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11. La transformación educativa en tiempos de pandemia
María Angélica Quiroga González
Licenciatura en Informática Código: 0701426 Quirogagonzalezma@ufps.edu.co
Nací el 26 de diciembre de 1995 en la Ciudad de San José Cúcuta, Departamento de Norte de Santander. Actualmente vivo en el corregimiento de cornejo municipio de San Cayetano desde hace 8 años. Finalicé mi estudio de bachiller técnico en Asistente Administrativo en el colegio Luis Carlos Galán Sarmiento de Cúcuta en el año 2012. Inicié mi carrera profesional de Licenciatura en Informática en la Universidad Francisco de Paula Santander Cread San Cayetano. Me considero una persona muy responsable y comprometida con mis actividades y compromisos, deseo terminar mis estudios y aprovechar al máximo todos los conocimientos adquiridos en el trascurso de toda mi carrera e implementarlo en la parte laboral y profesional entregando siempre lo mejor a mis estudiantes.
11. La transformación educativa en tiempos de pandemia
Actualmente, es del conocimiento de todos, que por la pandemia actual, ocasionada por el nuevoSARS-CoV-2, más conocido como COVID-19, se tiene que el sistema educativo enfrenta un momento crucial, y más aún en el ámbito de la educación, debido a que estas circunstancias influyen en la formación de los maestros actualmente, en la de los estudiantes, y en los docentes, teniendo en cuenta que el proceso de transformación en la que se ha adaptado la enseñanza de manera remota, además debido a la situación mundial actual, se ha estado implementando la modalidad virtual en las aulas de clases, para que de esta manera los estudiantes puedan continuar con su proceso educativo sin poner en riesgo su salud al tener contacto con los demás estudiantes en un aula de clase convencional, no obstante, esta nueva modalidad ha traído distintas dificultades.
En tiempos de virtualidad, existen una serie de desafíos que enfrenta la educación al día de hoy, esta que los diferentes métodos en los diversos establecimientos escolares y no escolares ajustaran sus contenidos, metodologías, y las maneras de evaluar. En las universidades la formación inicial y las prácticas pedagógicas, se llevan a cabo de manera remota, desafiando los diseños curriculares pensados para la presencialidad (in situ) y los cuales hoy requieren de formas de adaptación para enfrentar la formación (Tobón, 2020); sin embargo esta innovación requiere de profesionales que influyan de manera determinante en la utilización de las tecnologías en el aula y que a su vez, exista una triple relación: la compatibilidad entre los
contenidos pedagógicos, con la metodología propia de los docentes y la tecnología (Marceló, 2013) .
Los procesos adaptativos y de innovación, implican que la educación tiene esencialmente que adaptarse a las nuevas modalidades de enseñanza; en esta medida, el éxito o fracaso de las innovaciones educativas dependen, en gran parte, de la forma en la que los diferentes actores educativos (centros educativos, universidades, docentes, alumnos y padres de familia) interpretan, redefinen, filtran y dan forma a los cambios que se requieran para su apropiación (Correa, 2020) Por otro lado, es necesario tener en cuenta los procesos prácticos. Si bien, la práctica es un tema de análisis, debido a su importancia en los procesos de formación, pensar en la creación práctica toma un nuevo significado hoy. La influencia del Covid-19 ha conmocionado a la población, afectando a su vez los procesos de socialización de los seres humanos, debido a que todo el contacto físico se vio abruptamente interrumpido por las medidas tomadas por el gobierno nacional, con el propósito de garantizar la seguridad de todos. Por lo anterior, los estudiantes reciben sus clases a través de una pantalla y realizan sus prácticas haciendo uso de diferentes herramientas tecnológicas, con el objetivo de poder tener un acercamiento a situaciones que en la “normalidad” debían ser presenciales, por lo tanto, esta situación tiene un significado de que hay algo completamente nuevo no solo para los estudiantes sino también para los tutores de la práctica, las familias, los estudiantes y los maestros. Sin embargo, esta situación, revela varias implicaciones en los estudiantes, ya que no hay otra manera de que se vean las clases, por lo que para no perderlas, deben de tomarse virtuales o por medio del autocuidado teniendo en cuenta las nuevas normas del gobierno nacional para el retorno gradual a la presencialidad, no obstante, por la pandemia y las situaciones familiares o de salud que esta podría acarrear, la virtualidad puede no ser la mejor opción, ya que los estudiantes no estarían teniendo aprendizajes significativos a causa de desmotivación, inclusive, la virtualidad puede ser exclusiva, por lo que esta debe tener, la suficiente flexibilidad no solo para los maestros sino para las familias, estas últimas pueden verse afectadas de manera desigual por la escasa accesibilidad virtual, lo que se convierte en una desventaja (Carneiro, Toscano y Díaz, 2021). Lo importante es que no todo es negativo, ya que existen alternativas en donde nos debemos acomodar, por medio de distintas modalidades. Lo anterior, se refiere a que las instituciones deben enfrentar los desafíos en la disponibilidad manejo de infraestructura tecnológica, pero también, algunos desafíos en la falta de apoyo de los padres en el aprendizaje en casa o la voluntad docente para aplicar adaptaciones a los cambios requeridos por la situación de crisis, que al final puede ser producto, de los cambios causados que requieren de la introducción de tecnologías y otras soluciones innovadoras y un aumento en la autonomía de los estudiantes para gestionar su propio aprendizaje (Picón, González de Caballero, y Paredes, 2016).
