EL CACICAZGO DE LAMBAYEQUE Y FERREÑAFE El último expediente que vamos a estudiar corresponde a los autos que siguió don Juan Nicolás Faizo Farrochumbi, Gobernador de las armas del pueblo de Lambayeque en el corregimiento de Saña, contra don Eugenio Victorino Temoche Farrochumbi, Cacique principal y gobernador del mismo pueblo de Lambayeque, sobre el mejor derecho al goce y tenencia del cacicazgo. El 11 de Mayo de 1765, la Real Audiencia de Lima, mandó amparar en su posesión a don Eugenio Temoche y ordenó que la causa se recibiese a prueba. Se trata de un largo litigio, que con intervalos habían sostenido desde el siglo XVII, dos ramas de una misma familia. Con alternativas habían poseído cada una de ellas el curacazgo, demostrando un odio implacable y una tenacidad para defender sus derechos. Los cuantiosos salarios y beneficios eran, fuera de los honores debidos al rango, los acicates de tan tenaz rencilla. El expediente que se haya en el Archivo Histórico Nacional de Lima, es sólo una parte, Rubén Vargas Ugarte ha estudiado varios manuscritos en la antigua Biblioteca Nacional, relacionados con el mismo pleito (39). Por ser un litigio de fines de siglo XVIII, ya la tradición antigua se ha perdido por completo, no queda nada de las pasadas costumbres de elección y eficiencia del candidato. Lo más interesante es lo relacionado con los primeros años de la conquista y las noticias que concuerdan y amplían los datos de la crónica de Cabello sobre el curacazgo de Lambayeque. La historia de los Señores de Lambayeqeu, es quizás después de la de los Incas, la que mejor se conoce. Se inicia con la llegada en unas balsas, desde el norte, del legendario reyesuelo Naymlap, con su corte y su refinado séquito. No vamos a narrar toda su his(39) Rubén Vargas Ugarte. Los Mochicas y el cacicazgo de Lambayeque. Actas y Trabajos Científicos del XXVII Congreso Internacional de Americanistas, vol. 2, pp. 475-482. Lima.
toria, tras el gobierno de once curacas, le tocó el mando a Fempellec, último representante de su estirpe, que cometió el sacrilegio de querer mover el ídolo principal de su adoratorio; por castigo de los dioses, se inició un diluvio de treinta días, seguidos de un año de esterilidad y hambruna. Para aplacar a la divinidad, decidieron los sacerdotes prender al régulo y atado de pies y manos, lo aventaron al profundo mar. Con su muerte terminó la primera dinastía de los Señores de Lambayeque (40). Después de un tiempo, que es imposible decir cuanto duró, se apoderó de este valle un poderoso tirano, llamado Chimo Cápac y al someterlo, puso por cacique a Pongmassa, natural de Chimor (41).