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Capítulo 4: Organización y administración del partido

CAPÍTULO CUATRO ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DEL PARTIDO

Panorama general

La finalidad de este capítulo es presentar la organización partidaria y el manejo de sus asuntos. Al igual que cualquier otra empresa, para alcanzar sus metas y objetivos, un partido político debe estar bien organizado y bien administrado. Debe asimismo minimizar los obstáculos para la toma o la retención del poder político, manteniendo la disciplina y la cohesión internas.

La organización y la administración del partido incluyen: • la implementación de la constitución del partido, sus normas, reglas y procedimientos; • estructuras organizativas sólidas, con una secretaría funcional; • procedimientos administrativos y procesos transparentes de reclutamiento del personal; • una dirigencia comprometida y efectiva; • una membresía activa; • filiales operativas; y • elecciones partidarias internas.

Gane o pierda una elección, un partido político debiera permanecer organizado como una institución de gobierno y como un agente de la democracia representativa en la sociedad. Las experiencias en todo el mundo han mostrado que si un partido no está organizado y bien administrado, sus posibilidades de ganar elecciones e implementar sus políticas se ven debilitadas.

El marco general (véase el ejemplo infra) de las estructuras administrativas del partido podría incluir: • un órgano supremo compuesto por miembros del partido, como el congreso de delegados nacionales (a veces conocido como convención nacional de delegados); • el consejo de gobierno nacional o su equivalente; • el comité ejecutivo ( de administración) nacional; • la secretaría o directorio, incluyendo los programas de finanzas y administración; y • filiales regionales y locales, comités de distritos electorales y comités de centros de votación donde sea apropiado.

Distrito electoral Convención Nacional de Delegados (CND)

Consejo Nacional de Gobierno (CNG)

Comité Ejecutivo Nacional (CEN)

Secretaría Nacionalpartido

Filiales del

Coordinador de logísticas Grupo Parlamentario

Mujeres y Juventud Congresos de

Unidades funcionales

Los partidos pueden también contar con unidades funcionales basadas en la edad (un sector joven), el género (un grupo de mujeres) o la profesión (el sector de los agricultores o un consejo de alcaldes, etc.). Estos sectores a menudo son buenas fuentes de ideas de política y pueden ser incorporados a programas para captar nuevos miembros y partidarios.

Los partidos pueden tener cuotas específicas para su representación funcional dentro del partido, en relación con su visión y creencias.

Democracia partidaria interna

El compromiso de un partido con los valores y principios democráticos debe siempre reflejarse en su constitución escrita, sus documentos de política y en la interacción cotidiana entre su dirigencia y sus miembros. Esto incluye la forma en que el partido nomina o elige a sus dirigentes, llega a decisiones o posiciones de políticas claves, y la forma en que se ocupa del disenso en sus bases. En un partido político bien administrado se debiera encontrar un código de conducta para todos sus miembros y dirigentes, así como un comité de resolución de conflictos internos autónomo y justo. Este comité debiera minimizar, administrar y resolver los conflictos partidarios internos proactivamente, y debiera estar conformado por personas de alta integridad que no ocupan ningún otro cargo, electo o nombrado, dentro de esta agrupación.

Los partidos democráticos vibrantes y saludables usualmente se dedican a lo siguiente: Actualizar continuamente los registros de sus miembros; • promover el reclutamiento de miembros y la promoción en todas las regiones, electorados y distritos electorales del país;