En el contexto de los cambios en el proceso de aprender a enseñar, la formación docente es un aspecto trascendental en la preparación profesional y personal del sujeto maestro, la primera concierne a los aspectos institucionales y sociales del quehacer docente que tienen que ver con la imagen que el profesor tiene sobre su rol, y la segunda con los aspectos relacionales que vinculan a los colegas, a los alumnos y la relación consigo mismo. Si bien este proceso de desarrollo individual
Es importante entender entonces los efectos centrales del problema, bajo el contexto de los desafíos que enfrentan los estudiantes al realizar sus prácticas o procesos educativos, en periodos de contingencia: la limitación de contacto físico con el escenario y con los actores que hacen parte de la práctica; y los escasos momentos de diálogo colectivo que permitan compartir la experiencia alcanzada durante la realización de la práctica pedagógica y la reflexión sobre la misma.
Es entonces relevante mencionar que, los métodos de enseñanza no parecen haber cambiado considerablemente y aún siguen vigentes las clases magistrales y las conferencias pese a la dificultad del contacto físico, situación que transforma la práctica, no obstante, este método tecnológico exclusivo de enseñanza presenta limitaciones que cada día se vuelven más evidentes: la dificultad para evaluar los conocimientos, la heterogeneidad del alumnado, la insuficiencia del lenguaje oral para la transmisión de conocimientos prácticos, la necesidad de los estudiantes de tomar un papel más activo en su propio aprendizaje y la insuficiente cantidad de tiempo disponible para el desarrollo de las clases en modo de virtualidad, acompañado del uso de materiales de carácter multimedia o la formación o la no presencialidad (Moreira y Delgadillo, 2015) . La enseñanza y educación entonces, no es un espacio de aplicación, sino un lugar donde nos encontramos unos con otros y nos configuramos entre sí; en este sentido, necesitando espacios para la práctica, la cual es un escenario donde convergen nuevos espacios de acción y nuevas formas de relación, se configuran nuevas subjetividades; allí el ser humano se encuentra y expresa una nueva socialización, a través de los cuales, hacen posible una producción y comprensión colectiva del mundo. Esto conlleva a que, para transformar los métodos educativos, hay que configurar nuevas maneras de entender el mundo que sean comprensibles a través de nuevos discursos; nuevas maneras de hacer las cosas y, por tanto, nuevos arreglos materiales y económicos que les den sustento a estas formas de proceder, así como nuevas maneras de relacionarnos unos a otros, y nosotros con las disposiciones socio materiales y políticas que nos configuran (Valladares, 2017). Articular mejor los procesos de enseñanza en tiempos de COVID-19, permite que entre estudiantes y maestros, se refleje el proceso de construcción y apropiación de saberes que ha configurado a lo largo de su formación, poniendo en evidencia la relación integradora que hay entre el saber teórico y el saber práctico (Díaz, 2016) . Por lo tanto, la formación es un tejido entre experiencia y saberes teóricos que trascienden lo académico y se involucran de manera cercana con lo personal, lo social y lo emocional, sin embargo, la crisis actual producida por la contingencia sanitaria ha transformado estas concepciones significativamente (Mendoza, 2020). De un momento a otro todos los sistemas educativos del mundo han cambiado, colegios, jardines e instituciones universitarias modificaron la manera de aprender y de enseñar al tener que cerrar sus puertas a la presencialidad para abrir espacios virtuales que les permitan continuar con su quehacer (Mendoza, 2020) . Es por ello que los periodos de contingencia hacen necesario resignificar la enseñanza, la cual debe ir enfocada a compartir los saberes construidos por los maestros en formación en sus espacios de práctica en contextos de cambio (Páez y Muñoz, 2015); en este sentido, no se ha adaptado a los maestros, ni estudiantes de licenciaturas, para prepararse en contingencias
