REVISTA INDEPENDIENTE UNIÓN "JOSÉ REVUELTAS" N.7

Page 1

CHIAPAS, MÉXICO AGOSTO, 2020


UNIÓN “JOSÉ

REVUELTAS”

CONSEJO EDITORIAL Fabrizio D. Pascacio Vázquez Yigal Alam F. Ramos V.

Baltasar Ramos Martínez Betzabeth Hernández Hernández

PORTADA

Archivo EL UNIVERSAL https:// www.eluniversal.com.mx/cultura/eluniverso-literario-de-jose-revueltas IMAGEN: Allfonso Martínez

CORREO: revueltasdejose@gmail.com

2


ÍNDICE EDITORIAL…………………………………………………………………… Breves palabras sobre José Revueltas y su luto humano………………………….. JOSÉ LUIS MACHADO (Santa Catalina, Montevídeo, Uruguay) El Ermitaño……………………………………………………………………………… JOSÉ RODOLFO ESPINOZA SILVA (H. Matamoros, Tamaulipas, Méx.) Poemas ……………………………………………….………………………………….. ARTURO MENDOZA MARTÍNEZ (Marquelia, Guerrero, México) Nocturno…………………………………………………………………………………. JESÚS JARAMILLO (Venezuela) Avecilla…………………………………………………………………………………… VASIA VALDEMAR Crisis comunes………………………………………………………………………….. RUSVELT NIVIA CASTELLANOS (Tolima, Colombia) Ranchería………………………………………………………………………………… FRANCISCO JAVIER ARCE PERALTA (BajaCalifornia Sur, México) El diluvio universal…………………………………………………………………….. ROXANA AGUILAR REBOLLO (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México) Comencé a escribir poesía………...…………………………………………………... ALEJANDRO ESPINOSA (Ciudad de México, México) Adorada/Poema y devioción………………………...………………………………… FELIPE TAMBRIZ TAMBRIZ (Nahualá, Dpto. Sololá, Guatemala) Salvador Novo y la búsqueda de su nombre………………………………………… AARÓN CORÉ (Nuevo León, México) Palabras migrantes……………………………………………………………………... CUQUIS SANDOVAL OLIVAS (Hgo. Del Parral, Chihuahua, México) Un sueño y una muerte…………………………………………………………………. AQUILES VARGAS DEL CAMPO (Chile) Dramaturgia de un trabajo promedio/Marionetas…………………………………. KATHERINE QUIRÓS BONILLA (Pérez Zeledón, Costa Rica) Reina Verde………………………………………………………………………………. KARLA CARROLA Serenidad/Concluye la vigilia…………………………………………………………. GABY ESCOBAR (Matamoros, Tamaulipas, México) Poemas…………………………………………………………………………………… SERGIO EDUARDO FUENTES MEDINA (Nezahualcóyotl, Edo. De México, México) 3

3 6 9

11 13

14 15 17 18 19

21 22

23 26

27 28 29 31 32


Tierra mortecina…………………………………………………………………………

34

LIRIUS HUNT (Nicaragua) Una caja y cuatro velas………………………………………………………………...

36

ANTONIO ASUNCIÓN PACHECO (Santa Catarina, Juquila, Oaxaca) Ya no quedan ataúdes…………………………………………………………………...

38

ISAÍ GUARNEROS (Puebla, México) Telarañas/Pasión diosa pasión………………………………………………………...

40

BELANE M. G (Chile) Defunción/Polen/A la vista……………………………………………………………..

41

DANAÉ GARCÍA PÉREZ (Calpulalpán, Tlaxcala) En alguna playa de Huanchaco……………………………………………………….

43

JULIÁN R. CARSON (Trujillo, Perú) El otro lado del Santuario……………………………………………………………...

43

JHONATAN ADDERLY RAMÍREZ HUERTA(Perú) El espejo gótico………………………………………………………………………….

45

ANDRÉS CAMILO RODRÍGUEZ YUNDA (Bogotá, Colombia) El Liberador……………………………………………………………………………...

49

JUAN LUIS HENARES (Paraná, Argentina) El cuerpo en la bañera………………………………………………………………….

53

MICHAEL JIMÉNEZ (Perú) Él, hombre………………………………………………………………………………..

55

MARTÍN HUESO (Ciudad de México, México) Ellos todavía……………………………………………………………………………..

57

ESMERALDA GARCÍA (Guadalajara, Jalisco) Exploración………………………………………………………………………………

58

JAVIER GARCÍA GAYTAN (Ciudad de México, México) Infortunio…………………………………………………………………………………

59

CARLOS RUÍZ RADICE (Buenos Aires, Argentina) La política mexicana como ideología: un acercamiento al pensamiento crítico de Revueltas……………………………………………………………………………… JOSUÉ ISAAC MUÑOZ NUÑEZ (México) 4

63


Laberintos semánticos………………………………………………………………….. HECTOR ALARCÓN (México) Louis y yo………………………………………………………………………………… ZABDI ANANI GARZA ESTRADA (Guadalajara, Jalisco) Luces del trópico……………………………………………………………………….. JORGE ANDRÉS PÉREZ RUÍZ (Puebla, México) Lupe………………………………………………………………………………………. MIGUEL ÁNGEL ROMIO (Buenos Aires, Argentina) Miles de otros……………………………………………………………………………. ÁLVARO MORALES (Montevídeo, Uruguay) Otatal……………………………………………………………………………………... IVÁN MEDINA CASTRO (México) Palabras………………………………………………………………………………….. MARIO EMILIO (Juncaná, La Trinitaria, Chiapas) Poemas…………………………………………………………………………………… DAVID GONZÁLEZ Los ojos del engaño…………………………………………………………………….. SAMUEL COELLO Poemas…………………………………………………………………………………… PAMELA CAROLINA OCAMPO BONILLA (Quito, Provincia Pichincha, Ecuador)

Exposición artística de dibujo ALFONSO MARTÍNEZ—La Trinitaria, Chiapas, México. PÁGINAS: 8, 20, 42 Y 62

5

67 69

71 72

73 74

76 77

78

79


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

EDITORIAL A TODOS LOS QUE CAMINAN A NUESTRO LADO

Ha llegado el momento de alzar caracoles de guerra al viento para anunciar el nacimiento de otro hijo prodigo, este nuevo vástago ha llegado al igual que Huitzilopochtli listo para el combate desde su primer momento. Nació el número 7 de la Revista José Revueltas: grande, corpulento, bello y digno de admirar. Tiene por hermanos a otras tantas estrellas que ya vaticinaban su llegada de este ejemplar, que nos llena de orgullo a todos quienes conformamos esta familia. La palabra ha navegado sobre olas de viento a lejanos asentamientos de hombres y mujeres que leales a

su arte han respondido prontamente el llamado de la oración libre, valiente y revolucionaria, las raíces de este árbol que fue sembrado por las manos de quienes soñaron con un fuego que conglomerara a voces diversas, pero hermanas, contradictorias pero constructoras, combativas, pero de gran ternura y pasión. Hoy celebramos al cielo y a la tierra del vasto mundo que habitamos, que el calor de unos pocos

se convierta en la erupción de sentipensares de nuestros pueblos. La raíz de este árbol José Revueltas se aferra a la fértil tierra de poetas y escritores que la riegan y abonan para crecer y proveer de sus frutos productos del trabajo colectivo. Desearíamos utilizar las más de noventa mil palabras que nuestro basto idioma nos ofrece para honrar el trabajo sublime y genuino de quienes nos acuerpan con sus obras, nos reconfortan en la adversidad

del mundo moderno con la euforia de sus sentimientos, con la sensibilidad con que explican el mundo, con la vitalidad que nos brindan sus palabras. Honrar la habilidad en sus manos, las mismas que siembra y cosechan la tierra, las mismas que mueven engranajes y dotan de dinamismo a nuestra sociedad, las manos que pintan y tocan, las que declaman, las que con fuerza construyen, las que con maestría curan el cuerpo de sus semejantes, las manos que cocinan y dan vida al alimento, las manos que dirigen

y que cargan la responsabilidad de su gente, manos que dan cariño, las mismas manos que escriben con profundidad y trascendencia. Hace apenas unas lunas hicimos sonar las caracolas a través de boca en boca, de carteles y panfletos, de cables y tecnología web para invitarlos nuevamente a sumarse a esta materialización de anhelos. Hoy les decimos con el corazón palpitante y rebosante de emoción: ¡Gracias! Por el compromiso y por su

labor de difusión, con alegría les compartimos hoy somos más que ayer, muchos más que al inicio de nuestro tiempo, poco a poco van llegando todos los elegidos a ser parte, ya va tomando forma esta 6


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

mezcolanza de manos y colores que se aglutinan bajo un estantalarte: Nuestro derecho a hablar. Que se lea en voz alta compañeras y compañeros, que escuche en montes y valles, ciudades y rancherías, veredas y metrópolis. En las azules costas y las altas montañas. Que se escuche el rugir del ser humano que late y expresa en distintas frecuencias el micro y el macro cosmos. En esta ocasión les invitamos a sentirse merecedores de honor y júbilo, seguimos las enseñanzas desde nuestra particularidad del hombre que nos da identidad con su nombre. El maestro universitario y

subversivo José Revueltas. Hoy superamos la adversidad, rompimos el espacio -tiempo para generar unidad en una sola voz. A todas las latitudes a donde llegue esta exclamación les damos la bienvenida, pasen contentos a conocer su legado, su obra, su palabra que llora y ríe. La revista número 7 Unión “José Revueltas”.

7


AUTOR: ALFONSO MARTÍNEZ

8


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JOSE LUIS MACHADO BREVES PALABRAS SOBRE JOSÉ REVUELTAS Y SU LUTO HUMANO

De una manera resuelta en novela de ficción, él, pasó la transición comprometido y sin vueltas, hablo de José Revueltas el escritor Mexicano, quien escribió "Luto Humano", con el sino modernista, muy preocupado el artista por el lumpenaje urbano.

Los personajes provienen de clases desposeídas, de las capas deprimidas, de los que muy poco tienen, los que su vida sostienen, los que padecen los males, hombres, mujeres normales, que se entregan con fervor, con compromiso y amor, son luchadores sociales.

A muy pocos escritores mexicanos puede verse, tan claramente moverse por miserables sectores, que no cuentan con favores del gobierno, del Estado, el oprimido, el vejado, los "indios" y los peones; las miserias y pasiones, las de un pueblo abandonado.

Conocen de soledad, también de persecuciones, encierros y frustraciones, de vedada libertad; de toda aquella humildad son obreros, campesinos, recorriendo los caminos, trasvasando latitudes, de pobres vicisitudes, con sus vidas y destinos.

Cabe una aclaración: su nueva modernidad, no descansa en realidad, en una cosmovisión, no solo es en relación con el cosmopolitismo, no se basa en el realismo de un grandioso personaje, al contrario, su mensaje es de un inmenso humanismo.

Su manera de narrar: es corto, al parecer, mas el tiempo ha de correr en persona y en lugar, es extensa y singular su experta literatura, despliega así su escritura, con profunda introspección ganando su narración, en densidad y en hondura.

9


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Una actitud especial se inclina hacia la existencia que se señala a conciencia y de forma visceral, en su concepción social cuya extracción es marxista de manera fatalista pues no habrá final feliz, lo 'atroz', el ser infeliz, que vive sin ser sofista.

ero un puñado de versos nunca serán suficiente para contarle a la gente sobre su basto universo; es solo un pequeño esfuerzo, es un comienzo de viaje, muy grande me queda el traje, para hablar de mi tocayo, soy José, soy uruguayo y este es mi humilde homenaje.

10


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JOSÉ RODOLFO ESPINOZA SILVA EL ERMITAÑO

“Allá arriba, junto al camino, en su cabaña, el viejo dormía nuevamente. Todavía dormía de bruces y el muchacho estaba sentado a su lado contemplándolo. El viejo soñaba con los leones marinos”. —Siempre hace falta leer un buen libro después de uno malo. Abrazó la primera edición de “El viejo y el mar”, acarició la portada en tapa dura con letras grabadas, subió los escalones y la colocó en el estante que tenía dedicado a grandes clásicos de la literatura. Bajó los escalones. Caminó hasta el escritorio. Tomó asiento. Abrió su libreta de reseñas y escribió. “El regreso de los dioses” es un fanfic que fracasa al intentar mezclar las diferentes mitologías del mundo. Con personajes planos e inverosímiles. El lenguaje es pobre, como si de un niño de ocho años se tratase. El autor debió dedicarse a otra cosa. Rió al mirar la fotografía de la contraportada. Nadie leería su opinión, el autor, como el resto de las personas en el mundo, llevaba más de diez semanas desaparecido. Escribía las reseñas por gusto, para sí. En tiempos pasados la gente se molestaba con sus críticas. Nunca tuvo una columna en el periódico, pero desde que comenzara el siglo veintiuno dejó de importarle, una nueva puerta se abriría para él. Aprendió el uso de las tecnologías e hizo un blog, donde religiosamente publicaba a la semana. Primero fueron las lectoras de Crepúsculo, que llegó al español en 2006; estaban tan enojadas de que dijese que estaba mal escrito y que era un panfleto de adoctrinamiento mormón. Fanáticas de la localidad, tuvieron el atrevimiento de ir a molestarlo a su casa. No les abrió, ellas, ante la negativa de sangre, decidieron lanzar huevos a su puerta. Eso no lo detuvo, reseñó cada una de las nefastas novelas de la saga. Y otros títulos igual de infames (Cazadores de sombras, La selección y La reina

roja, por mencionar algunos). Pensaba que si se había tomado la molestia de comprar y leer un libro, tenía el derecho a decir lo que le placiera de él. Se levantó. Fue hasta la cocina. Abrió la alacena y tomó una lata de atún y otra de elote. Las vació en un plato hondo junto con una cucharada sopera de mayonesa y revolvió. Nunca le gustó el olor del atún, pero era un pequeño precio que pagar por estar sólo. Por fin tenía tiempo de dedicarse a leer. —En occidente siempre se habla de la libertad, ¡qué gracioso!, la mayoría de las personas suelen odiar su trabajo. Motivado por su amor a la lectura, Hernando estudió la carrera en letras. Después de graduarse y tras cinco años de búsqueda lo mejor que pudo conseguir fue el puesto de encargado de la biblioteca municipal. Tenía sus encantos. Podía estar a solas con sus amados libros, siempre que no hubiese algún evento programado. La gente no le gustaba. Hubo un tiempo en que tenía amigos. Fue aquel verano de 1958, cuando al grupo de doceañeros se les ocurrió ir a la casa de la vieja Strega. Una mujer blanca y huesuda que leía las cartas del tarot. Era cumpleaños de Letizia y Rigo fue porque ella quería. Hernando fue por Rigo, a quien nunca le confesó sus sentimientos. Luis y Gabriel no tenían otra razón que la amistad. Strega barajeaba las cartas color cobre. Colocó el mazo entero sobre su palma y les pidió que tocaran la primera carta. Todos lo hicieron, y según ella, a todos les tocó una carta diferente. Le dio a Luis una carta de un esqueleto con una guadaña, a Gabriel una carta con un hombre vestido de forma chistosa en la que se leía “El Mago”. La de Rigo era una rueda con un mono, un perro y un conejo dando vueltas en ella. La de Lety era una mujer con corona, sentada en un trono. Por último, la de Hernando representaba a un anciano encorvado que sostenía un bastón en una mano y una linterna en la otra.

11


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

—En verdad me parezco al hombre de la carta. Si las cartas del tarot marcaron su destino o sólo lo anunciaron era una duda que no tendría respuesta para Hernando. Pero de algo estaba seguro. Strega había acertado en cinco de cinco. La mañana después del cumpleaños de Lety su madre se acercó a darle la mala noticia. Luis había muerto. Tuvo la mala fortuna de tomar un cable pelado con la mano. A sus doce años, y con la introspección limitada por la edad, pudo hacer la conexión con las cartas del tarot. Dos meses después Gabriel desapareció. En el vecindario corrían todo tipo de rumores, que su padre lo había asesinado y escondió el cuerpo; que fue secuestrado por una secta satánica; la que Hernando más disfrutaba era la versión en la que había huido con el circo. Pero ninguna de las teorías se pudo comprobar, era, como si se lo hubiese tragado la tierra. —Quizá él fue el primero. Ahora sólo quedo yo. El recuerdo de Rigo lo atormentaría más de la mitad de su vida. Lloró cuando se fue a Texas. Lloró cuando se casó con Juana Torres. Y volvió a llorar cuando Rigo murió en 2005. Esa mañana se vistió para ir a su funeral, pero no tuvo el valor de salir de casa. —Me quedé escuchando su música. Siempre fue tan exitoso. Su carta era la rueda de la fortuna. Desde ese momento supo que sólo faltaban dos. Pero aún no podía imaginar cómo se cumplirían sus destinos. La emperatriz y el ermitaño. Asistió a la boda de su amiga en el 98. Para entonces Hernando ya sabía que se cambiaba la edad. Tenían 52 años, él empezaba a lucir como un anciano y ella se veía como una universitaria; ése día, al leer las edades de los contrayentes, el juez mencionó que ella sólo tenía veintiséis. —Siempre pensé que esa noche había vuelto con Strega y habían hecho otro tipo de trato. El caso es que su matrimonio no duró mucho. Dos años después estaría saliendo con el heredero a la corona de España. Vaya que fue un revuelo. Estaba en todos los medios la historia de la mexicana que sería princesa. Una mañana de 2014 la coronaron.

—Entonces supe que era mi turno. La biblioteca contaba con una bóveda donde se guardaban los ejemplares más antiguos y valiosos. El papel de aquellos libros era tan frágil que se desmoronaba al contacto de los dedos. Hernando se encargaba de darles mantenimiento una vez cada diez días. Estaba absorto en su labor. Nunca supo sí estuvo abajo por tres o cuatro horas. Cuando se dio cuenta que el reloj se había detenido revisó su celular. No funcionaba. Ningún aparato electrónico lo hacía. La biblioteca estaba desierta, pero esa no era una novedad. Fue hasta la noche, que debía irse a su casa cuando se dio cuenta que no había nadie. Se abrió paso entre el mar de autos abandonados en la más completa oscuridad. Comenzó a escuchar ladridos. Los perros, los gatos, las aves, todos los seres vivos permanecieron. Sólo los humanos se habían ido. Como pudo regresó a la biblioteca. Pasó su primera noche en completa oscuridad. Sería la única. Al día siguiente se dedicó a ir por comida, agua, velas y demás a los centros comerciales. La biblioteca sería su centro de operaciones. Colocó tres pizarrones blancos donde anotaba las obras leídas y por leer. Palomeó “El Regreso de los dioses” y fue por el siguiente libro de la lista. “El Ulises” de James Joyce. Pesaba bastante. La cubierta mostraba la silueta de un hombre con sombrero. Suspiró. Dedicaría el resto de su vida a leer, sin ser molestado. Sin trabajar. Sin el bullicio.

12


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ARTURO MENDOZA MARTÍNEZ

AL FINAL DEL VERANO

y piando de amor en tu ventana recuerdos te traerán.

Al final del verano, cuando llega el otoño, atrás quedan mis versos y todos los poemas de amores, desamores y romances fallidos.

En las tardes nubladas del verano por tu nombre, tal vez te llamarán; y al mirar que ya no estoy contigo… ¡Por mí preguntarán!

Al final del verano queda recordar. Penas, alegrías y nostalgias buscan nido en el alma.

Cuando lleguen los vientos del otoño y en parvada se tengan que marchar, a tu balcón, mujer, las golondrinas… ¡Ya nunca volverán!

Al final del verano somos presente y pasado.

POEMA X Mis apasionados y febriles poemas de antaño anclados quedaron en el vetusto y solitario muelle de mi puerto.

NOCHES CALLADAS Las noches de luna menguante son noches calladas, son noches de estrellas titilantes, estrellas lejanas que no dicen nada.

No hay quién los lea. No hay quién los recite. Sobre los impávidos versos anidan las gaviotas.

Las noches de luna menguante son noches de sueños tejidos pensando en amores distantes. Son noches de insomnio que arrancan suspiros.

VATE

Las noches de luna menguante son noches calladas, noches de silencio que no dicen nada.

Enamorado del verso y de la rima mi corazón vive atado a la poesía.

RIMA

(A Bécquer)

Volverán las oscuras golondrinas tu florido balcón a visitar 13


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JESÚS JARAMILLO NOCTURNO Dos hexágonos paralelos de color rojo aparecían inclinados levemente en el espacio. Era la noche densa y de silencio inerte, acompañada de parloteos lejanos e iluminaciones difusas

que aterrorizaban más que la soledad. El verborreo lejano era vulgar, con ritmos sonoros des-

ca más se volvió a ver. Pero tres minutos después, entre lágrimas calladas, aparecieron los

hexágonos rojos en tamaño real, y se vio atraído hacia ellos por una fuerza sobrenatural. En contra de sí mismo y sus deseos, tiritando de miedo, colocó sus pies en un hexágono y se marchó.

cendientes de los estragos automovilísticos y se repetía exhaustivamente. Una sábana cubría el

cuerpo congelado de un joven que no podía dormir como cualquier otro en su habitación afable. Después de tantas guerras internas entre pensamientos, sensaciones y procesos neuróticos ato-

londrados, cubrió su rostro con el antebrazo derecho. Entonces aparecieron los hexágonos rojos, saludándole como viejos conocidos con gracia y enseñando los dientes. Inmediatamente él se levantó de la cama y se golpeó la frente. "Si no te

apagas por las buenas lo harás por las malas" pensó, pero era inútil el castigo propio. Cerró los ojos y los hexágonos se mantenían allí creciendo cada vez más, hasta cubrir el aura de sus pers-

pectivas, y con intolerancia el puberto se dirigió al lavabo, derramando ríos en su mirada sombría por las secuelas de un insomnio inteligente y tenebroso como Hannibal Lecter. Llegó a la sala y

encendió la luz, observando su silueta con dificultad en el espejo. Apagó la luz nuevamente: ya no aparecía su reflejo; repitió el proceso con afán de mísero hasta que se quemó el bombillo y nun14


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

VASIA VALDEMAR AVECILLA ¿Dónde recuestas tus ojos

¿Hasta qué flores volarás

azul y blanca Avecilla?

en este invierno virulento que nos tocó?

mientras siembras tus ideas y sueños

Vibrarás en las horas,

en la hierba silvestre del mundo…

como cuando el rocío bailaba

de tu mundo;

en nuestros holas sin adiós,

¿Quién ve el frio de tus alas

Avecilla… ¿por qué?

si no soy yo?

porque ya no trinas

primavera de la memoria.

en el aire que trae el mar, y abrigas mis ojos…interminable.

