Yuyarccuni Año II N° 2
Andrés Gálvez
social fabric with certain ethnic symmetry, based on the radical asymmetry of gender. The co-government between the male ayllu and the female panaca allowed the deployment of complementary tactics of resistance to European colonization. The female commitment to miscegenation is solidary of the long-term anti-colonial struggles that are reproduced until the present. In early colonial society, a border space was formed with the invading society, adapting and domesticating the power structure imposed in economic, political and spiritual terms. The Chinese dances of the valley of Aconcagua and northern small of Chile, are mestizo spiritual festivities whose articulating capacity of the prehispanic-European constitutes a defiant and overflowing universal ethos of the patriarchal / colonial order imposed by the capitalist globalization at present. Keywords: Chinos dances, ch'ixi, semiopraxis, image sociology, Andean baroque, ecofeminism. Introducción Una atmósfera discursiva saturada de neologismos y estereotipos fetichistas en torno a “la cuestión indígena” que deambulan, hoy por hoy, en los circuitos de las renovadas formas de colonialismo en nuestro continente, nos obliga a reafirmar más que nunca nuestra actitud de sospecha. Conceptos como “colonialidad”, “interculturalidad”, “multiculturalismo”, “transmodernidad”, y otros tantos “pluri-multi” conforman una economía política del conocímien-to que reactualiza las formas de saqueo de plusvalía simbólica (Rivera C., 2010; 2015). Así, la apropiación de saberes comunales por parte de la academia logocéntrica y exotizante además de las “progresistas” políticas públicas de estados nacionales y plurinacionales, se revelan acopladas estructuralmente a las gigantescas inversiones de corporaciones financieras para programas “culturalistas” de “reconocimiento” de derechos de minorías, propia de la nueva agenda desarrollista de transformación de la infraestructura continental para el flujo y saqueo de mercancías2. Un “sentido de apropiación estatal” articulado a un “sentido de naturalización”, como dice el warriache3 antropólogo Antileo (2013), nos mues2
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Me refiero, sobre todo, al influjo de capitales extranjeros al que se endeudan los estados nacionales y plurinacionales, como el del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) que soporta la Iniciativa de Integración Regional para Sudamérica (IIRSA). Literalmente del mazudungún “gente de la ciudad”. Se trata de un neologismo mapuche para referirse a la diáspora indígena da las ciudades. Al respecto, el sentido de naturalización estatal opera negando la historicidad colonial que dio origen a la migración campo-ciudad, encubriendo una diversidad étnica bajo el anonimato colectivo de la idea oficial del mestizaje. Como contestación a esta política de encubrimiento que restringe el poder político y capacidad de articulación de los 134