el bienestar personal y colectivo (…) procurando un estado de salud física y mental óptimo, tanto para ellos mismos como para sus familias y para su entorno social próximo, y saber cómo un estilo de vida saludable puede contribuir a ello”. Finalmente, también tenemos como referencia el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, que regula y actualiza la Orden de 13 de noviembre de 1984, sobre Evacuación de Centros Docentes de Educación General Básica, Bachillerato y Formación Profesional, modificada a su vez por el Real Decreto 1468/2008, de 5 de septiembre, con la finalidad de que la puesta en práctica de este manual tiene como destino a la comunidad educativa que desarrolla su actividad en centros escolares. En cualquier caso, debemos garantizar que todo aquello que se plantee para impulsar la formación de una cultura de la prevención de riesgos laborales hay que hacerlo de forma segura y saludable, garantizando la integridad tanto física como mental del alumnado y del profesorado y procurando la adopción de medidas destinadas a la prevención y control de riesgos a nivel estructural e institucional por parte de las administraciones públicas inmersas en esta materia. 3.2. Justificación didáctico-pedagógica: niveles de concreción de la propuesta didáctico-preventiva: niveles de concreción curricular Para promover una cultura de la prevención entre los diferentes agentes que intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje es necesario integrar la seguridad y la salud en el trabajo a través del currículum. Esto significa concienciar al alumnado y al profesorado para forjar su propio entorno de forma segura y saludable (Burgos-García, 2013). En cualquier caso, para diseñar un modelo didáctico-formativo que tenga como finalidad el impulso e integración curricular de la prevención de riesgos laborales en el plan de estudios, habría que responder a las siguientes cuestiones: 1. ¿Cómo funciona el proceso de integración? 2. ¿Cómo se diseñan las actividades de integración? 3. ¿Qué pasos hay que dar para integrar la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST)? 4. ¿Cómo puede desarrollarse una estrategia coherente para integrar la seguridad y la salud en la educación? Para responder de forma clara y concreta a cada una de las cuestiones planteadas, presentamos un modelo de integración de la SST en la educación, en el que se describen los elementos más importantes de dicha integración. En 2005, los diferentes expertos que forman parte de la Red Europea de Escuelas Promotoras de la Salud presentaron un informe en el que figuraban varios modelos para promover la salud en los centros educativos (Jensen y Simovska, 2005). En dicho informe se describen estos modelos desarrollados en distintos escenarios culturales, políticos y económicos y cómo, en su desarrollo, se han adoptado formas y estructuras compatibles con los respectivos entornos, en el respeto de los principios subyacentes comunes de democracia, acción, equidad y sostenibilidad. Debido a las diferencias entre los escenarios, los responsables de la elaboración del informe estiman que no es posible ni recomendable crear un modelo único, general o global para promover la salud en los centros educativos. Cada modelo es el resultado de un diálogo y de un consenso entre sus “constructores” y es coherente con un marco de valores determinado en un contexto dado. La promoción de la seguridad y salud en los centros educativos es más un proceso de interpretación de contextos que el resultado de la aplicación de principios generales. No obstante, los distintos modelos pueden utilizarse como base para establecer un diálogo entre las partes interesadas en la 24