¿Cuántas preguntas acecharán tu noble latir?

¿Cuántas palabras has derramado

prístino abrazo mío;

en tu mesa que no habla?

¿Quién ve tus sombras en esta eternidad

Qué día marchitará

si no soy yo?

la flor infinita que te regalare;

mi Avecilla eterna….

pretenderán las otras flores darte, entre tanto,

aquí, tras de las montañas

palabras incoloras en cuarentena,

mil altares y ruegos has llenado.

en el grito desesperanzado de miles de almas, siempre rompiéndose en calles hambrientas de libertad humana, avecilla que sueñas un ¿por qué?

15


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Azul y blanca, no permitas que en el tiempo el horizonte otee, ni tus alas se congelen sin mi latido en tu memoria, sin tu voz, sin nuestros céfiros cantando, que pronto la distancia y el reloj me devolverán a ti…avecilla.

16


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

RUSVELT NIVIA CASTELLANOS CRISIS COMUNES Había violencia en el pueblo costeño. Y por supuesto esta realidad, puso al escritor ansioso hasta exasperarlo. De lleno, se atormentaba su cabeza al presenciar tanto caos. Era cada vez más fuerte el malestar que padecía, las muertes ajenas lo alteraban y obvio con los días, sintió que no podía sobrellevar más este problema solo. De modo que este literato, se fue una tarde para la casa de su mejor amigo, una vez pudo volarse del periódico donde laboraba. En cuanto dejó el despacho suyo, salió a la calle y paró el primer taxi que pasaba por allí despaciosamente. De seguido, se montó en el puesto trasero del auto, saludando al señor moreno y al tiempo, pidió ser llevado a su destino. Durante el viaje de carretera, caviló sobre la incultura de su gente. Según avanzó en el carro, yendo por entre palmeras, reflexionó a las personas pobres y a ellos sin educación. Los razonaba en general como seres imperfectos. De terquedad, la mayoría de sus compadres, no querían la lectura, preferían era la villanía. Asimismo este hombre, fue profundizando estos pensamientos durante todo el recorrido. Ya cuando el literato, llegó a donde vivía su amigo, pagó el pasaje al taxista y le dio unos centavos de propina, luego abrió la portezuela y pronto pasó a la calzada, más se fue distanciando del conductor, caminando a pasos rápidos por la calzada. De corrido, yendo en subida, cogió rumbo por un sendero de piedras y empezó a trotar hasta cuando estuvo de frente a la casa. Allá claro, tocó precipitosamente a la puerta. Entonces, Mario en el instante se levantó de la mecedora y pasó a abrirle al maestro. De querencia, lo saludó al recibirlo, más con cortesía, lo invitó a seguir al salón de los libros. De acuerdo en compañía, recorrieron el pasillo de la entrada, rodearon por ahí unas estatuas incas y sin demora, ingresaron al recinto de las obras literarias. Una vez acomodados en los sillones, se tomaron un café que les sirvió la empleada y cultos, fueron conversando sobre literatura. Entre tanto, Gabriel le contó la desgracia que tenía: -Hermano, sabes, hoy estoy muy mal. La verdad, Macondo ahora está explotando en guerra. Los pobladores, perdidos en sus crisis mentales, conspiran es ataques con odios y pues la situación

es preocupante, yo no sé ya qué hacer para remediarlo, ayúdame, todo este desconcierto, me trae enfermo, no puedo casi ni dormir. Tras las palabras, así de franco, Mario le respondió: -Escucha; Gabo, pero si yo sufro del mismo mal que tú, sólo que a mí me sucede es en Pantilandía. Dudó unos segundos en volver a hablar y de repente, dijo: -Y bueno, qué nos inventamos, Gabo, una revolución artística.

17


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

FRANCISCO JAVIER ARCE PERALTA RANCHERIA En el rancho crecí entre gallinas, Con exquisitos omelets de mi nana,

Disfrutando de chicharos y habas Mi tata cosechó frijol de urimon.

En las hornillas las ollas tiznadas, con magníficos olores de comida, el queso de chiva en los zarzos,

la machaca y las tortillas de harina.

Con el aroma del café de talega, me levantaron los rayos del sol, al dormir entre el catre con tallos, se escuchaba el canto del gallo.

Por el canal de piedras fluye el agua, que viaja emergiendo desde el manantial, formándose cascadas por el arroyo hasta el cántaro en la palapa llegar.

18


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ROXANA AGUILAR REBOLLO EL DILUVIO UNIVERSAL Shamas se levantó del lecho a la vera de un mundo El murmullo se generalizo, todos observaban inmensamente vivo, a fin de llevar su luz a los in- aquella deidad fornida, hosca y magnanima que se mortales y mortales, mientras Hadad en lo alto tro- erigía con aquel pecho de toro que a cada paso hanaba demostrando su poder supremo. Innana cia rugir los cielos. mientras tanto contaba sin embargo, los infinitos —¡Ay de mí si no acepto!, sin embargo, temo pesares que aquellos mortales ocasionan con su y no sin razón que en el desarrollo de esta insensatez al cosmos divino que ellos resguardaempresa, alguno de ustedes hermanos no ban. Afligida exponía la situación insostenible a inste a tender una trampa, espero pues que la que esas criaturas habían llegado. sus magnánimos corazones no tengan tinie—¡Queridos hermanos! Me he volcado en la blas de ese tipo. búsqueda de un rey prudente entre toda es- El comentario de Hadad se dirigía ya ha habladuta podredumbre que se nos presenta y no rías entre los dioses por la cercanía de este a Shahe encontrado uno benévolo o amable, nin- mas, y como empezaba ya ha representarse como guno que respete en su mente lo justo, solo una deidad solar, empoderandose sobre los otros. hombres, reyes y plebeyos que son siempre Sabía pues, que alejarse de sus deberes universacrueles y autores de tropelías. Esto no pueles, podría dar paso algún desajuste cósmico y ser de seguir así. relevado del poder del que estaba siendo incluido. La palabras de la diosa habían llegado profunda- Shala tomó la indumentaria de Hadad y con la mente a los corazones de las demás deidades ahí parsimonia de una esposa dolida y preocupada, reunidas, todos tenían esa inquietud desde hacía cubrió el poderío de su cuerpo mientras se despetiempo, pero ninguno se había atrevido a menciodía de él con lágrimas en los ojos, la empresa sería nar el hecho, fue entonces que Shamas tomó la inmensa, un diluvio universal no podría ejecutarse palabra. en un amanecer, debía contener toda la fuerza de —Innana, tu angustia es loable y entendible, aquel dios imperante. pero qué podemos esperar de seres inferioEnlil mientras tanto, había salido sigiloso de res a la divinidad, su ignorancia es inmensa aquella reunión, y había ido en busca de un pequey su culpa menor. ño labrador de tierra, que vivía a las faldas del —La ruptura que generan en el orden universal monte Ararat. Su divinidad se postró frente a él e se ensancha a cada amanecer, seguir permi- informó del gran diluvio que acontecería, ordenó tiendo su caos a la larga terminará con no- entonces meter a dos criaturas (macho y hembra) sotros, nuestros trabajos dan equilibrio, pe- de cada especie en un arca que elaboraría con sus ro ellos con su actos lo corrompen. propias manos, y meter ahí también a su familia hasta que aquel tremendo diluvio cesará, luego, —¿Y qué propones? como los únicos supervivientes de aquella purifi—Exterminarlos, acabar con su estirpe. cación, lo adorarían con el nombre de “Dios único” pues sólo a él debían nombrar, siendo él el —¿Bajo que método? creador de todo. —Sin duda, el agua sería la purificación de este mundo. Un diluvio es lo que propon- Así fue, Hadad logró el inmenso diluvio, los mortales se extinguieron en casi su totalidad, solo go. aquella indefensa familia se condujo en la tierra, y —Insinuas que el hermano Hadad se haga car- su existencia no fue percibida, sino hasta muy targo de esta empresa. de, cuando el “único Dios” ya se había posicionado y todos los demás simplemente olvidados. —Sin más hermano, él es el indicado. 19


AUTOR: ALFONSO MARTÍNEZ

20


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ALEJANDRO ESPINOSA COMENCÉ A ESCRIBIR POESÍA Yo comencé a escribir poesía desde la cianosis, fui silencio en lugar de llanto nacido en segundo lugar sin afecto ni celebración. Yo comencé a escribir poesía desde que me separaron de mi gemelo, entonces la palabra se hizo muleta, pata de palo, canto de ballena.

y a qué hora se dormía.

Yo comencé a escribir poesía un día que miré por la ventana y de tanto que se llenó mi mirada no tuve nada qué decir.

Yo comencé a escribir poesía desde que mi abuela iba por mí al Kínder en Tlatelolco y me llevaba un refresco y me mostraba a mi madre biológica en una fábrica de zapatos.

Yo comencé a escribir poesía desde que mi papá Juan iba por mí a la primaria y me llevaba hígados de pollo fritos en un papel estraza. Yo comencé a escribir poesía desde que mi mamá Juana y mi papá Juan me regresaron con mi madre biológica y ya no andaría en excursiones todos los fines de semana ni en la pulquería ni cantaría Ya vamos llegando a Pénjamo. Yo comencé a escribir poesía desde que mi madre biológica me pegaba y yo hacía preguntas sobre las palabras, preguntaba, por ejemplo qué comía la palabra 21


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

FELIPE TAMBRIZ TAMBRIZ ADORADORA/POEMA Y DEVOCIÓN

ADORADORA

POEMA Y DEVOCIÓN

Adoradora sin Dios Patet o piti’t Errante por el mundo Sin pasos ni piso.

Esta será una palabra errática Le llamaré poema y devoción Pues nació desde el fondo del silencio Es la voz que exprimió nuestra conciencia.

Ganel o q’anil Vestida con hojas Mojadas de enero.

Envié mis notas de esperanzas esparcidas Y han marcado nueces de sabor más fresca nieve. Este poema lo ha cogido entre sus dedos Una llama sonsa de renombres.

Vivió su wayeb’ En un nido de estrellas Y un hilo Que tejió Todo un siglo.

Le llamaré poema y devoción La palabra más errática de ayer Que denostó las cicatrices del dolor Amortiguando la enésima tortura.

Adoradora sin luz Ni mejlem xukulem Cantante sin voz Ni tonalidad.

Es que ayer ya no recuerdo su poema Entre versos trasquilados de poder Hay renuevos de azucenas derretidas Son estrofas de poemas que olvidé.

Perdón y olvido Marcados con ignorancia De dolores ajenos.

Contagió a su constelación Con Covid-19 Y decretó Estado de sitio En toda su galaxia.

22


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

AARÓN CORÉ SALVADOR NOVO Y LA BÚSQUEDA DE SU NOMBRE Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y esta vez con un objetivo de búsqueda nombre y eso es lo que realmente somos. distinto. La tarea consiste en reunir datos sobre José Saramago. ciertos escritores mexicanos, latinoamericanos e inernacionales. Es necesario analizar lo que hiEl nombre de Salvador Novo, lo descubrí du- cieron en el tiempo, la importancia de su legado rante mi estadía en la Escuela de Teatro de la literario o dramatúrgico, y seguir sus pasos, es Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad decir, construir mi propio cronos literario. Y NoAutónoma de Nuevo León. El diplomado de Arte vo es uno de los escritores que conforman mi Dramático abordaba clases de análisis de textos lista. mexicanos durante el primer semestre. Novo moró en la ciudad de los dioses y desde El programa analítico estaba basado en los tex- ahí analizó al país y lo universal. Su mirada era tos de dramaturgos mexicanos más representati- amplia y es ese el rasgo común de las diversas vos del siglo XX y los nombres de los que tam- áreas en que incursionó. Su quehacer literario bién se convertirían más tarde en mis maestros, consistió en romper con la tradición, con lo estafueron Elena Garro, Ibargüengoitia, Juan Rulfo, blecido, con el orden que se marcaba en las pluVíctor Hugo Rascón Banda, Sergio Magaña y mas literarias y vida cultural mexicana. Y enconRodolfo Usigli. tró compañeros que transitaban por el mismo camino. Cuando fue el turno de leer El árbol, de Elena Garro, se me pidió analizar la obra de la escrito- Amigo íntimo de Xavier Villaurrutia, así es ra, su contexto histórico, político, social, cultu- como los han descrito. Los dos formaron compliral, vida del autor, lo que aportó con su escritura, cidad con Jaime Torres Bodet, quien, junto a y la relación entre los escritores o bien, el ca- ellos, sostuvo interminables charlas estudiantiles mino que cada uno tomó en diferentes tiempos. acerca de lo que recorría por sus venas, la poesía. Conseguí información sobre Elena Garro y bebí Se sabe que forman parte del grupo Los Contemdesesperado detalles de su vida literaria y perso- poráneos junto a nombres como Bernardo Ortiz nal. de Montellano, Enrique González Rojo, José Gorostiza, Carlos Pellicer, Gilberto Owen, Jorge Pero, en esa búsqueda me fueron revelados mu- Cuesta y Xavier Villaurrutia. Este grupo estuvo chos nombres y fue donde me encontré por pri- dispuesto a llevar a la acción literaria una estétimera vez con el de Salvador Novo. Lo observé ca universal que fuera compatible con el rompisólo a la distancia. Supe que fue poeta, dramatur- miento que estaban generando las vanguardias go, hombre de teatro, ensayista, crítico cultural, artísticas europeas. cronista, traductor, autobiógrafo, director teatral, publicista, funcionario público del área teatral, Los escritores trabajaron en la creación de su maestro e historiador mexicano y, especialmente, propia poesía, en artículos sobre crítica literaria, de condición homosexual. Todo lo anoté en mi divulgación del trabajo de otros poetas, e inclulibreta para futuras lecturas y durante años, se so, se daban a la tarea de traducir novelas líricas. me quedó asociado el nombre a la imagen del Era su misión descubrir a los escritores vanguarpersonaje de ceja delgada y vestimenta elegante, distas y buscaron el trabajo de autores europeos, es decir, sólo la superficie. norteamericanos y los nombres que eran sinónimo de vanguardia fueron Gide, O’Neill, CocHoy, a 46 años de su muerte, vuelvo a buscar su teau, Vidac, Wilde, Roger Max y Huysmans. 23


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” Pero Novo era de una condición libre. Dejó su pensamiento esparcido en Revistas como Hoy, Semanario Mañana, y, sobre todo, junto a Villaurrutia, funda la Revista Ulises en 1927. Al año siguiente, el Teatro de Ulises que fue considerado el primer teatro moderno de México y los críticos reconocían que se trataba de corte vanguardista y por ende innovador.

Hay otro dato interesante sobre las obras que montaba, fueron transmitidas en 1956 y 1957 en un canal de televisión mexicana. Novo presentó obras antiguas, modernas, clásicas y románticas. Transmitió el verso y la prosa de textos dramatúrgicos de sello mexicano y extranjero, llevando así al público televisivo una buena cantidad de horas de disfrute teatral y cultural.

Respecto al teatro que aún se presentaba en los escenarios mexicanos, era ajeno a la mirada vanguardista. Era un teatro de corte nacionalista y viejo en comparación al rompimiento experimental que se suscitaba en los hombres de teatro europeos. El México que estaba a los lados de Novo fue el que evitó todo el tiempo. Él apostaba por lo universal y eso requería de un teatro que tuviera otra visión estética. De manera que, descubrió en sus lecturas a grandes dramaturgos que lo hicieron caer rendido ante la belleza y aportación estética. Los toma de la mano y con pasión desmedida los lleva hasta su teatro para transformarlos en lengua de Anáhuac. El crítico literario Sergio Téllez-Pon mencionó: El Teatro de Ulises, se convirtió en un suceso y un escándalo en su época.

En los andares de Novo por América Latina, se encontró con Federico García Lorca en la ciudad de Buenos Aires. Existen tres cartas que muestran el enamoramiento que el mexicano sintió por el dramaturgo español y tienen fecha del año 1933 y 1935. Son breves, de una gran carga nostálgica, de deseo y de una desesperación absoluta por volver a abrazar al seductor escritor. En su última carta, Novo le indica a Lorca que México políticamente es un caos y, según las fechas todo indica que se trataba de una referencia directa hacia el sexenio de Lázaro Cárdenas y a todo lo que representaba política e ideológicamente aquel mandatario.

Se llegó a convertir en maestro de Historia del Teatro en el Conservatorio Nacional y de Técnica de Actuación en la Escuela de Arte Dramático del Instituto Nacional de las Bellas Artes, aunque sólo fue por unos años. Renunció a su puesto y fundó su propio teatro que nombra La Capilla. A este respecto, Antonio Magaña describió en un prólogo de qué iba su teatro y Novo utilizó esas palabras a manera de publicidad: "Destinado a un público muy especial: culto, distinguido, exigente y capaz, o en posibilidad de venir hasta acá a ver una comedia; un público de patrocinadores no abonados, pero sí fieles al llamado cordial y respetuosos que les hacemos".

Lo curioso es que esa ideología del entonces presidente, era la misma que Lorca profesaba. Pero ante el deseo o enamoramiento, todas las barreras ideológicas caen. ¿Qué fue lo que los hizo coincidir? A Lorca le fascinaba México y sus nombres y no podía existir un mejor conocedor de la cultura mexicana que el mismo Novo. Así que le habló sobre una Adelita de piel morena a través del canto. Ese recuerdo lo utilizó con desesperación en sus posteriores cartas donde le pedía al dramaturgo español el volver a tener un encuentro. Hizo un verso en el que Lorca fue el objeto de su inspiración y apropiándose del nombre de Adela, se transformó en ella, sin tapujos y sin complejos para volverlo a enamorar. El anhelado encuentro jamás se volvió a dar porque Lorca iba andando por un rumbo e ideología distinta hasta la muerte. ¿Cómo no enamorarse de Lorca? Al paso de los meses y sin lograr conseguir una repuesta, Novo tuvo que aceptar el fin del enamoramiento.

En La Capilla, se representa Esperando a Godot, de Samuel Beckett y en esa etapa, también tenía clara su postura vanguardista al demostrar interés por dramaturgos de vanguardia, que, además, traducía y montaba. La Capilla duró cinco años y representó para Novo sus sueños cumplidos de ser Reflexiono constantemente en la coincidencia de hombre de teatro y, además, de poner en evidencia los nombres y de todo lo que esto representa. De su exquisito gusto por el arte culinario que plasma cómo a través de la búsqueda de uno, te encuentras en sus ensayos. con el otro. Relacionas, imaginas, recreas, vives y comprendes al ser que encontraste de tu misma condición homosexual. Novo aún vive en el estu24


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” dio y búsqueda de las letras. Viaja por la historia de Anáhuac y del mundo. Se empeña en romper con lo establecido. Novo aún recita sus versos en las calles de Coyoacán, pero sabe que no es exclusivo de ese lugar, así que recorre su tierra y habita en lo universal. Me gusta imaginar que Novo no ha muerto. "Lo siento en la tierra, germinar por la noche bajo el combate infinito de las estrellas y brotar pujante en el amanecer iracundo, duro, del nopal y del maguey y en el agua que pinta las flores; en el aire, que acaricia mis cabellos lacios, y llena mis pulmones; en el colibrí, que zumba el iris minúsculo de sus piedras preciosas (…) No ha muerto. Sé que está en mí” y está disponible para los que busquen su imagen, su teatro, su poesía, su nombre, y lo universal de la condición de ser humano.

25


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

MARÍA DEL REFUGIO SANDOVAL OLIVAS (CUQUIS SANDOVAL OLIVAS) PALABRAS MIGRANTES Todas las historias

Somos árbol de hoja perenne

se pueden escapar, excepto la propia

que puede florecer en otras tierras

por eso… deseo ser nómada de palabras

fuente inagotable de jeroglíficos tallados en la piel

que cual pajarería atrape los valores universales

canto, prosa, poesía y llanto

que deben parlotearse, para que su eco alcance conciencias

contención y liberación

de la humanidad taladre corazones y llegue a los confines del planedejando huella en su caminar. ta

Quiero beber las lágrimas del mundo resarcir daños, curar heridas limpiar los sinsabores de las guerras

abrazar los sueños y transportarlos a otros confines, otros espacios poner un columpio en la luna y bañarme con los rayos del silencio

He comprendido, que no somos una isla nadie es dueño de nada, excepto su vida misma somos una mirada global que viajamos errantes en búsqueda del equilibrio y felicidad Migramos cual las aves, dejando el terruño

los naranjos y violetas que perfuman el aire difuminando sus aromas y colores esparcidos en el tiempo gritos incesantes del adiós

aparecen en las muecas del destino comprimiendo los recuerdos en rocas soldadas de llanto intrínseco 26


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

AQUILES VARGAS DEL CAMPO UN SUEÑO Y UNA MUERTE Andrés sintió que se le habría la tierra bajo él, una sensación de llorar, de gritar de patear, lo inundo de pies a cabeza, y un grito desaforado ¡¡ QUEEE!! , ¡¡PORQUEEEE!!, arreció en su mente, no lo podía creer, 6 meses habían pasado de sus cambios, y este tipejo le negaba su sueño, quien mierda se creía que era este viejo, cerró sus ojos y empuño sus manos, se imaginó blandiendo el fierro más cercano, golpeando sobre la cabeza de Carlos, siii una y otra vez, maldito viejo asqueroso, me lo pagaras!! Y zas golpeaba la cabeza de Carlos con rabia, con odio, con miedo. Veía la sangre salpicar todo y sus manos seguían golpeando una y otra vez, una lagrima comenzó a rodar por su mejilla, y cuando sintió el sabor salado en su boca, abrió los ojos desaforadamente y se encontró con una visión que lo bloqueó mentalmente.

Ahí estaba Andrés, parado en la puerta del taller de don Carlos, esperando su respuesta positiva para comprar la máquina que tanto anhelaba, aquella que lo llevaría a recorrer su barrio, nuevos lugares de la ciudad, con la que podría viajar donde quisiera. Andrés sabía que su historia con la nueva pareja de su madre no había sido de las mejores; su displicencia, su negación de autoridad, su rechazo a este hombre sucio y lleno de grasa, que tocaba a su madre, le repugnaba

Pero ahí estaba Andrés, rogando porque le pasara el dinero suficiente para comprar esa dichosa motoneta. Desde que se propuso conseguirla, decidió cambiar y cambiar para bien. Mejorar su asistencia al colegio, mejorar sus notas, mejorar su disposición en el hogar, su relación con don Carlos y con su madre.

