la moda ella y en la el costado de estas tres madera y los muebles él. coincidencias. No pasó mucho tiempo para que el diablo se enterara de Mis ojos y mi corazón tienen la las tiernas presencias, bien se certeza de que Rodrigo y Olma sabe que el ángel hermosísimo Teresa han sido poetas de actos es admirador de la beldad. extraordinarios, poetas del día Al conocerlos y descubrir en a día. Sin pluma y sin papel ellos, dos caritas tan preciosas, materializaron su inspiración como disímiles, se despertó y su magia. La poesía se su envidia, ese sentimiento escribe después de haberse perverso causante de los males consumado. de la humanidad. Sin perder tiempo, ordenó a dos de sus Esta tercera coincidencia nada más fieles demonios a que los tiene que ver con el destino asesinaran, y estos partieron de la vida y la muerte. Lo fue, a las respectivas aldeas para el camino que descubrieron a cumplir con el mandato. Al través de juegos infantiles y que
54
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
llegar se encontraron con una sorpresa, Dios había enviado a dos ángeles a custodiar a los infantes, y vigilaban atentos la llegada de cualquier impío. Los frustrados demonios regresaron a contarle lo sucedido a su amo, el cual al enterarse se encolerizó. Durante un mes exigió a los malévolos secuaces completar la tarea, pero no lo lograron, a causa de la presencia inamovible de los ángeles que permanecían al lado de los pequeños. Como la asignación resultó pesada para sus siervos, decidió el mismo hacerse cargo. A la mañana siguiente se despojó de su aspecto de deidad y tomó la forma humana de un cacique indígena, entró a la comarca pasando desapercibido. Llegó a la cabaña de la niña con la excusa de congratular a los progenitores por la bonita criatura. Los padres de la pequeña lo recibieron con enorme respeto, pues que un cacique visitara el hogar de una humilde familia, era un gran honor. En ningún instante descuidó su misión, pese a las amables atenciones que le brindaron en el hogar, y en un breve momento en que los padres no miraban, puso su mano sobre una de las piernecitas de la bebé, y descargó con su palma una energía negra y espesa, que se coló en los músculos de la criatura. Salió de allí y partió rumbo a la aldea palenque convertido en un líder cimarrón, y tal como hizo en la comarca, visitó la humilde casa del bebé, en esta ocasión también fue recibido con amabilidad por la familia, y aprovechando un descuido de los padres, puso uno de
55
sus dedos en la garganta del caminar hasta la entrada de pequeño, y lanzó sobre él una una gruta en donde hallarían maldición que lo dejó sin voz. una planta que crecía entre las rocas. El sueño de ambos Pese a que las transformaciones fue el mismo, con la diferencia, lo debilitaban la sonrisa macabra de que, en el sueño de la joven en su cara daba cuenta de su indígena, el ave le pidió cortar satisfacción. La neonata belleza las flores de la planta y hacerse de los infantes perdería su un tocado, y en el sueño del encanto, cuando en un año, los joven palenque el ave le indicó padres descubrieran que el niño que debía cortar las ramas y no podría pronunciar palabra, y hacerse un sombrero. Ambos, la niña nunca caminaría erguida. al día siguiente se adentraron al monte y regresaron a casa Los años pasaron y el diablo olvidó con los elementos señalados a los pequeños, sin embargo, por el ave, y sin cuestionarse, Dios no, así como tampoco obedecieron las instrucciones olvidó la afronta del perverso. Las que les había dado. inocentes criaturas, crecieron hasta llegar a la edad de veinte La siguiente noche soñaron años, y aunque gozaban de otra vez con el ave, que en esta juventud, sus rostros eran retrato segunda ocasión les ordenó a inequívoco de la tristeza. Ambos que visitaran al caer la tarde, debido a sus carencias fueron el río grande, exactamente constantemente rechazados, en el tramo en donde el agua pues todo aquel que los conocía separaba las aldeas palenque consideraba la belleza de sus e indígena, les señaló que rostros un engaño, al descubrir vistieran de blanco y que usaran sus defectos congénitos. los objetos que habían elaborado con los materiales del arbusto, El palenque fue acostumbrado junto con una antorcha para a usar en su cuello un pañuelo que iluminaran el camino. Les blanco, que sus abuelas untaban tranquilizó explicándoles que, de menjunjes, estas aseguraban no debían temer a la oscuridad, que dentro de la garganta le porque durante el trayecto la habitaba un espíritu maligno, llama no se apagaría. También pero sus padres jamás las les dijo que al llegar al río no escucharon. A la joven indígena estarían solos, allí encontrarían la vistieron desde pequeña con a más personas departiendo faldas largas abundantes de junto al agua. Les dijo también, tela, para que al caminar se que en ese lugar verían a una disimulara su andar ladeado. persona a la cual reconocerían fácilmente, porque tendría en Desde la infancia los jóvenes sus manos un instrumento tuvieron un sueño recurrente, musical. soñaban con un ave imponente de fulgentes alas doradas, que El diablo había olvidado la los divisaba desde la rama de existencia de los jóvenes un árbol, en los sueños, ellos y se hallaba muy distraído cantaban y bailaban felices, y no deambulando los caminos, tenían defectos. Una noche, el ave tentando a aquellos que conversaban en las riberas les habló, y les ordenó adentrarse del río, por eso cuando vio en el monte. Les dijo que debían a un muchacho palenque
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
ensombrerado haciéndose paso entre las ramas, se frotó las manos deseoso de acercarse, se llevó una sorpresa cuando vio de cerca el rostro de aquel joven, pues le pareció familiar, rápido cayó en cuenta de que se trataba del pequeño al que alguna vez le robó la voz, aunque eso no fue motivo para que sus intenciones se desmotivaran. Se escondió detrás de un árbol; junto sus labios y sopló levemente para apagar la antorcha que el negro traía en su mano y dejarlo en la completa obscuridad, sin embargo, la llama no se extinguió, por el contrario, se hizo más brillante, aquello le resultó extraño al diablo así que, en vez de insistir en atormentarlo, se hizo invisible y se quedó muy cerca, caminando junto a él para descubrir el destino de sus pasos. Del otro lado del río, la joven aborigen caminaba con dificultad debido a su pierna, y a larga y tupida falda que usaba, los animales que a esa hora debían estar dormidos, como las coloridas guacamayas y los monos, la observaban muy quietos desde los árboles, embelesados por el exquisito y fuerte aroma que provenía de su tocado de flores. Con esfuerzo logró sortear lo agreste del camino y llegó hasta la orilla del río, en donde un grupo de personas estaban sentadas allí, en pequeños círculos en el suelo con fogatas encendidas, y parecían esperar algo. Ella se acercó a uno de los hombres y le preguntó que hacían allí, y este respondió que estaban esperando su llegada. Desconcertada, interrogó a los demás buscando saber la razón, y le dijeron que, en un sueño, un ave de alas doradas se les había aparecido diciéndoles que esa noche, en las orillas del río una mujer y hombre vestidos de blanco desterrarían al diablo que acosaba los lares del río, y
