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Interseccionalidades en Autopsia de Anuchka Ramos Ruiz Adelaida López López
Cual patóloga forense, aparece la profesora y escritora ponceña Anuchka Ramos Ruiz con el texto Autopsia (2018). No como patóloga “post-mortem”,
sino desentrañando y penetrando al sujeto en vida imbricando interseccionalidades de parentesco, clasismo, feminismo, erotismo e identidad de género, desde una perspectiva metaliteraria en una voz autodiegética. El “yo” lírico explora y muestra al lector la ficcionalidad que permite equiparar las voces y el carácter memorístico al contexto autobiográfico de la escritora, aunque Barthes1 indique lo contrario. Queda evidenciada la labor literaria de Ramos en el poema “Los hombres” y “Así fue cómo me inventé poeta”. Los primeros versos del poema “Los hombres” demuestran la metalurgia de su trabajo: “A mi padre no le gusta la poesía. /Es probable que nunca lea este libro, /pero lo comprará/y les dirá a todos que su
(pp. 22-29) Una y otra vez, aparecen las “supuestas” relaciones de parentesco en los intercalados microcuentos “Changuería”, “Las manos de mi madre” y en los poemas “Pachó”, “Dancing Falanges” y “Nena”. El primero evidencia el contraste clasista que resiste un patrón hegemónico de dominación y el segundo presenta una experiencia onírica que utiliza como símbolo o metáfora “las manos de la madre”, elemento retomado en el poema “Dancing Falanges”. En los poemas mencionados, se observa la autoridad matriarcal y la capacidad del ser humano para borrar experiencias negativas de su vida y convertirlas en resiliencia. Los poemas enfatizan en la combinatoria
hija es poeta” (p. 14). Culmina el poema, haciendo referencia, la voz poética, a las injusticias evidentes del patriarcado contra la mujer: “Mi padre es uno de esos poetas que nadie lee, /como a las mujeres” (pp. 49-50). Por otra parte, en el poema “Así fue cómo me inventé poeta” indica: Desde entonces y para siempre escribo para alejarme de aquel colegio de los hijos de los médicos y abogados
patriarcal y matriarcal resaltando la identidad de la mujer. El erotismo salpica la prosa poética de Autopsia en metáforas e imágenes que el lector comprende en textos como “Odiado el cuerpo número siete”, “Baños de María”, y “Nadadora”. Con la voz narrativa del microcuento “Odiado cuerpo número siete”, “duerme otro cuerpo” (p. 21), solo la acompaña otro cuerpo, mientras es imperioso el deseo al generalizar que todos los cuerpos son iguales. El género del cuerpo no se identifica. “El cuerpo a mi lado parece todos los cuerpos”. … “Es un cuerpo
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“La muerte del autor” de Roland Barthes..
de las monjas y beatos de la maestra de Tercer Grado y del orden de las preposiciones …
Edición especial Asuntos de Género