El maldito Carlos, agitaba en su mano derecha un juego de llaves y en su mano izquierda un casco de motorista, Carlos lo mira con una sonrisa y le dice, te lo ganaste, así le va bien a uno en la vida, con esfuerzo, coraje y corazón.

Y lo había logrado, se había dado cuenta que, ser un problema, solo traía consecuencias negativas tanto para él, como para su familia.

Andrés miraba todo el taller de don Carlos nervioso, ansioso, no quería rogar más; se estaba dando cuenta de la peor forma posible que la vida sería muy difícil si no lograba salir adelante, aguantar o canjear sus sueños por alguna forma de comportamiento que no fuera con su fuero íntimo.

Andrés solo dijo gracias, lo abrazó y rompió en llanto.

Don Carlos ni se inmutaba, sucio y grasoso, con un pitillo en la boca, terminando de soldar quizás que cosa. Cuando termino su trabajo, apago la soldadora y el pitillo, como si hubieran estado conectados. Se irguió y miro a su hijastro, sonrió para sus adentros, lo miró fijamente a los ojos, y le dijo NO!. 27


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

KATHERINE QUIRÓS BONILLA DRAMATURGIA DE UN TRABAJO PROMEDIO/MARIONETAS

DRAMATURGIA DE UN TRABAJO PROMEDIO Vivir porque la alarma le exige al cuerpo levantarse.

¿Un trabajo? Veneno de infinitas horas sin descanso. Almuerzo engullido a la fuerza, Con violencia, sin violencia. Dosis justa de una tortura medieval diaria para no dejarnos morir. Es así como aprendemos a ahogarnos en calles confusas, de hombres sin techo, con techo pero sin dinero, con dinero pero sin nombre. Hormigas escupidas por oficios delirantes. Un número más y a la vez nada.

Mente en pausa. Pausa en un sueño. Sueño de muerte. Muerte diaria= Resurrección nocturna.

MARIONETAS Como marionetas que nos dejamos mover por un dueño, no tenemos control de nuestras mentes desde antes de dar el primer paso.

Como lista de compras, dejamos de tener objetivos, para convertirnos en metas predeterminadas: Estudia, trabaja, si te da tiempo reprodúcete y muere. Copiar y pegar. Copiar y pegar. ¿CoPiAr y PeGaR? Somos piezas distintas un rompecabezas, pero fingimos ser iguales. Encerrados en vitrinas perfectas, unos cuantos corren, corren y corren y al final los atrapan o se dejan atrapar. Yo siendo solo una marioneta, cada noche me prometo cortar las cuerdas de raíz y dirigir mi vida.

¿Cuántos títulos empolvados agonizando? Multitud de sueños escondidos Detrás del vendedor de comida rápida, El joven taxista pagando su carrera, El artista dando cátedra sobre paisajes ya muertos y el niño mirando su propio espejo al otro lado de las aulas. ¿Cuánto compra tu eterna educación? 28


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

KARLA CARROLA REINA VERDE

Cuando el Cordero rompió el séptimo sello, to- Como en la Rayuela, la niña con olor a ratas muertas saltaba. Ríe recordando las travesuras dos infantiles, corre por las arrugas de su rostro una en el cielo guardaron silencio durante media lágrima. hora. Entonces vi que se le dio una trompeta a cada Descubrió que su alimento era el hombre cuando jugaba a las escondidas con el Doctor Rieux. Así uno apareció y desapareció, sin aviso. Todo esto quede los siete ángeles. dó plasmado en “La Peste” de Albert Camus.

Libro del Apocalipsis 8:1-2

La sabiduría y experiencia están con la reina verde: no volverá a confiarse, se llevará a cada doctor Rieux que encuentre. Estos héroes son los más peligrosos por que eternamente buscan una El Séptimo Ángel Toca su Trompeta formula que la aniquile y dan su vida a cambio Año 2020, sentada en su trono la anciana reina de la de otros. pandemia viste con todos sus recuerdos. Majestuosamente se coloca la corona, la corona verde. Recuerda el Llamado de la Tercera Trompeta En honor a su recién adquirida aureola la nom- La joven vampiresa olía a sangre, después del brarán las futuras generaciones, la llamarán coro- sonido recibió por primera vez ese nombre: pannavirus. demia. Por haber crecido tanto, desbordaba arrogancia juvenil. Un recuerdo la invade. Tocó el Primer Trompetista Seráfico

Era el año 1954, aprendió que podía jugar con su Como aliento maldito, el último sonido del ins- comida ¡Cómo disfrutó perseguir a Robert con su hueste de semi vampiros! Richard Mathesson trumento susurró su nombre: Plaga. Existe a parhizo que se divirtiera mucho en “Soy Leyenda”. tir de ese instante. Ya no está en edad de jugar a los vampiros, a los Con la voracidad de una fiera recién nacida persiguió al hombre, hasta dejar al último. Corría el zombis, ni a la peste. No tiene la misma fuerza y año 1826 y una narradora especializada en gestar toma otras previsiones: Se llevará a los ancianos, pues, con su sabiduría podrían detenerla. monstruos solitarios, Mary Shelley, la imaginó en el libro “El último hombre”. A pesar de los tapabocas no pueden ocultar a los sabios, ella también usa su mascarilla. Ni Edgar Perdida en sus memorias un nombre viene a su Allan Poe pudo fabricarle una careta más terrible mente: Lionel Verney, era huérfano como ella. que su propia Máscara de la Muerte Verde. La peste verde hubiera dado lo que fuera por Evocación del Tercer Querubín y su Instrutener un consanguíneo, no entiende al ser hu- mento de Viento-Metal mano, el cual, no reconoce a uno solo de sus millones de hermanos esparcidos por el globo terrá- Se reveló la Venus, porque era una mujer joven y queo. Sus memorias continúan. porque en un diccionario antiguo leyó que “pandemia” era el sobrenombre de Venus. El Segundo Músico Angelical Interpreta su Solo En su invasión de 1978 aprendió que el hombre además de alimento, era su creador: su existencia En el año 1947 el eco de la trompa la nombró : estaba condicionada a que algún escritor le diera epidemia. vida en un libro. Su irrupción quedó plasmada en 29


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” “Apocalipsis” de Stephen King, un tipo realmente bir a la musa cetrina. Ríe ante la ironía: en las llamasimpático. Espera no acercársele en este viaje. das redes sociales, desde su primera aparición se ha vuelto viral. Aunque el tiempo ha pasado sobre ella, en su interior se siente la misma Venus. Aguarda pacientemente a que el último de sus profeLa Venus esmeralda recapacita: En la literatura son tas ponga el punto final de esta historia que se empepeores las pandemias que en la realidad. Se le dibuja zó a escribir en Wuhan. La soberana de la muerte coronada en verde no sabe cuantas veces puede espeuna involuntaria sonrisa: este 2020 la realidad superar el toque de trompeta. rará la ficción. El Covid-19 existe solo 30 minutos en el papel. En el El Quinto Sonido Llega a sus Remembranzas mismo papel ella existirá por siempre. El toque de trompeta de 1995 le otorgó un nuevo nombre: Ceguera Blanca. Portaba su traje de nívea sacerdotisa. Nadie podía verla, ninguno tocado por su mano fatal podía ver. El ataque que imaginó José Saramago en su “Ensayo sobre la Ceguera” fue simbólico para ella. El ser humano siempre es ciego a lo esencial. Una congénere la descubrió: la esposa del médico de esa novela. Por eso en este último round prefiere evitar a las féminas. La máscara de la muerte verde continua, alternando entre sus recuerdos y estrategias, cuando se acuerda… El Sexto Llamado

Se encontraba en plenitud y usaba un vestido hecho de cadáveres. Notó que estaba envejeciendo, fue la primera vez que tuvo miedo de desaparecer, era el 2006. Se armó con un ejército de muertos vivientes ¡Era imparable! La tirana olía a muerte, fue conocida como la plaga zombi en “Guerra Mundial Z” de Max Brooks. La dictadora olivácea aprendió de sus errores. En este último asalto no tiene aroma. Arranca de sus víctimas el olfato para que no sepan que acecha. Suspende un instante su propia ceremonia de coronación para leer ávidamente todas las crónicas que ha inspirado. Por todo el planeta florecen Decamerones dispuestos a dejar constancia de su paso por la vida, miles de Boccaccios se disputan el honor de descri-

30


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

GABY ESCOBAR SERENIDAD/CONCLUYE LA VIGILIA

SERENIDAD

Concluye la vigilia

Al transcurrir de las lunas

Enmudece la oración

el polvo retornará a la tierra,

y el mensaje queda trunco,

donaremos la piel

¡estoy aquí!

como obsequio,

la ofrendaremos como los profetas y sabios que antecedieron.

los vientos del sur me guiaron. Tras de mí avanza una silueta blanca

y el polvo aguarda impaciente, lo sé. Cuatro paredes alinean los músculos.

¡Que el calvario no duela ni la ausencia destroce! debemos completar la historia.

El estanque irrigará las venas,

raíces serán brazos y los ojos, flores de mirto. Un ángel custodia el sueño

Somos un mismo grano de arena

de mis días preservados.

en este océano continuum del universo.

Cambia la coexistencia, el rostro es albo, apacible la sonrisa, los huesos

fecundarán la tierra que amo. ¡Mírame, soy yo! Sosegado me voy.

Moraré en idílicos recuerdos y en reconciliación la tibia oscuridad.

31


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

SERGIO EDUARDO FUENTES MEDINA POEMAS

I. DUELE…

aún cuando yo aún te sigo amando.

Duele amarte cuándo la vida

de mi te alejó sin ser culpable de nada.

II. DAME…

Duele amarte cada vez que pienso en ti,

Dame tu amor.

y me doy cuenta que ya no estás aquí.

Dame una oportunidad para enamorarte.

Duele amarte cada vez que escucho el sonido del Dame un par de razones, mar, para a tu lado siempre quedarme. puesto que se que no te puedo abrazar, Dame toda tu pasión. porque se que tú aquí ya no estas.

Dame una linda caricia,

Duele recordar cada beso y caricia,

que recuerde el resto de mi vida. que tus labios y tus manos me regalaban cada ama- Dame un abrazo que me haga sentir calor, necer, por que yo siento que de frio estoy muriendo. porque se que nunca más volverá a suceder. Dame un beso para saber, Duele amarte cuando las flores llevan en sus pétaque me sigues queriendo, los

la fragancia de tu cuerpo,

como yo a ti te quiero,

que despierta en mi el más profundo de los deseos, tu eres un hermoso lucero, que se encontraba dormido en lo más escondido de y por ti todos los días el sueño pierdo, mi pecho. pues dormir no puedo, Duele el corazón cuando leo esas cartas de amor, tu eres algo muy bello, pues siento que se me parte en dos el corazón.

y tuyos son todos mis pensamientos.

Duele amarte en mis noches de soledad

Dame la oportunidad de entregarte mi corazón,

porque se muy bien que nunca regresarás,

con un beso lleno de amor.

y mis lágrimas caerán como lluvia de sal.

Dame un te quiero que me eleve al cielo,

Duele soñar despierto,

para poder tocar las estrellas con las yemas de mis dedos.

que a mi lado te tengo,

después ver cómo se esfuma tu recuerdo, entre ráfagas de viento. Duele el alma cada vez que vuelvo a leer, aquellas cartas que me escribiste,

cuando aún estabas enamorada de mi. Duele escuchar que tu corazón ya me olvido, 32


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Dame un suspiro de tu Alma, que me haga sentir que aún me amas.

Dame el recuerdo, de esos bellos momentos, que vivimos hace ya bastante tiempo, para revivirlos de nuevo.

Dame una sonrisa mujer bonita, que cambié mi vida día a día. Dame una noche contigo cariño mío, porque lejos de ti yo muero de frío.

Dame la calma que necesitó, y dale un giro eterno a mi destino. Dame una mirada, con la luz de tus ojos,

que tanto me encantan. Dame tu mano para caminar, por un jardín lleno de flores, para que su perfume te enamore,

siempre ángel de mis noches. Dame una mirada dulce y romántica, para que en mi mente, siempre te lleve presente.

Dame la magia que tienes guardada dentro de ti, para ver si, por unos minutos me puedo convertir en un pájaro gris, para cantarte al oído una canción romántica que he hecho para ti,

pues es la mejor forma de expresarte todo lo que significas para mí, amor de mi vida, todos mis ilusiones y mis sueños son para ti, 33


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

LIRIUS HUNT TIERRA MORTECINA

Rigoberto Fuentes, un joven estudiante de derecho, también poeta y a veces narrador, tenía ganas de ir al cementerio para ver a su amigo, era lo único que podía hacer para sentirse mejor con el asunto de la muerte, sin embargo, pensaba que podía causarse serios traumas además de los que ya tenía. El medicamento que le recetó el psiquiatra daba resultado, aunque cierto tiempo alucinaba y debía ser internado durante semanas. Un tarde después de tanta lucha interior, por fin decidió visitar a su amigo fallecido luego de muchos años, ese día se armó de valor porque las emociones eran demasiado fuertes, y cada día que pensaba en su amigo se atormentaba, pero debía visitarlo. Así que salió de su casa, tomó un taxi y se dirigió al Cementerio Oriental. Al bajarse del auto, observó las famosas señoras que venden flores, no sabía si debía llevarle algún ramo a su amigo, dudó hasta que se acercó a preguntar. Una de las señoras le ofreció un florido ramo de varias plantas, Fuentes lo compró y entró por los portones del cementerio. Mientras caminaba se fijó en las tumbas, los mausoleos y bóvedas familiares. Pensó que las maravillas de los cementerios se encuentran en las fechas de las lápidas que atestiguan el pasado. Según las indicaciones de la hermana de su amigo, la tumba estaba bajo un árbol de mango y al lado de una lápida de color rosa. Era una orientación algo confusa, así que anduvo buscando entre los árboles la lápida de ese color. Había muchos lugares parecidos, sin embargo observó que al lado de una tumba estaba la lápida de Valdivia. Y, leyó el epitafio «Recitaba poesía en los buses de Managua». La idea del epitafio fue de Fuentes, y la madre de su amigo aceptó.

El viento hacía crujir las ramas de los árboles, los pasos de Fuentes en el suelo removía las hojarascas del terreno mustio. Fuentes levantó la mirada, sintió el sol, y volvió a leer el nombre de su amigo en la lápida para constatar que en realidad estaba en el cementerio, no pudo contenerse las lágrimas, y pensó en todo lo que habían vivido

juntos. Lo más triste fue cuando a José Valdivia lo asesinaron los policías en las protestas de abril.

Mientras recordaba las actividades diarias en la universidad, se le vino a la mente cuando hurgaban entre las estanterías del área de literatura. Muchas veces se contuvo las ganas de robarse un libro, sin embargo, a la salida había un detector del código de cada texto, no es que le faltaran las agallas, solo que temía que le restringieran de por vida la entrada a la biblioteca. Valdivia leía a Whitman, era un lector de poesía anglosajona, y Fuentes con raíces más nacionales, prefería a Joaquín Pasos. No solo visitaban la biblioteca de la Universidad Centroamericana, también iban al Palacio Nacional, en específico a la Sala Ernesto Mejía Sánchez donde guardan cinco copias de cada libro nacional publicado. El día de la masacre, Valdivia lanzaba piedras a los policías cobardes armados con escopetas y trajes de protección. Rigoberto estaba enfurecido y lanzaba bombas molotov, sin embargo, llegaron refuerzos y de inmediato decenas de muchachos corrieron por toda la calle huyendo de la guardia. José permaneció en su lugar, y al enfrentarse a los policías nunca pensó que serían capaces de dispararle por negarse a su detención. Fuentes logró correrse de los policías, pero una camioneta apareció en una cuadra y lo capturaron. Mientras Rigoberto caminaba con las manos en la nuca vio el cuerpo ensangrentado de su amigo, y se tiró al suelo gritando su nombre. Los oficiales lo tomaron de los brazos amenazándolo de dispararle si no obedecía. Rigoberto se puso boca abajo en el pavimento donde el vidrio de las molotov se pegó a su cara. Un oficial le puso su bota en la cabeza y le dijo que por revoltoso lo iban a llevar a las celdas del Chipote para que el negro Wilson lo violara.

34


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Seguía de pie ante la tumba de su amigo, y la explosión de los morteros, los gritos de la multitud y las detonaciones de las armas policiales revoloteaban en su mente. Ese día apagaron la voz de un joven que luchaba en nombre de la libertad y del pueblo masacrado por un régimen cobarde. Rigoberto murmuraba algunos versos dedicados a su amigo, no podía elevar su voz, le parecía increíble todo lo que había pasado, siguió recitando versos, hasta que sintió en su hombro una mano. Valdivia estaba detrás de él también recitando versos de Darío. Fuentes le pidió disculpa por no haber venido antes a visitarlo debido a sus problemas en la cabeza. Valdivia tenía la misma ropa del día que lo mataron: una camisola, un pantalón y un bar de botas. Mientras Rigoberto le habló de sus ganas de suicidarse, Valdivia lo convenció que no era la mejor forma de escapar del mundo, y le recordó los versos de Borges acerca del suicidio. Y, Valdivia reconoció que estaba en lo cierto. Un señor encargado de limpiar las tumbas observó a Fuentes hablando solo, supuso que era algún familiar hablando con su muerto, y lo dejó en paz.

Después de hablar sobre la crisis política y el futuro del país, se despidieron, y Valdivia le dijo que no sería la última vez que se verían. Fuentes dejó el ramo de flores en la tumba, y salió del cementerio.

35


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ANTONIO ASUNCIÓN PACHECO UNA CAJA Y CUATRO VELAS

Una tolvanera envolvió por sorpresa al an—Pero él no tiene lástima de nosotros. — ciano. Trastabilló hasta detenerse de golpe flaLe puso enfrente un caldo en el que flotaban alguqueando una pierna. Dibujó un gesto de dolor. nos frijoles. Torció el pie sobre la goma del calzado y miró. Le —A este paso —dijo mirando el plato—, escurría un hilillo de sangre. en lugar de entrar, el perro va a querer salir coAtravesó el patio, apurado y renqueando. rriendo. —Un gesto de dolor interrumpió el intenTuvo que aventar a manotazos el alborozo del pe- to de una sonrisa. rro para conseguir abrir la desvencijada portezuela —A este paso nos lo vamos a comer a él de la cocina, separada del dormitorio por una tela después de vender la gallina que nos queda — amarrada con cintas. Ambos espacios eran pequealegó ella sentándose a la mesa. ños, de tablas deterioradas por el tiempo, piso de —No debiste vender ninguna. Ese dinero tierra, grandes rendijas por las que escapaba el huse nos fue como el agua. mo o se colaba el viento. Todas las casas alrededor mostraban las mismas condiciones sobre un paisa—Había que pagar las deudas —le gritó je esculpido por las sequías. mientras iba camino al lavadero en el patio. Miró Su mujer quitó una tortilla de maíz del co- otra vez la puerta abierta y fue hacia allá —. La que nos quedamos es ponedora, no tarda en estar culemal y lo miró con fastidio. ca. Primero Dios este año sí llueva y tengamos —Cierra esa puerta, caramba, que ya conochepiles. Y con un poco de suerte, hasta chicataces al mañoso de tu perro —dijo. Él obedeció—. nas. Acuérdate de lo que nos hizo con la bolsa de galleEl anciano flexionó la pierna para lavarse tas que me regaló nuestra ahijada. ¡En nuestras el pie a jicarazos; ya no sangraba. narices se dio mejor cena que nosotros! —¿Qué te pasó?

El anciano se sentó y se quitó una sandalia. La levantó pasando suavemente la mano por ambos lados.

—Nada, mujer, nada.

—¿Cómo nada? ¡Déjame ver! —¿Qué haces? ¡Te he hablado mil veces de —Seguro fue una espina. la diferencia entre pobreza y suciedad! —dijo la mujer mientras apagaba el fuego del comal. Luego —¿Y si fue un clavo? —Insistió en mirar— destapó una olla de barro, de donde se elevó un . Tú no tienes la vacuna del tétanos. Deberíamos ir vapor denso, y agregó—: ve a lavarte las manos, al doctor. que ya vamos a comer. El perro se acercó a ellos. La mujer le lanDejó caer la sandalia y apretó el talón con- zó una advertencia. El animal, con la cola entre las tra la pata de la mesa. Ella retomó el asunto del patas, corrió a echarse por el brocal del pozo. perro. —Decía nuestra hija que no sólo en los me—Desde hace tiempo debimos quemarle el tales está el tétanos. ¿Y qué doctor me querrá atenhocico para quitarle lo cusco. Si nos descuidamos, der gratis? El centro de salud hace meses que lo cualquier día de estos nos deja sin comer. quitaron. —Me da lástima. Lo que se les quema es la —Vendemos la gallina. campanilla, no el hocico. El dolor ha de tardar va—No, mujer, no. Al rato busco allá enfrenrios días. te. —Señaló el lugar sin mirar—. Si encuentro el 36


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

clavo, lo pones a hervir y me tomo la infusión y ya. De algo me tengo que morir de todos modos.

rato los dos—. ¿Por qué me dices estas cosas? — preguntó ya recuperada.

—Estamos viejos. Tenemos que pensar con la cabeza fría. No tardo en morirme o, peor La conversación continuó en la mesa. aún, en ser una carga. Creímos que nuestra hija —Cuando ese día llegue, compra la caja cuidaría de nosotros y mira: allá arriba, donde más barata y cuatro velas. El dinero que traiga la todavía confías que nos procuran, decidieron llevársela antes. gente, guárdalo, no lo uses en esa tontería del —Él sabe por qué hace las cosas y cuánnovenario de rezos y el cabo de año. Yo me endo. No me gusta escucharte hablar como si cargo de hacerles saber allá arriba que me tengo desearas morir. bien ganada la gloria, después de tantos años de —En mi situación, el deseo y el presentimalvivir esperando a que se acordaran de nosomiento son la misma cosa. Lo que más me preotros. cupa ahora es que tú te vayas a enfermar de algo grave y no sepamos ni qué hacer, y desde este —¡No reniegues! Y menos en la mesa, lugar resultará más difícil todavía si te quedas que aunque tortilla con sal y agua, Dios no nos sola. Por eso quiero que te vayas al pueblo con abandona. alguna de tus hermanas. —Hace rato que para seguir, a mí ya no —Tú lo que andas buscando es deshacerte de mí de una vez para buscarte otra. me alcanza ni la fe, mujer. Ella no le rebatió.