con la pandemia y la educación virtual, sin tomar en cuenta que la enseñanza en línea requiere un enfoque diferente (Mendoza, 2020) . La palabra “Resignificar” en este contexto, nos permite suponer que se deben repensar los tiempos de clase, las actividades a realizar y la evaluación, eso quiere decir que, no es de llevarse la misma clase presencial al entorno virtual, sino reconocer que deben adelantarse actividades de formación y práctica y resaltar que la estructura controlada de la presencialidad no se puede replicar a las actividades en línea (Mendoza, 2020) ; pensar esto sería un error, por cuanto mantener la misma rutina presencial, en espacios de virtualidad es ignorar la equidad en torno al acceso a la tecnología. Por lo anterior, el uso de materiales no diseñados para la educación en línea, puede ser una herramienta que impacta de gran manera el proceso de aprendizaje ya que, los materiales correctos les permitirán a los estudiantes interactuar en forma directa a su proceso de construcción de conocimientos, para sostener, apoyar, guiar orientar procesos de aprendizaje. No obstante, como se ha mencionado anteriormente, existen dificultades educativas, identificadas a partir de la pandemia como lo son; la brecha digital; la falta de capacitación de profesores, estudiantes y padres; la falta de un plan de contingencia y a largo plazo; las presiones sociales, y la ausencia de un nuevo modelo educativo que incluya procesos semipresenciales, pues la Covid-19 “llegó para quedarse” y cambiará para siempre los procesos de enseñanza y aprendizaje. (Peredo, 2020) La pandemia del Covid-19, ha cambiado las metodologías de enseñanza tradicionales. En esta nueva era, los padres de familia enfrentan un rol más activo en el proceso escolar y en el acompañamiento de sus hijos. Desde los primeros años de escolaridad pueden recibir clases virtuales, pero se debe tener en cuenta que los niños más pequeños tienen momentos de atención muy cortos, debido a esto, es muy importante que exista un trabajo conjunto entre el maestro y un mediador, (padres de familia, familiares o acudientes), para que ayuden al niño a permanecer atento a los espacios virtuales educativos. (Zambrano y Peláez, 2020) Lo que es muy positivo, es que el panorama actual ha demostrado que los niños tienen una gran adaptabilidad a nuevas condiciones, entre ellas la virtualidad pues tienen un gran deseo por aprender y conocer el mundo, son investigadores permanentes y las pantallas, se convierten en una alternativa para este fin, en este momento crucial donde debemos permanecer en casa. Finalmente y para concluir, es necesario mencionar que la pandemia nos tomó a todos por sorpresas, nos deja entonces como enseñanza que realmente no estábamos preparados para una situación de estas en la existencia, por lo que mucho menos hay planes de emergencia para el ámbito educativo, lo cual permite inferir que es necesario más intervención en este tema, más que todo en la educación a los maestros, ya que ellos son los que enseñan y las adecuaciones llevan tiempo, por lo que es importante que se generen espacios en donde se eduque sobre alternativas de enseñanza, que permitan que los conocimientos que se transmiten, sean asertivos y recibidos de la mejor manera por los estudiantes, quienes también, al igual que los padres de familia y los maestros, deben dar su mejor esfuerzo para que su proceso educativo no se vea en riesgo, se concluye entonces que el plan es que los estudiantes se sientan acompañados a través de las herramientas de innovación educativa que han surgido por la pandemia, ya que a través de estas desarrollaran y practicaran competencias que permitirán el trabajo cooperativo, su desarrollo intelectual, y además el aprendizaje significativo tanto para la academia como para la vida.
