Para escoger los materiales hemos tenido en cuenta, en primer lugar, que sean higiénicos, es decir, que no estén elaborados con productos tóxicos, que su material, su forma y tamaño no sean peligrosos para el alumnado. En segundo lugar, que aporten estímulos sensoriales a través de su forma, tamaño, color, etc., elegir materiales naturales es el mejor acierto, puesto que causa en los niños y niñas mayor curiosidad por sus sabores, olores, texturas, formas, colores, etc. En tercer lugar, que posibilite la exploración, el descubrimiento y la construcción, es decir, que puedan inventar con ellos, que les ofrezcan múltiples formas e interacciones y, por último, que no estén en mal estado, en descomposición o sufran algún deterioro material (Bermejo, 2014). La organización y disposición de los materiales utilizados pretenden facilitar la autonomía y la independencia del alumnado, evitando la dependencia continua del profesorado. Para ello, deben disponerse de forma ordenada, que permita su ubicación y facilite la colocación posterior, favoreciendo la creación y reforzamiento de hábitos de orden. También es importante tender a recuperar, reutilizar y reciclar materiales, ayudando al alumnado a descubrir nuevas posibilidades de uso, así como a reducir el consumismo. Teniendo en cuenta estos aspectos básicos y apoyándonos en Bermejo (2014), los tipos de materiales presentes en las actividades de este manual son los siguientes: Tipología de recursos, materiales y espacios Materiales para el movimiento Materiales manipulativos Materiales para la simbolización, juegos y dramatización Materiales para la creatividad y expresión Materiales para la observación Materiales transmisores de la cultura
9.4. Espacios-escenarios y agrupamientos En cuanto a la estructuración del espacio, no debe responder a esquemas rígidos. El espacio y los recursos deben organizarse con el fin de conseguir un mayor aprovechamiento de las actividades. Tradicionalmente, se utilizaba el aula como centro del proceso de aprendizaje. A pesar de que el aula es un lugar fundamental en el cual se da la mayor parte del aprendizaje del alumnado, no debemos olvidar que existe una gran variedad de espacios en los cuales se puede dar. Por ello, a lo largo de este manual, esperamos crear un aprendizaje significativo en diferentes espacios que nos permiten trabajar de una forma más cercana y real. Es cierto que el aula facilita controlar y organizar la clase, pero no ofrece ciertas experiencias necesarias para crear un verdadero aprendizaje. El centro escolar nos permite poder utilizar aulas especializadas como la sala de informática, el laboratorio y la biblioteca. No podemos negar que el uso de estos espacios requiere una organización, coordinación y responsabilidad mayor, pero, como docentes, en ocasiones debemos adoptar este papel. Los espacios a utilizar son: • El aula: Llevaremos a cabo en ella la mayor parte de nuestras actividades y evaluaciones. Dependiendo de la actividad, podrán establecerse diferentes disposiciones espaciales. En todas ellas se busca un enfoque constructivista donde el alumno/a construya su conocimiento interaccionando con sus compañeros y su docente, que actuará como guía. Las propuestas de trabajo que se realicen en el aula deben propiciar un trabajo con distintas modalidades de agrupamiento, ofreciendo variables de ejecución de tareas y deben facilitar la cooperación del alumnado. Estas modalidades de agrupamiento serían: 58