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LYDIA FOSSA
Muchos de los textos de Ondegardo sirvieron de base para la elaboración de las ordenanzas (1572) que dictó el virrey Francisco de Toledo,28 pero esto no lo hace toledano. He destacado la genealogía de Notables daños para refutar que Ondegardo la haya redactado para sustentar la posición de la tiranía de los inkas, por encargo del virrey Toledo. No consta documentalmente que haya existido tal encargo, sino más bien las numerosas solicitudes de la Corona, como queda claro del estudio de los documentos oficiales que antecedieron la redacción de Notables daños. Durante mucho tiempo se consideró a Ondegardo como “toledano”: “[...] Ondegardo es el jefe de una escuela o corriente histórica a la que se ha dado el nombre de toledana pero que tiene en el licenciado su más auténtico iniciador y mantenedor. Al sostener la tiranía de los Incas y su reciente dominio sobre el Tahuantisuyo [...]” (Porras 1986: 335). Porras opina esto porque acepta la propuesta de la categoría de “toledano” de Means, así como la de Urteaga y Romero, quienes se basan en que el Parecer de Yucay ha sido escrito por Ondegardo. Pero actualmente se sabe que “Nada más lejos del espíritu de otros escritos de Polo que aquella carta, que, como demostró recientemente Bataillon, pertenecía a otro autor. Pero el error cundió y contribuyó a la figura ‘toledana’ del licenciado Polo [...]” (Araníbar 1963: 125). Ondegardo no apoyó la tesis de la tiranía; una lectura cuidadosa de su obra muestra que el licenciado se oponía al desmantelamiento, puesto en práctica por Toledo, de la organización nativa. Las ordenanzas de Toledo y otras normativas posteriores relacionadas con la minería, la coca, los tributos y el trabajo, entre otras, se alimentaron de los escritos de Ondegardo, pero para efectos contrarios a su intención. Si Ondegardo estudiaba los fueros de los nativos para generar una mejor legislación que los conservara y aprovechara, lo que se hizo, más tarde, fue extender los fueros de Castilla a todo el territorio andino, desarticulando la organización social, laboral y económica que los inkas administraban.
el hombre mas habil desta materia que yo he hallado en ella [...]’, a lo que se agrega el testimonio del propio cronista de Toledo —Sánchez o Baptista de Salazar— quien dice que ‘Polo de Ondegardo era muy experimentado en las cosas deste reino’” (Porras 1986: 338). 28. Véase: Francisco de Toledo: disposiciones gubernativas para el virreinato del Perú 15751580. Introducción de Guillermo Lohmann, transcripción de Justina Sarabia Viejo. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sevilla, 1989.
POLO ONDEGARDO
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El pensamiento dominico en Polo Ondegardo Aunque Francisco de Vitoria y Bartolomé de Las Casas nunca estuvieron en los Andes, el impacto de sus ideas sobre las decisiones que la corte española tomó con respecto al mundo andino fue considerable. El pensamiento dominico, en general, y la ideología tanto de Vitoria como de Las Casas, en particular, pueden identificarse en documentos, como el ítem XIX de las Nuevas Leyes: Porque una de las cossas mas prinçipales que en las Abdiençias han de servirnos es en tener muy espeçial cuydado del buen tratamiento de los yndios y conservaçion dellos, mandamos que se ynformen siempre de los exçesos y malos tratamientos que les son o fueren fechos por los governadores o personas particulares [...] guardando sus usos y costumbres, no siendo claramente ynjustos [...] (Morales Padrón 1979: 434).
Los conceptos en pro de la defensa del indígena se habían estado gestando en España desde principios del siglo XVI, especialmente en las universidades de Valladolid y Salamanca,29 donde enseñara Francisco de Vitoria. Estas ideas pasaban a la región andina a través de dominicos tan descollantes como fray Domingo de Santo Tomás y fray Tomás de San Martín, a quienes Polo Ondegardo conoció de cerca. De acuerdo a Lohmann (1966: 29), Santo Tomás no sólo fue corresponsal de Las Casas30 sino que, sin lugar a dudas, lo identifica como seguidor del Padre Las Casas: “[...] y el Prior del convento de Lima, Fray Domingo de Santo Tomás, sevillano, cuya identificación con las ideas lascasistas está acreditada documentalmente” (Lohmann 1977: 97). Es interesante observar que aunque Polo Ondegardo se relaciona profesional y personalmente con los dominicos en Los Reyes, Cuzco y La Plata, no eran estos los primeros contactos que tenía con ellos. Sus ideas en pro del mantenimiento de los fueros nativos bajo el sistema de
29. Salamanca era, desde 1245, uno de los cuatro centros universitarios más importantes de Europa. Un autor anónimo que preparó una descripción histórico-geográfica de España alrededor de los años 1516-1518, opina así: “Salamanca es una gran ciudad y obispado, donde hay mas de cuatrocientas casas de caballeros [...] Hay allí un Estudio General de todas las ciencias, el más grande y el mejor de España, a donde vienen todos los españoles a aprender la ciencia, de donde salen singulares letrados en todas las ciencias: es otra Atenas. Tiene dos colegios [...]” (Rucquoi 1987: 110). (Traducción de la autora). 30. “[...] suscritos por el ya mencionado dominico fray Domingo de Santo Tomás, que no puede desmentir su condición de corresponsal del P. Las Casas [...]” (Lohmann 1966: 29).