HUELLASSALUD Por. Víctor Ingrassia Foto. Fuente externa
Irradiación de alimentos: claves esenciales para entender el proceso la ANMAT y la International Irradiation Asociación (IIA), además de contar con las Certificaciones ISO 9000, IRAM e IQNET, Licencia de Operación, de ARN, y certificados de Habilitación de Establecimiento, de Buenas Prácticas de Manufactura.
Irradiar los alimentos es una técnica que propuso Samuel Prescott en el 1904 la cual consiste en someter los alimentos, sea fruto, cereal, una legumbre o una verdura, trozo de carne, a una fuente de onda radioactiva de alta energía a fin de esterilizarlos acabando con todo microorganismo patógenos o toxinas presentes en el independientemente del estado en que se encuentre. Esta técnica llevaba a cabo en la Argentina con determinados productos alimenticios y de otros rubros, tiene varios años en otros países del mundo, como Estados Unidos, Francia, Alemania y Brasil. Está permitido desde hace unos treinta años para: papa, cebolla, ajos, vegetales deshidratados, especias y condimentos, hongos secos y espárragos. Pero ahora dará el salto a productos más consumidos como carnes, pescados, pollos y más.
REVISTA HUELLAS
Hoy en el mundo se comercializan más de 700.000 toneladas de alimentos irradiados, cuyo beneficio más importante es su extensión de vida comercial, acompañado con la reducción de cadenas de frío y los altos costos de transporte. Daniel Perticaro, gerente general de Ionics explicó a Infobae cómo es el proceso por el cual los alimentos son irradiados. “La ionización gamma es una técnica que se usa para una gran variedad de aplicaciones. Se obtienen alimentos más sanos y duraderos. Se logra el control fitosanitario para productos de exportación. Perticaro aseguró que la tecnología es simple y segura y consiste en la exposición de los productos a la energía emitida por una fuente de radiación, de forma tal que el producto absorba una cantidad controlada de energía por unidad de masa. Todo esto está avalado por la Autoridad Regulatoria Nuclear de la Nación,
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MAYO - JUNIO 2020
Según afirma Perticaro, en la empresa las fuentes de Cobalto-60 son de producción argentina y se almacenan en una pileta con agua desmineralizada, el blindaje biológico más adecuado. “El recinto de irradiación tiene paredes de hormigón de hasta dos metros de espesor, que preservan las áreas adyacentes de trabajo y comando. Los productos son ingresados y retirados del recinto, a través de un laberinto, por sistemas de transporte automáticos, controlados por cuidadosos procedimientos de monitoreo”. Por su naturaleza, la radiación gamma no produce radiactividad inducida ni existe radiación residual. Se mantiene la inocuidad y la naturaleza de los productos. Además, el proceso de ionización gamma es totalmente inocuo y no produce efluentes industriales. “En una planta industrial de ionización el control de la dosis absorbida se realiza a través de un único parámetro, el tiempo de exposición. Así, con una sola variable a controlar, el proceso es de alta confiabilidad y exacta respetabilidad”, concluyó. “La ionización de los alimentos es un método físico, en el que se los expone a una fuente de energía generada por