Referencias Bibliográficas
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Marliz Ofelia Peñaranda Rincón
Licenciatura de Informática Código: 0701430 penarandarinconmo@ufps.edu.co
Nací en San José de Cúcuta, Departamento Norte de Santander, el 13 de julio de 1998. Tengo 23 años. Terminé mis estudios de Bachiller Técnico en Sistemas de la Institución Educativa Cornejo en el año 2015. Actualmente me encuentro estudiando en la Universidad Francisco de Paula Santander del Cread de San Cayetano Licenciatura en Informática. Me considero una persona sociable, responsable y siempre procuro poner todo mi esfuerzo y dedicación a todo aquello que me propongo en la vida. Dentro de mis actividades y rutinas que realizo diariamente trato de dedicar un tiempo específico para realizar y sacar buen provecho de ellas.
12. Se rompe la Zona de Confort del docente por el Covid-19: Molestia para el Cuerpo Docente
A finales del año 2019 se empezó a especular sobre una posible enfermedad vírica originaria en Wuhan, China, conocida como coronavirus, la cual fue considerada como una Emergencia Internacional de Salud Pública por la OMS (CNN, 2020); y en Colombia, fue declarada como Emergencia Sanitaria a través de la resolución 385 del 12 de marzo de 2020 por el Ministerio de Salud y Protección Social, luego la Presidencia de la República divulgó Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en todo el territorio nacional a través del decreto 417 del 17 de marzo de 2020 (Investigaciones FCV, 2020). Por consiguiente, los establecimientos de educación cerraron sus puertas y la forma en la que se imparten las clases ha sido un gran desafío para el cuerpo de docentes, en especial para aquellos a los que se les dificultan las habilidades digitales, por lo que la educación fue afectada a gran escala y busca estrategias de avances y mejoría para seguir con el ámbito de educar.
Con el paso del tiempo la tecnología se ha convertido en algo indispensable para el diario vivir de los seres humanos pues ha llegado para quedarse en nuestras vidas con ventajas favorables y desventajas que se ven reflejadas en el mal uso o dificultades para el manejo de la misma, brindándonos muchas utilidades que benefician un cambio de estrategia para replantear las metodologías obligatorias a la hora de seguir en este campo educativo. Los cambios que llegaron con el Covid-19 fueron extremadamente drásticos, ya que dejar la presencialidad y pasar a aulas virtuales generó una disconformidad en los docentes y estudiantes que presentan inconvenientes en cuanto al manejo de las tecnologías.
La interrupción obligatoria de las clases educativas, por la viral enfermedad ha generado una serie de estrategias que proporciona el gobierno escolar de mantener las clases a distancia con la ayuda que brinda la informática y tecnología en esta nueva etapa. Dada esta situación las instituciones educativas analizan la transformación de la enseñanza a fin de mantener el rol del docente y el cuerpo estudiantil, ante los niveles que proporciona la escolaridad. Esta situación ha provocado la creación de una red de efectos múltiples tanto en estudiantes como docentes. Por esta razón las medidas de aprendizaje y conocimiento requieren transformación e implementación de nuevas estrategias de enseñanza (Sánchez Mendiola et al., 2020).
Por ende el objetivo principal es realizar un análisis de la experiencia que representa esta condición a través de relatos por docentes, en efecto dan a conocer cómo han vivido este cambio que ha generado la pandemia, cómo se sintieron durante la tensión de no estar preparado para mantener su rol. Ante todo se ha evidenciado un temor ante la falta de formación académica y didáctica para mantener su vocación con respecto a dar enseñanza y promover saberes académicos en modalidad virtual, así como la falta de conocimientos ha causado una serie de inconvenientes en esta labor. La apreciación de los padres de familia al no contar económicamente con instrumentación tecnológica para el cumplimiento de esta nueva versión digital por parte de sus hijos, y como se ve reflejada la imprudencia de no acatar con sus deberes de estudiante, dado que la aplicación de clases virtuales somete a un llamado tecno-estrés, de parte de los participantes en esta condición. Se infiere que es indispensable resaltar el cambio tan radical que se sufrió y se sufre ante esta situación, ya que fue una transición drástica para la mayoría de las personas, haciendo hincapié en lo sorpresivo que fue el cambio de modalidad de enseñanza presencial a virtual, mostrando limitaciones tanto en el uso de herramientas digitales como en las desigualdades económicas de los involucrados (Cruzat, 2020). Cuando hablamos de desigualdades económicas, sale a relucir la diferencia entre colegios que cuentan con plataformas digitales y aquellos que no, haciendo referencia a los primeros, tanto el cuerpo de docentes como el estudiantil cuenta con una integración ante el manejo de herramientas digitales ya que los miembros siguieron con una estrategia didáctica orientada en el aprendizaje colaborativo destacando que la pandemia emana una alteración en el sistema educativo bajo el esquema de educación en modalidad virtual y la posible respuesta al escenario pos-Covid-19 (Sandoval, 2020). Ante esta problemática, se requiere adaptación en el contexto de transferir saberes pedagógicos, mediante un proceso de práctica innovadora a fin de motivar aprendizajes didácticos aplicando el uso de las TIC, cuyo propósito es mantener la calidad de la educación bajo la modalidad virtual hasta llegar nuevamente a las clases presenciales.