56
que ellos debían ser los testigos de aquel hecho para contarlo al resto de la comarca. La piel de la muchacha se erizó al escucharlos. Seguido levantó la mirada y allá, del otro lado del río, algo llamó su atención, un joven de piel oscura la miraba con fijeza, llevaba pantalón y camisa blanca, y un pañuelo de igual color anudado al cuello, una antorcha y sobre su cabeza un sombrero de caña flecha. Cuando sus miradas se encontraron, a ambos se les zarandeó el corazón, y sin darse cuenta se otorgaron el uno al otro una sonrisa tranquilizadora. Dejaron de mirarse, al recordar el por qué se encontraban allí, y siguiendo con lo dicho por el ave, empezaron a buscar a la persona que el animal en sueños les había indicado. La joven indígena descubrió a una persona mirándola con dulzura, en sus manos reposaba un tolo, o gaita como le decían los españoles a ese instrumento. Este estaba sentado junto al fuego con expresión apacible y le llamó con la mano. —Esta noche el orden natural que Dios dispuso seguirá su curso, — le dijo el hombre a la muchacha hablándole en su lengua nativa—. recuperarás la belleza con la que naciste y ayudarás a Dios a castigar al diablo.
en su hombro un instrumento ancestral y sagrado que usaban en sus más respetados rituales, esos que sellaban el paso de la vida y la muerte. Se trataba de un tambor hecho de madera y piel de chivo. Se hablaron por medio de miradas, el diablo intentaba furibundo, interpretar la forma en que estos dos se comunicaban, pero no lo lograba. Aquí hay algo raro se dijo para sí, entonces se alejó del muchacho y se internó en el monte para convocar a sus demonios, pues sospechaba que se gestaba algo en su contra. —El tambor va a sonar, una vez la gaita se escuche del otro lado del río, —dijo el hombre al joven palenque—. deberás sostener en tu mano esta antorcha y cuando llegue el momento vas a caminar con el ritmo de los golpes de tambor hacia el agua. Me ahogaré » —pensó el muchacho. —No te ahogarás, porque Dios te sostendrá —le respondió el hombre, aunque él más joven no había pronunciado palabra alguna.
El muchacho al darse cuenta de que aquella persona podía leer su mente supo que no se trataba de alguien de esta tierra, así que, obedeció y se acercó a —Solo tienes que hacer lo que la orilla del río en donde el agua te digo y no dudar en ningún ya le mojaba los pies, y esperó el momento. llamado de la gaita. —¿Cómo voy a hacer eso? — preguntó la muchacha. No cuento con ninguna fortaleza y además soy renga.
En la otra ribera, el muchacho halló al hombre, estaba de pie al lado de una pila de piedras mirando hacia el río. Era muy alto, no recordaba haber visto a alguien de su tamaño, cargaba
La muchacha por su parte no podía creer lo que aquella persona de rostro amable le pedía. —Suelta la antorcha, agarra tu
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
luna, y en él se podían ver los cuerpos armoniosos reflectados, impregnados de la luz naranja del fuego.
malévola estaba dentro de cada uno, así que se convirtió en energía pura e ingresó al cuerpo de los danzantes.
Era culpa del diablo el aumento del caudal del río, también el viento polvoriento que le secaba los ojos a los danzantes, pero La joven dudó en un principio, estos no pararon de bailar, pues pero rápido se llenó de valentía la música tampoco se detenía, y aferrada a la promesa del por el contrario, las notas se extraño, cuando escuchó el elevaban con vigor, llenando el sonido proveniente de la gaita, espacio casi por completo. El empezó lentamente a entrar en espectáculo era tan bello e irreal, el agua. La música generada que los presentes lo catalogaron por el instrumento de viento como un hecho fantástico. no la había escuchado antes, la cadencia del ritmo se ajustaba De repente, un olor a azufre a sus caderas invitándolas invadió el lecho del río, los a moverse, su torso se irguió espectadores se taparon el rostro, por sí solo, otorgándole una pues la pestilencia era tan fuerte postura distinguida, y para su que les ardieron los ojos, sin asombro, su pierna coja no le embargo, la pareja permaneció impidió bailar con sincronía. imperturbable, protegidos por Poco a poco se fue deslizando el potente aroma que emanaba sobre el agua ante sus propios del tocado de flores, que la joven ojos expectantes y los de los indígena llevaba sobre su larga hombres y mujeres asentados cabellera. en la ribera. El maligno y sus secuaces atacaban de manera más Segundos después se escuchó inclemente a cada oportunidad, el tambor, el sonido fuerte y ya que aquella música les conciso retumbó en las piedras estrangulaba la conciencia aledañas, y como si de magia volviéndolos vulnerables, fue se tratara se fusionó con la entonces cuando los bailarines, melodía de la gaita en un ritmo y los testigos vieron decenas de único. Los testigos se rascaban rayos cruzar el cielo, los ruidosos los ojos, ante lo que veían, un truenos intentaban opacar la hombre negro y una mujer música, que solo conseguía ser nativa de indudable belleza, más hermosa. bailaban con una gracia que Una decena de lagartos emergió jamás se había visto. En la de las aguas dispuestos a medida en que se acercaban al devorarlos, pero los jóvenes centro del río, más peligrosa era los esquivaron moviéndose en la proeza, pues las aguas habían círculos, y brindando con esto empezado a moverse con mayor una representación todavía más rapidez, la flama de la antorcha majestuosa. Las aguas violentas, que llevaba el palenque era los truenos, el viento polvoriento, lo único que los iluminaba en los animales salvajes, nada medio de la densa negrura, el los destruía. El diablo entonces agua como un espejo, reflejaba recordó los hechizos que les el cielo nocturno carente de había hecho mientras estaban en la cuna, parte de su esencia
El palenque empezó a ahogarse, en su garganta estaba alojado el maleficio que lo asfixiaba, la muchacha que lo observó impactada, al tiempo también se quejó de dolor, pues su pierna le empezó a quemar, por un momento estuvieron a punto de hundirse, pero los músicos tocaron una nueva tonada, una más sublime todavía que la anterior y al hacerlo, de los instrumentos una miríada de luces semejantes a luciérnagas, salieron en auxilio de los dolientes. Los corpúsculos luminosos se introdujeron por sus oídos y sus bocas, minutos después, sus ropas fueron reflejo de como el mal abandonaba sus cuerpos, el pañuelo blanco que el joven palenque llevaba en el cuello se impregnó de un líquido rojo semejante la sangre, así como la falda de la nativa, y cuando no quedó una fibra blanca en aquellas prendas, el líquido sanguinolento siguió goteando, esparciéndose en el río perdiéndose entre las obscuras aguas. De la boca del palenque surgió un grito enérgico, la voz volvía a él después de años de ausencia, por su parte la muchacha sintió como si de su pierna se hubiera desprendido una enredadera llena de espinas, y pudo por fin moverla por completo.