• institucionalizar y profesionalizar la administración de sus asuntos (i.e. despersonalizar las funciones y mejorar la responsabilidad colectiva y la mentalidad de miembro de un equipo entre la dirigencia); • crear, cultivar y sustentar un entorno político de visiones y opiniones divergentes, en forma tolerante y reconciliadora; • promover la representación equitativa, a todo nivel, de hombres, mujeres, jóvenes, minorías y personas con intereses especiales incluyendo a los discapacitados, profesionales, empresarios, agricultores, pastores y otros cuadros en sus estructuras organizativas y de administración; • fomentar la participación activa y efectiva de todos los miembros en la toma de decisiones; • acatar su constitución, políticas y procedimientos para la toma de decisiones; • hacer que sus dirigentes y funcionarios rindan cuenta a sus miembros y partidarios; • mejorar un sistema de comunicación de doble vía, entre la sede central y las filiales del partido. Esto debe ir acompañado de un protocolo de comunicaciones claro, que sea establecido mediante las consultas y respuestas regulares. Ello a su vez fomentará la coherencia y la consistencia en el desarrollo y la difusión del mensaje; • conducir elecciones partidarias internas con regularidad que sean libres, justas, pacíficas y transparentes a los niveles de base y nacional, según las disposiciones de la constitución partidaria; • efectuar la nominación de sus candidatos para el Consejo local, el Parlamento y el cargo de Presidente que se realicen con regularidad y sean libres, justas, pacíficas y transparentes a nivel de base y nacional, según las disposiciones de la constitución del partido; y • promover el acceso de los miembros a documentos de política relevantes y apropiados, incluyendo la constitución del partido, sus reglas de nominación y elección, su manifiesto y otros materiales importantes sobre Información, Educación y Comunicación (I.E.C).

Las estrategias claves para promover un partido (democrático) que funcione bien incluyen: • El diseño de una constitución que promueva y esclarezca los derechos, papeles y responsabilidades de los miembros; • Establecer una estructura partidaria efectiva y que rinda cuentas: asegurar que exista un sistema bien estructurado, para que desempeñe sus papeles y mandato en la sociedad; • Procedimientos partidarios: coordinación elaborada y canales eficaces para la comunicación interna y externa, y protocolo consultivo de toma de decisiones; o Una base de miembros vibrante: es vital para el funcionamiento interno de un partido político. Éste recluta a personas que están comprometidas con su ideología, sus valores y principios. Estas personas deben asimismo poder participar en el gobierno del partido, las formulaciones de política y las campañas. Es entre estos miembros que se elige la dirigencia. La estructura de un partido podría asimismo reflejar distintos niveles de membresía. Por ejemplo, el partido podría distinguir entre simpatizantes (que tal vez no paguen cuotas y no puedan ocupar cargos dirigentes, pero sí asistir a las reuniones), y militantes (que pagan una cuota, pueden elegir candidatos y

ocupar cargos de liderazgo). La base de los miembros es, por ende, sumamente importante para el futuro de un partido político; • Un secretariado del partido que funcione bien: la eficiencia del secretariado del partido es crucial para la planificación y programación efectivas de las actividades partidarias, y su éxito en el manejo de sus campañas. La secretaría puede utilizar servicios voluntarios para implementas sus actividades. Sea como fuere, en la mayoría de los partidos del mundo son sus activistas voluntarios, y no empleados asalariados, quienes ocupan los distintos niveles de sus estructuras; • Elecciones partidarias internas: todo partido político debiera establecer un órgano independiente para la organización, la administración y la supervisión de unas elecciones partidarias libres, justas y pacíficas. Dichos órganos debieran tener como base un sólido reglamento de nominación, normas y un código de conducta que esté en consonancia con las disposiciones apropiadas de la constitución del partido. La nominación, las normas electorales y los procedimientos debieran incluir criterios de elegibilidad de candidatos y votantes, la forma de las elecciones (i.e. voto secreto, voto en cola, sistema de delegados o colegio electoral, etc.), mecanismos con que hacer frente a negligencias y las quejas surgidas del proceso electoral partidario. Los procedimientos debieran incluir cronogramas detallando la fecha de las nominaciones y elecciones, los centros de votación designados, los procedimientos de votación y conteo, el anuncio de los resultados y la declaratoria del vencedor, así como la transferencia del poder; y • Un consistente impulso reclutador: el partido político tiene que enseñar al público los beneficios que reporta unirse a él y fomentar su inscripción como miembros.