Simultáneamente daremos una breve descripción de la postura de la docente Sandra Liliana Prado Peña, de la Institución Educativa Santa Ana, sede Simón Bolívar del departamento de Tolima – Mariquita. La docente comunica que la pandemia por Covid-19 fue un enorme reto, porque la educación fue cuestión de inventarse y reinventarse en cuanto a didáctica se alude siendo una experiencia totalmente nueva y extrema. Al comienzo fue ajustándose a una nueva forma de enseñar, utilizando la aplicación de WhatsApp y guías de trabajo que entregaba a los estudiantes periódicamente; después enfrentó a dificultades como el manejo del tiempo y el cambio de horarios, ya que estos reducían el tiempo en el cual compartía con su familia, ya que recibía constantemente mensajes de parte de los estudiantes y padres de familia, como resultado de un continuo bombardeo de preguntas, sin respetar el momento del día o la noche. Consecuentemente
ella empezó a tener trastornos de sueño, pues le afectaba llegando al punto en el que la preocupación le impedía dormir tranquila. Más adelante y poco a poco fue ajustando su horario, su espacio, sus tiempos reales en familia y labores. También cabe destacar su pensamiento respecto al gobierno, puesto que el mismo se hizo de oídos sordos a las necesidades que tuvieron los docentes, pero sí exige resultados, y muchas personas cubrieron sus necesidades con sus propios recursos, por ejemplo, ella tuvo que comprar un nuevo celular, un nuevo computador e incluso cambiar de servicio de internet para lograr iniciar las clases virtuales. En cuanto a la preparación de sus clases fue un gran desafío por el cual investigó y se apoyó en medios audiovisuales con una que otra capacitación por parte de la institución y con el apoyo de algunos compañeros y tal cual conocimiento que tenía al respecto. En relación con la conectividad es un aspecto bastante complicado, en especial por la diferencia entre los estudiantes, ya que algunos cuentan con buena conectividad y otros no tanto, y esto resulta desgastante para el docente, al tener que repetir las explicaciones, escuchar frases como “profe por favor me repites”, “que hay que hacer, no escuché” o “profe me saco el internet” es algo verdaderamente desmotivador. Como apoyo ella utilizó la plataforma de Microsoft teams, allí explicaba la clase y a su vez utilizaba WhatsApp para escribirle a los estudiantes que tenían mala conectividad lo que estaban haciendo en la clase. No obstante y ante todas las eventualidades vividas somos seres humanos con la habilidad de adaptarnos, y como Ella muchos otros docentes se han acostumbrado a las clases virtuales, han vivido cambios innovadores, los cuales siempre dejan algo bueno o una gran enseñanza, de manera que las adversidades fueron guiadas en pro de sus estudiantes con el objetivo de cumplir su laudable labor de enseñar.
