DESDE EL SILENCIO Mujeres judías en la España medieval l.
Por Cristina Mª Menéndez Maldonado
Cualquier aproximación al estudio de la vida de las mujeres judías en el Medievo no solo es difícil, sino que carece de fuentes sólidas que puedan perfilar cuál fue su realidad pública y privada. Algunos documentos legislativos e inquisitoriales en su aplicación han reseñado los perfiles imprecisos de estas mujeres ligados a sus rituales, que ellas atendían con celeridad en el marco de la ley judía.
completamente de servidumbre y esclavismo hacia la figura dominante del género masculino, cuya fundamentación ya se nos advierte en la literatura evangélica, así como en los textos moralizantes del Medioevo.»—comenta el historiador de Arte, especialista en iconografía, José Miguel Gámez Salas.
Las normas recogidas en la Torá, texto que contiene la ley, base y fundamento del judaísmo organizaron los comportamientos de hombres y mujeres judíos a lo largo de la historia, lo que estableció diferencias significativas en sus vidas respecto de los cristianos y musulmanes de la Edad Media.
La mujer judía en el ámbito doméstico, su rol en la educación de sus hijos y la transmisión de la cultura que vienen recogidos en los preceptos de la Torá formaron parte de los deberes religiosos de carácter doméstico. Las amas de casa judías comenzaban sus labores antes del amanecer, encendían las lámparas de aceite los viernes, amasaban el pan, cocinaban para el shabat, cuidaban de los hijos.
«La Mujer judía se erige como una de los temas más controvertidos de la Historia a causa de la exigua y escasa documentación sobre ella. La relevancia de su naturaleza ya podemos encontrarla en el Antiguo Testamento a través de las figuras femeninas de Ester, Yael o Judith cuyas acciones no hicieron sino convertirlas en mujeres símbolo para su pueblo. Ya en el Medioevo sus costumbres responden a un carácter
ANTROPOLOGÍA y TRADICIONES POPULARES
ESPOSAS Y MADRES
Todas esas obligaciones establecidas por la ley mosaica eran aprendidas por las mujeres a partir de los 12 años. Para la historiadora medievalista y presidenta de la asociación ateneísta de estudios sobre las mujeres Clara Campoamor, Mª Teresa Arias Bautista: «Las mujeres cristianas y judías eran educadas para el matrimonio, que era su único fin: el mantenimiento de
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