52
La sutileza de la subversión en Roma de Alfonso Cuarón Nancy Bird-Soto
Roma (2018),1 la producción escrita y dirigida por Alfonso Cuarón, ha recibido el premio Oscar como la mejor película extranjera. Como se puede encontrar en acalorados debates en las redes sociales, el filme ha causado controversias por la representación de la figura de la empleada doméstica y las dinámicas de clase social. El teórico Fredric Jameson señala, al hablar del concepto del inconsciente político, que no hay nada que no sea social, histórico; es decir, no hay nada que no sea político (p. 5). En el caso de Roma, se hace evidente que lo político afecta la vida cotidiana, incluso cuando los personajes parezcan no hablar u ocuparse de ello. Más aún, lo social e histórico influye en las interacciones entre los personajes según sus señas de identidad, sean de género o situación socioeconómica. Propongo, pues, una mirada a Roma como un retrato en movimiento que expone los valores socioculturales en torno a la (idealizada) familia nuclear de clase acomodada, en este caso, del México citadino de principios de los años setenta. Es la familia nuclear “molde” de base heterosexual y, como se ha entronizado en Latinoamérica, cargada de sesgos prejuiciados que ensalzan al hombre blanco de clase alta y ante quien todo lo demás debe girar y medirse. Imbuidas en la sutileza poética y narrativa de Roma hay cuatro instancias que provocan importantes reflexiones, sí, políticas. Estas son: 1) la violenta reacción de Fermín (Jorge Antonio Guerrero) cuando 1 https://www.netflix.com/title/80240715
Cleo (Yalitza Aparicio) va a confrontarlo por su prolongada ausencia; 2) la insistencia en la familia para la cual Cleo trabaja de que la hija, Sofi (Daniela Demesa), no engorde; 3) la violenta reacción de Sofía (la madre/ patrona, interpretada por Marina de Tavira) hacia Paco (uno de los hijos, interpretado por Carlos Peralta) y Cleo, luego de confirmar por teléfono que su marido (Antonio, interpretado por Fernando Grediaga) tenía una amante; y 4) la desgarradora sucesión de eventos que circundan el parto de Cleo. Estos, por supuesto, no son los únicos momentos clave, pero—interrelacionados entre sí—permiten atisbar la problemática de fondo: el lastre de la colonialidad en el día a día. No me puedo olvidar tampoco del personaje del perro, Borras, cuya presencia ofrece mucho más que la comicidad que provocan sus brincos y saltos.2 Hay consenso crítico sobre la magistral puesta en escena lograda.3 Mónica Castillo destaca que la primera escena de la película es un estudio sobre la paciencia y la belleza, mientras Kiko Martínez resalta lo poético de la cinematografía.4 Por otro lado, el personaje de Cleo—como empleada doméstica indígena—ha sido recibido de diferentes maneras, no siempre de manera positiva. Hay quienes encuentran el encuadre del personaje como mero estereotipo 2 Tampoco pasa desapercibido por las redes sociales: https://twitter.com/i/moments/1070759162588610562?lang=en. 3 Ver reseña de Manuel Martínez Maldonado (21 diciembre 2018): http://www.80grados.net/roma/. 4 http://remezcla.com/lists/film/latino-film-criticsreview-roma-alfonso-cuaron/ Edición especial Asuntos de Género