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bles”, cuyo equilibrio orgánico es afectado especialmente por la sal y tienden a sufrir un mayor daño cardíaco, renal y cerebral. Son personas condicionadas genéticamente que se vuelven más sal-sensibles a medida que envejecen. Por lo general sufren el “síndrome X” o “síndrome metabólico” -hipertensión, obesidad, colesterol alto y pre-diabetes, o tienen diabetes tipo 2.
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Reduciendo 3 g el consumo diario de sal, se evitarían 10.000 muertes anuales.
a costumbre de salar abundantemente la comida puede tener consecuencias fatales a largo plazo. Recientes estudios demostraron que existe una relación entre el consumo excesivo de cloruro de sodio (sal de mesa) y daño cardíaco, renal y cerebral, independientemente del nivel de presión arterial. Varias sociedades científicas están considerando la posibilidad de incluir la sal dentro de la lista de factores de riesgos cardiovasculares, entre los cuales se encuentran el tabaquismo, la hipertensión arterial y el colesterol alto. La Fundación Cardiológica Argentina afirma que, disminuyendo en 3 g por día la cantidad de sal ingerida, se evitarían 10.000 muertes por enfermedades cardiovasculares al año.
En ellas, la ingesta de sal baja en exceso los niveles de óxido nítrico, fundamental para mantener el equilibrio de los riñones, y el sodio, al dilatar los vasos sanguíneos y aumentar la cantidad de orina (“natriuresis”). El desequilibrio lleva a una insulinorresistencia -una “pre-diabetes”- que a largo plazo puede desencadenar una diabetes. Como la parte interna de los vasos sanguíneos sufre una falla por la falta de óxido nítrico, padecen lo que se llama “disfunción endotelial”, una alteración que daña al corazón al engrosarlo (“hipertrofia venquiera disminuir el riesgo de graves en- tricular izquierda”), y que perjudica al cerebro y a los riñones. fermedades. Salud sin sodio
Quiénes se benefician si reducen el consumo de sal
Según la OMS, se considera hipertensa a una persona que tiene su presión arterial en valores de 140-90 mmHg o superiores durante tres mediciones consecutivas (dependiendo de la edad del paciente). En la Argentina, el 23% de la población es hipertensa, aunque la mitad no lo sabe, ya que es una afección que no produce síntomas. Esta enfermedad causa 300.000 accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos por año: en nuestro país, cada 5 minutos mueren 12 personas por enfermedad cardiovascular.
• Hipertensos • Obesos. • Ancianos. • Personas con síndrome metabólico (sobrepeso, colesterol alto, presión arterial elevada, dificultad para procesar el azúcar, insulinorresistencia). • Personas sal-sensibles. • Población en general (la disminución del consumo de sal es considerada una de las principales medidas de salud pública).
Este concepto revolucionó el campo de la prevención cardiovascular, ya que hasta el momento se consideraba que la sal era perjudicial sólo para las personas hipertensas. Los nuevos hallazgos señalan que existiría un beneficio en disminuir el consumo de sal para todos los individuos, más allá de su edad o condición, ya que la mayor cantidad de eventos cardiovasculares se observan en individuos que creen tener la presión Una de las formas de combatir la hipernormal. tensión es disminuyendo el consumo de sal. El sodio se relaciona con un aumenLos argentinos consumen, en prome- to de la presión arterial, principalmente dio, 12 g de sal por día, mientras que la por la falta de dilatación vascular (por la recomendación es de aproximadamen- disminución de óxido nítrico). te la mitad: 6 g para las personas sanas.
En investigaciones clínicas hechas con Reduciendo 3 g el consumo diario de pacientes hipertensos, se mostró que al sal, se evitarían 10.000 muertes anua- reducir unos 3 g el consumo diario de Las investigaciones apuntan a la rela- les. cloruro de sodio (sal de mesa), la preción entre la sal y el óxido nítrico, una sión arterial sistólica (la “alta”) baja 5 sustancia natural que protege la elasti- Aunque ya desde los años ´50 se ha re- mmHg en promedio, y la presión diascidad y la función de los vasos sanguí- comendado la restricción del consumo tólica (la “baja”) en 2,5 mmHg. Bajar neos, además de estimular al cerebro, de sal para prevenir la hipertensión arte- 10/5 mmHg la presión diastólica permite destruir bacterias y otras funciones. El rial y como una de las medidas básicas reducir el riesgo relativo de accidentes sodio disminuye los niveles de óxido ní- de salud pública, es difícil habituarse a cerebrovasculares un 38 por ciento, y trico y, por ende, un consumo excesivo vivir sin un sabor que ha acompañado el de enfermedad coronaria un 16 por aumenta el riesgo de daño vascular, ce- al hombre desde el inicio de su evolu- ciento. rebral, cardíaco y renal -órganos blan- ción. Sin embargo, hasta el momento, esa renuncia es ineludible para quien Existen personas llamadas “sal-sensicos de la presión arterial alta-.