—Una que no se queje de mi perro — completó con seriedad, el índice levantado, Después, apartó el plato y se incorporó.

—Después del entierro, vende este terreno y vete a casa de alguna de tus hermanas. A —¿A dónde vas? ella entrégale las tres cuartas partes del producto —A frotarme un poco de alcohol en los de la venta… pies y recostarme un rato. —¡Las tres cuartas partes! Sentado en el borde de la cama, el anciano entrecerró los ojos y examinó otra vez el —Sí, que sepan que después de eso te calzado. Con la sandalia en la mano, el pie desquedas con apenas nada para cualquier necesicalzo en puntillas, fue a levantar la tela que cudad. Así no te tomarán por una arrimada. Y probría la ventana. En la calle, su mujer buscaba cura que mucha gente se entere del trato. Pregúnafanosa en el suelo, cerca de donde recibiera el tale a la hermana que tenga a bien recibirte si pinchazo. Ella se enderezó mirando hacia arriba. puedes llevar contigo al perro. Así no tendrías Las primeras gotas de lluvia rebotaron en el tejaque abandonarlo a su suerte. do. —Ese animal dañino. ¿Quién me aceptaría con él? Y de hacerlo nos corren el mismo día. Ahora que, pensándolo bien, con el genio que me cargo es más probable que decidan quedarse al perro y me corran a mí —dijo, echándose a reír de forma tan contagiosa que rieron por un buen 37


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ISAÍ GUARNEROS YA NO QUEDAN ATAÚDES

Las calles de la colonia Carmen Serdán están empolvadas y cubiertas de basura. Los automóviles que las recorrían fueron un mito expresado hace cientos de años, armadillos de cobre, adornados de vidrios que danzaron en honor de la madre tierra. Irónico que esas máquinas modernas no encarnan un canto de vida, sino un fruto envenenado. Gregorio camina sobre las banquetas, sus ropas gastadas y su piel arrugada como el papel de un boceto desecho, le dan un aire de un viejo que fue testigo de la metamorfosis del pueblo en una extensión de la capital. El paso de Gregorio es lento, apoyado de su bastón que él mismo creó, una extensión de su brazo, una mano de madera. El hombre heredó el oficio de sus antepasados, pero no sabe a quién demonios de todos ellos se le habría ocurrido ser carpintero. P ieles blancas, morenas, negras viven en su rostro cansado, un cruce de historias por violencia o por amor que ocultan el secreto del primer Cristo en su árbol genealógico. En su andar escucha los rosarios en las casas y en sus puertas aprecia listones negros como coronas de espinas que atraviesan las venas de los muros sin pintura. A través de las ventanas se ven los féretros con los cadáveres dentro, pero algunos hogares no lograron conseguir uno para su muerto, ya no quedan ataúdes en la colonia, ni en la ciudad, ni en el estado.

tengan un poco de piedad y por lo menos dejen que sus difuntos resuciten como aquel dios convertido en mortal que revivió del otro lado del mundo. El viejo no cree más en dios, no desde que su hija y su esposa fueron asesinadas. Él lloró y luchó todo lo que su cuerpo resistió, pero ni las marchas en la capital ni las colectivas feministas lograron triunfar contra el olvido de esas dos mujeres. Gregorio estuvo a nada de pegarse un tiro, el dolor lo consumía, pero le prometió a su hija que le haría una casita en el árbol del jardín y aunque habían pasado años, nunca la construyó. ¿Cómo lo haría? Si no hay dinero para tanta madera, tantos clavos, la pintura, el barniz, porque esa casa no sería cualquier hogar de pájaros, sería el santuario del ave que fue su hija, aquella niña, su niña muerta.

El regreso a su casa siempre es antes del atardecer. Anda mirando al suelo, su joroba y su pequeña estatura, resultado de la edad, lo mantienen con esa forma de un árbol cayéndose. El camino está despejado. Los perros callejeros, sarnosos, hermosos y pulgosos andan tirados en las esquinas. Gregorio los ve y le gustaría gozar de esa tranquilidad y paz. Esos animales peludos abren un ojo para verlo pasar y lamen sus narices. Llega a su casa, lava sus manos y comienza a calentar un poco de comida. Un arroz rojo, unos frijolitos y sus tortillas de la La muerte es lo más común en esta población. En mañana. las banquetas ya no se ven a los chamacos jugando La mesa del pequeño comedor aún tiene sus tres con los vecinos y a sus padres vigilándolos para sillas, dos de más, esperando el cuerpo de Andrea y que nadie los secuestre. Todos están encerrados en su hija, Cristina. Mientras come, observa dos ataúun mausoleo que es su casa. Y este viejo, desespe- des recién hechos en la zotehuela. Se levanta y enrado por encontrar una chamba, camina y pega ciende la radio, están transmitiendo un reguetón en anuncios con la información de sus servicios. “Se la estación sintonizada. Alguien toca la puerta de la hacen ataúdes a la medida del difunto. Gregorio casa e interrumpe la cotidianidad del viejo. GregoTorres Castillo. Casa número setenta y cinco” Lee rio toma su bastón para avanzar más rápido y abrir sus palabras elegidas en una papelería que se resiste al intruso del tiempo. a cerrar y en sus apellidos comprende una contradicción. Su casa es una de las más viejas de esta colonia, no es un castillo y no tiene torres. Sus ojos dejan de posarse sobre el anuncio y revelan que ya no hay lágrimas que llorar. Los padre nuestro y las aves marías son murmullos con los que las personas llaman a los dioses, que 38


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Doña Francisca es la entrometida que tocó la puerta. Viene vestida de negro y con un velo como el de las viudas en las películas de los cuarentas. Gregorio la invita a pasar. Es una vecina que habita una casa a dos calles de la suya.

-Dispénseme la molestia Don Gregorio, -su voz está quebrada, como si hubiera gritado por días enteros-, vi su anuncio en uno de los postes y me preguntaba si podría venderme un féretro, verá, mi hija falleció hace unos días y apenas me regresaron su cuerpo. -Francisca cuánto lamento escuchar eso.

de Francisca. En ella ya vislumbra un listón negro. La puerta está abierta y un grupo de mujeres le dan la bienvenida a Don Gregorio. Al bajar, el viejo se apoya en su bastón y las mujeres cargan el ataúd y lo introducen al edificio. El hombre las sigue y un olor de incienso invade sus fosas nasales. Es un intruso, sólo hay mujeres en toda la sala. Las flores han sido colocadas alrededor de la mesa donde reposa el cuerpo de la hija de Francisca. Tiene hechas unas trenzas que llegan hasta sus pechos. Todas las mujeres recuestan el ataúd en la mesa y cargando a la muchacha con suavidad acomodan su cuerpo dentro de la caja.

Un silencio los envolvió porque hay cosas que fue-Don Gregorio, pase, tome asiento, gracias por ron creadas para las cuales no existen palabras, la traernos la casita de Cristina. muerte de un ser querido ajeno es una de esas cosas. Cuando Francisca articula estas palabras, dentro del viejo sus intestinos se doblan y sus pulmones se -No se preocupe Doña Francisca, con todo gusto yo contraen. le llevo el féretro a su casa, verá que no tengo conocimiento de funerario, mi oficio es la madera… -No me diga que su hija también se llamaba como mi niña. -No se preocupe Don Gregorio, la peluquera anda peinando a mi hijita. Gregorio no espera respuestas, sólo se acerca al Unas lágrimas corren por su piel, pero el viejo sólo ataúd abierto y ve la piel morena de Cristina, parese percata de esto cuando las gotas caen al suelo y cida a la de su niña. Su cabello en trenzas oculta el golpe de un martillo en su cráneo y el maquillaje humedecen la tierra seca del jardín. sobre su cuello y sus brazos esconden moretones. -Si no le molesta, le agradecería que lleve el ataúd Gregorio traga saliva y sus ojos cansados de llorar a la casa, le pagaré todo lo necesario y si gusta vuelven a llover. Es su niña, está ahí, muerta como acompañarnos en el rezo usted es bienvenido. hace veinte años, golpeada, violada. Una epidemia -Claro que sí Francisca, yo llevo el ataúd, adelánte- dejó a la colonia y a la ciudad sin ataúdes y la violencia ya había llenado de muertos el camposanto. se mientras lo subo a mi camioneta. Gregorio no para de sollozar, pero contradictoriaEl viejo se refiere a su chatarra en la que transporta mente, una calma lo invade. Por fin le ha hecho su la madera y todo lo creado a partir de esa materia. casita a su niña, a esa ave que le cortaron sus alas. Por fin este carpintero ha terminado el hogar de su -Llego en unos quince minutos. hija muerta. El proceso toma el humo del tiempo esfumándose. Gregorio con la fuerza que le queda, aquella que sale de lo más hondo de la carne, logra subir el féretro sobre la camioneta. Camina alrededor de la bestia metálica, sube y arranca el motor que retumba como los gritos de los rayos. Las dos calles son cortas, en menos de cinco minutos llega a la casa 39


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

BELANE M. G. TELARAÑAS/PASIÓN DIOSA PASIÓN

TELARAÑAS ¡Desnúdame! Diosa literaria Borra el reflejo de mis ojos Destruye el templo que te he construido Libera a mis prisioneros inocentes Y concede el perdón a los culpables Permíteme dejar el timón Ahora que la tormenta se avecina Inunda mis oídos con silencios Y que las oscuras profundidades Sean testigos de mi belleza ¡Clávame una espina en el corazón! Pero no me dejo morir No todavía.

PASIÓN DIOSA PASIÓN Aquí yace otra vez mi mano rasgada Bailando moribunda sobre una página desnuda Vomitando descargas eléctricas Desde mi cielo pintado de nubes oscuras. Aquí yace otra vez mi mano valiente Entregada al fulgor del combate Cual espadachín seguro de si mismo Desafiando a la incomprendida muerte. Aquí yace otra vez mi mano Como un animal citadino que es liberado Y se halla por primera vez en estado salvaje Frenético, inconsciente del peligro Avanza recorriendo lugares indómitos Seguro de que nunca volverá a ser el mismo.

40


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

DANAÉ GARCÍA PÉREZ DEFUNCIÓN/POLEN/A LA VISTA

DEFUNCIÓN

A LA VISTA

Ya estoy muerta

Te vi, me enamoré

me he vuelto historia,

sin saber que por ti

oscura, oculta

mis días

detrás de labios

resplandecerían,

me oculto en las ausencias

aunque me envolví en

pero no reniego:

mi cobardía,

muerta soy yo

callé mi corazón sin saber que poco a

POLEN

poco perdería mi

Girasoles del desierto que surgen

razón

espontáneamente en algún oscuro o iluminado rincón sin ningún tipo de pretensión sino solo como consecuencia de un acto de amor, vivir y seguir vivo

41


AUTOR: ALFONSO MARTÍNEZ

42


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JULIÁN R. CARSON EN ALGUNA PLAYA DE HUANCHACO

Esos ojos nos hallarán siempre jóvenes

Siempre nos mantendrán así Algún aliento nos dará cobijo al igual que a unos refugiados sirios En un atardecer en el que acamparemos y armaremos una tienda sobre el torso cálido de una playa así podré bajar lentamente tus bragas sin temor del viento o la sal de las olas: una estrella del apocalipsis cayendo del cielo habrán días que nos quedaremos en la tienda pues esos días deambulan ternas

con grilletes en las calles nos quedaremos dormidos intactos al igual que las palabras que musitas sonriendo en sueños de madrugada morderé tus senos con la nieve del orgasmo/pequeña Angie/labios pastel de fresa/al amanecer

tus nalgas serán rosadas como el algodón de azúcar de las ferias Ahora que sabemos que una metáfora puede costarnos la vida debemos juntar todas las envolturas y mitos de neón en una bolsita de plástico para que se lo lleve el basurero antes de irnos.

43


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JHONATAN RAMÍREZ EL OTRO LADO DEL SANTUARIO He leído con entusiasmo El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Luego de abandonar el santuario de libros olvidados, miré a don Isidoro Carpentier cruzar el picaporte del zaguán de la biblioteca. Me dirigía pensativo a una rambla, con la intención de no detenerme. Al levantar la mirada, después de acomodarme el sombrero de copa alta, una galera se asomaba junto al galeón. La angustiada desesperación de los tripulantes, se hacían notar a simple vista. Las ávidas y ajetreadas calles terminaban en inundaciones, los árboles se convertían en inmensos volcanes, que arrojaban lavas ardientes. Tifón junto a Cerbero emergía de las aguas, atacando a los tripulantes cegados y esclavizados. Cada rincón, donde los libros yacían en anaqueles desvaídos, era la única redención. Allí se podía vislumbrar un cántaro abierto, derramando exuberante sapiencia desde el firmamento. Y las estrellas relucientes eran una novela, un cuento, o un poema. Los fuertes vientos que recorrían por toda las calles de aquella ciudad. Hizo estallar los cristales del ventanal, que estaba frente al lector empedernido, sentado en un sillón de felpas negruzcas. Haciéndolo despertar de su prolongado letargo, que sostenía en sus manos la gran obra literaria del "Manco de Lepanto". Tan pronto tomó su gabán y su sombrero, para luego ponerse en marcha, con aquella lentitud que lo caracterizaba. Encendió un cigarrillo, que tenía guardado en el bolsillo derecho de su gabán. Muy pensativo por aquel sueño y por algunos párrafos del libro de Cervantes,

44

que había llamado mucha su atención. Abandonaba el santuario de los libros olvidados. Desde algún rincón de una azotea, se podía vislumbrar saliendo a un individuo muy raro y extravagante, diferente a toda las personas que deambulaban a su alrededor.


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ANDRÉS CAMILO RODRÍGUEZ YUNDA EL ESPEJO GÓTICO

Si las hadas y las serpientes de los cuentos mágicos existieran y arrullaran los sueños de Emily, ella no tendría ganas de suicidarse; sus obregos no estarían perdidos en el techo buscando encima de los pájaros, de la luna, y de las nubes. Algún estúpido tipo de ojos verdes que la llevará cual princesa en un caballo negro o azul, diciéndole cosas bonitas, llenas de fantasía e ilusión; más bien diría; que los pájaros vuelan al compás de la sangre que cae hoy por sus brazos, por el colchón.

su madre la había encontrado de nuevo en el piso llorando mientras en el parlante sonaba alguna canción triste de Evanescence. «Talking over me

Que te amo Talking over me Que te necesito Pero nada»

Lo único que hizo fue ponerse de pie, sentarse frente Frente a un espejo de baño de niña cae una, dos y tres al espejo, y decirse: gotas de desespero. -Hola muñeca; hoy estás más estúpida que nunca, -¡Mierda! –dice-. Que caiga la puñetera sangre, que vamos a pintarte las uñas, y arreglarte ese esse abran los cielos para que mi espíritu salga de este túpido cabello. infierno, la cuchilla penetré en mí, en mis sentimientos; se alimentará la fe de todos mis demonios frus- Algo raro estaba ocurriendo: su cuerpo era ahora difetrados; iré al más allá, me encontrare contigo, hare- rente; no sabía por qué pero estaba más bella, apenas mos el amor mientras me tocas con tus ojos, con tu se dispuso a desnudarse , se miró los senos, estaban silencio, una, dos, tres puñeteras gotas y mi cuerpo grandes; parecía estrella de Hollywood, ya no tenía aún no se muere. Mi cuerpo no quiere, no te quiere, pecas y muchas de las cortadas habían curado; pero al final todo estaba bien, se metió al baño pensando que ¡mierda! esta tarde a las seis se iba a clavar una cuchilla afilada Siempre había tenido problemas con la depresión, cor- mientras recordaba los ojos de él, o más bien mientras tándose frente al espejo de aquel baño que reflejaba imaginaba una vida menos estúpida de la que tenía; una figura blanca, y escuálida llena de cicatrices ro- puso su canción preferida, y como siempre antes de jas y miradas llenas de odio, recordó toda su infancia partir al instituto, se arregló, se lavó los dientes , se y su dolor; los árboles, las calles y las tardes de do- miró ante el espejo y se dijo que la vida era una miermingo repletas de cigarrillos y alcohol. Tenía un po- da, despidió a su sombra; cogió su estúpida, maleta y co de hombre, tal vez algo de limón, de bestia, de partió. sudor. Su vida siempre fue mala desde todas las perspectivas, ella nunca supo si era compatible con Sagi- Con cada paso en las calles sobre este mundo, ella tario, Capricornio o Tauro, si hubiera querido tener sentía como miles de espejos, de sombras y demonios; sexo encima de una mesa de bar barato, o si a lo me- la observaban, todos los chicos la miraban pero ahora jor quería ser artista porque se le daba muy bien di- ese brillo de burla y de maldad bujar. estaba lleno como de agua, de erecciones repletas de - ¡Mierda! Me duele porque esto no es lo que deseo. quería, no quiero este cuerpo, ni estas aves, Hola, hermosa... ¿Por qué tan creída? — decía una ni este maldito olor a sangre, a usted, a voz masculina. ellos, a dibujos sin vida teñidos de negro, a sueños a mí... Mi amigo le manda saludos. — continuaba otra. Se despertó como siempre, fea y pequeña. No recordó nada entonces, no supo si se había suicidado, o si 45


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Su timidez no la dejaba ni ver a los rostros de aquellos chicos repletos de ansias. Por fin se sintió libre, hecha; esos comentarios llenos de penes y vaginas que alguna vez le hubieran llenado de odio hasta el punto de querer matar a todos, y verlos arder en una zarza llena de azules, de verdes, hoy la tenían orgullosa; se sentía libre, como todas las chicas normales. Llegó al instituto; extrañamente tenía amigas, todos vestían de negro y había espejos por doquier. Aun las risitas pausadas y tímidas de los heteros afuera del recinto, sonaban como un eco repleto de paz y desespero. Todos los muchachos se la quedaban mirando hasta el punto de hacerla sonrojar, ella solo sabía saludar con la mano a sus nuevos pares, y sentir como las rodillas le comenzaban a blandir entre el cielo y el suelo.

que era de ella y que ninguna zorra con cabello azul o crespo se lo iba a quitar. Muchas veces tuvo la tentación de desnudársele encima, se imaginaba nadando en medio de un mar repleto de sudores y de gemidos tiernos, caras extrañas y piernas adoloridas... Pero siempre la puta de Samara, esa estúpida con ojos azules y piel blanca, se llevaba toda la atención, iba como de nube en nube, atrayendo como un metal precioso al amor de sus sueños y ella solo la veía con la cabeza partida en mil pedazos, agonizando de soledad mientras le metía un cuchillo en el abdomen para que dejara de coquetear tanto. -Supongo que no muy bien, no hemos charlado, además él está enamorado de Samara. -No sea estúpida. — dijo otra extraña de larga cabellera y piel color sol uniéndose a la conversación. — Él está enamorado de usted, de hecho acaba de enviarle una carta para que usted la lea; pero debe leerla antes de las doce porque si la lee después, bueno, no puedo decirle, pero no tendría gracia.

Por acción mecánica como atraída por un imán de dos mil gauss; fue al encuentro con una chica de cabello azul que la saludaba desde el parque (algo extraño para ella ya que su instituto antes no tenía parque); de hecho toda la estructura ahora era distinta y no solo el instituto, las calles, los muchachos y las mujeres eran diferentes; era como si de repente en un abrir y cerrar de ojos toda una existencia de sufrimiento y soledad se hubiera esfumado, y entonces solo quedara un día perfecto con frio, flores y amigas.

-Si amiga; él siempre ha estado enamorado de ti. — dijo la niña de cabello azul.

-Además a Samara, bueno no sé si te enteraste pero hace dos días ella murió, cuando regaba las flores de la terraza de su casa cayo del tercer piso y se rompió la nuca. -! Oh, qué mal! la verdad no sabía. -No te sientas mal hace tiempo que esa perra necesitaba una lección. — Dijo la chica que recién se había unido a la conversación mientras se amarraba los cordones de sus zapatos verdes.

La chica tenía una mirada profunda, como triste y olía un poco a sangre un poco como a Evanescence tal vez a Fit for Rivals, luego de un beso en la mejilla le dijo:

Emily no pudo dejar de sentirse feliz, y a la vez exHola, ¿cómo te ha ido con Carlos? — le preguntó trañada, dejando de lado el hecho de que de la nada Carlos era el chico que le gustaba desde hacía seis Samara hubiera muerto porque en realidad si era toda años; Tauro, alto, moreno. Cuando caminaba por las una zorra y necesitaba una lección, lo extraño era que calles sentía que se le iba a estallar el corazón; tenía Carlos le enviara una carta y de repente tuviera amiganas desde hace mucho tiempo de cogérselo, de par- gas, además eso de las doce ya era demasiado extratirlo en dos, y decirle frente a la luna y las estrellas; ño sobre todo porque una sombra repleta de odio y oscuridad la acompañaba en sus andares. 46


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” Un pensamiento: ¿Acaso se había despertado en su cama? ¿Si estaba frente al espejo de su guarda alcoba? Bueno, si su madre la había llevado a dormir llena de pesar y de fastidio, ¿por qué no le reprochó nada? ¿Por qué todo era tan perfecto? Tal vez estaba haciéndose demasiadas preguntas y debería más bien apresurarse a evadir la clase de matemáticas para leer la carta.

Comenzó a llorar, mucho, poco. "¡Qué lindo! maldita sea, es tan hermoso" pensó; su reloj marcaba las once y cuarenta y nueve con treinta segundos. Sus lágrimas se convirtieron en sangre; y alrededor de los sonidos y del espacio, unos pasos de zapatos negros mal lustrados y con cordones desamarrados se aproximaban. Un segundo, una peinilla y ya eran casi las Esta vez no llevaba consigo una cuchilla, después de doce, se secó las lágrimas y con algo de pena abrió "despedirse" de sus nuevas amigas se mezcló entre la puerta. ¡Era Carlos! las chicas plásticas y las buckeras para terminar en -Ho... hola. ¿Qué hace usted aquí? ¿no sabe que uno de los inodoros del baño de mujeres. Como una los hombres no pueden, ni deben entrar en el acción mecánica y sin sentido miró su brazo, cosa baño de las niñas? — dijo. extraña porque tenía un reloj de oro repleto como de diamanticos rosados, aunque nunca había usado un reloj en su vida, y menos así de lujoso; no le prestó ¡Mierda! Siempre había tenido que ser así de nerda, atención eran las once con treinta minutos; tenía que si hubiera podido sacar a la luz sus instintos animaapresurarse a leer la carta. les se le hubiera lanzado como un coyote y ya estaEl sobre era de papel iris y estaba muy mal redactado: rían desnudos jadeando de placer. «Para: emyly (Emily no se escribía con doble “y” y menos en minúscula)

-Estoy aquí — dijo él, porque necesito hablar, no sé si me hago entender, ¿sí recibió la carta que le envié?