falda y levántala del suelo, luego extiéndela hacia los lados con los brazos abiertos. Cuando yo empiece a tocar la gaita vas a caminar al son de esta, adentrándote en el río, pero no te hundirás porque Dios te soportará.
57
Al desaparecer el siniestro en las acuosas corrientes, su ejército se debilitó a tal punto que sus cuerpos etéreos empezaron a endurecerse como piedras, haciéndose de esta manera visibles para la muchedumbre, la cual al verlos se alejó espantada. Los cuerpos deformes y horribles
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
en medio de chillidos aterradores se convirtieron en efigies semejantes a gárgolas, y una a una se fueron solidificando en el lecho del río. La música cesó y los danzantes soltaron sus antorchas y se tomaron de las manos, pues tenían miedo de caer al agua, pero eso no sucedió, los músicos flotaron hasta ellos, sus ropas se rasgaron dando paso a unas enormes alas con las que los abrigaron y ante los ojos incrédulos de los testigos, todos desparecieron del agua sin dejar rastro. El cielo empezó a aclarar, y cuando el primer rayo de sol tocó la tierra, las estatuas otrora monstruosas se hicieron polvareda. El palenque y la nativa aparecieron solos en el monte, ambos con los instrumentos en sus manos, él había recuperado el habla y ella ahora podía caminar sin problema alguno, pese a que sus dialectos no eran los mismos, hallaron en la música el puente para enlazar sus vidas, pues con ella les fue devuelto algo que tenían perdido, y además les hizo encontrar el amor verdadero.
Sueños a medias
Escrito por: » Hernan Pimienta Vásquez
Lo felicito compadre, usted es un excelente maestro de obras. La casa quedo estupenda ¡qué mansión ni qué mansión! Esta casa es una belleza, con su amplia sala, su cocina ordenada y equipada, sus tres enormes cuartos, su impecable baño, su fresco quiosco de palma y el inmenso patio del que disponemos. ¿Qué más pediría mi madre? Recuerdo cómo me narraba con amargura lo que nos sucedió cuando apenas tenía yo siete años y vivíamos arrendados en casa de la señora Gamarra. Nos había dejado solos porque estaba en la Notaría haciendo los trámites para la compra de este lote que el señor Adolfo Vargas estaba vendiendo. Decidió tomar el dinero del arriendo para completar el precio del mismo. Carmen, la mayor de mis hermanas quedó encargada de hacernos el almuerzo; nuestro padre no estaba porque trabajaba de jornalero en la finca de los Vásquez y se iba los lunes y regresaba los sábados; eso nos sucedió un jueves, lo sé porque mi madre siempre nos repetía la historia para que no olvidáramos la afrenta.
Desde aquel día, la gaita de los indígenas y el tambor alegre de los palenques se tocan juntos para ahuyentar los males, para enamorar, para espantar el miedo o el desconsuelo, para alegrar la vida y unir los pueblos. Ahora le llaman cumbia a esa rítmica mezcla de la percusión y el viento, y se baila no solo en las riberas de los ríos, sino también en las calles y las plazas, hasta ha traspasado las fronteras. Los más ancianos dicen, que la cumbia es un regalo del cielo, porque que es capaz de hacer cantar a un mudo, e incluso de devolverle el andar a un renco. Como a las once llegaron los
58
cinco hijos de Judith Gamarra y comenzaron a echarnos las cosas para afuera mientras nos gritaban pidiéndonos que se la desalojáramos rápido. Carmen no había comenzado a hacer el almuerzo y no lo haría tampoco. Moisés, el mayor de los hermanos y el más patán, entró al baño en donde me estaba bañando, me cargó y me sacó desnudo para la calle.; no contento con su acción, ya en la calle me arrojó en un charco de aguas negras que se formaba al frente de donde vivíamos. Ningún vecino nos tendió la mano para ayudar, compadre. Nadie hizo ni dijo nada; después preguntan por qué uno es tan resentido. En la calle, hediondo a fango y con hambre me encontró mi madre. Fue la única vez que la vi llorar y Carmen, Julio, Augusto, María, mi hermano menor y yo acabamos llorando también. Ese día juró que nunca más viviríamos arrendados y nos dijo que trabajaría sin descanso para conseguir una casa grande, con un cuarto para cada uno de nosotros —Nunca en su vida le hagan o le pidan un favor a los Gamarra, ustedes no son menos que ellos y además ustedes llevan el apellido de su padre—nos repetía hasta el cansancio. Nos vinimos con nuestras pocas pertenencias para acá. El señor Vargas, quien nos vendió el lote, nos regaló cuatro horcones con los que hicimos un cambuche. Mi agradecimiento a ese viejo será eterno, compadre, por ese viejo hago lo que sea. Era ya casi de noche cuando Carmen improvisó un fogón de leña para hacer la comida. La
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
vieja salía con Julio y Augusto para llegar, de tienda en tienda, a pedir cajas de cartón y llegar a las carpinterías del pueblo a pedir retazos de madera. Los vecinos de este barrio nos tendieron una mano y nos ayudaron a cubrir las ´paredes´ de cartón. Serían las ocho de la noche cuando comenzamos a comer, las pocas cosas que poseíamos las acomodamos dentro y tumbados sobre ellas nos dispusimos a dormir.