Seguidamente tenemos el caso del docente MG. Jorge Maldonado quien explicó al foro de la Universidad Sergio Arboleda la manera en la que asumió este nuevo método de enseñar, el realizaba videos y los subía a la plataforma de YouTube, allí sus estudiantes lo veían y luego tenían reuniones por video llamada, entre todos socializan el tema en cuestión y las clases se hacían más participativas, no obstante todo no fue tan fácil como se escribe, ya que él disponía de un día para realizar el video, tenía que ambientar el lugar, tener una iluminación adecuada, revisar que su cámara estuviera cargada, que el sonido fuera óptimo, realizar la grabación, después sentarse en su computador para verificar si el video estaba bien, hacer la edición del mismo y subir su video a su canal de YouTube. En contraste también preparaba un cuestionario que sería su apoyo para proceder a la conversación virtual con sus estudiantes. Simultáneamente las clases remotas tanto del presente docente como las de cualquier otro que trabajó bajo esta modalidad de video llamadas, se enfrentaban a recibir las clases en sus hogares y todo lo que a esto acompaña, por ejemplo cuando un estudiante participaba y encendía su micrófono se escuchaban igualmente voces de sus hermanos menores tomando clase, de sus padres trabajando desde casa y en video conferencias e incluso hasta ruidos de la lavadora, las ollas, la licuadora y hasta el de las mascotas, todo eso formaba parte de las melodías que se escuchaban de fondo cuando los estudiantes daban su opinión o participaban en las clases del mismo modo los estudiantes se disculpan por esto. Es por ello que algunos docentes optan por silenciar los micrófonos, apagar las cámaras y utilizar el chat para demostrar que estaban atentos a la clase (Socha, 2020).
Seguidamente revisaremos la experiencia que la docente Ana María Espitia da a El diario La Opinión, ella ejerce su labor en primaria con la asignatura de ciencias naturales, y da a entender que sus jornadas laborales son más agotadoras y que esta nueva modalidad ha sido todo un dolor
de cabeza, ya que se despierta todos los días muy temprano, dicta sus clases en línea, revisatrabajos y coloca nuevas actividades, las labores habituales de un docente. Pero ahora tiene que atender otras cosas como ingeniarse métodos para que un niño esté frente a la pantalla todo el tiempo y esté no es el único problema, puesto que sus jornadas se hacen más largas trabajando bajo esta modalidad, ya que ahora debe enfrentarse a inconvenientes que en un salón de clase presencial no tenía, como lo es recibir llamadas o mensajes de los padres de familia todo el tiempo, en donde dicen que no comprenden las actividades, protestan que tienen dificultades y ella tiene que atenderlos a todos, lo cual le resulta una tarea estresante y la hace sentir que a pesar de que está en la comodidad de su hogar ahora trabaja el doble (Chacón, 2020).
En conclusión la pandemia provocada por el covid-19 llevó a la suspensión de actividades de docentes en muchos países y reflejó como la educación bajo estamodalidad de actividades remotas o teletrabajo en la enseñanza y aprendizaje exigieron cambios por parte de los docentes (y de los estudiantes) en sus vidas cotidianas y como la adaptación a estos nuevos escenarios de educación conlleva a la manifestación de debates sobre la salud mental de todos los involucrados (Santiago Ribeiro et al., 2020). Así pues, cabe destacar que el covid-19 llegó a imponer muchos desafíos de los cuales se aprendieron muchas cosas, tal como podemos ver en los acontecimientos relatados por los docentes pero a su vez condujo a mucho estrés ante esta nueva adversidad. Por otra parte debemos felicitar a los docentes por la forma en que superaron esta competencia y como se reinventaron a sí mismos. Además es de mencionar que se debe reevaluar el nuevo formato de la tecnología en este momento, de comprender que existe otro estilo de impartir conocimientos a los seres humanos y la importancia de que para lograr esto debemos ver las herramientas digitales como un nuevo proceder, mediante capacitación para formarse en este ámbito, apreciar la gran cantidad de medios en línea que nos ofrece la tecnología en beneficio de mejoría, para así ejercer y estar preparados ante cualquier otra eventualidad en pro de un futuro más sociable e innovador, con aceptación a lo que nos ofrece la tecnología diariamente, evidenciando que como seres humanos de progreso nos queda la gran tarea de autoevaluarse, reflexionar qué tan capaces somos de generar cambios favorables en nuestro propio beneficio. Por últimomencionaremos que aunque no se cumplió con todas las expectativas sugeridas por el gobierno, las clases virtuales nos dejan una gran amplitud de conocimientos favorables para cada uno de nosotros en los diferentes roles, como aceptar que no todo en la vida debe ser habitual sería la mejor táctica de estar dispuestos a cambios drásticos que acarrean a la evolución de nuevas generaciones, sin descuidar la salud mental de los involucrados, en donde se debe mejorar en el acompañamiento en provecho de la salud física, mental y social de todas las personas.
Referencias bibliográficas
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