De: Carlos» ¡Oh!, ese nombre suena tan perfecto. — se dijo mientras se adornaba en cabello con una peluca de Hello Katty. Abrió el sobre con cuidado, como con ternura, como con dolor. Leyó:

-Sí, y de hecho tiene muchos errores de ortografía, usted debería poner más atención a las clases de escritura.

"¡Qué estúpida!"; se dijo; lo que realmente quería decirle es que estaba hermoso, que nadie le había "Hace tiempo que la observo, aunque usted es de- escrito cosas tan lindas, que sus ojos verdes la tienen masiado invisible ante el mundo, ante el movimien- al borde del éxtasis mental y que quisiera cogérselo to de las rosas, de las flores, siempre la veo, aunque de una buena vez. nadie la nota, yo siempre la contemplo. Me gusta la manera en la que camina, en la que mira mal a todo el mundo como con ganas de clavarles todo su –Bueno -se escucha un vidrio roto — ¿qué fue odio en los intestinos; también me gusta la manera eso? en la que se expresa como llena de rabia, de sangre, de cuchillas de doscientos, quisiera algún día tocar más allá de ese hielo que esconden su cancio–No, no fue, nada; prosiga. nes, sus pantalones, sus lágrimas y esas cosas extrañas que escribe todos los días frente a los espejos con sangre y adrenalina ; sé que es usted ,hace Eran las once y cincuenta y siete, el ruido que habían mucho la observo y sé que es penoso realmente no escuchado provenía del WC trasero donde dos jóveestamos hechos el uno para el otro, pero aun así nes a propósito para burlarse del profesor de Física quisiera que usted y yo nos tocáramos en algún habían roto el cristal mientras jugaban con un trompunto de nuestra existencia para saludarnos, para po cinco estrellas. sentirnos..." 47


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” Es que... es que usted me gusta… solo quería Estado: Internada.» decírselo. Las mejillas de Emily se encarnecieron. La escena se tornó cursi; hasta el más simple de los poetas hubiera vomitado sobre ese baño de solo ver tanto labial rosado, tantas palabras mojadas. Lo más obvio hubiera sido que Emily se lanzara sobre él con miles de abrazos y besos y le dijera que se quitaran la ropa, después de que le diera un largo abrazo, un abrazo que supiera a café en las mañanas, a cigarrillos en las tardes. Pero después de una mirada y de un acercamiento, de una estrofa, dos estrofas, de que fueran las doce en punto....

Recomendaciones:

Sus ojos se abrieron; había mucha sangre por el suelo; su madre le grita: -¡Qué te hiciste, qué te hiciste!

El espejo estaba repleto de dolor, de te amos dibujados con sangre; gemía, aclamando el nombre de Carlos en medio de la cama. Y su madre solo sabía decir que se callara y que se sacara su demente dedo de la vagina. Otro intento de besar a Carlos había fracasado de nuevo.

«Clínica Retornar; 16 de noviembre de 2019 Nombre: Emily Camacho Díaz Edad: 19 años

Sexo: Indefinido Ciudad: Bogotá Diagnóstico: Esquizofrenia y depresión agudas; síndrome de ansiedad con despersonalizaciones cristalizadas. Recomendaciones: No dejar objetos corta punzantes al alcance, espejos ni fotos de hombres con ojos verdes.

48


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JUAN LUIS HERNARES EL LIBERADOR El sol brillaba en el horizonte en ese amanecer de fines de diciembre, pero sus rayos —sumados a la alta humedad— calentaban como si fueran las horas del mediodía. El mameluco azul se pegaba en el cuerpo de Oscar, sus pasos eran dificultosos; recién se dirigía al trabajo, era preferible ni pensar en lo que le esperaría el resto del día. Para evitar el calor nada mejor que cortar camino por un sendero que, junto a un pequeño bosque de pinos, cruzaba en diagonal el campo adyacente a la fábrica. Pasto, ramas caídas, sombra y el sonido de los pájaros eran la compañía necesaria para tomar fuerzas y soportar la larga jornada. De pronto un rayo de luz se reflejó en sus ojos; no era producto de mirar directo al radiante astro, sino el destello de un objeto escondido entre la hierba. Sigiloso —en puntas de pie— descubrió una antigua damajuana verde, recubierta en dos tercios por mimbre, con asa y un gran corcho en el pico. Adentro algo se movía: una especie de neblina parecía darle vida a su contenido; apoyó sus rodillas en el pasto y la observo, sin tocarla, hasta que se animó a tomarla con sus manos; el vidrio estaba frío, ¿su contenido sería acaso algún gas? Tuvo ganas de destaparla, mas sintió temor; ¿y si el gas explotaba? ¿O sería tóxico? La dejó en el mismo lugar en que la encontró y siguió su marcha hacia la fábrica. Metros adelante se detuvo: un pensamiento cruzó por su mente y le hizo regresar sobre sus pasos. Tomó la damajuana con una mano y con la otra comenzó a mover el corcho; se produjo efervescencia en su contenido. Pensó que sería dificultoso descorcharla, sin embargo ni bien lo intentó el tapón cedió, y si no fuera porque lo sostenía con su mano, hubiera salido disparado. Oscar cayó al suelo, con la damajuana abrazada a su cuerpo; no podía creer lo que observaba: el gas salió despedido y en forma de nube cubrió el sendero. Al disiparse apareció ante sus ojos una figura gigantesca: bastante más de dos metros de alto, piel negra, turbante en la cabeza, pequeña barba en la pera y un largo y fino bigote estilo Salvador Dalí; su torso desnudo, al igual que sus piernas, y un mawashi —cinturón utilizado por los luchadores japoneses de sumo— cubría su cintura. Sus pies se confundían con la niebla que salía del recipiente; parecía no necesitarlos, pues… ¡flotaba! —Gracias por haberme liberado mi amo; en compensación le daré tres deseos. Mas como soy un 49

buen genio, no los podrá pedir juntos: muchos lo hacen sin pensar y se arrepienten toda la vida. Pedirá uno durante tres días consecutivos. Y yo seré libre. Luego de pronunciar estas palabras, el genio cruzó sus brazos sobre el pecho y en silencio miró a su liberador. Oscar estupefacto no podía emitir vocablo alguno: lo que sucedía no era un sueño, la damajuana vibraba en sus brazos, y temía que si la soltaba se podía terminar ese mágico momento. No obstante el genio seguía ahí, en espera de la orden para concederle su primer deseo. Miró el reloj y recordó que debía seguir su camino al trabajo; entonces se decidió en el momento: Paola, su mujer, tenía las extremidades del lado derecho casi inmovilizadas, ya que sufrió un ACV del que nunca pudo recuperarse. —Deseo que mi mujer se recobre de las consecuencias del Accidente Cerebro Vascular que tuvo hace unos años —lo dijo fuerte, para que no queden dudas. —Deseo concedido mi amo; lo espero mañana —respondió el genio; de inmediato su figura se mezcló con la niebla y retornó a la damajuana. Oscar colocó el corcho y la ocultó debajo de los arbustos: no fuera cosa que alguien la descubriese. La jornada en la fábrica fue muy larga; se extendió incluso hasta entrada la noche: varios obreros —entre ellos Oscar— cumplieron horas extras, puesto que se acercaban las fiestas y era necesario tener dinero. Sumadas al aguinaldo, le permitirían al fin poder construir ese largo tapial que separase su patio del terreno de los vecinos; no es que éstos fueran mala gente, sino que un buen muro otorgaría la privacidad y tranquilidad necesarias para poder disfrutar al menos de estar sentados allí en las calurosas noches de verano que se aproximaban. Apresurado caminó —en realidad debería decirse que, a pesar del agotamiento, trotó— las cuadras que separaban a la fábrica de su vivienda. Al doblar en la esquina encontró a Paola en la puerta de la casa, la que al verlo emprendió una carrera que la depositó en sus brazos: ella corrió, lo que no podía hacer desde antes del accidente. Lo abrazó y lloraron en silencio. Tal era su alegría que Oscar nada comentó acerca del genio de la damajuana que liberó; prefirió guardar el secreto, y dejar que Paola creyese que la recuperación


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

era resultado de los ejercicios que le mandó la kinesióloga. A la mañana despertó alarmado: por la noche el cansancio lo había vencido y no alcanzó a pensar en cuál sería el segundo deseo a pedir. Aunque quedaba claro que no quería vivir más en la pobreza; era hora de poder disfrutar de la vida. Con la recuperación de Paola había comprobado que el genio no era alucinación ni farsa; sería cuestión de meditar la manera de formular el segundo deseo. En el trayecto a la fábrica escuchó el sonido del motor de un coche; a su lado pasó un moderno Mercedes Benz color verde metalizado —conducido por un chofer con camisa blanca y corbata— en el cual se trasladaba Mauricio Noble de Hoz, el dueño de la fábrica en la que trabajaba. Con su traje negro —usarlo solo era posible debido al aire acondicionado que lo protegía del calor — el patrón ni siquiera desvió la vista al costado del camino, inserto en la lectura de un diario. Oscar dedujo que Don Mauricio —así acostumbraban llamarlo— buscaba información para mejorar la situación de la empresa y de los trabajadores. Ingresó al sendero en busca del genio; la damajuana permanecía escondida entre el follaje y marcada con una rama. Al destaparla apareció la imponente silueta que, con dos dedos de su mano derecha en V, le indicó que debía demandar el segundo deseo. Sin reflexionarlo respondió: —Quiero ser el dueño de la fábrica. —Segundo deseo concedido mi amo; lo espero mañana con el último —contestó el genio, y raudo volvió a su prisión. Después de colocar el corcho y esconder el botellón entre los arbustos Oscar, sin notar cambio alguno, caminó hacia la fábrica. Frente al portón principal el guardia de seguridad se irguió y con voz firme lo saludó: —Buen día Sr. Olmedo. Cosa extraña, ya que acostumbraba a mirarlo con repugnancia. Metros adelante se topó con una empleada administrativa que se dirigía a la entrada, quien lo saludó sonriente. En ese momento Oscar se dio cuenta que en lugar de su acostumbrado mameluco azul lucía un traje gris oscuro, y que la mochila con sus pertenencias que colgaba de sus hombros había sido reemplazada por un portafolio de cuero negro en

su mano derecha. —Por aquí Sr. Olmedo —le indicó el ascensorista a la vez que abría la puerta del elevador y apretaba el botón del piso cinco. Lo recibió Mabel, la rubia secretaria — cuarenta años, alta y delgada —, quien lucía zapatos con tacos finos y minifalda con un pronunciado tajo en su lateral derecho. Luego de cerrar la puerta le dio un beso en la mejilla. —Buen día Sr. Oscar, hoy tiene una jornada atareada. Tras escuchar el listado de las reuniones programadas entró a su oficina, cerró la puerta y se sentó en el confortable sillón giratorio. Desde el amplio ventanal se podía contemplar la mayor parte de la fábrica, y más allá de ella el bosque —el mismo donde al liberar al genio Oscar logró cambiar su vida — que lo separaba de la ciudad. Mientras degustaba el café que le llevó la ordenanza, con las piernas apoyadas en el escritorio, pensó en que gracias a destapar la damajuana ya no pasarían necesidades en su casa. Tendría que encontrar la manera de explicarle lo sucedido a Paola, y planificar juntos un futuro diferente al que se habían resignado a tener. Entretenido en sus abstracciones de repente escuchó por el intercomunicador la voz de Mabel que anunciaba la presencia del equipo legal y contable con el informe del balance anual. Se puso nervioso. ¿Qué podría él decir sobre la marcha de la empresa? Ingresaron. A continuación de los saludos comenzó la lectura del informe. Muy interesante: ganancias, beneficios, dividendos y mucho lucro; nada de pérdidas o algún tipo de déficit. El futuro de la empresa era alentador. Oscar se tranquilizó y hasta esbozó una breve sonrisa, la que rápido se esfumó: alguien pronunció la palabra adulterar, en ella residía la clave. Adulterar, en especial lo concerniente a los obreros.

50


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” pronunció la palabra adulterar, en ella residía la clave. Adulterar, en especial lo concerniente a los obreros. El jefe contable expresó: —Como Ud. lo ordenó Sr. Olmedo, incrementamos la maximización de ganancias a costa de eliminar gastos ocasionados por las cargas laborales. Explicó que implementarían el cobro, a precios sobrevaluados, de la vestimenta que se les entregaba —antes de manera gratuita— anualmente a los obreros: mameluco, guantes, botas y casco protector. Se les descontaría un nuevo seguro y no se pagaría el premio anual por buena asistencia; además, en algunos casos se liquidaría con errores el medio aguinaldo: en definitiva, nadie cobraría las horas extras que trabajó en diciembre, ya que los descuentos serían equivalentes al importe de estas horas y parte del aguinaldo —al escucharlo Oscar pensó que no podría construir el tapial; pronto se calmó: no lo necesitaría, ahora era millonario y tendría una mansión—. Proseguirían con las exitosas medidas que habían puesto en práctica a principio del ejercicio anual: no realizar la totalidad de los aportes jubilatorios y de la obra social; tampoco abonar los seguros por accidente de trabajo, y pagar coimas al gremio y a sus delegados así no interceden en los conflictos con los obreros. También continuaban los contratos por pocos meses que evitaban el ascenso a planta permanente a los nuevos trabajadores; a los que tenían algunos años en la empresa los obligaban a renunciar para luego ser recontratados, y despedían a los obreros con mayor antigüedad. De esta manera, la empresa aumentaría el superávit anual. Fin del informe. Al retirase el equipo de asesores Oscar se hundió, angustiado, en su sillón. Sus compañeros, con los que durante años compartió el trabajo y parte de sus vidas, eran engañados. La ilusión de cobrar unos pesos extras —producto del sacrificio de un mes de faena fuera del horario normal— para poder paliar alguna de sus innumerables necesidades terminaría en una gran desilusión. El dueño de la fábrica, al que tanto admiraba y que con su esfuerzo cuidó sus intereses — pues siempre creyó que eran los intereses de todos— los estafaba. Y lo peor: ahora el patrón era él. Absorto en sus pensamientos, se sorprendió al escuchar a su secretaria cerrar la puerta; ella se acercó, lo acarició y arrodillándose en el piso bajó el cierre de su pantalón. Pero Oscar no estaba ahí; por su mente desfilaban Paola, el tapial, sus compañeros, la palabra del jefe contable, los recibos con los sueldos miserables, la damajuana oculta en el bosque y el genio que liberó. —Estás tensionado querido, tendrías que salir al parque a despejarte. —Tras sus palabras, Mabel se incorporó y salió de la oficina. 51

Se sintió descompuesto; ingresó al pequeño baño privado del estudio con los segundos justos para acercar su cara al inodoro y vomitar. Se lavó y regresó; arrojó su saco y la corbata al sillón, salió presuroso —algo le comentó la secretaria, mas ni siquiera la escuchó— y se metió en el ascensor. Descendió en la planta baja, y sin contestar el saludo de los que se le cruzaron — sorprendidos al verlo retirarse a media mañana— fue directo a la salida. Caminó hasta el sendero que se internaba en el bosque; allí se entretuvo con los teros que planeaban entre los árboles. Escuchó sus gritos y observó sus piruetas; después tomó la decisión. Se levantó y continuó la caminata; le costó reconocer el lugar en el cual ocultó la damajuana: no era lo mismo identificarlo camino a la fábrica que al regreso de ella. Al fin, no sin esfuerzo, la encontró. —El trato es tres deseos en tres días consecutivos mi amo —le dijo inexpresivo el genio. Oscar no aguantó más; con lágrimas que brotaban de sus ojos intentó explicar lo sucedido en esas pocas horas que estuvo en la fábrica. Primero pidió, luego reclamó y al fin exigió que se cumpliera en ese mismo momento —y no al día siguiente — su tercer deseo. —Tercer y último deseo concedido mi amo, ya soy libre —expresó el genio entretanto observaba que, sin mediar palabra alguna, Oscar regresaba ofuscado rumbo a la fábrica por el mismo camino que había llegado. El guardia de seguridad lo recibió con su acostumbrada cara de pocos amigos; al verlo lo increpó: —¡Tarde Olmedo! ¿Estaba lindo para dormir? Oscar ni lo miró y se internó en el galpón; notó que vestía el mameluco y la mochila colgaba de sus hombros. En el taller se percibía la tensión; alrededor del torno mecánico se hallaban reunidos una veintena de operarios. —¡Despidieron a Villa y a Zapata! —gritó la flaca Mendieta al notar su presencia. Villa y Zapata, dos de los obreros con mayor antigüedad en la fábrica. Oscar pidió silencio: —Les voy a contar lo que me enteré de buena fuente. —Y comenzó con su relato. Mauricio Noble de Hoz se estiró en su cómodo sillón presidencial; en la computadora sonaba New York, New York en la voz de Frank Sinatra; era medio día, sus pensamientos se debatían entre pedir que le trajeran el almuerzo a la oficina o festejar el informe con los datos del superávit de la empresa en un buen restaurant. Se decidió por esto último.


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” con los datos del superávit de la empresa en un buen restaurant. Se decidió por esto último. De paso invitaría a su secretaria, que bien ganado se lo tenía por el esmero que ponía en sus tareas; terminado el postre podrían ir a un motel bastante discreto que se encontraba en las afueras de la ciudad. Entusiasmado se acercó al espejo, ajustó el nudo de la corbata, prendió los botones del saco, y se dirigió al despacho de Mabel. Al abrir la puerta, se topó con una comitiva de obreros con sus sucios mamelucos azules; la esbelta rubia solo atinó a decir que habían tomado la fábrica. En el suelo, dos guardias de seguridad atados y amordazados: sus armas estaban en manos de los trabajadores. Oscar miró al empresario a los ojos, estiró su brazo y le entregó un petitorio con varias demandas — entre ellas el pedido de los libros contables, incluidos los comprobantes de los pagos de aportes jubilatorios, obra social y seguros— y la exigencia de la inmediata presencia de la prensa y del Ministro de Trabajo. Cinco obreros quedaron con la secretaria y los guardias, y tres entraron con Noble de Hoz a la oficina. Al mismo tiempo que el empresario llamaba urgente por el intercomunicador al equipo contable, los trabajadores se acomodaron en los sillones. Desde el teléfono celular de uno de ellos, Quilapayún y Que la tortilla se vuelva reemplazaba a Sinatra. Mientras tanto el genio, con una sonrisa y damajuana en mano, flotaba por los bosques en busca de otros mortales a quienes liberar.

52


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

MICHAEL JÍMENEZ EL CUERPO EN LA BAÑERA El cuerpo apareció flotando dentro de la bañera de la casa. La vivienda contaba con tres baños, pero tan solo uno de ellos tenía tina de baño y era precisamente el que Laura usaba. Un cuerpecito pequeño, excesivamente blanco, flotaba inerte en las enturbiadas aguas. El grito de Laura no se hizo esperar, estremeció la residencia y asustó al gato que dormía en el techo, inclusive el perro del vecino aulló acompañando el momento. Enseguida corrieron a buscar a Laura, no era difícil hallarla, siempre seguía la misma rutina, de lunes a viernes, se levantaba a las seis de la mañana, se calzaba las sandalias y salía con dirección al baño. Previamente en el camino se detenía en la cocina y se bebía un jugo de naranja que ya estaba preparado y servido para que lo disfrutara. Llegaba al baño con su bata excesivamente corta y fina que un ex novio le había obsequiado en uno de sus cumpleaños. Se desnudaba, se miraba al espejo y enseguida se metía a la bañera que ya contenía el agua lista para que ella se duchara. La encontraron desnuda de pie frente a la bañera gritando desesperada y aterrada por aquella visión mañanera que no esperaba hallar. En seguida la cogieron del brazo. Sara, la empleada de la casa, le puso la bata por encima de los hombros y la sacó del lugar. Después de unos instantes todo quedó en silencio. Laura, ya en su habitación, cogió el teléfono, marcó el número de la policía, luego el de urgencias médicas y explicó a tropezones lo que había contemplado en su bañera hacía pocos minutos. Del otro lado del auricular se dejó oír una voz ronca que decía: estaremos ahí en menos de lo que canta un gallo. Quince minutos después un hombre gordo y bigotón junto a uno bajo y calvo se presentaban en la puerta vestidos de médicos. —Está en el baño, venga por aquí, yo les guío —y siguieron a Laura a través de un pasadizo lleno de cuadros de pintores famosos (todos ellos réplicas impresas), paredes muy blancas y techos muy altos. Los dos hombres la siguieron con paciencia, mientras ella les hablaba de muchas cosas, en realidad decía poco, pues todo lo repetía a una velocidad asombrosa. Y en realidad solo mencionaba una oración: —He encontrado un bebé en mi bañera, muerto. 53

Laura no quiso ingresar a la bañera, porque no quería volver a ver aquello que había interrumpido su rutina diaria. Los dos hombres ingresaron al baño y cerraron la puerta detrás de sí. Ella les hablaba desde el pasadizo y reclamaba que la policía aún no se hiciera presente. Entonces se oyó nuevamente el llamado en la puerta. Esta vez Sara, la empleada, abrió y era un moreno alto junto a una mujer, ambos vestidos con trajes policiales que venían a atender la urgencia. —Es por aquí, síganme —les dijo Laura, sin darles tiempo de que se presentaran, ella había aparecido de pronto. Nuevamente el pasadizo los cuadros, las paredes blancas, el techo alto, y la puerta del baño que se cerraba con las dos personas dentro. Ahora eran cuatro en el interior y Laura les hablaba siempre desde el otro lado de la puerta, con el temor de ver aquella escena. Desde dentro de la pequeña habitación las personas se intercalaban las respuestas. Sí, No, Está bien, señora, No se preocupe por nada, Lo sabemos, etc. De pronto, después de algunos minutos en que las cuatro personas habían permanecido en el interior, salieron el moreno alto y la mujer vestidos de oficiales, y hablaron con ella. —No se preocupe, todo está en orden, nosotros nos encargamos de todo —y salieron de la casa. —¿Cómo no me voy a preocupar, y ese cuerpecito? Se abrió la puerta del baño nuevamente y salieron los dos hombres. —Ese es nuestro trabajo. En sus manos cargaban un paquetito envuelto. Laura miró de reojo con algo de miedo y repulsión. Los oficiales y los médicos iban alejándose de ella, cruzaron la puerta y salieron de la casa. Antes se despidieron de ella anunciando que la llamarían en el transcurso del día. Laura suspiró preocupada. Dos horas después del incidente en la bañera, Laura recién se metió a duchar, pero esta vez en el baño de la parte trasera de la casa. Realizó la rutina, casi idénticamente que en la mañana. Salió de su habitación después de una breve siesta, pasó por la cocina, aunque no bebió nada, y Sara, la empleada, trapeaba el piso. Caminó por otro pasadizo blanco en extremo y sin cuadros esta vez, con el mismo techo elevado. Abrió la puerta del baño, se miró en el espejo desnuda, se metió a la ducha y se bañó.