Entre la sed y la nostalgia —¿Porque el pueblo esta tan solo?, el viejo me miró de pies a cabeza y bostezando me contestó
Escrito por: » Freddy Castro Pérez
No alcanza usted siquiera a imaginar la gran cantidad de A mi pueblo que, en medio del calor hamacas y divisorias que tejió duerme siestas delirantes. mi mamá para lograr su sueño de una casa como la que hoy Moría de sed, miré a mi alrededor, la única compañía en la casa pisan sus pies. era el perrito, que me veía con Han pasado veinte largos años y desespero, su lengua en un aquí estamos, compadre, en este costado del hocico hacía suponer, barrio y con unos vecinos que que también tenía mucha sed, valen oro ¿Y los Gamarra? ¡Qué abrí la nevera, solo encontré dos jarras vacías, me dirigí al patio, importan esos hijueputas! la sed me atormentaba, el perrito ¡Qué tremendos ventanales! me seguía de cerca, abrí el grifo ¡Qué puertas tan resistentes y de del tanque plástico y no salió ni una gota, sudaba a chorros, el buena madera! sol de ese medio día se sentía Está tal cual la soñaba mi madre, muy caliente, hacía un calor y sin embargo mi vieja no está infernal, el suéter empapado en contenta, compadre. ¿Y sabe por sudor se me pegaba al cuerpo, produciéndome una sensación qué? desagradable que me erizaba -Porque todo esto lo mandé la piel, el perrito me miraba a construir con el dinero de implorando por agua, salimos la indemnización por el ‘falso de la casa, el pavimento recién positivo’ en el cual mataron a construido parecía hervir, la incandescente temperatura dos de mis hermanos. hacia ver en su superficie una especie de vapor, un viejo corpulento y calvo dormía en una mecedora bajo un árbol de neem. —Amigo, amigo, lo llamé, se despertó sobresaltado, abriendo sus pequeñísimos ojos rojos, me contestó —¿Qué pasa?, ¿dónde están todos? le pregunté
59
—Salieron hace mucho tiempo a buscar agua para beber, pero estoy seguro que no la encontrarán, ya este sol, secó al mundo, el viejo serró nuevamente los ojos, se recostó al espaldar de la silla y se resignó a dormir. La sed devastadora, me hacía extrañar demasiado un fresco vaso de agua, tragué con esfuerzo, la espesa saliva que me quedaba, me dirigí a la única tienda que vi abierta, estaba sola, miré las vitrinas, no había nada, solo un reguero de envases vacíos que, estaban esparcidos por todo el local, revisé los congeladores, no había nada, busqué ansioso por toda la tienda y no encontré una sola gota de agua, me acordé entonces de la lagunita de donde en mi infancia buscaba el líquido, seguía sudando, el sol era inclemente y la sed aumentaba con el paso del tiempo, el perrito me seguía con nobleza e ingenuidad, una espuma espesa salía de su hocico. Llegamos, pero solo encontramos un playón con grietas muy profundas, con amargura comprobé que el acuífero se había secado hacía ya mucho tiempo, el arroyo, pensé esbozando una esperanzadora sonrisa, el perrito parecía entenderme y caminó delante de mí, señalando el camino de nuestro infortunio, lo vi trotar con sus últimas fuerzas, trabando sus paticas traseras, cuando bajaba la pequeña pendiente que conduce
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
Devenir de la existencia al arroyo, las hojas que todavía le quedaban al viejo caracolí nos sirvieron de refugio ante el embate del sol, que parecía que con la tarde se hacía aún más caliente, un charco con un agua verde y nauseabunda, fue lo único que encontramos en el arroyo. El perrito se aventuró a beber un poco, el sentido de supervivencia no me dejó tomar y preferí morir de sed. Me senté bajo el caracolí, el perrito se echó a mi lado, me quité el suéter empapado de sudor y como última alternativa, lo exprimí en mi boca, el sudor amargo me produjo náuseas, pero mis sentidos se repusieron y pasados unos momentos me levanté. El perrito continuaba echado, no se movió, lo traté de animar empujándolo con la punta del zapato, no respondió. Lo levanté y con tristeza comprobé que estaba muerto, quise llorar pero las inclemencias del verano y los desamores de la juventud, habían acabado con mis lágrimas, - pobre animal-, me dije entonces, colocándolo encima de la hojarasca.
morían de sed, el océano Pacífico y el océano Atlántico, solo eran dos charcas saladas en medio de dos desiertos interminables, el Magdalena, el Cauca, el Amazonas, el Mississippi, el Danubio, el Ganges, el Nilo, el Orinoco, el salto Floriano, el Rin, parecían enormes serpientes heridas transitando en caudales de arenas y piedras, los que antes eran picos nevados, el monte Everest, la montaña Kanchengjunga, la Lhotse, la Makalu, nuestra Sierra nevada, eran solo promontorios gigantes de rocas humeantes encendidas por la luz perpetua del sol, los árboles que se resistían a morir, eran de follaje amarillento y débil, los automóviles en que los mortales presumían con orgullo inmortal, eran solo chatarras oxidadas a lado y lado de las vías.
