Revista Pasando Página Nº 24

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SALUD

Dime que te duele y te diré cual es tu problema

(Filosofía y metafísica del dolor) La persona que está padeciendo algún dolor, incluso si éste les está parando la vida, son seres afortunados, aunque en estos momentos lo pongan en duda. Los que tienen una llamada de atención, un paréntesis en su ajetreada vida, y pueden pensar: “¿Para qué vale todo lo que hemos hecho hasta ahora?, ¿Por qué me ha tenido que pasar esto a mí?” … Si logramos trascenderlo, habremos aprendido algo más, y dejaremos de cometer siempre los mismos errores

espalda a sus conflictos y deja de lado un aspecto del mundo.

Dolor en cervicales

Un cuerpo erguido obliga al ser humano a mirar de frente las exigencias y los desafíos del mundo. Pero si ladeamos la cabeza, rehuimos la confrontación. El individuo se hace parcial y vuelve la cara para no ver lo que no quiere. Tiene una visión “sesgada”. La expresión alemana de “girar a alguien la cabeza” es sinónimo de manipular a la persona.

Una nuca rígida indica inflexibilidad de su dueño. Alguien se encuentra paralizado en una situación limite.

Nuestro agarrotamiento hace que nuestro cuerpo nos haga todo lo sincero que no somos nosotros.

Físicamente, se la puede desbloquear con un fuerte tirón, se llama “maniobra de Kaaba”, hasta alcanzar el movimiento pendular donde pueda volver al centro.

El dolor de cadera.

Pero la mayoría se encallan en el extremo. Las personas se quedan atascadas en sus opiniones y en sus formas de conducta. Esta alteración nos indica que hemos forzado tanto el movimiento en una dirección que se impone rectificar. Dolor por contracturas Estamos ante un tipo de mensaje que indica el impedimento o dificultad para un movimiento, que en este caso no es total. No por ello el mensaje es menos claro y reclama una reflexión sobre los motivos de ese impedimento para saber si es debido al exterior (los demás) o al interior (uno mismo). También nos dicen que la crispación o la tensión por alguna situación que nos desagrada, únicamente nos hace daño a nosotros mismos. Cuando afecta a la musculatura voluntaria (músculos del esqueleto) se trata más bien de impedimentos debidos al exterior y, cuando se trata de la musculatura involuntaria (intestinos, uréteres, vías biliares, trompas...), son debidos al interior, o sea a nos- otros mismos. Los espasmos musculares, torticolis, tics, etc. son síntomas que demuestran, se rehúyen ciertas situaciones. Uno da la

Representa el eje básico de nuestro mundo de relación. Nuestros esquemas profundos. Nuestra relación con el otro y con el mundo exterior y la manera en que vivimos están automáticamente representadas por la cadera. Las caderas son, junto con la pelvis y la zona lumbar, el asiento de nuestra profunda potencia, así ́ como el de nuestra capacidad de movilidad y de agilidad, interiores y exteriores. Es a partir de las caderas que nuestro “Ser” está en relación con el mundo. Los problemas de cadera, dolores, tensiones, bloqueos, artrosis, etc., nos muestran que atravesamos una situación donde lo básico de nuestras creencias profundas ha sido puesto en tela de juicio, implica una gran decepción. El hecho de que esta articulación, que es el apoyo primigenio y


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