DOG & TIPS
Mi perro no entiende lo que es ¡NO! MOTIVOS POR LAS CUÁLES TU PERRO NO TE HACE CASO CUANDO DICES “NO” Y QUÉ HACER EN SU LUGAR.
La mayoría de nosotros usamos la palabra “no” tantas veces al día y en contextos tan variados que es probable que nuestros perros lleguen a considerar que es un sonido completamente irrelevante. Incluso, la palabra “no” pudiera convertirse en una porra motivadora para que nuestra mascota siga haciendo lo que nos disgusta, ya que independientemente de lo que haga (o deje de hacer), los humanos pasamos el día gritándole.
A
unque los perros son muy inteligentes, y con el tiempo aprenden a descifrar algunas de las palabras de nuestro idioma, en muchas ocasiones nos olvidamos de que no nacen entendiendo español, o sabiendo exactamente como esperamos que se comporten en todos los contextos en los que comparten la vida con nosotros. “No” es una de las palabras que más usamos y que esperamos que nuestros perros entiendan. A continuación, te describo algunos motivos por las cuáles tu perro no te hace caso cuando le dices “no” y qué hacer en su lugar.
MOTIVO 1.- USAS LA PALABRA “NO” PARA TODO. ¡No te subas ahí! ¡No te salgas! ¡No me brinques encima! ¡No muerdas! ¡No agarres ese juguete! ¡No jales la correa! ¡No ladres! ¡No vamos a jugar ahorita! ¡No! ¡No! ¡No! ¿Qué pasaría si cambiáramos el “no” por palabras que indiquen direcciones claras de lo que esperamos que nuestro perro haga en cada situación? Es decir, en vez de gritarle “no te subas al
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sillón” podemos decirle “abajo”, o en lugar de decirle “no muerdas ese zapato” usa la palabra “suelta”, y así sucesivamente, disminuyendo las ocasiones en los que usamos la palabra “no”. Llevando a cabo este cambio relativamente sencillo, lograríamos que la comunicación con nuestros perros fuera más clara y efectiva. Además, este es un acercamiento positivo, porque en vez de regañar al perro por todo lo que no nos gusta que haga, directamente le indicamos lo que queremos/ esperamos a base de instrucciones claras, facilitándole la vida, y
ahorrándonos el tiempo y estrés de “correcciones” que no suelen dar grandes resultados.
MOTIVO 2.- SUPONES QUE EL PERRO ENTIENDE LO QUE LE PIDES. “Buenísimo, ya no le digo a Rocco que no agarre mi chancleta... Pero por más que le grito '¡Rocco, suelta! Mi chancleta sigue en su boca'…” Imagínate que te encuentras con una persona de otro país que está intentando comunicarse contigo en un idioma desconocido. No importa si esta persona habla lentamente, que divida sus palabras en silabas, o que te grite desesperadamente... lo más probable es que nunca entiendas lo que te quiso decir porque desconoces el idioma. Sin embargo, es probable que logres captar las intenciones del comunicador tomando pistas en su tono de voz, posición corporal y expresiones faciales. Entenderlo por completo, resulta imposible. Esto no quiere decir que si no le contestas o no haces lo que te pidió estés siendo grosero(a) o desobediente, simplemente no estás recibiendo o entendiendo el mensaje. Ahora imagina que