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Comió algo ligero, bebió limonada, porque una extraña sed le había surgido de pronto. Se sentó en la sala y espero que alguien le llamara por teléfono, obviamente nadie llamó. Se desesperó, recordaba, y mal, que le habían dicho que le llamarían los agentes policiales. Miró en reiteradas ocasiones el teléfono que nunca sonó y por fin lo cogió. —Aló, señor. Hace dos horas hubo un incidente en mi casa con un bebé que apareció flotando en mi bañera y quisiera saber qué han descubierto. Yo vivo sola y no tengo ni esposo ni hijos. La empleada llega por las mañanas, prepara desayuno y al mismo tiempo yo me levanto a ducharme, algo que hoy estuve a punto de no hacer. —Señora, no se preocupe, todo está en investigación y se le llamará cuando se sepa algo —fue la respuesta desde el otro lado del teléfono. Laura no supo qué decir. Luego de esto, colgó la persona que estaba del otro lado y Laura se quedó impaciente. En la cocina Sara escuchaba cumbia y cantaba melodiosamente mientras cocinaba un guiso para el almuerzo. Laura le recriminó por su tranquilidad y por no respetar el hecho de que esa criatura apareciera muerta en la bañera. La empleada calló y siguió cocinando. Laura le apagó la radio. Pasaban las horas y llegó el almuerzo. Laura dijo sentirse asqueada como para comer carne. Sara comió sola en la cocina, lavó pacientemente su plato y el cubierto que usara para el almuerzo, también el vaso en el que bebió agua de manzana, preparada por ella misma. En la sala, Laura seguía impaciente, tratando de distraer su mente con el televisor, las revistas, el diario del día y un libro de poemas de un autor inglés. Nada de esto sirvió, pasaban las horas y ya había probado todo medio de entretenimiento o distracción sin hallar un resultado valedero para ella. Finalmente volvió a caer dormida, esta vez en el sillón. Despertó cuando caía la noche. Comió algo porque ya no resistía el hambre, Sara le atendió con mucho gusto, y siempre silenciosa, como toda la mañana y el resto del día. Comieron juntas en la mesa del comedor, que apenas se iluminaba por una araña que colgaba del techo. A Laura le pareció que la comida estaba deliciosa, exquisita, diría en un momento de buen humor. La empleada nuevamente cogió las cosas y se las llevó a la-

var con su silencio habitual, limpió todo y se sentó frente al televisor de la sala, dispuesta a ver la novela coreana que junto a Laura acostumbraban mirar al anochecer. Durante el transcurso de la novela nadie dijo nada, y ni por la mente pasó el recuerdo del cuerpecito en la bañera. Después vino el noticiero, Laura esperaba encontrar alguna noticia del hecho ocurrido en su vivienda ese mismo día por la mañana, pero no se mencionó en absoluto algo sobre ello. Decepcionada, se dirigió a su habitación y se vistió con la bata. A pesar de haber dormido algunas horas más aquella mañana, se sentía cansada y quería recostarse un poco, y previamente leer la novela rosa que tanto la tenía intrigada. Sara apareció con un vaso con agua para ella, lo colocó al costado de la cama, en la mesa de noche y salió de la habitación dejando a Laura sola, concentrada en su lectura. Media hora después, dejó el libro pues ya sentía los ojos cansados y se recostó por completo a dormir. Soñó con un bebe que lloraba y se despertó sobresaltada para darse cuenta de que la luz de la lámpara estaba encendida. La apagó e intentó conciliar el sueño. “Voy a averiguar mañana mismo qué es lo que ocurrió con ese bebé, ¿de dónde habrá salido?”. Dicho esto, durmió. Laura se levantó por la mañana, se calzó las sandalias, caminó por un pasillo largo con paredes blancas que contenía imitaciones de cuadros de pintores famosos y un techo muy alto. Pasó junto a la cocina, cogió un vaso de jugo que ya se hallaba listo para beber, luego se dirigió al baño que tenía la única bañera de la casa, abrió la puerta, se miró en el espejo desnuda, ingresó a la bañera…

54


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

MARTÍN HUESO ÉL, HOMBRE ii Costumbres; Él, hombre

su esperanza son de esa mañana o de alguna otra.

Muy temprano, mucho antes de que la luz atravesara el diáfano cristal, comenzó el aseo persoComo te lo mencioné, baja y sube gente en nal, costumbre inalterable; él, años de educación un vertiginoso vaivén, sólo algunos devuelven una familiar. Toma la ruta de costumbres, desapercibido mirada entre ellos; rostros somnolientos, indiferenpasa el firmamento, completa el cuadro nubes de tes, no hay sonrisas. formas sugerentes iluminadas levemente por el reflejo de una luna decadente. Con taciturno andar divaga: Sin tener consciencia del cómo ha llegado el el incomprensible y paradójico discurso de medio día; hora funesta. ¿Recuerdas? Has realizado él, hombre; señales concurren; los sentidos ador- varias obras sin mucho recordar lo acontecido dumecidos; monstruo de mil ojos y apéndices se mue- rante tu viaje; ni en el firmamento, ni en las estrellas, ni en la luna; tampoco se recuerda, él. Llega a ve la oficina, saludos cotidianos, pasillos y los colores El ruido citadino, característico, la urbe sin no vivos, cubículos, salas de junta, baños y comepegar los párpados duerme, indeleble huella pronto dores. Por fortuna de, él, ser humano, siempre dan olvidada – Sin reconocer la hora del día las cons- las doce – vaga por sus pensamientos, voces le llaciencias parecen aletargadas – Suspira. man – desde la memoria de, él, hombre, el juego a Pasan algunas horas, dos transportes públi- serlo, no en el hecho de que, él, juego, sea ruin, cos, llega a los túneles; hacia aquellos andenes sino en el sentido de pretender ser todo menos géaborda un cansado gusano cromático, junto a, él, nero; búsqueda de su providencia, de su dios diavarias personas, blo, de lo innombrable, del supremo, de un tercero interminable – todo esto discurrió entre labores unimarabunta devorada por un abdomen seccionado; formes, redundantes conversaciones, sin tomar una y otra vez deglute. cuenta de ello; él, sentado, sobre una mesa come algún almuerzo sin el deleite de la necesidad primiÉl, en apariencia distraído, toma esencia; genia. fija su mirada en las partes de un abecedario, incomprensibles letras escurren,

De regreso, allí, él; formas humanas, cicatriparadójicas – como, él, discurso del hombre –; re- ces citadinas, calles y avenidas con su saturación cuerda, en aquel momento, cotidiana, ruido constante, y conversaciones sostela mañana, aquella miríada de estrellas, el eterno nidas entre semejantes parecerán las mismas. run run toc toc tic tac. Terminar clic clic, pero, antes de pasado, llegar a aquella parte, el presente, el estire y afloje, presente inconsciente e iluminado, atrevimiento, o no, ser algo lejano y ausente, sucesión de eventos pasados, misterioso, presente, la efímero suspiro de voces acalladas; proyección del no ser perdido; todo se teje en alguel sol, sus rayos, tiempo que pasó, un mundo en na urdimbre; deja sabor amargo, ácido, embriagafuga de su momento presente; dor, salado, a insípido hierro. Él, no recuerda con exactitud si las evocaciones de 55


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

¿Tratas entonces de hallar respuestas?, la cuestión era, ¿cuál es?, las mismas preguntas, ¿cuáles?; incuestionable respuesta. Levantó piedras al encontrar rezos, todo en vano, hundido, delirando moneda de intercambio, llanto; somnífero de almas. Buscó, cansado, por todos los rincones aquel tesoro de humanos y dioses: amor amor. Pronta fue la sorpresa: la desesperación no es amor, ni amor en muchas formas lo es. Frente a un espejo cambia la perspectiva y muta así los sentidos. Miró directo a los ojos de su especular imagen – ¿Dónde no he sabido buscar? – mientras de sus labios brotaron apenas ininteligibles aquellas palabras; su reflejo, encimando a ellas, con las suyas, se desploma.

56


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ESMERALDA GARCÍA ELLOS TODAVÍA Ellos todavía claman

que calla las voces

con el grito sigiloso,

con gritos y palos,

que trasciende la censura.

balas, encierros.

No se permite disipar el rastro mnémico,

La libertad amordazada

que se hereda en los genes

forcejea textos itinerantes,

como arquetipo social.

imágenes que acechan

No se puede controlar

que no lograrán

la impotencia contenida,

desaparecer

dolor

ni vetar desconsuelo

ni quemar.

rabia.

Identidad social.

Manos crispadas. Es tu nombre, mi nombre, Definitivamente,

nuestros nombres,

las consignas

que cada día cotidiano

se esconden en el viento,

critican, actúan,

las susurra la hierba silvestre,

claman y se rebelan.

el trino de las aves.

Y desaparecerán a espíritus libres

Las generaciones escuchan

o quizá los mueran.

sus ecos y silencios,

llámese estudiante

renacen en un canto embriagante

mujer, hombre, infante;

con notas de amargura,

de apellido Tlatelolco,

melancolía

Aguas Blancas, Cd. Juárez,

ausencia pérdida.

Ayotzinapa y otros más. México erupciona.

Líneas del tiempo.

Corazón cautivo en un sistema caduco, 57


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JAVIER GAYTAN GAYTAN EXPLORACIÓN

En enero, mi ejército de hormigas,

combate escalofrío, que se despeña, desde el sol hasta la cuesta de tus hoyitos. Caminan oleadas por mis manos. Más negras mis intenciones, que las primeras luciérnagas con las que baño tu cuerpo,

va mi ejército de hormigas. desde tus lagunas arboladas, mi diablo diminuto te destapa, travesuras con hormigas que te muerden el ombligo. Que te cavan hasta el fondo,

para renovar, la luminosidad de tus muslos. Con mi semen, las hormigas se vuelven polvo, amorosa isla, con las que desclavo tus bocas,

y nos inunda una llovizna, que se conjuga cuando con tus pataletas, despiertas los senderos, de la niña que, en el amor, guarda mi cuerpo. 58


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

CARLOS RUÍZ RADICE INFORTUNIO “El escritor es un animal bípedo con una sola pluma” (Leopoldo Marechal) Argumento convincente, relato conmovedor, murmuró. Sacó los papeles del bolso y enfiló despacio hacia el muelle; dos lágrimas de bronca se le resbalaron por las mejillas, mientras un centelleo de plata le iba achinando la vista. Entonces descorrió su mirada del horizonte. Después se escuchó plaf, plaf y glup, glup como el pique de un dorado. -Óigame doctor. -Dígame licenciado- escuchó que lo corregía con cierto fastidio. -Sí…licenciado, mi problema es que padezco infortunio. -¿Y…cómo lo sabe? -Me trata mal la suerte doctor, ni siquiera me habla; no digo tocarme, que es mucho, rozarme apenas, digo; mire, el otro día oí de un tipo con suerte que se dio el lujo de desechar su talento y de vivir a expensas de falsas recompensas, de gratificaciones inmerecidas, sin sentirse culpable ni infeliz. -¿Y usted para que quiere tener suerte? -Para evitarle más mugre al río doctor. La segunda consulta lo inquietó más aún.

como estoy, buscando la suerte, porque ella no me puede hallar. A la salida del consultorio lo briznó una bocanada de angustia.

-¿No me va a decir adonde va?- lo apuró el taxista- ya sé, a la costanera norte a mirar la salida de los aviones; lindo paseíto ¿eh? Cómo me hubiera gustado ser piloto en vez de estar girando acá arriba. Una novia mía siempre me decía: “vos sos signo de aire, tendrías que volar”. Mi vieja, sin embargo, se hacía ilusiones con que yo fuera médico, pero a mí desde chico que me da repulsión la sangre. ¿Adónde dijo que íbamos? En los meses de verano Cristóbal mascullaba resentimiento a la hora de la siesta. Sus ojos absorbían la calurosa tinta pero su mente estaba en el potrero, dibujando gambetas con una desgajada pelota, esa que el gordo Benito se llevaba irritado bajo el brazo cada vez que su equipo perdía. Salgari, Dickens o Melville eran apenas voces de consuelo, un bálsamo fresco para apaciguar la calentura y la impotencia. “Te vas a insolar Cristóbal” le repetía la madre, y automáticamente, él manoteaba uno de los libros del estante y cabizbajo se hundía en la reposera a la sombra del tupido parral. “la letra con sangre entra” lo había llevado a pensar de grande aquella advertencia, aquel implícito mandato que se resumiría en un futuro rencor: “mis personajes son hombres desdichados, obedientes, abúlicos…”.

-¿Por dónde prefiere que vayamos al aeropuerto?- vol-¿Ahora viene para salvar el río? vió a preguntar el chofer del taxi. A Cristóbal se le -No, para huir de él doctor. Es algo gris el pozo ¿sabe? disparó otro pensamiento mientras veía correr a un tipo cruzando un semáforo en rojo: Ese es el flaco -Más bien es negro, Cristóbal, siempre es negro. Oviedo, el del traje sucio y la corbata maltrecha. -¿Con la terapia se levanta la autoestima? Siempre corriendo el pobre. Tuve que arrojarlo bajo -Estimo que sí, depende de usted, no conozco la pro- las ruedas de un colectivo para darle sosiego a su desesperanza y luego emplear a la viuda en aquella fundidad del pozo. casa de regalos y hacerla acosar por ese encargado -Casi mi altura, doctor, porque apenas puedo pegar la que le había tirado el ojo apenas la vio. Cada tarde, vista al ras. ¿Cómo es el pozo de los ciegos? al cerrar el local, la sometía a su antojo abusando de -Sin luz, como el suyo. Hoy lo noto bastante más pesi- su penuria y de sus necesidades económicas. Ella demista, Cristóbal. Tal vez una terapia de grupo le ven- bía de sufrir mucho pero lo callaba. Ni a su madre se atrevió a contárselo. No me atreví a ahondar en detadría bien. lles de tales circunstancias ni a describir escenas -Si es de grupo no cuente conmigo doctor, digo licen- morbosas de cada tarde en la trastienda del local, ciado; yo las cosas me las tomo en serio, por eso no obligada la pobre mujer a atemperar los accesos de me banco tanto infortunio ¿me comprende? Así estoy calentura de su jefe. No estoy arrepentido, preferí 59


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” privar de aquella comidilla sensiblera a los lectores, deado de montañas y que todavía los pastores pasean siempre voraces a la hora de consumir obscenidades sus cabras y las mujeres sesgan el trigo. Un primo mío baratas. estuvo de visita y lo trataron como al embajador de una superpotencia. Se me hace que en Europa la vida es más tranquila ¿no le parece? -¿Adonde me lleva? -¿No me dijo que al aeroparque? -Cristóbal, nos intimaron para que paguemos las cuotas atrasadas del colegio de Lucía ¿Qué vamos a hacer? En la tercera consulta el licenciado le había hablado de los pánicos y de las fobias. -Fíjese usted que maltrato a mis personajes como me -Doctor, licenciado, voy a dejar la terapia por causa de maltrata a mí el infortunio. Yo quisiera lo mejor para fuerza mayor; además, he decidido yo mismo asumirellos, pero no hay caso. Noto que algo paralizante los me en personaje. invade y les marca un destino inercial, sin brillo, y De inmediato le vino a Cristóbal la imagen de aquel todos se convierten irremediablemente en grises abs- coleccionista de inutilidades que había vendido su cotracciones, en consumados perdedores. losal biblioteca para comprar estopa y trastos viejos con la idea de fabricar trapos de piso, con sus iniciales -¿Usted diría que son sus “antihéroes”?. bordadas para obsequiárselos a sus amigos. -No doctor, algo mucho peor que eso. Son antipersonajes. No actúan ni se sobreponen a sus fracasos, -No, ese no puedo ser yo, mi talento, con mayor suerno los guía pasión alguna, ni el amor ni el odio, ni los te, encendería las voces de críticos y editores y me mueve el rencor, son como estatuas de sal, efigies im- haría ganar el dinero necesario para asegurarle a Lucía sus estudios; Martha no se sentiría acuciada por las perturbables, corazones de piedra. deudas y me respetaría, y yo podría proponerle a mis -Usted teme a ser superado por ellos, Cristóbal. Se personajes un destino mejor. niega a dotarlos de libre albedrío, temen que así triunfen o fracasen por sí mismos, entonces prefiere destruirlos. -Licenciado ¿usted cree en los milagros? ¿en los gol-Cuando un hermano de mi padre se volvió a Italia pes de suerte? ¿en el azar y la fortuna?, ¿cree en las toda la familia lo fuimos a despedir. Es curioso, pero utopías? cuando el avión todavía no había empezado a carre- -Cristóbal, baje a la realidad, usted no necesita un goltear, todos miramos hacia el cielo como imaginando la pe de suerte, lo que necesita es una buena dosis de auruta por la cual se elevaría aquel tremendo bicharraco. dacia; no se condene al conformismo como lo hace Los familiares me preguntan siempre porque no voy a con sus personajes, piense como un millonario y no visitarlos; ¿la verdad? No sé si me animaría a subir a como un seco; como un tipo feliz y no como un desdiun avión. Puede fumar si quiere, en todo caso, baje el chado, haga de cuenta que está de suerte; piense en lo vidrio de la ventanilla. perjudicial que hubiera sido para usted si en vez de Aquel uniformado que estaba en la puerta de un ban- haber llegado a mi consultorio se hubiera hundido en co le resultó a Cristóbal un tipo familiar. En la trama, ese pozo del que me hablaba. Estamos saliendo, Crisel honesto policía que esperaba un ascenso, apenas si tóbal, estamos saliendo… había obtenido una extraña gratificación: los ladrones del blindado que estaba bajo su custodia le enviaron una carta en la que le escribían: “Te devolvemos la -En el pueblo de mis tíos las calles se angostan y serplaca para que no pierdas el laburo. Firmado: La pentean hasta perderse en los baldíos y nadie se atreve banda de los pobres”. a transitarlas durante la siesta. Las casas están hechas con piedras de la montaña y pocas sobrepasan los dos -Todos esos tipos son unos fracasados, licenciado, ti- pisos. Mi primo me mostró fotos y parece un pueblo pos sin suerte ¿cómo hago para revertirles su situa- fantasma, detenido en el tiempo, sin saberse a qué ción? época pertenece. Bueno, jefe, por fin llegamos. -Primero empiece por casa, ordene su interior, desaloje a todos esos fantasmas de su conciencia, hágales esperar un tiempo en el patio trasero, ubíquese cómodamente en el sillón de su living, recline la cabeza y descanse, Cristóbal, descanse… -Dicen que el pueblo de dónde vino mi padre está ro60


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

La cercanía a la costanera le depositó a Cristóbal las imágenes del pescador que había recogido con su anzuelo el paquete que contenía aquellas cartas que hacía más de diez años le había escrito a su mujer, aún de novios. Las letras borroneadas sobrevivían sin embargo como jirones de camalotes arrancados al río. De pronto las ondulaciones en el agua rompieron aquel trance y se vio parado en la punta de la escollera. Miró la espesura marrón que comenzaba a picarse y procedió a enterrar las imágenes que se esparcieron rápidamente en el lecho frondoso. Ahora la fortuna le pareció más ingrávida que los papeles con sus historias impresas. Plaf, plaf…glup, glup, glup.

61


AUTOR: ALFONSO MARTÍNEZ

62


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JOSUÉ ISAAC MUÑOZ NUÑEZ LA POLÍTICA MEXICANA COMO IDEOLOGÍA: UN ACERCAMIENTO AL PENSAMIENTO CRÍTICO DE REVUELTAS En este ensayo propongo revisar la crítica que hace Revueltas a la ideología y a la política a partir de la consciencia dialéctica. Para ello analizaré los tres tipos de consciencia, y cómo la consciencia dialéctica se opone a la ideología.

