KARMA YOGA
Los pasos de un
Negocio Trascendental
Ananda Vardhana Das, emprendedor y discípulo de SS Hanumat Presaka Swami, comparte reflexiones sobre los comienzos, dificultades y motivaciones para construir un negocio de producción y venta de alimento espiritual.
Los comienzos “No quería trabajarle a alguien. Me conseguí dinero con una cooperativa para comenzar un negocio. Con ello compré abejas y comencé la iniciación de actividades en el servicio de impuestos internos. En ese entonces vivía en el campo. Al primer año coseché una cierta cantidad. Un día me encontré una tienda, la ‘tostaduría Puerto Rico’, la cual visitaba cuando yo vivía en el templo, ahí compraba los ingredientes para hacer ladus y así generar laksmi. Tenía 400 kilos de miel, que no sabía cómo vender. Al hablar con un
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amigo que estaba vendiendo en el local, me comentó que la tienda la había comprado el nieto de la dueña anterior. Luego de usar las bodegas para venderle a otras tostadurías al por mayor. Mi amigo me preguntó sobre qué estaba haciendo, y yo le responí que estaba vendiendo miel, y me dijo, ‘nuestro jefe compra mil kilos de miel al mes’, y me dio su contacto. El dueño de la tienda me compró 200 Kilos de miel. Recibí mucho dinero, nunca habia tenido dinero en mi vida. Luego me dijo, ‘tráeme 200 kilos mas la próxima semana’, y yo no lo podía creer. Luego de ello me pidió más miel, pero con la condición de tener resolución sanitaria. Para mi fue como algo malo escuchar eso, ya que no podría seguir vendiendo, pero lo tomé como una oportunidad. Al ya tener resolución, pensé que otras tiendas podrían comprar la miel, pero en todos los negocios me pidieron código de barra, por lo que tuve que agregar el código de barra.
Así pasó el tiempo, buscando más clientes, mejorando la etiqueta, los frascos. Mucho trabajo. Al pasar algunos años, cambio de casa a Melipilla, y un nuevo emprendimiento: la venta de pan. Para ello compré la indumentaria y comenzamos a trabajar. Comenzamos a hacer pan y venderlo en los negocios de Melipilla, ofreciendo persona a persona paralelamente al negocio de la miel. Hasta el momento siempre he trabajado mucho en mi vida, 15 o 18 horas diarias, varios fines de semana en trabajo y casi nunca tengo vacaciones, pero no quiero vivir así. Al ya tener la experiencia de haber sacado la resolución con la miel, estuve pensando la forma de vender el pan con resolución. Amplié la fábrica para ello, y pedí la segunda resolución. Para ello pedí un préstamo al mismo dueño de la tostaduría, al cual le fui pagando con la misma mercadería que le entregaba. Comenzando a vender el pan, ya teniendo el dinero