6. Fundamentada y ordenada en base a criterios psicológicos, lógicos y científicos, según los distintos niveles y edades. Los principios en los que se fundamenta una programación anual de aula para la ESO son los siguientes: 1. P rincipio de racionalización. Podemos decir que es una condición “sine qua non” de la programación, del cual derivan los restantes. Este exige coherencia o adecuación entre objetivos, medios y criterios de evaluación, sin que debamos dar primacía a ninguno de ellos. Quizá podrían ser los objetivos los que marcasen las directrices que sirvieran para determinar tanto los medios como los criterios de evaluación. 2. Principio de continuidad. Supone la relación entre los distintos niveles de programación, de manera que no sean compartimentos estancos, sino interdependientes. Este principio exige, de cualquier decisión que se haya de tomar sobre los distintos aspectos de la programación, que tenga en cuenta las anteriores y las que se prevean a continuación. 3. Principio de progreso escalonado. Exige este principio tener en cuenta, para cada clase de programación, el nivel anterior indispensable para iniciar el proceso de aplicación. Así, se evitarán lagunas en el proceso de enseñanza-aprendizaje por falta de base conceptual y las repeticiones innecesarias del mismo por no comprobar el estado inicial del sistema respecto al nivel en cuestión. 4. P rincipio de totalidad. Según este principio, en cada unidad didáctica integrada deben contemplarse, al menos, los siguientes componentes de la programación: objetivos, contenidos, metodología y criterios de evaluación. Se ve claramente que es una derivación del principio de racionalización. 5. P rincipio de reversibilidad. Supone que la programación debe ser un proceso abierto y flexible, revisable e inacabado. En cualquier momento y ante cualquier decisión debe existir la posibilidad de corregir fallos y añadir mejoras; en pocas palabras: asegura la posibilidad de “feedback” o retroalimentación de la programación y exige el funcionamiento de todos los elementos de la misma, como partes interdependientes de un sistema. 6. P rincipio de precisión unívoca. Quiere decir que todos los que participan en la elaboración y aplicación de la programación interpreten de la misma manera los datos y las decisiones tomadas. Este principio elimina dos graves y posibles riesgos de toda planificación: la ambigüedad y la subjetividad. 7. Principio de realismo. Significa que todos los elementos de la programación deben adecuarse a las específicas condiciones en que el proceso de enseñanza-aprendizaje vaya a desarrollarse (características de los/as adolescentes, condiciones del centro, tipo de tarea que vaya a realizarse, profesorado al que se dirige la programación, etc.). 3.2.3. Integrar la seguridad y salud en la Educación Secundaria Obligatoria: Unidad Didáctica Integrada (UDI) El currículo que se tiene como referencia para impulsar la seguridad y salud en el ámbito escolar tiene un carácter competencial, puesto que todos los elementos curriculares se relacionan entre sí con la finalidad de conseguir en el alumnado las competencias necesarias que desarrollarán a lo largo de su vida. El desarrollo curricular de las leyes de educación con la Ley General de Educación introducía los objetivos como ejes de articulación de los diseños curriculares, y en las programaciones de aula se concretaban los objetivos en la práctica; la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE, 1990) establecía los proyectos de centro como ámbito de conexión entre el diseño curricular y la programación a pie de aula, y las unidades didácticas como enfoque activo y dialogante entre el 31