Democracia intrapartidaria en Taiwán

En Taiwán, el Kuomintang (KMT) gobernó un Estado unipartidista desde la década de 1950 hasta finales de la de 1980. Con el fin del gobierno militar en 1987 y el surgimiento de nuevos partidos de oposición, el KMT tuvo el desafío de tener que adoptar nuevas formas de conservar un mandato electoral. En 1989, el Partido introdujo primarias cerradas para seleccionar los candidatos de las elecciones legislativas de dicho año. El cambio fue impulsado por el dirigente nacional del Partido, pero posteriormente se le atribuyó su derrota. Dos factores tuvieron un papel en esto: en primer lugar, el cambio retiró el poder de selección de las facciones locales; dichas facciones respondieron retirando su respaldo si los candidatos de su preferencia no ganaban la nominación. En segundo lugar, los miembros del partido que participaron en estas primarias resultaron ser más conservadores que el electorado potencial del partido; en consecuencia, los candidatos que eligieron no eran tan atractivos para los votantes como podrían haberlo sido. Tras la derrota, el KMT cambió sus procedimientos de selección varias veces más, desarrollando procedimientos que incluían papeles para miembros individuales y facciones locales del partido, pero que también brindaban a la central partidaria la libertad de hacer a un lado la selección local, para así presentar listas más “equilibradas”.

Principios que rigen la organización y la administración del partido

Los siguientes son algunos de los valores y principios democráticos que guían la organización del partido y su administración:

• Descentralización y devolución del poder: una decisión consultiva, tomada dentro del partido, que involucra a todos los órganos de toma de decisiones, para así asegurar la presencia de un sistema de contrapesos en contra de un liderazgo autocrático; • El imperio de la ley: la esencia de este principio es el intento de resguardar la igualdad ante la ley basando su organización, administración y liderazgo sobre un sólido marco constitucional y legal que allane el camino a todos los partidos bajo la ley, sin temor o favor. La constitución del partido debiera ser la base del gobierno y la administración en todo momento, y debiera por ende ser respetada tanto por la dirigencia como por los miembros. Sin una correcta aplicación del principio del imperio de la ley, un partido político corre el riesgo de ser mal administrado o desorganizado por unos cuantos líderes o miembros egoístas; • Separación de poderes: esto alude a la separación práctica de poderes entre los detentadores de cargos, para así evitar conflictos de interés en un partido político.

Dicha separación va acompañada de autoridad y autonomía, para así tener un funcionamiento adecuado. Sin embargo, el principio de la separación de poderes no pide la separación en la organización o la administración. Simplemente requiere que todo aquel que ocupe un cargo cuente con obligaciones, responsabilidades y derechos bien definidos dentro de la jerarquía partidaria, y que esté libre de ejercer tales obligaciones sin una interferencia indebida. Esto requiere de una rendición de cuentas, consultas, diálogo y de la aplicación de contrapesos efectivos para evitar casos extremos de autonomía, la cual podría llevar al abuso del poder y del cargo; • Transparencia: unos mecanismos transparentes de reclutamiento, nombramiento y elección de cargos son esenciales para que un partido político retenga su credibilidad y respaldo; es más, la transparencia requiere de un sistema efectivo de comunicación interna y externa; y • Mecanismos internos de resolución de conflictos: esto quiere decir instalar herramientas legales para el arbitraje y la resolución de conflictos. En todo sistema o institución democrática, se debe permitir a la gente disentir y acordar disentir, sin necesariamente convertirse en enemigos o perder identidad al partido. El mecanismo interno de resolución de conflictos debe ser presidido por una persona u órganos que hayan demostrado independencia, objetividad, transparencia, rendición de cuentas y confianza.

La democratización interna de los partidos políticos, es de crucial importancia para que participen de modo significativo en la búsqueda y la promoción de la democracia en la sociedad mayor. En algunos países, los partidos critican a la institución del gobierno por no ser democrática, cuando ellos mismos no han logrado crear, cultivar y sustentar prácticas democráticas internas. La lista de control de la democracia incluye los siguientes valores y principios: la participación activa y eficaz de los miembros en la toma de las decisiones, la equidad en las elecciones, las nominaciones y los nombramientos partidarios, la libertad de expresión, responsabilidad, respeto por los derechos individuales, la transparencia, la rendición de cuentas y una distribución justa del poder, las oportunidades y los recursos.

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