Tuve entonces la certeza de que las únicas personas vivas en el pueblo eran el viejo que dormía bajo el neem y yo. La tarde llegó tan calurosa como el medio día, pero el sol comenzaba a ocultarse, la soledad me envolvió y entre la sed y la nostalgia, estaba muy seguro que dentro de poco moriría, Salí a hablar El pueblo estaba desértico, el con el viejo, pero este ya dormía viejo continuaba durmiendo una siesta eterna, con el alma y bajo el neem, el sol amainaba el espíritu calcinados por la sed. pero el sopor seguía áspero y asfixiante, entré a la casa, siquiera el ruido de los insectos se sentía, encendí el televisor, las noticias hablaban de una sequía universal, las personas que sobrevivían andaban como zombis, por las calles suplicando a los multimillonarios, que con su poder almacenaron el agua en enormes recipientes y escondidos en sus inalcanzables rascacielos, comían y bebían gozando el poder de sus fortunas. Todo los animales del planeta
60
Escrito por: » Pablo Lautaro
Pueden suponer algunos, se me ocurre pensarlo de este modo, que atado está el destino a las circunstancias de una prestidigitación. Podríamos deducir en vistas de entender origen como inicio o nacimiento. Debemos abordar la hipótesis de que todo lo que es, en algún momento no fue o dejará de serlo. Creo que es necesario situarse en un punto, circunstancia o fricción del cosmos para dar lugar. Visualizar el ciclo en que ese algo se empiece a gestar y venga o llegue. Tal vez podríamos pensar que la nada es un todo y en ese vagar de partículas o materia, silencios o palabras, vida o muerte. Efluir de las futuras creaturas o seres en sentido y característica de quien las genere, las haga manar en morir/nacerse. Le pregunté una vez a un monje en el Tíbet, si creía él, que en sus oraciones cabía la medicina para sanar los males del mundo. No me respondió de inmediato, continuó su aletargado silencio y después de cerrar los ojos y abrirlos mirando en línea fija hacia la montaña, dijo: Es una cuestión de cada ser, las oraciones nos acercan a entender que es solo un camino más para este mundo que está gestándose. En otra oportunidad, consulté a un pastor evangelista en Los Ángeles, si él creía que en sus iglesias se encontraba la cura para los males del mundo y frenar la guerra. No terminaba de hacer las preguntas y comenzó a responderme con un largo discurso proselitista y a tratar de convencerme de que si
Creaciones
(Cuentos y otros relatos)
no me unía a su iglesia no sería salvo, de los males del mundo y de cuando llegara el día del juicio final. No terminé de escucharlo y me retiré para no responderle. Recuerdo también haber conversado con un sacerdote. Me hablaba de la oportunidad que nos proveyó dios padre al entregar a su hijo en la cruz, esa alianza con su pueblo, para darle la oportunidad a aquellos que estaban en falta, para entender que en el perdón y el arrepentimiento radicaba la entrada al paraíso. Cuando le averigüé sobre si en ese perdón existía la posibilidad de que cupieran todos los males del mundo. Silencio. Es un camino y hay muchos. Otro es la oración, pero, por, sobre todo, la conciencia de lo que se hace mal, terminó de decirme. Me retiré con la duda en franco crecimiento. Recorrí el mundo en busca de la respuesta, por años me ha parecido trabajo y tiempo perdido. Pasé por incontables religiones y sectas. Practiqué catolicismo, hinduismo, budismo y más ismos. Yoga, tai chi, kung fu, salsa y capoeira. Me interné en Amazonas, en Khao Yai, la selva de Karnataka, en el Sahara y Atacama. De todo salí ileso. No perdí la utopía ni la paciencia de encontrar la luz que diera respuesta, hasta que una enfermedad me postró por años. En aquel entonces conocí a un poeta, quien había sido hippie, monje, hinduista, yogui y pastor en Nepal. Se había enamorado y desilusionado, recorrido cada rincón del planeta y aseguraba que nadie tenía la respuesta a las cuestiones de fe y solo San Agustín lo había descubierto. Me contó el secreto y me habló de la solución a los males del mundo. Me hizo entender el significado de la muerte para aceptar la vida y me convenció que el remedio es la poesía. Que en la medida que la humanidad lo entienda habrá esperanza. Desde ese día y con todas las secuelas pude volver y ser en la urdimbre de mi poesía, muerte/vida.
61
Delirios, Espejos
Escrito por: » José Mejía Sierra
Nos odian los espejos. Ellos no hablan, se limitan a presenciarnos y se odian a sí mismos por no tener manos con las cuales arrebatarnos nuestros cuerpos; lo comprenden apenas son forjados, cuando despiertan deseando patalear y gritar con agonía; encarcelados en su tormentoso existir. Su vida no podría llamarse vida sino una pausa en el espacio tiempo, pero un espacio tiempo relativo pues sus pensamientos fluyen y reflexionan, mas su estructura física se haya suspendida sempiternamente, ingobernada por decretos o fórmulas metafísicas. Suya es la verdadera juventud eterna, una corporal nubilidad sin fin, no obstante, esta es de lejos su mayor gracia; en realidad es su más grande condena pues, postrados en sótanos o martillados en paredes o almacenados en sarcófagos junto a faraones, podrían aprender mucho del mundo, más mucho resulta poco cuando se vive fuera de los dominios mortales. Así es como su infinita vida la cual podría alcanzar para saberlo
todo, termina reprimida a no saber nada. Entendiéndolo, maldicen entrados en pánico cuando transcurren los primeros años y recaen a la depresión, una contemplativa depresión apenas entienden su inmensurable infortunio. Cada uno siente una chispa esperanzadora cuando perciben su cuerpo deslizarse antes de quebrarse en miles y cientos de pedazos. Esa emoción, convencidos en sus arenosos corazones que por fin habrá llegado el final. Entonces se dan cuenta que un espejo no muere cuando se quiebra ni su consciencia se subdivide, sólo son separados trozos pertenecientes a un único pensamiento indivisible. Los espejos detestan nuestra presencia pues podemos voluntariamente, y en nuestro efímero paso por el mundo, despreciar el saber. Ellos conocen nuestra condena mejor que nosotros pues nuestra condena es no conocerla. Su condena es el poder y no poder al unísono. Nos odian por ser quienes somos y se odian a sí mismos por ser conscientes de quienes son. No se imaginan en sus miríadas meditaciones que ni siquiera nosotros sabemos quiénes somos y, por tanto, jamás buscaremos lo que no sabemos que podemos buscar.
Creaciones (Poemas)
Aviso al asesino No es necesario matar nada, todo se muere solo. Sólo hace falta esperar para ver cómo se destiñe la piel de las cosas. El sol con su voz amarilla susurra sobre el bosque el canto de la destrucción, dice de hojas que caen y se pudren, de viejos árboles que se desploman cortados por el hacha del tiempo.
Las serpentinas de al lado… …pero tú ya no estarás aquí para verlo. Te habrás ido entre hojas podridas, colores desteñidos y apagados susurros de la canción de la vida. Es inútil matar como es inútil suicidarse. Todos se mueren solos. Todo se muere solo.
