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La dimensión ético – política de la Educación en Derechos Humanos
La Educación en Derechos Humanos tiene implicancias de carácter teórico y práctico, pero también -y probablemente esto sea lo más importante-, tiene trascendentales implicancias éticas y políticas, toda vez que tiene que ver con la dignidad de las personas, como una dimensión inherente a la condición humana, que viene a ser el fundamento mismo de los derechos humanos. Por otro lado, la dimensión ético-política de la Educación en Derechos Humanos responde a nuestra condición de ciudadanos, seres sociales, es decir políticos, que desarrollamos infinidad de relaciones y vínculos dentro de un sistema de organización de la sociedad que son necesarios para nuestro desarrollo y realización personal y colectiva.
En el marco de lo señalado anteriormente, y siendo que la razón de ser de la Educación en Derechos Humanos es la persona, es innegable que para su implementación, es necesario asumir una responsabilidad que no puede ser solo académica, técnica u operativa, sino, fundamentalmente, éticopolítica, toda vez que ella tiene como objetivo central la formación de seres humanos y ciudadanos capaces de actuar e interactuar en la sociedad, con libertad, autonomía, responsabilidad y voluntad propias. La responsabilidad ética y política en la Educación en Derechos Humanos, tiene que ver con el hecho de que las políticas educativas siempre responden a una determinada ideología y a una estructura social, económica, política y cultural. En tal medida, ningún proyecto educativo es neutro, es decir, ajeno a dicha realidad. Además, la acción educativa tiene que ver con el tipo de desarrollo, de sociedad y de ciudadanos que se quiere lograr. Es en función a este marco que la noción de democracia cobra su real sentido y relevancia. La educación entendida como un derecho
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Educación y Didáctica con Enfoque de Derechos Humanos