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1. Los navíos de registro
246 | Cristina Mazzeo
el programa de reformas de la segunda mitad del siglo XVIII.
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57 De todas estas medidas, el reemplazo del sistema de flotas y galeones por el de registros sueltos fue una de las medidas de capital importancia para el comercio con el Perú.
1. Los navíos de registro
A partir de 1741, y como consecuencia de las guerras en el Caribe, la invasión de Vernon a Cartagena en 1739 y el inicio de una nueva guerra con Inglaterra (1740-1748), tuvo lugar una segunda crisis en el comercio colonial que tuvo como respuesta la implementación de los navíos de registros sueltos dirigidos al Mar del Sur. Fue el inicio de una serie de medidas que tendieron a la centralización del poder y a un control más efectivo por parte de la Corona sobre sus colonias. Como resultado de estas disposiciones, el espacio geopolítico comercial se fue transformando y la importancia del comercio basculó hacia el sur del continente, lo que ayudó al surgimiento de nuevos grupos mercantiles instalados en los puertos de Buenos Aires y Valparaíso. Desde tiempo atrás, los navíos sueltos llegaban a Buenos Aires mediante licencias especiales a los comerciantes que introducían mercaderías destinadas a Potosí. Pero, a partir de 1740, este comercio se efectuó de manera regular, lo que provocó la queja del Consulado y de los comerciantes tanto de Lima como de Arequipa. Pero la Corona pretendía establecer un tráfico más racional que le permitiera la obtención de mayores recursos y que América cumpliera el verdadero papel de colonia, es decir, de abastecedora de materias primas y consumidora de productos importados por los españoles. El promotor de esta medida fue José del Campillo y Cossío, el mejor exponente de la doctrina mercantilista en España, ministro de Hacienda de Guerra y Marina e Indias de Felipe V, quien, en 1741, dio origen al plan denominado Nuevo sistema de Gobierno para la América, en el cual reflexionaba sobre la necesidad de introducir nuevos métodos para obtener mayores riquezas en posesiones tan vastas y productivas.58
Los registros sueltos no eran una novedad, dado que habían funcionado en el siglo XVI. En realidad, como sostiene Deolinda Villa,59 esta medida se complementaba con el sistema de flotas y galeones, ya que no había muchas innovaciones: porque los navíos sueltos irían a puertos a los que no llegaban las flotas, como Honduras, Caracas, Buenos Aires, Cumaná, Maracaibo y
57. Pérez Herrero 2002: 319. 58. Campillo estableció los lineamientos de las principales reformas, como las visitas, las intendencias y el reglamento del libre comercio. 59. Villa 1986: 9-11.
el CoMerCio Colonial en el siglo XViii | 247
Margarita, denominados genéricamente “puertos extraviados de la carrera”. En pocas palabras, los navíos sueltos siempre habían existido y su permiso se tramitaba por medio de licencias especiales emitidas por la Casa de Contratación. La idea era utilizarlos de manera temporaria hasta que terminara la guerra con Gran Bretaña, pero los efectos fueron tan positivos para los particulares que prácticamente no se volvió al sistema anterior. Como sostiene García Baquero,60 el tráfico a través de este sistema representó el 79,58%, mientras que el de flotas significó el 13,32% en el período comprendido entre 1755-1778. No cabe duda de que el sistema aceleró el ritmo de los intercambios y, mediante el uso de la ruta del Cabo de Hornos, benefició a los puertos de Buenos Aires y Valparaíso en primera instancia y luego al Callao. Hubo un aumento significativo de las exportaciones de América a la metrópoli, como lo evidencia el siguiente cuadro:
CUADRO 2 CAUDALES DE ORO y PLAtA ENVIADOS A ESPAÑA (en pesos fuertes)
Período Real Hacienda Particulares total 1717-1738 21.691.509 (14,2%) 130.817.094 (85,8%) 152.508.603 1747-1778 38.725.680 (8,8%) 401.002.760 (91,2%) 439.728.440
Fuente: García-Baquero 1976: 344-345.61
El cuadro 2 muestra que la proporción de los caudales exportados por particulares respecto de los enviados por la Real Hacienda fue sustantivamente mayor y que el porcentaje aumentó aún más en el segundo período. tal incremento evidencia que los comerciantes eran quienes controlaban el mercado de capitales, lo que estaría en relación directa con el crecimiento de la producción minera en dicho período. En los siglos anteriores, según las cifras de Hamilton y Morineau y como lo demuestra García-Baquero,62 el porcentaje de caudales de particulares solo significaba un 74 % del total; pero, en el período comprendido por los registros sueltos, alcanzó un 91,2%.
En cuanto a la exportación de los principales productos remitidos desde el Callao a Cádiz, según los datos aportados por G. Dilg, tenemos el siguiente cuadro:
60. García-Baquero 1976: 173. 61. Estos datos se refieren al total de ingresos de la Real Hacienda para todo el ámbito colonial, por lo que no podemos determinar el valor exclusivo de lo enviado desde el Perú. 62. García-Baquero 1976: 348.