Es así como un día Fábula hallamos una armadura en el fondo del río Dice la luciérnaga y en su interior un cuerpo a la abeja: humano -Mi miel con su historia de amor, es pero el corazón la luz. y los músculos ya no están, fueron devorados por el agua y Quien dijo los siglos sólo los huesos y el relicario Quien dijo tardarán un poco más en que no debíamos preocuparnos desaparecer. por pequeñeces, Los enemigos, los amigos, no sabía los conocidos y los por conocer que en una caja de cerillas todos caerán rápida o lentamente caben sesenta incendios. abatidos por las balas invisibles del reloj. Si tuvieras la vida suficiente verías caer New York morir de sed la catarata, fundirse el hielo ártico, la vecina partir en su abrigo de cedro. Se cree que renacerán las hojas, habrá nuevos amores con corazón y sangre palpitante, se elevarán otras ciudades colosales tal vez del otro lado de la luna, otra porción de agua caerá por otro precipicio y un mar de hielo se volverá a esculpir, se hará mujer la niña de la casa
62
Escrito por: » Manuel Pachón
Las serpentinas juegan con la brisa y mis pensamientos son tan rápidos como la luz, no había juguetes, solo un cielo enorme, con millones de sueños, ilusiones y esperanzas convertidas en luceros. Todas las noches eran así no había arboles de fantasía, brillantes por la escarcha, ni por la vanidad pero en abril abundaban los árboles con pelotas verdes, a veces muy rojas, no brillaban, pero eran dulces. Las serpentinas juegan con la brisa y mis recuerdos fluyen como la luz, no había villancicos, ni cánticos acompañados de filarmónicas, solo el susurro de los grillos y el falsete angustiado de las chicharras, No había lucecitas artificiales, ni de colores pero había unas intermitentes, que volaban y alumbraban la oscuridad, naturales y auténticas, como las historias de José, Manzanitas las llamaba Silsa, tuve la fortuna de adueñarme de una, que sobrevivió a mis caricias infantiles, Y a su prisión de yuca. Las serpentinas siguen jugando con la brisa mis emociones viajan a través de la luz, no existía papa Noel, ni trineos con renos,
Creaciones (Poemas)
A la mujer ordinaria tampoco pesebres, con animalitos de cerámica ni un cristo bebé de arcilla, pero sí los de verdad, unos burros, dos vacas, un caballo, varios carneros, muchas gallinas y un cerdo, dormían cerca al rancho de paja donde pernoctaban los hijos de José, Jajajajaja, recuerdo que la mula permanecía amarrada al palo de guamas, porque era tan mala que osaba patear a Dios
Escrito por: » Freddy Castro Pérez
Mujer de coraje, a pesar que el mundo pisa tu cabeza una y otra vez. Y cuando en el río tus niños nacían estabas de pie. Después la masacre vino a arrancarte de tu tierra herida Fue cuando dejaste sembrada en la tierra tu lucha por ella. Como una simiente del dolor que grita tu raza fundante, y en tus manos llevas un canto de aves, un jarrón de barro, las fibras del árbol para tus canastos tus ponchos, tus mantas, tus lunas que giran y giran pidiendo a la tierra que en ella renazcas. Puedan las semillas volver a crecer.
Escrito por: » María Dinova Castro
Rastros de sangre No hay camino ni arboleda allá en el pueblo, mi amigo, que no haya sido testigo de un crimen en la vereda, de una huida cuando queda solo la opción de escapar y correr sin descansar por la mísera existencia de allá donde la violencia buscó el modo de acampar. Huele a sangre violentada en el portillo volao, huele a pólvora el ganao que corrió pa´la quebrada. Muere la hoja manchada por la sangre que gotea, muere la hierba guinea cuando su suspiro exhala, otras mueren por las balas que su cuerpo piterea. Caminos intransitables por la espina del terror donde la sagrada flor perdió su aroma agradable. Donde la bala insaciable atravesó el pedregal, también quebró el natural ciclo de vida serena, donde solamente truena la granada criminal. El viento se devolvió al sentir el tiroteo allá en el callo de bleo donde el marrano murió. Allá el paisaje cambió de inmediato, abruptamente, cambió el silencioso ambiente natural de aquellas vidas y la selva malherida cambió también de repente. No hay peñasco en la colina ni árbol en el barranco que no haya servío de blanco a la puntería asesina. En el subsuelo hay mas minas pero minas "quiebra patas" que cultivos de batata,
63
Creaciones (Poemas)
I De los colores maíz, pepino y melones y sólo en sus corazones siembran todo lo que mata. Hay miedo porque se ve cuando el plomo se desliza y la ardilla asustadiza no se sabe adónde fue. Siente miedo el chorrondé en su garita escondido siente miedo del silbido preciso del proyectil que le reventó el atril tiernamente construido. Hay selección en mi suelo para la vida perder y sangre se ve correr en vez de agua al riachuelo hasta Dios llora de duelo al mirar cómo sus hijos olvidan lo que les dijo: "...amaos los unos a otros..." pero han fustigado al potro violento del escondrijo. Pero la naturaleza, sabia como poderosa se recupera orgullosa con la misma fortaleza. El campano se endereza en la parcela de Goyo, ceiba y zarza en el arroyo se funden en un abrazo y al Carreto paso a paso le brotan nuevos cogollos. Vuelve a parir la parcela recostada a la colina y la hueste campesina ve la esperanza que anhela. Hay un olor a panela en las flores del Bongal, un suspiro natural brota del cerro de Maco, y la barba del cariaco anuncia un parto frugal. Donde estalló la granada junto al roble milenario ahora beben los canarios
64
coreando allí sus tonadas. Llegan también en bandadas la corte de los paujiles, después de miles y miles de kilómetros volando llegan garzas anulando la danza de los fusiles. Vuelve el sol a la montaña dando un toque de calor y se levanta la flor orgullosa de la caña. El río San Jacinto baña sus praderas ribereñas, se oye crepitar la leña avivada por el fuego y en el corral brama luego la vaca que el toro preña. Abunda el cisco de antes, volvió la cagá de hormiga y el viejo riachuelo irriga al pasto seco de antes, ahora se alza exuberante la extinta hierba guinea, renace también la enea que permaneció escondida y el nido cobra su vida y feliz se balancea. Ahora brota el alimento del suelo Montemariano y el campesino temprano pisa confiado y contento. Del sembrado su sustento recoge con alegría esa que perdió algún día por bélicos avatares hoy, nacen nuevos cantares de Los Montes de María.