Este desarrollo del conocimiento para Revueltas no es meramente la historia de la epistemología, sino la manera en que la conciencia se desarrolla. Pero antes de este desarrollo del conocimiento, y antes de emprender una interpretación de cómo es este proceso, existe en el hombre un modo de ser originario. Este modo no es único e insuperable: es la cotidianiConciencia inmediata, conciencia racional y dad. conciencia dialéctica. El hombre vive en un mundo social, y este es un mundo de relaciones humanas: El “hombre” de este Revueltas en su ensayo Dialéctica de la con- “mundo de los hombres” es un ser inmerso en una ciencia expone que la “teoría funciona a través de dos tupida, complicada, abrumadora red de relaciones y actos pertenecientes a un mismo proceso del conoci- correlaciones ajenas, que se manejan y funcionan al miento. Primero, mediante quienes la piensan y la margen de su voluntad, y sobre las que no puede ejerconforman consigo misma como pensamiento abstrac- cer, como individuo, sino una influencia mínima, sin mediante una acción to; segundo, en concreto, como praxis, cuando trans- significación y, en todo caso, [4]. El hombre cotidiano vireglamentada y contextual forma adecuadamente, es decir en consecuencia con ve en la sociedad sin interpretarla.Trabaja, estudia, él mismo, el objeto que le fue propuesto”[1]. vive sin preguntarse cómo funcionan estas relacioEl proceso teórico es donde las ideas, concep- nes. Para el hombre cotidiano, el “mundo de los homtos e hipótesis se desarrollan a parte del objeto. Pues bres” se reduce al mundo de sus relaciones inmediala teoría sólo confirma cómo actúa éste o se desarro- tas y fácticas y él tampoco se detiene a explicarse las lla: lo describe, busca dar su explicación y en ningún relaciones abstractas con las que entra en diario conmomento lo transforma. En cambio, en el segundo tacto, si no hay una exigencia utilitaria para ello momento, el objeto de conocimiento y el conocimien- [5]. Por lo tanto, este primer modo de ser es inmediato, to de este objeto se identifican en la praxis: “aquí, el vive sin saber que vive y por qué vive. Este modo es movimiento teórico se ha convertido en praxis, en una común a todos, hasta cierto punto, pues cuando unidad de lo teórico (lo real subjetivo) con lo práctico subimos al metro o escribimos un correo electrónico, (lo real objetivo)”[2]. Porque la teoría no sólo explica no cuestionamos o preguntamos cómo es que sirve el al objeto, sino que conforma al objeto de conocimien- metro o el internet, sólo lo hacemos y nos llevamos to. Se realiza el concepto del objeto al transformarlo o por lo cotidiano. Pero esta cotidianidad o conciencia realizarlo. Esta descripción del movimiento teórico al inmediata es infecunda para la crítica; si viviéramos práctico no es lineal ni tampoco se resuelve siempre de esta manera, el ser humano dejaría de ser humano así. Ya que, podemos quedarnos en lo mero teórico y pues la historia y su desarrollo es un constante cuesexplicar la realidad desde el pensamiento puro. Por tionarse. ejemplo, explicar qué es el hombre desde solo una teoría como el cartesianismo: el hombre se divide No nos conformamos con lo mero inmediato; tenemos en res cogitans y res extensa, esta teoría excluye y que superarlo pues nuestro ser no es conformista, niega otros modos de ser del hombre como el ser en quieto o inerte. Revueltas crítica la cotidianidad, porproyecto de Sartre o el dasein pensado por Heidegger, que ésta acepta el mundo tal cual es, y el mundo no ha pero en sí misma y para sí, el cartesianismo sirve co- sido siempre el mismo, sino que se ha ido transformo una teoría que da realidad al hombre, aunque no lo mando por la producción de la humanidad, esto sería la historia. realiza, sólo lo explica. 63


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” . El mundo existe para el hombre, el mundo sin hombre sería el planeta tierra en su desarrollo únicamente natural. Por consiguiente, el mundo es humano. Revueltas nos dice que “la conciencia inmediata percibe a la realidad objetiva como una realidad incuestionable a la que está unido por una relación puramente práctica y utilitaria, por una parte, y por la otra, a través de una relación práctico-ideológica que aparece como una realidad hecha, establecida, dada desde tiempo atrás, y en la que este ser social no ha intervenido [6]”. Así, las instituciones actuales como la universidad, el estado y la religión, la conciencia inmediata las toma como entes insuperables o incambiables. Un momento posterior a la conciencia inmediata, es la conciencia racional, pero no dialéctica. Ésta ya no toma al mundo como algo dado. Se sabe como conciencia inmediata que al saberse así se vuelve consciencia mediata, sabe que el mundo es historia y cambiable, pero es unilateral. La conciencia racional busca dar explicación del mundo, pero lo hace desde una postura lógica, donde todo debe ser explicado por un solo principio, sea dios, estado, raza etc. Esta conciencia niega que el mundo sea contradictorio, y si acepta la contradicción, sólo lo hace para negarla: La conciencia racional comienza por descubrir en la inmediatez, como tal inmediatez, el carácter que reviste de aparente autonomía, una autonomía fáctica, de hechos, cosas e interrelaciones entre éstos y los hombres, regida por determinados principios en tanto que realidad fenoménica [7]. Pero los cambios o transformaciones que puede hacer esta conciencia no son radicales, pues el fundamento del cambio lo encuentra en su propia diferencia. Es decir, esta conciencia al ser reflexiva sabe que puede cambiar el mundo, pero lo hace desde su propia conciencia, tomándose como lo contrario del mundo: su sola inquietud se explica nada más en el acto unilateral de haber roto la indiferencia de la ajenidad, con lo que ésta deja de ser neutra y ahora se revela como ajenidad hostil, es decir como enajenación, no negada por esa contrariedad ya que esta última no se niega a sí misma con tal acto, acto que descubre las oposiciones pero se limita a pasar de una a otra… sin descubrir, empero, la unidad o, mejor dicho, la totalidad concreta donde ambas se niegan [8]. La concreción es cuando el pensamiento se realiza y comprende las relaciones contradictorias. En la conciencia racional la concreción es pseudoconcreción pues sólo realiza un parte de la totalidad. Hay que entender que para Revueltas la realidad es dialéctica, el mundo no se define como blanco y negro, sino en toda una gama de colores. La conciencia racional lo que

hace es contraponer a una realidad otra realidad, pero no acepta que también la suya sea sólo una parte de la totalidad. Revueltas contrapone a la conciencia racional, la conciencia dialéctica, porque ésta busca superar la negación unilateral: por cuanto el opuesto de lo concreto no es lo abstracto, sino lo disperso, la pseudoconcreción no se destruye oponiéndole otra ideología (ateísmo versus Dios, como ejemplo), o sea, una abstracción inversa (o cualquier otra abstracción), sino destruyendo la identidad enajenada de sujeto-objeto, la falsa identidad del sujeto mistificado, mediante la totalidad concreta de la razón dialéctica que resume las oposiciones reales y las supera en la negación de su negatividad, es decir en la negación de la negación[9]. Con esto, entendemos que la conciencia racional contrapone a la realidad social inmediata una realidad social mediata, pero al no ser crítica consigo misma se convierte en ideología. La consciencia dialéctica al contrario siempre está en movimiento y no acepta una verdad establecida: se olvida que no hay “dialéctica” sin devenir, porque el devenir nace de la contradicción dialéctica, que no tiene nada de estático como sucede en el caso de una simple oposición [10]. Por lo tanto, la conciencia dialéctica es movimiento constante de reflexión, contrario a la conciencia racional que se convierte en ideología al fundar el pensamiento en un sistema inmóvil e incuestionable. ¿Qué es la ideología?

Revueltas nos comenta que la ideología constituye una falsa conciencia de lo real -una conciencia alterada, sobrepuesta y desprendida de la realidad-, hemos de convenir, asimismo, en que toda ideología contiene un núcleo racional, cuyo acto de origen se encuentra en la realidad objetiva misma, pues no puede concebirse ninguna ideología carente en absoluto de todo contenido. Tómese, por ejemplo, la ideología religiosa. [11] La ideología tiene por fin alimentar nuestras esperanzas de que la realidad cambie, mas no la cambia. Hay que destacar que la ideología es una explicación racional que justifica o fundamenta algún proceso histórico como insuperable. En el caso de la religión, el mundo tal como es se justifica, pues el hombre religioso no vive para esta vida terrenal y corrompida, sino para la otra vida. Se justifica que el mundo sea desigual e injusto, pues si no lo fuera, no habría sentido en la recompensa del cielo cristiano. Éste es un premio por sobreponerse a las contradicciones y horro-

64


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS” res del mundo terrenal.

su más legítima justificación [13].

También Revueltas nos muestra que la ideología se forma cuando el ser humano enajena sus facultades subjetivas. En el caso de la ideología religiosa, el hombre enajena su posibilidad de abolir las contradicciones sociales en el ahora y aquí terrenal, por un cielo eterno en el más allá. Sucede lo mismo con la propiedad privada. Un cuadro que alguien pinta es su subjetividad objetivada, pero al convertirse en propiedad privada puede ser cambiada por cualquier otra cosa.

La ideología en este caso sería que lo mexicano justifica todo tipo de atrocidades por ser único y particular. Revueltas ve aquí una “autarquía ideológica [14]”, es decir, un modo en que la política mexicana se rige y justifica por sí misma, por su propia ideología. Los fraudes presidenciales, el tapadismo, los partidos políticos y toda su parafernalia, tendrían su fundamento en esta ideología, que por ser mexicana la hace “única”. Mas esto no le quita su aspecto irracional, acrítico e irreflexivo, al contrario, muestra que el estado no quiere ser criticado verdaderamente: Lo que llamamos “política mexicana” es una superestructura de supercherías, conceptos míticos y reducciones ad absurdum, donde se refleja, distorsionada como en un espejo convexo, la realidad auténtica respecto de la cual esta superestructura es tan sólo el fetiche, el símbolo que la sustituye, la traducción que la vierte a otro idioma distinto [15].

Pierde su cualidad subjetiva cuando se vuelve un mero producto: Este movimiento de la propiedad privada moderna, que por una parte ensimisma cada vez más la enajenación de los sentidos humanos (lo mío cada vez más mío en su hic et nunc sin historia, en su presente total) y por la otra socializa tal ensimismamiento en el consumo alucinante de las cosas, convirtiéndolo en una autofagía social, cuando se traslada de los sentidos físicos a los intelectuales, se reviste del halo espiritual de la ideología que le corresponde en su situación: solipsismo y la autosuficiencia cognosci- La política mexicana funciona como un estado totalitivos. [12] tario donde todos los partidos van al mismo fin, porCuando el hombre participa de la lógica de la que la ideología o la superestructura, fundamenta una mercancía por medio de la propiedad privada, pierde sola interpretación del Estado. El Estado mexicano… su cualidad histórica o cultural pues se vuelve un mero se ha ido afinando cada vez más, hasta llegar a su producto de cambio. Sólo vale como mercancía, como máxima expresión contemporánea como Estaun mero objeto de intercambio y pierde todas sus ca- do ideológico total y totalizador [16]. ¿Cómo se ha lleracterísticas subjetivas. La ideología es una conscien- gado a esta dominación? El secreto de esta dominacia falsa porque restringe ciertos elementos humanos. ción total no se encuentra en otra parte que en la total manipulación, por el Estado, del total de las relaciones sociales, o dicho de otro modo: así como el pueblo afirma que al pulque sólo le falta un grado paLa política “mexicana” como ideología. ra convertirse en carne, al Estado en México sólo le falta un grado para ser fascista [17]. Por lo tanto, la poLa ideología como vemos obscurece la reali- lítica mexicana justifica su irracionalidad en una dodad de las cosas y sólo muestra una parte de ellas. Y minación total de las relaciones sociales, por supuesto, esto no sólo sucede en la lógica de la propiedad priva- desde la ideología de que “como México no hay dos”, da. También se da en la filosofía, en el arte, en la cien- es decir, sólo se hacen estas cosas en México. Y así, los partidos políticos de izquierda, como grupos concia y en la política. trarios al sistema totalitario, no son voces contrarias al En México sucede que la ideología política tiene por sistema hegemónico sino que parten del mismo sistefin la hegemonía dominante, es decir, que una sola ma, son oposiciones falsas. clase social domina el aspecto político de México. Pero ¿cuál es la ideología que sustenta la hegemonía política? Esto Revueltas lo expone en su ensayo México: una democracia bárbara, aquí él nos dice, en México se hace política a la mexicana, se hacen negocios a la mexicana, se consuman infamias y traiciones a la mexicana, como también proezas, heroicidades y locuras, que por serlo a la mexicana ya encuentran en esto 65


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

[3] Ibíd. 20 La crítica que hace la conciencia dialéctica, a esta ideología de lo mexicano, es que no existe la ver[4] Ibíd. 26 dadera oposición dialéctica, y tampoco existe una ver[5] Ibíd. 26 dadera conciencia de cambio. Las izquierdas son grupos políticos con discursos agotados y sin crítica; son [6] Ibíd. 73 la conciencia racional que piensa que por estar del la[7] Ibíd.74 do contrario ya es crítica. Cuando lo que buscaría la conciencia dialéctica sería criticar la ideología de lo [8] Ibíd.74 mexicano, y la ideología de la política mexicana como [9] Ibíd.78 una hegemonía, mas para eso es necesario entender las contradicciones de la política mexicana, no aceptar [10] Henri Lefebvre, Prólogo a Dialéctica de la una sola interpretación y tampoco aceptar que el siste- conciencia. Era, México, D.F. 1986 p.11 ma es total. Pero como la conciencia racional se impo[11] Revueltas, José, México: una democracia ne como ideología, por el lado de los partidos es imposible, y por el lado de la crítica a la totalidad ideológi- bárbara, Era, México. p.15 ca como la de Revueltas es poco conocida. [12] Ibíd. 52 Como conclusión a este acercamiento al pensa[13]Revueltas, José, México: una democracia miento crítico de Revueltas, entendemos que la crítica bárbara, Era, México. p.27 real viene de pensar fuera del sistema político, pues la [14] Revueltas, José, México: una democracia conciencia inmediata acepta la realidad, sea injusta o bárbara, Era, México. p.26 no; la conciencia racional, no puede criticarla porque su pensamiento es unilateral, y a una ideología opone [15]Ibíd.37 otra, entonces no hay crítica sino sólo transposición; y [16] Ibíd.19 la dialéctica, sólo podría actuar si supera la conciencia inmediata y la racional, es decir, tiene que poner en [17] Ibíd.19 movimiento la conciencia de los ciudadanos y demostrarles que la realidad política mexicana no es incambiable, que la idea de que el “PRI roba y deja por lo menos robar” es justificar un Estado totalitario, por no decir fascista. Aunque tengamos derechos y libertades, mientras la ideología de la hegemonía de la política mexicana siga vigente, la libertad del sujeto como ser desajenado no tendrá lugar, pues por un lado nos enajena la propiedad privada y por otro el Estado.

Revueltas, José Dialéctica de la conciencia, Era, México, D.F.1986 p.19 [1]

[2]

ibíd. 20 66


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

HÉCTOR ALARCÓN LABERINTOS SEMÁNTICOS Aquí es donde vive la serpiente, la sin cuerpo. ¿O esto es otro culebrear fuera del huevo, otra imagen final de la caverna, otra sin cuerpo para la vieja piel? Aquí es donde se enrosca la dañera. Éste es su nido: aquí perviven como larvas esperanzas y recuerdos, restos de alas, apócrifos esqueletos antediluvianos. Coatl es de humo y juguetea entre las columnas que sostienen al cielo, su cuerpo azul gira y vuelve a girar, se sabe mensajera de Xochipilli y de su reflejo oscuro: Miclantecuhtli, pues lleva su mensaje de colmillos por los campos y a pesar de su canto florecen los labrantíos. Aquí es donde vive la serpiente: se llama corazón.

Despierto en una catacumba diáfana al mediodía, lo sé porque he soñado con mis besos moribundos en la palma de tu olvido y el despertar es una fisura abierta dentro de mi hueco; despierto rodeado de espejos como sepulcros, de nichos esmeraldas, canteras de espejismos truncos, cucarachas (ese ejército ciego y disciplinado de la Necrópolis) carcomiéndome el deseo, junto con los huesos… Escucho pisadas al lado izquierdo de mi cabeza, pesadas, lentas, de un Hada, necesariamente, y aunque no puedo voltear, porque tengo expuesto el costillar, huelo su aroma a piedad corrupta, a halitosis añeja, a venganza frustrada… adivino su martillo arrastrándose hasta el altar y espero que el silencio gire la llave y encienda la luz.

Oigo el agua de las noches que nadie puede beber, mordisqueando lentamente la raíz de la ciudad, mientras la tristeza se hace tan minúscula que puedo escucharla girar en mi reloj: Se vuelve cajones en la cómoda, bibliotecas inundadas, cazador de orgias, boleto del metro, humo de cigarrillo escalando algún putero de mal diluvio. Oigo las aguas de la noche carcomiendo el cemento, arrancando pedazos de cal, torciendo las varillas, ahogando anoréxicos demonios, hasta que explota y patea mis sueños. Despierto. El terremoto sacude, frenético, mis paredes. Cierro los ojos esperando el fin. Pero, como vino, se va: es sólo una anticipación de la convulsión que lo arrasará todo: un nimio temblor de 5.8 en la escala de Richter… nada de qué preocuparse; puedo volver a la vida, sumergirme en sus retazos sucios, como si nada pasara, como la vida no estuviera condenada. Volveré a las cosas corrientes: quizá fornique con un cadáver y mis líquidos secretos le atornillen a la realidad y deje sus óvulos fecundados y secos --como letales capullos-- clavados en el techo, quizá, tras el éxtasis, deje de espinarme el cráneo con pútridos poemas y vuelva al nirvana blanco de la coca, incluso ¡hereje que soy! Me ponga a trabajar. Mientras lo deseado sucede (toneladas de cemento atravesando mi costillar), oigo el respirar líquido de la noche: es un depredador en espera. Había demasiada noche aquel mediodía: pedazos de oscuridad se derramaban por sus grietas, dejando en su piel rastros de estrellas, melancolía lunar, fugaces besos. La negrura gangrenaba al sol con sueños de madrugada: aullidos insomnes de encadenados, serpientes de neblina y abetos centinelas; se acomodaba entre los hombres, bajo sus linternas, al lado de sus catedrales, bostezaba entrampada por el calor meridiano, se empozaba, espiaba con ranuras soñolientas.

67


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

Tras ella arribaron sus bastardos: ladrones y amantes, grillos y poetas con ojos de sortilegio, llegaron a parvadas, con su genético invierno punzando la entrepierna, inundaron las aceras con sus siluetas recortadas, con su pesar de siglos, con sus canciones tristes. Nadie conocía sus nombres, ni el porqué de sus vulgares maquillajes o la razón de sus lagrimas sin tiempo; sólo algunas de las rameras más antiguas intuyeron el centro de su desolación, y eso porque es el mismo en todos los hombres, porque nunca se repite en la misma noche, porque, tras todas las puertas, la prisa del sexo siempre se parece. En tanto, el sol se extraviaba entre el tumulto, harapiento y cobarde, ya sin brazos, diabético y enjuto, buscó refugio tras las manecillas y los gritos de los vendedores de maravillas, encontrando, afortunado él, un rincón apestoso a orines de perro para bien morir.

Ando por la noche con un dolor encasquillado en el costado, húmedo, apocalíptico, con unos cuantos gramos de poesía cribando mis venas: la lluvia dejó su rastro, como nunca lo dejaron tus labios, será por eso que caen pedazos de tinieblas a mis pies y veo, melancólico, los raidos costurones del aire y el nivel de la pesadumbre líquida elevándose, impasible. Invoco tu fantasma vidente, que horada lo inmediato, inventando sin silencio tigres de luces de bengala que se enseñorean en lo que queda de cielo. A mí no me engañas: aunque te encajes la máscara de la luna llena y gires en la espiral de la noche, como una vulgar ninfa, reconozco tu hegemonía lustral, las esperanzas purpuras que orbitan tu aura, los semidioses bávaros engarzados a tu falda, en secreto sequito, aún más brillante que mi soledad. A mí no me engañas, rubia de antiguos amaneceres, aunque no tenga permiso de escribir tu laberintico nombre.

68


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ZABDI ANANI GARZA ESTRADA LOUIS Y YO Mi nombre es Annalies Van Houten, fui una huérfana que vivió en el hogar para niñas de Lily Rosé, ubicado en el centro de Ámsterdam. Desconozco el hecho de que realmente sangre neerlandesa corrió por mis venas o sólo fui abandonada allí; un orfanato como este estaba lleno de personas intrascendentes y ratas rabiosas, que disfrutaban de mordisquear nuestras escasas pertenencias. Nada interesante ocurrió hasta el 29 de febrero de 2004, salí para vender galletas en compañía de una niña, a la cual perdí de vista por unos minutos y terminé perdida en aquella gran ciudad, de un momento a otro las personas desaparecieron a mi alrededor y un gran bosque se abrió frente a mí, me interné en este bosque oscuro y místico en el cual hallé un pueblito abandonado con un letrero corroído por la naturaleza que decía: “Bienvenidos a Linder-gäts”. Caminé por la calle principal hasta que encontré una casa colorida y antigua, era la única en pie que había quedado después de una guerra o un bombardeo. Me acerqué a la pintoresca casa y toqué la puerta, un hombre con vestimenta inglesa del siglo XIX, corte de cabello ruso y acento francés abrió la puerta con la mayor amabilidad conocida. Su casa estaba adornada con un bonito tapiz rosado de puntos blancos, pegados a la pared se encontraban antiguos muebles de madera con decoraciones de plata y en el centro un espacioso comedor familiar tallado a mano. La familia estaba integrada por el sr. Richard Dupain, sus facciones eran gruesas y era muy alto, su esposa la Sra. Miley, era muy hermosa y amable, el hijo mayor llamado Laurence, su rostro tenía un aire de confianza que resaltaba su belleza, Lara era su hermana quien era una joven de confiable sonrisa, por último estaba Louis, era un jovencito que era muy mayor para ser niño y muy joven para ser un hombre, saltaba a la vista por su cabello rubio y despeinado, tenía una expresión aniñada que le daba un toque de misticismo, pero se mostró indiferente ante mi presencia. Me invitaron a cenar y como el cielo ya se había oscurecido también a pasar la noche, me otorgaron una habitación muy acogedora, nunca había tenido una cama para mí y mucho menos una habitación, por lo que la experiencia resultó más que satisfactoria. A pesar de su amabilidad, había algo que me seguía molestando,

como la sensación de estar en peligro sin aparentarlo, permanecí sin conciliar el sueño por unos momentos hasta que el cansancio me venció y mis ojos terminaron por cerrarse, pero de golpe un grito me despertó, estaba muy asustada, me calcé unas pantuflas y caminé por el corredor largo y oscuro, a tientas de la pared llegué a un traga luz, que antes no había notado, la luz de la luna alumbraba un amplio salón de danza y a una mujer joven y hermosa dando vueltas por él, como si bailará un vals, se acercó rápidamente a mí, y conforme se acercaba sus facciones se afeaban y su figura se descomponía hasta terminar en un esqueleto, corrí por un pasillo cercano hasta lo que parecía un despacho de carnicero impregnado por un terrible olor y por la cabeza de un hombre sobre una mesa, me giré horrorizada para buscar la puerta por la que había entrado a la casa, bajé muchas escaleras hasta donde la luz del traga luz no llegaba y el llanto de un bebé llegó hasta mis oídos, volví a subir las escaleras hasta lo que parecía el ático en el que se encontraba un bulto alumbrado por la luz de la luna que entraba por una ventana triangular, el bulto se comenzó a mover y bajé de nueva cuenta las escaleras, con la diferencia de que ahora lo hacía corriendo y que sentía que algo o alguien me perseguía, en una curva cerrada las pantuflas me hicieron tropezar cayendo en un pasillo que distribuía algunas habitaciones, me levanté agitada ignorando la distancia de la que había caído, abrí una de las puertas y entré precipitadamente. Louis se levantó de la cama de un salto, asustado y a la vez tan confundido como yo. __ ¿Cómo puedo salir de aquí? __ pregunté con voz trémula, estaba a punto de llorar cuando el en un movimiento ágil cubrió mi boca con su mano y señaló una sombra que pasó por el otro lado de la puerta, señaló que me sentará en su cama. Le conté todas las cosas que había visto, pude esperar que me tratará de loca, inclusive que no respondiera nada, pero puso mucha atención a todas y cada una de mis palabras, cuando terminé de explicar él con serenidad me explicó que era común que eso sucediera, representaba cada una de las vidas de los integrantes de la familia, el llanto del bebé era de un bebé que Miley había tenido

69


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

cuando era una adolescente y que había muerto de hambre, la mujer bailando era Lara, quien había sido una debutante pretendida por muchos jóvenes, pero que de todos ellos escogió al peor el cual la había torturado hasta la locura, la carnicería era de Laurence y aún no sabía el porqué de una carnicería, pero era en quien menos se debía confiar, por último el bulto del sótano era Richard, quien era todo menos la buena y cuerda persona que se presentaba, después de las explicaciones me horroricé y esperé lo peor del relato de sí mismo, pero resulto ser que su historia

me escabullí hasta estar considerablemente cerca, me giré para ver dónde venía Louis y vi su cuerpo tirado en el césped, sin dudarlo me acerqué a él, me quité la bufanda y la envolví alrededor de la herida, lo levanté y comencé a caminar hacia la casita, unos metros después de levantarlo se desplomó y yo con él, me quité la sudadera y utilizándola como trineo caminé unos metros más, parecía que la construcción se alejaba conforme queríamos alcanzarla, me senté en una roca y comencé a llorar.

