Pabellón de Helio Un edificio ligero, fácil de armar y desarmar, transportable, flexible e inestable. Un edificio interactivo, frágil en su apariencia y fuerte en su capacidad. Un edificio que respira y se mueve, de pieles translúcidas pero estructurales. Esta arquitectura depende de los pronósticos climáticos y según ellos, define su postura y utilidad. Como navegar a vela o volar en globos aerostáticos, el Pabellón de Helio tiene limitaciones si las condiciones climáticas no son apropiadas. Así, su instalación implica un acuerdo, una negociación con los fenómenos naturales. Estas limitaciones fueron entendidas como las implicaciones físicas de un cuerpo ligero y frágil, que se mueve y manifiesta de distintas maneras según el frío, el calor, el viento y la lluvia. Una estructura que comparte su espacio con la naturaleza, tratándose de un cuerpo casi animal que funciona entre reglas naturales y artificiales, entre lo predecible e impredecible de su forma.
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ga Estudio 2018 año inauguración 2018 Equipo Tomás García, Xaviera Gleixner y José Miguel Pinto Ingeniería Robert Meyknecht Construcción Geo die Luftwerker Uso Cultural, Educacional Mandante Privado Impacto social No definido Superficie proyecto 201–500 m2 Superficie terreno 501–1.000 m2 Condición territorial Sin terreno específico Localización Extranjero, Portugal
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