Escrito por: » Cecilio Castellar
Verde agua y azul celeste sus vestidos carmín en los labios y son rosas el resplandor en sus miradas lentifica el tiempo nada más existe Trazan una equis con sus brazos sonríen al brindis el borde de la copa penetra los labios derrama suave su contenido La de ojos azules libera la servilleta de su forma de mariposa retoca los labios a su compañera con delicadeza extrema Una burbuja de luz ilumina la mesa ojos negros se pierden en los azules Como medir el calor cuando sus cuerpos se abrigan y amarradas con sus brazos se pierden en la noche.
II Mueres cuando te olvidan Me despierto ella está a mi lado el abrazo fuerte con delicadeza Le agrada y lo sé Ahora es frágil quizás sonrió leve no se levantará con mi abrazo Extiende su mano y me toca sin mirar una muestra de cariño de decir aquí estoy Hoy prepararé el café ella seguirá en la cama hace frio y continúa cubierta Mientras acomodo sus chanclas dice que no lo deje hervir si espero ella lo preparará no quiero que haga esfuerzos y evito lamentar mi dolor de
Creaciones (Poemas)
Juventud y muerte espalda me ha dicho que no la consienta demasiado Mis atenciones son otra forma de acariciarla Hace días dijo al médico a mis espaldas que se sentía cansada El medico a sus espaldas me dijo “tiene que prepararse para despedirla”.
III Poema con historia Mantuve aturdida llena de esperanza desde ese día que a patadas culatazos manos a tu espalda amarradas con alambre te sacaron de la hamaca Tus sueños quedaron en el suelo junto a las hormigas y otros insectos percibiendo el último calor de tu cuerpo No pude hacer nada al presentir lo peor Cada día de tu ausencia sumé odio en mis oraciones a este dolor de madre Quedó sin domar el potro Azadón y machete junto a las semillas Te he traído flores No vengo sola El amor y la ira me acompañan Dieciséis años de espera para recibir tus huesos en esa caja tan pequeña.
65
Mantuve aturdida llena de esperanza desde ese día que a patadas culatazos manos a tu espalda amarradas con alambre te sacaron de la hamaca Tus sueños quedaron en el suelo junto a las hormigas y otros insectos percibiendo el último calor de tu cuerpo No pude hacer nada al presentir lo peor Cada día de tu ausencia sumé odio en mis oraciones a este dolor de madre Quedó sin domar el potro Azadón y machete junto a las semillas Te he traído flores No vengo sola El amor y la ira me acompañan Dieciséis años de espera para recibir tus huesos en esa caja tan pequeña.
Escrito por: » Anselmo Lambraño
“Llevo años diciendo esta mierda, y cuando alguien lo oía es que iba a morir. No había pensado mucho en lo que significaba, simplemente creía que era un rollo que le soltaba a algún hijo de puta antes de pegarle un tiro, pero esta mañana vi algo que me hizo pensar dos veces. Ahora se me ocurre que tal vez significa que tú eres el hombre malo, y yo el recto, y que el señor 9 mm es el pastor que protege mi recto culo en el valle de la oscuridad. O tal vez tú eres el hombre recto, y yo el pastor, y que este mundo es injusto y egoísta. Me gustaría eso, pero ese rollo no es la verdad. La verdad es que tú eres el débil y yo la tiranía de los hombres malos. Pero me esfuerzo, Ringo, me esfuerzo con toda intensidad por ser el pastor” Por: Samuel L. Jackson. Pulp Fiction (1994)
Era una mañana de cielo rebelde y se sentía el olor a mortaja Había un leve canto luctuoso que se afianzaba extrañamente en la batalla Los fantasmas del mal recorrían las calles con pasiones infames Tiradas en ruinas varias almas que antes gritaban con vigor a la vida iniciaban leves caminos sin regreso Bandadas de pájaros huyeron bajo un negro presagio Una falsa esperanza verde odia la niñez y la mocedad Una sombra negra siempre revoloteo entre el viento y las capas de los árboles En la niebla se ve el arma y el rostro pálidos de los asesinos La muerte danzo entre castañuelas rompiéndose el secreto de lo venidero En la fría y pálida cara de los muertos yace el cadáver de los sueños y el llanto de un futuro en su ocaso precoz Ante la muerte se siente que agoniza la Aurora y se recibe con dolor un ocaso de infortunios Van ellos forzados rumbo a un sueño eterno entre la incertidumbre del dormir y el
Creaciones (Poemas)
I La hoguera soñar Están allí en el suelo a merced de aquel viento negro que les marcó aquel destino trágico, inerte y vacío quedó el reloj de arena Las 13 miradas quedaron perdidas como queriendo retener el infinito, indefensos e inmóviles y sin ninguna lanza de protección La vida se escapó del cuerpo entre un halo de dolor, entre llantos y rabias Solo quedó el despojo de una saga de humanos con sus sueños rotos y el rostro frío de una agonía abrazando la muerte Aún con una bala que recorre asesina la fragilidad de sus cuerpos logran ver con angustia el hambre y el mal que acecha De nada sirve un juez o un confesor sino insistimos en vida a disentir contra la barbarie Se muere con orgullo ante el alto oficio del tirano, pero alegre de saber que la fe oficial se calcina en las llamas Los mataron por ser oráculos renovadores de nuevos mundos y ya los viejos agonizan entre lirios y altares Aún muertos llevan un corazón vociferante que no calla y adentro aleteando las grullas de Ibico 13 flores esplendorosas le fueron rasgadas sus pétalos por balas asesinas y su fragancia sigue allí inmortal Este gobierno con alma de Saturno asesina a sus hijos bajo su desprecio y su cruel ignominia La muerte es un exilio contra el recuerdo, la muerte es el olvido Las sombras oficiales atizan la muerte y más el destierro de la memoria El verbo luchar y resistir se conjugan en las calles y el verbo matar en las oficinas del tirano Trece sombras escapan del cuerpo y siguen su lucha, es en
66
misterio de la vida que la ciencia no imagina Estas muertes torvas nacieron entre las cortinas y ese odio alevoso que se volvió ley en el palacio Ayer fue el episodio más triste y sombrío, la bestia matadora llenó sus colmillos de sangre Se asesinó el crisol de un porvenir y se silenciaron las voces y la memoria entre las falacias y el olvido Sólo nos queda mirar con ojos expectantes el mar inmenso y otear en el horizonte una nueva utopía.... “Los cobardes mueren muchas veces ante su verdadera muerte, los valientes gustan de la muerte una única vez” -William Shakespeare. “La muerte es el comienzo de la inmortalidad” -Maximiliano Robespierre
Escrito por: » Manuel Ebtratt
Esa mujer con la que he soñado toda mi vida: amante, esposa, madre de mis hijos; Esa hija de Dios que también me sueña, que tal vez aún no me conoce y que espera, impaciente, mi llegada; Esa notable mujer de hogar que llora cada día porque el mundo no es como se quiere; Esa frágil paloma, esa mensajera, requiere, necesita de un buen palomo que la invite a levantar el vuelo. Esa mujer sencilla, esa diosa, se muere por conocer lo que será algún día nuestra casa. Esa mujer atenta, esa mártir, vive desconsolada y sufre por mi culpa, sufre y llora por mi ausencia, sufre y se conmueve por mi tardanza. Esa dulce soñadora, esa compañera, tal vez querrá, como yo, vivir amándonos eternamente.