__ Ana, vete… déjame… aquí __ suspiro con voz no era muy distinta de la mía, era un huérfano irlan- débil. Negué con la cabeza y me puse en pie. dés que un día se perdió y que había terminado allí, les había agradado a estas personas y lo habían __ No quiero hacerlo, de qué me serviría volver, adoptado y al parecer eso harían conmigo, de lo nadie me espera y nadie me está buscando, tú eras la contrario seguiría el mismo destino que el hombre razón por la que quería volver __ respondí limpiánal que vi en la mesa, o bueno la cabeza. Al día si- dome las lágrimas. guiente Lara me despertó y con una sonrisa jovial me ayudó a vestirme con un bonito vestido de baile _ Y tú la mía __ dijo finalmente, suspirando y dede debutante de 1865, era azul y muy incómodo. jando inmóviles e inertes sus ojos verdes los cerré Afuera había niños corriendo y salones elegantes en con mi mano mientras una lágrima corría por mi los que se ofrecían fiestas, pero el tiempo no avan- mejilla. Escuché pasos detrás de mí y Richard se zaba para nosotros, solo para los otros. Algunos días acercó y con un objeto puntiagudo traspasó mi lado pasaron, en los que Louis y yo habíamos acordado izquierdo. Desperté en un hermoso lugar, había un un ingenioso plan para salir de ese lugar, poco a po- riachuelo y muchos árboles que adornaban el panoco reunimos lo necesario hasta que ya no hizo falta. rama, a lo lejos vi a Louis que venía corriendo hacia Bajamos por las ventanas anudando las sábanas, nos mí, con los brazos abiertos y una sonrisa en el rosrefugiamos en un roble que estaba considerable- tro, entonces la felicidad fue tangible para mí. mente lejos de la casa, cuando alguien gritó: ¡Dónde están! Era el momento de huir, debíamos entrar a una descompuesta construcción en la que podías volver al mundo real, al mundo al que pertenecíamos, para esto debíamos cruzar cerca de la casa. La casita apareció a la media noche y corrimos hacia ella, cuando cruzamos el jardín Laurence se asomó por la ventana con los ojos fuera de sus cuencas y una sonrisa tétrica, intentamos continuar, pero debíamos escondernos. Nos escondimos detrás de un tronco seco. __ Ana vas a correr hacia allá, yo les distraeré, luego te alcanzaré si no te sigo no te detengas __ dijo un poco agitado, asentí con la cabeza y lentamente 70


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JORGE ANDRÉS PÉREZ RUÍZ LUCES DEL TRÓPICO Quiero ser libre como tú, Llueve en la selva

y la noche triste se alza sobre mi pecho.

mujer salvaje,

por eso me desnudo y corro sin rumbo.

Es la angustia húmeda que se hunde poco a poco en el olvido.

Ya no temo a los lagartos ni a las víboras;

Los árboles hablan,

mucho menos al jaguar

el bejuco gruñe entre sus ramas

que me mira extrañado

y los matorrales aúllan la soledad, el delirio.

cruzando su territorio.

Es la tristeza que llegó a la selva,

Llego al río donde me esperas,

por eso llueve,

somos dos extraños que se conocen

quizás alguien

al unir dos mundos

nos quiso mostrar

en la humedad

su dolor.

de las formas.

Amanece y la lluvia sigue,

Anoche formé tu figura con barro,

salgo descalzo a sentir el lodo

mujer del trópico,

y camino entre la ruta líquida del deseo.

pero la lluvia te deshizo al amanecer

y se destruyó mi obra. Un ruido entre la hierba me anuncia que has vuelto.

Creo que no jugaré más

Sé que el trópico eres tú,

a ser Dios.

mujer de la selva, amante natural de los secretos. Te veo desnuda bañándote con la lluvia, te veo sola

y me agito al ritmo de las palmeras.

71


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

MIGUEL ÁNGEL ROMIO LUPE Antes que Fernando aparezca, Lupe pone lechuga a los canarios cautivos, un trozo de manzana, limpia la chapa sucia de excremento de la jaula, y la cuelga del clavo que está hundido en la pared azul, (asegurando bien la puerta, no quiere que las aves salgan volando), para que beban un poco del sol que este domingo está más claro y amaneció temprano.

Luego barre las baldosas del patio y da pan con leche al loro – pata con cadenita sobre un palo de hierro para que no se escape –mientras arregla la cruz que el rosario escondió entre sus pechos, y da de comer la sobra de la cena pasada a los dos perros que ladran y se babean atados al muro gris de la iglesia, que les obsequia un poco de sombra mientras suda humedad. Cuando aparece él –sotana, sobrepelliz, cuello romano – Lupe se queda rígida, detenida donde está, sus pies calzados con sandalias, como un changuito que juega a ser estatua. Fernando entonces la acompaña hasta el sótano donde le dio amparo - mujer de la calle, pobre alma descarriada- y la invita con un sutil ademán a descansar en el catre enclenque, servido el plato de lata con la cena que sobró de ayer, y reza una oración a Dios y a todos los santos, mientras una luz dorada se filtra por un ventanuco opaco.

Después le pone grilletes en los tobillos y cierra la pesada puerta de roble con una llave enorme, enorme, como la llave de la puerta del Paraíso. No vaya a ser cosa que la desastrada Lupe se escape –pobre almita de San Francisco- o salga agitando sus alas de ángel, volando.

72


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

ÁLVARO MORALES MILES DE OTROS —Madre, madre... ¿Qué ha ocurrido?

trato.

Ella lo mira a los ojos y le acaricia la frente ensangrentada. Lo mece como si fuera un niño en su regazo. La sangre coagulada ha cerrado las heridas en sus pies y en sus muñecas, las llagas de los latigazos ya se confunden con las cicatrices del pasado. A la distancia, la colina luce sombría de tanta sangre y tanta muerte.

—¿Un trato? ¿Cómo has conseguido el dinero para los sobornos?

—Un hombre me ha ayudado, un romano pudiente. Confía en mí. Sabía todo acerca de ti, sabía de tu verdadera misión y de tu naturaleza; tanto que temo sea en realidad un ángel. Ningún hombre podría saber tanto. Nadie ha demostrado un interés similar —Hemos triunfado, hijo, Eso es lo que ha ocurrido. en salvarte, ni siquiera los que se hacen llamar nuestros amigos. Al final, se ha apiadado del sentir Él mira de reojo el paisaje que lo rodea. de una madre. —¿Por qué estoy vivo? ¿Quién me ha bajado? — Él cerró los ojos confundido. pregunta contrariado. —¿Y ahora...? —Eso ahora no importa. —Ahora nos espera en lo profundo del huerto. —¿Cómo que no importa? Hemos fracasado —se Luego de esto abandonan la colina de la muerte. exalta y amenaza levantarse. Miles de otros esperan su turno para ser crucificaElla lo toma con fuerza y él desiste. dos. Los soldados acarrean hombres sangrantes con la naturalidad de un escenario prefigurado, como —No hemos fracaso, hijo. Hemos triunfado. pastores guiando rebaños, en sus hombros cargan —¿Cómo es posible si aún estoy vivo? sus propios travesaños. En la calle de la ciudad —Porque todos creen firmemente que has muerto. otros caen, y otros son levantados. Y esto así debe permanecer. A la larga, sabrás ver a Madre e hijo llegan furtivamente a lo más oscuro que nivel hemos triunfado. del huerto. Allí espera el hombre de rostro aguileño. Se sonríen apenas se ven. Ya se conocen del Él dudó. desierto... —Pero... ¿Cómo ha sido posible? —He sobornado a varios legionarios. Uno te ayudó aligerándote la carga, en el camino cuando caíste y amenazaban matarte a latigazos. Otro pretendió hacer un artilugio con una lanza falsa que debía sangrar por ti, pero ha fracasado y casi desbarata todo el plan al demostrar su truco de agua. El otro te ha arrimado una esponja para que bebieras. En ella, junto al agua había una sustancia secreta que te hizo dormir, para que pareciera que desfallecías. Cuando creyeron que había muerto, te bajamos.

—Pero, madre. Yo debía morir. —No, hijo. Eso no es así. Con que crean que así ha sido será suficiente. Nunca pude hacerme la idea de perderte para siempre. Y he conseguido hacer un 73


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

IVÁN MEDINA CASTRO OTATAL Mayo del setenta y cuatro arcilla, acostadito el yayo bajo un cobertizo de palma real sobre su petate tendido en el húmedo y helado se reunieron en la sierra, solar, donde únicamente un par de veladoras totallos valientes seguidores mente consumidas le hacían frente sin el menor pede una idea tan verdadera. sar. Eran cien los delegados Ciertamente, nadie se ha ido a los cielos tan solo, mudo y desamparado, después de oponerse con valeque acudieron a saber, rosa hombría a aquellos abusivos servidores del mal qué harían en lo venidero gobierno cuando le reclamaron sus parcelas a punta de amenazas al brioso Tata Juan. “Entre lamentos”, porque algo bueno hay que hacer. anunció el viejo Anselmo con su aguda mirada, siemCorrido popular pre a la espera, siempre en constante acecho. Al profesor Lucio Cabañas Barrientos “Ya estaba de esperarse”, replicó el padre Avilés, “lo mismo les pasó a don Jaramillo, a su esposa en cinta La temporada de tórridas lluvias había pasado, cuan- doña Cuca y a sus tres hijos después de negarse a do era ya todo verde alrededor y los cenzontles con contribuir con los federales. Un enorme boquete se su especial canto arrullan a los campesinos en los veía en cada uno de los cráneos a través de sus somfríos anocheceres dentro de sus acogedores jacales de breros de paja cuando los hallamos atados de manos corteza de pino. y pies dentro de una fosa común, allá arriba por la De la sierra de Atoyac, donde nacen los altivos árbo- vera de la cañada hasta llegar a un paraje escondido”. les de robusto tronco, ráfagas de viento del sur soplan Al escuchar aquella afligida declaración, se le enduun aire afable, cariñoso, un olor a flores frescas que recieron los potentes ojos negros y su voz se le puso vuelven el tupido bosque puro y claro. Y en perenne más áspera al anciano Anselmo. “Malhaya de caciemanación de las mohecidas rocas, el rocío, el olor a ques, esos desalmados, no conformes con el mísero musgo; matas y raíces se imponen como un terso pago de la cosecha después de esperar las estrelladas manto por los suelos terrinos. Ya de madrugada, de noches arando como si fuéramos esclavos, aún se enlas chozas humeantes, el quiquiriqueo de los gallos cajan más al ambicionar nuestra pequeña porción de de corral destruye el apacible sueño y obliga a los terreno”. pobladores a calentar sus cuerpos rojos y entumecidos en el fogón mientras preparan su café de olla so- Con claridad y firmeza gritó Lucio: “Disculpen cabre las arrebatadas brazas del macizo leño de pícea. maradas, pero eso ya no será más, he aquí a estos dePor la tarde, ante la coronación del brusco astro en lo cididos hombres manchados de lodo y cabellera alboalto calentando intensamente, los lugareños se reúnen rotada, cuyos rostros demacrados hablan de lo único en la campiña para discutir las amargas noticias acae- permitido a ellos hacer; machetear de sol a sol campo a dentro para continuar soñando pues su futuro en cidas en la comarca este semillero de pobreza se alza magro. Así pues, “Esto no puede seguir así, compañeros”, refunfuñó estos valientes payos dejan todo tras de sí y se inteLucio en señal de enojo. Anteayer, apenas el sol esta- gran a nuestro movimiento armado para oponerse a llaba filtrándose entre los tiernos bejucos cuando le las injusticias de los usureros opresores y defender lo asesinaron cobardemente; él dormía dulcemente nuestro”. quieto y en reposo, inocente el fatigado pobre labriego, con su ropa interior de blanca y burda manta teñida en un color mezclado entre sangre y amarillenta 74


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

“Amigos míos, nací libre en esta bella y noble re- sagios que acrisola la defensa de las tierras rurales gión, para correr entre las milpas, nadar en sus ria- mexicanas. chuelos y cantarle a la vida, e independiente este territorio seguirá. Porque este lugar, aunque erosionado e infértil, fue germinado con la sangre de nuestros ancestros durante la revolución, y ahora nos toca a nosotros defenderla con lo único permitido, las armas, pues estos sembradíos donde más de una vez observé surcar, arar y pizcar el maíz a mi abuelo con sus ásperas manos bajo el clima abrasante, bajo el sudor del mezcal, nos pertenecen. Y claro lo digo hermanos, lucharemos por la verdad y no por convicciones partidistas o ideológicas, por causas nobles y leales. ¡Viva el Movimiento de los Pobres! ¡Viva¡” Los vítores no se dejaron esperar, pero acompañado a los palmoteos de la entregada comunidad, las mujeres y los pequeños prorrumpían en sollozos pues bien sabían ellas y presentían los infantes que al aventurarse a un movimiento guerrillero jamás los volverían a ver. En aquel otoño de días grises, en espera al mando de la oscuridad cerrada y al graznido del tecolote, trece decididos campiranos afanan sus afilados machetes y los menos cargan viejas carabinas heredadas de escaramuzas pasadas. Aquellos combatientes, inician un camino sin una clara dirección al cruzar la lomada y alejarse compungidos del sitio que los vio nacer, borran sus pasos del sendero conducente a su terruño y cruzan el camino viejo del suntuoso monte derrumbando arbustos para cruzar los arroyos sin vida y las casitas de madera tristes con charamuscas inexistentes, y al sentir la espesura del paisaje bello y dulce donde la vivencia se ha vuelto un hervidero de sufrimiento entre sus pasadizos tuertos y enredijos sin orden ni apariencia, lloran. Sin embargo, de sus semblantes marchitos emana una dulce utopía, un gesto tan lleno de pre75


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

MARIO EMILIO PALABRAS

Me dijo: Toma mi mano Acompáñame a ver la luna

Y ahí estuve Me dijo: Toma mi brazo

Apóyame para alcanzar el fruto Y ahí estuve Me dijo: Toma mi cintura

Baila conmigo un rato Y ahí estuve Me dijo: Toma mi cuerpo

Abrázame, deséame Y ahí estuve Me dijo:

Toma mi alma Y aquí estoy Amándola.

76


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

DAVID GONZÁLEZ POEMAS la voz

lea siempre cualquier cosa que caiga en sus manos

abre los fuegos

lea poesía

de la materia

lea poesía desordenadamente

habla en mi

lea poesía hasta pensar que no hay más nada nuevo por decir

no alcanza el tacto

piense en no volver a escribir

para trascenderla.

sienta la poesía rondar en la nuca

no ser nada

conozca la incineración

de la piel para adentro

use las palabras como bayonetas

fiable prudencia

tenga amigos y piérdalos

los pájaros rebotan

sea genital

entre

invéntese una moral o un dios

la pelvis

regocíjese en el barro y la altura

y el habla.

indague en la intensidad inmólese

las ceremonias creativas

siéntase morir

son un huevo de serpiente

resucite

sostenido por dos palos

entiéndase uno más descifre el run run del viento.

ambas manos entrelazadas tornan en espiral la sombra

huesos del esqueleto social

erguidos de ausentes

cierran el occidente

bailan la música del polvo

que habito y me habita. nazca

descartes de la memoria

reciba los nutrientes necesarios para desarrollar su cerebro

enterrados en descampados

siéntase el perro de Pavlov antes de saber que existe algo llamado así

el miedo gotea y calla quedan en fotos los muertos.

tenga una familia disfuncional 77


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

SAMUEL COELLO LOS OJOS DEL ENGAÑO Todo aquel día, inició cuando Estefalo me trajo aquel libro maldito. El tonto chico me había hablado antes de la existencia de cierto y extraño libro en la biblioteca del pueblo. Yo no le creí ni una palabra, orillándolo a traérmelo solo para probarme que me equivocaba. Así, tuve ante mí aquel manojo de páginas encuadernadas entre un lomo de cuero, envejecido por el tiempo. Tuve la osadía de abrir, causada por una ignorancia y curiosidad sobre su contenido. Las páginas estaban envejecidas, llenas de extraños párrafos y grotescos dibujos. El primer capítulo me dejó impactado. Era una narración sobre una época antigua, donde los oscuros reyes del caos llegaban a la tierra, esparciendo corrupción en la humanidad. Familiares se traicionaban y mataban y el honor era olvidado como cualquier simpleza. Todo narrado en aquellas páginas. Me aparté un momento de aquella narración, asustado de la idea de que algo así pudo haber sucedido. Mi amigo me tranquilizó y me señaló un fragmento de la obra, donde se describía la derrota y exilia de los demonios de regreso a la oscuridad. Seguimos leyendo, llegando a la sección sobre aquellos demonios, especificando su apariencia en horribles dibujos y hacían preguntarme si los demonios realmente eran tan grotescos como se plasmaban o el dibujante no logro representar todo su horror. Yo no quise seguir leyendo, pero mi amigo fue terco. Se atrevió a recitar unos versos del libro. Yo me helaba de miedo mientras los versos eran recitados. Apenas terminó, aquél soltó el libro, gritando y con las manos quemadas. Unos ojos de fuego se manifestaron en el centro del cuarto. No se escuchaba ninguna voz, pero en mi cabeza sonaba: -Aún estamos aquí. 78

Por un momento, todo fue sombras, no fue hasta que pude ver de nuevo, donde me encontré sosteniendo un ensangrentado cuchillo, frente al cadáver de Estefalo, en medio de un pentagrama. Fue ahí cuando cambie. Mis pensamientos corrompidos por un ser al que ahora servía. Convertido en un profeta para su nueva venida.


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

PAMELA CAROLINA OCAMPO BONILLA POEMAS ¿AMOR? No sé si esto sea algo real. Si lo que siento, tú también lo sientes. La forma en la que me hablas, Y como haces que mi vida cambie en un segundo.

Me hace preguntar a los aires y al sol. ¿Esto es amor? Pasar el tiempo contigo es un privilegio Y preguntarnos a cerca del mundo y del futuro que viene.

Reír y coincidir en casi todo. Que pasamos de extraños amigos, Y poder pasar de amigos a algo más.

Es maravilloso como coincidimos aquel día. Que el universo y el mundo se alineara para coincidir ese día, Que nuestras historias se hayan enredado.

Y lo mejor es que tú y yo somos unos locos En este tema del amor.

79


UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

La revista independiente Unión “José Revueltas” es sin ánimo de lucro, es un espacio para todo el público por la construcción y marcha hacia una nueva cultura. La reproducción parcial o total de la misma queda estrictamente LIBRE.. Agradecemos fraternalmente a todas las personas que hicieron parte de este número y a sus lectores. Así como invitamos a que nos escriban y sigan formando parte de este proyecto. ¡Gracias totales! Grupo Cultural Unión “José Revueltas”

80


81


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook

Articles inside

JULIÁN R. CARSON

1min
pages 42-43

ESMERALDA GARCÍA

1min
page 57

Poemas

1min
pages 79-81

DAVID GONZÁLEZ

1min
page 78

IVÁN MEDINA CASTRO (México

1min
pages 76-77

MIGUEL ÁNGEL ROMIO (Buenos Aires, Argentina) Miles de otros

7min
pages 73-75

ZABDI ANANI GARZA ESTRADA (Guadalajara, Jalisco) Luces del trópico

2min
pages 71-72

ISAÍ GUARNEROS (Puebla, México) Telarañas/Pasión diosa pasión

0
page 40

Laberintos semánticos

11min
pages 67-70

CARLOS RUÍZ RADICE (Buenos Aires, Argentina) La política mexicana como ideología: un acercamiento al pensamiento crítico de Revueltas JOSUÉ ISAAC MUÑOZ NUÑEZ (México

13min
pages 63-66

JHONATAN ADDERLY RAMÍREZ HUERTA(Perú) El espejo gótico

34min
pages 45-57

JAVIER GARCÍA GAYTAN (Ciudad de México, México) Infortunio

7min
pages 59-62

Tierra mortecina

16min
pages 34-39

Nocturno

1min
page 14

GABY ESCOBAR (Matamoros, Tamaulipas, México

2min
pages 32-33

KATHERINE QUIRÓS BONILLA (Pérez Zeledón, Costa Rica

4min
pages 29-30

AQUILES VARGAS DEL CAMPO (Chile

1min
page 28

FELIPE TAMBRIZ TAMBRIZ (Nahualá, Dpto. Sololá, Guatemala) Salvador Novo y la búsqueda de su nombre

8min
pages 23-26

Comencé a escribir poesía

2min
pages 21-22

El Ermitaño JOSÉ RODOLFO ESPINOZA SILVA (H. Matamoros, Tamaulipas, Méx

7min
pages 11-13

CUQUIS SANDOVAL OLIVAS (Hgo. Del Parral, Chihuahua, México) Un sueño y una muerte

2min
page 27
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.