Fernando Ayala Arias La episteme y el acontecimiento en la historia.
En Las palabras y las cosas (2010/1966) el historiador francés Michel Foucault se propone realizar una arqueología de las ciencias humanas con la premisa de que la verdad cambia en cada época. Las condiciones históricas determinan aquello que puede ser aceptado como verdadero y cada época tendrá una manera particular de pensar el mundo. La verdad moderna es una heredada del pasado y la historia de las ideas pretende señalar el origen de las ciencias humanas, entre las que se encuentra la literatura. En La arqueología del saber (2006/1969) se usa el concepto episteme para designar un espacio que rompe con ideas anteriores para sustituirlas por nuevas que se vuelven regulares. Esta ruptura con lo anterior crea la diferencia y hace aparecer nuevas disciplinas que modifican el razonamiento de cada época para pasar de una episteme a otra: en la Edad Media (S. V al XV) la imaginación y las sombras son combatidas por la fe cristiana; en el Renacimiento (S. XV al XVI) se reúnen las palabras y las cosas del mundo ordenado por Dios; en la época clásica (S. XVII al XVII) la luz de la razón separa la imaginación de la realidad; y la Modernidad (finales del S. XVIII) controla la vida para convertirla en un recurso. La episteme es un espacio que ordena la verdad mediante un razonamiento específico que al ser reproducido crea prácticas y discursos del espíritu de una época. El Renacimiento enlazado al cristianismo hace de la escritura el principio que ordena el mundo y que más adelante heredará al siglo de las luces con su proyecto enciclopédico. Se busca descifrar las marcas divinas contenidas en la unidad de las palabras-cosas descifradas por la divinatio que permite pasar de una marca a otra por su semejanza. El lenguaje hace uso de la imaginación para encontrar la continuidad del gran libro del mundo encerrando en la unidad del signo para evitar que el ser del lenguaje escape.
46