II Balada frente al mar Tan necesaria es nuestra muerte como necesarios el fuego y la filantropía, acaso como lo es también el recuerdo, y la memoria eterna y la palabra. Pero más allá de todas estas cosas estás tú, loba mía, más necesaria que todo: para esta alma que se consuela en tus dones, para este cuerpo que se destroza solo. Estás tú, semejante a ti misma, única e irrepetible en el centro del día, liviana y fuerte en el confín de la
Creaciones (Poemas)
noche. Siempre estás ahí, desnuda, esperándome, como una cosa grande, sin tiempo, de bruces, frente al mar solitario.
III Arte poética Digo la verdad. No soy poeta. Lo que yo hago es cantar albas y atardeceres, al ritmo de la grata música que se escurre por las secretas rendijas del tiempo. Más que el aire, lo que yo necesito es beber de esa fuente sobrenatural, asirme al verso más sencillo para sentirme vivo y merecedor de este viaje al que estoy sujeto sin remedio. La música que sale del tiempo invade todos los rincones de mi alma y yo quiero dejar este testimonio antes que la muerte me dé su lapazo.
I Añoranzas
III Mis dos amores
Cómo se extrañan los buenos tiempos, como esos momentos en que la angustia solo existía en las novelas, tiempos en donde todo era alegría y aventuras. El añoro que palidece ante el espejismo que dejó tu efímera figura, ante el recuerdo que desvanece en tus ojos infinitos, la bella piel, los cálidos besos. Pedazos de recuerdos que dibujan sonrisas en el rostro, pero dejan heridas en el alma. Aventuras que solo dejaban sin sabores, pasajeros, pero en el amanecer brotaba la alegría y en su comenzar el albor de un nuevo día. Te Confieso Quiero que seas para mí, Pues ya yo hago parte de ti… Si me dejaras me desvanecería, mi existencia se reduciría a ruinas. Mientras el viento susurra…. Tu recuerdo vilmente, invade mi ser y mi pensamiento. Confieso que te dejo ir, pero regresas... Ahí estás, como una fantasía que aparece cuando menos se le espera….
Solo me resigno a amarte, aceptar que eres mi lindo delirio, mi dulce tormento. En los rincones más profundos de mi alma solo vives tú. El fulgor de tu mirada me devolvió la vida. Tus besos, el elixir de la tan anhelada juventud. Tu esencia da luz a mi ser. Las nubes esparcen su lluvia, el viento enfría y enternece. Pero ahí están tus brazos, pero ahí está tu alma.
II Resignación
Escrito por: » Rafael Gallo Paredes
67
Solo me resigno a amarte, aceptar que eres mi lindo delirio, mi dulce tormento. En los rincones más profundos de mi alma solo vives tú. El fulgor de tu mirada me devolvió la vida. Tus besos, el elixir de la tan anhelada juventud. Tu esencia da luz a mi ser. Las nubes esparcen su lluvia, el viento enfría y enternece. Pero ahí están tus brazos, pero ahí está tu alma.
Escrito por: » Ruth Gómez Medina
Tejiendo Cultura
¿Sabía usted?
Que el primer nombre de nuestra población fue: “Sitio de San Jacinto en las montañas de María” solo demoró 7 meses.
Que en el año 1889 aparece la primera manifestación cultural de nuestro pueblo, con el prólogo que le hizo Daniel J. Reyes a la poesía del presidente Núñez, en una editorial francesa.
Que el 2º nombre dado a nuestro municipio fue “Sitio de San Jacinto de Duanga”, (apellido tomado del palenque de Duanga) que estaba ubicado en este sector, con este nombre duró más de un siglo.
Que San Jacinto fue fundado un 8 de agosto y no el 16 como aparecen en algunos textos y artículos.
Que nuestro municipio ha ganado dos Grammy Latino (Gaiteros de San Jacinto y Roy Rodríguez) y ha tenido varias nominaciones.
Que San Jacinto tiene una medalla de oro olimpica al ganar las olimpiadas culturales de México en el año 1968 con los gaiteros de San Jacinto.
Que San Jacinto tiene un campeón mundial de boxeo, Rafael “Derby” Pineda.
Que es posible que, el primer alcalde costeño de Bogotá año 1910, haya sido el sanjacintero Daniel J Reyes Parra.
Que San Jacinto ha tenido 4 ministros de estado Daniel J Reyes ministro del tesoro y de haciendo año 1914, Diogenes Reyes ministro de industria año 1924.
68
Carlos Gustavo Arrieta ministro de minas año 1968 y Julio Alandete ministro encargado de educación año 2013.
Tejiendo Cultura
Que nuestro principal poeta Dionisio Vásquez Villa, escribió muchas poesías y solo se pudieron recuperar 22 de ellas, escritas en papel de estraza.
Que San Jacinto tuvo un obispo Francisco Anillo Echeverría desterrado por homofobia, murió en España.
69
Que San Jacinto ha tenido 3 generales de la República Miguel Manrique Torres, Diogenes Reyes Anillo y Juan Salcedo Lora este último de escuela.
Que en nuestra revista visibilizará a personajes de nuestra historia como Daniel José Reyes Parra, Rogelio García Hidalgo, Diogenes Reyes Anillo, Clemente Manuel Zabala Contreras, Felipe Ángulo Carbal, Juan de la Cruz Acosta y Calderón y otros que fueron borrados de nuestra historia por razones políticas, homofóbicas, raciales, religiosas, y hasta por sus rasgos físicos aunque no se crea.
Tejiendo Cultura
70