UN HOMBRE OCUPADO EN CONSTRUIR LA PATRIA
Francisco “Pancho” Moreno Por Gustavo Aparicio Fundación Hábitat & Desarrollo
E
xiliados en Uruguay, la familia Moreno compartió años con hombres de la talla de Mitre, Sarmiento y Echeverría hasta 1852 cuando, en la batalla de Caseros, Rosas fue vencido definitivamente. Unos tres meses mas tarde, ya de vuelta en Buenos Aires, nació “Pancho” Moreno hijo de Don Francisco y de Doña Juana Thwates. Él era un acaudalado liberal y ella la hija de un militar inglés que quiso conquistar Buenos Aires pero fue vencido por Liniers y conquistado por una porteña. Sabemos que “Pancho” nació en una casa situada en lo que hoy es Paseo Colón y Venezuela y que era un muchacho alegre, integrante de una comparsa que nombró “Rey de máscaras” a Sarmiento, quién acepto la distinción. Su madre falleció de cólera cuando él era un niño, dejando a los hermanos al cuidado del padre, con quién salían a juntar “cosas raras” por Palermo y en la costa del río. Así Pancho reunió una colección impresionante de fósiles, huesos y bichos que el padre mostró a Sarmiento. El ex presidente insistió en presentar al joven al Dr. Burmeisten, que había venido de Alemania para dirigir el actual Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”. El sabio se entusiasmó con la colección, en la que, por ejemplo, halló restos de un armadillo desconocido al que bautizó con el apellido del joven naturalista.
patriotas valientes y entre quienes descubre amigos. De la lectura de sus viajes se desprende que algunos se alojaban en su casa en Buenos Aires cuando venían a efectuar reclamos. En lejanas tolderías flameaban banderas argentinas obsequiadas a los indios por Moreno o por Piedrabuena, a quienes realmente debemos la posesión de la Patagonia y la soberanía de sus costas. FRANCISCO PASCASIO MORENO El imponente glaciar Perito Moreno es el más visitado del Parque Nacional Los Glaciares. Su nombre es un justo reconocimiento al hombre que tanto hizo por la Patagonia.
El explorador Ya adulto, fue el primer director del Museo de la Sociedad Científica Argentina, inspirado por Luís Fontana quien venía de explorar el norte de la Patagonia y cuyas muestras despertaron en Moreno interés por la mítica región. Allí comienza su vida de explorador patagónico, la etapa más conocida de quien luego sería el perito argentino en la disputa de límites con Chile. Inspirado seguramente por las crónicas de Stanley, Livingston y Darwin que leía desde su niñez, publica la experiencia de sus viajes en el diario La Nación. Sus relatos fueron descorriendo el velo de ignorancia que cubría a la tierra indígena, más allá de los fortines.
Su relación con los indios A pesar de haber tenido que huir dos veces, casi al costo de su vida, Moreno respeta y es respetado por los indios, a los que considera
Desde el diario La Nación, de su amigo Mitre, Moreno siempre defendió la postura indígena: “Ninguno de los jefes caleufú ha teñido sus manos en sangre de cautivo indefenso. Si pelearon y cayeron, fue defendiendo su suelo. Saihueque en 1880 fue un leal enemigo, y juzgo al indio puro con su criterio. Defendía su patria. Era dueño de su tierra por derecho divino”.
Ecología & Desarrollo
8
S.E.N.D.A.
Educar al soberano Además de la exploración y soberanía argentina sobre Patagonia, la delimitación de límites claros con Chile, las ciencias naturales, la protección de la naturaleza y la defensa de los aborígenes, a Moreno le interesaba “educar al soberano”, como postulaba Sarmiento. En particular le preocupaba que la clase menos favorecida acceda al conocimiento. Por ello se opuso a que el museo de La Plata pase a la órbita universitaria, a la que consideraba elitista. En la quinta paterna sobre Av. E. Caseros, en Parque de los Patricios creó un asilo que recibía a los chicos de la calle, a los que también ofreció alimento para que sigan estudiando. Proveer doscientas raciones diarias consume parte de su fortuna y debe vender algunas de las tierras con que la Nación agradeció su labor de perito, que nos salvó de ir a la guerra con Chile. Dona una parte de estas tierras (7500 has.) para crear el primer parque nacional y vende el resto para alimentar a los niños desamparados que pretende educar, porque sabe que “un niño con la barriga vacía no puede aprender a escribir la palabra pan”. Como parte de este proyecto de nación funda la Institución Nacional del Scoutismo Argentino y entusiasma a la Sra. Victoria Aguirre para crear las Escuelas Patrias del Patronato de la Infancia, un refugio y cantinas maternales donde asisten los carenciados del barrio “La quema” y “De las ranas”, principalmente. Esta intensa labor social lo llevó a ser diputado. Decía que “es sabido que donde el trabajo y la escuela reinan la cárcel se cierra”. A su labor legislativa debemos los geriátricos, los jardines de infantes para barrios obreros y el suministro del vaso de leche y pan en las escuelas primarias. Ocupado en ayudar a construir el país consumió su patrimonio, viviendo cada vez en casas más pequeñas. Un año antes de fallecer escribió: “¡Cuánto quisiera hacer, cuánto hay que hacer por la patria! Pero ¿cómo, cómo? ¡Tengo sesenta y seis años y ni un centavo! ¿Cuánto valen los centavos en estos casos…? ¡Yo que he dado mil ochocientas leguas a mi patria y el Parque Nacional, donde los hombres de mañana, reposando, adquieran nuevas fuerzas para servirla, no dejo a mis hijos un metro de tierra donde sepultar mis cenizas!”.