Análisis del ecosistema brasileño de iniciativas político-electorales manera puntual para generar contenido y productos comunicacionales, organizar eventos para acercar a los ciudadanos de los activistas-candidatos, articular movimientos, organizaciones y colectivos alrededor de las candidaturas, brindar formación de campaña electoral para los candidatos y sus equipos de campaña, y eventualmente sorprender en el resultado electoral
contemporáneos en Brasil, al lado de las Muitas en la ciudad de Belo Horizonte y del Movimiento Brasil Libre (MBL) de cobertura nacional, se sumaba a otros experimentos políticos en Latinoamérica y en el mundo.
De las calles a las urnas Desde la crisis financiera del 2008, diversas manifestaciones masivas estallaron por el mundo. Latinoamérica, especialmente, fue una región de extrema tensión social. De las manifestaciones estudiantiles en Chile en el 2011, pasando por las jornadas de junio de 2013 en Brasil, de México en contra de la violencia estatal de 2014, en Argentina con el #niunamenos en el 2015, en Colombia alrededor del acuerdo de paz en el 2016, en Paraguay contra impunidad en el 2017, en Venezuela contra el autoritarismo a partir del 2017, en Ecuador contra medidas de austeridad y por derechos indígenas en el 2019. En realidad, es difícil encontrar algún país en la región que no haya visto al menos una manifestación que llevó a las calles a millones de personas. Y, por más que la temática central de esas manifestaciones pudo haber variado; de educación a la seguridad pública, de transporte a justicia de género, en todas existe un elemento común: una insatisfacción ciudadana generalizada con la clase política.
El 2 de octubre de 2016, los 8 activistas apoyados por la Bancada Activista, sumaron un total de 73.355 votos, representando el 1% de los votos válidos en la ciudad más grande de Latinoamérica, entre ellos, Sâmia Bomfim fue elegida como la concejal mujer más joven de la historia de Sao Paulo. Además del número representativo de votos y de conquistar una curul, lo que llama la atención es que la Bancada Activista obtuvo más votos que 15 de los 34 partidos que disputaron elecciones ese año1; la candidatura de Sâmia costó menos del 5% del costo promedio de campañas victoriosas para concejal en SP en 2016; las candidaturas apoyadas por el movimiento tenían más diversidad que cualquier partido político o correlación en aquel momento, y esa forma de organización política sería replicada y remezclada a lo largo de los próximo años. El caso de la Bancada Activista, que en el 2016 creó uno de los primeros movimientos político-electorales
Sin entrar profundamente en análisis sobre lo que llevó a eso y cuáles fueron todas las consecuencias, es posible decir que dos cosas ocurrieron. La primera es que el aparato político fue absolutamente sacudido, demostrado por el hecho de que básicamente ningún partido (ni en la
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http://produtos.seade.gov.br/produtos/eleicoes/can didatos/index.php?page=ele_leg_tab&turn o =1&ano=2016&cargo=13&mun=355030
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