Fuete y Verguilla Volumen 2, Número 1
Febrero 2008
Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez
Fuete y Verguilla es...
La importancia de los chinchorros de arrastre
• una revista para el sector pesquero. • un medio para informar y dialogar sobre asuntos de interés e importancia. • una manera de estar al día. • su revista.
En este número La importancia de los chinchorros
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Un reclamo sobre el arte
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¿Cuáles chinchorros?
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Breve historia de los chinchorros
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La jabega
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El boliche
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Estudio propuesto
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¿Qué sabemos?
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Los lances
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Recordando los viejos lances
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El futuro de los chinchorros
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os chinchorros han sido un arte de pesca importante en el Caribe. Su importancia se deriva de su capacidad para pescar grandes cantidades de peces y alimentar a las comunidades locales. Existen muchas artes individuales o que son usadas por dos o tres personas. Sin embargo, podemos decir que los chinchorros son un auténtico arte colectivo, es decir, utilizado por muchas personas al mismo tiempo.
los chinchorros y una en la que lo prohíbe al término de tres años de la firma del reglamento (justo en el 2007), por lo que deben buscar los pescadores un medio alterno para pescar.
El DRNA puso una moratoria en el 2007 a la prohibición durante el período de la Semana Santa, ya que es el tiempo en el cual más se consume pescado y había que satisfacer la demanda de los consumidores y de los pescadores. Trabajado por familias enteras, el lance del chinchorro se hacía con un Luego de eso, seguiría la prohibición. llamado a diversas personas en la comunidad para que vinieran El debate ha salpicado a Sea Grant ayudar. Algunas personas se unían al proceso de halarlo hasta la playa ya que el Secretario del Departamento de Recursos esperando que los dueños del Naturales y Ambientales (DRNA), chinchorro les recompensaran con pidió al programa que hiciera un una parte de la pesca. estudio para ver la posibilidad de usar el arte sin impacto a los Antes, los chinchorros eran recursos. operados por equipos de entre 4 y 12 personas. Recientemente, el El estudio está en una fase de chinchorro es operado por cuatro personas, pero siempre se le suman diseño por parte de nuestro especialista en pesquerías, Edgardo personas que ayudan a cambio de Ojeda Serrano, quien provee en este algún pescado. De hecho, los número una descripción del estudio. estudiosos del Laboratorio de Este es un debate importante donde Investigaciones Pesqueras del hay que ver todos los puntos. Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) En este número del boletín les observaron que las especies descartadas por los pescadores eran brindamos algunos datos y una recogidas por los vecinos del lugar, visión histórica de los chinchorros, quienes se los llevaban a sus casas un arte que estaba en vías de desaparecer antes de que lo para consumirlos. declarara muerto el Reglamento de Pesca. El nuevo Reglamento de Pesca ha incluido varias disposiciones sobre
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Un reclamo sobre el arte
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omo parte del desarrollo y de la implementación del Reglamento de Pesca, una de las artes que fueron vedadas lo fue el chinchorro. ¿Los argumentos? Son varios: (1) Es una red barredera que puede afectar el fondo y los organismos que allí existen. (2) Usada en las bocas de los ríos, en lagunas costeras o en áreas de manglares puede acabar con los peces, sobre todo los juveniles. (3) Su uso (traer el buche o copo a la orilla para ir seleccionando los peces) tiende a matar a muchos
peces juveniles y de especies no-comestibles, que no tienen oportunidad de devolverse al mar intactos. El Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) llevó a cabo un estudio de la pesca con chinchorro en el que encontró que la mayoría de los peces descartados estaban muertos. Sólo el 30% que era devuelto al mar estaban vivos. Una porción bastante grande de las especies descartadas eran peces juveniles. Los pescadores de chinchorros, cuyo número debe rondar los 65 en toda la Isla, han reclamado al gobierno que cese y desista de implementar la prohibición del arte. El DRNA ha accedido a llevar a cabo un estudio para analizar la situación.
¿Cuáles chinchorros?
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a palabra chinchorro se usa fundamentalmente para identificar a la red barredera que se arrastra en el fondo arenoso y captura los peces en un bolso o seno que tiene la red y que se lleva hasta la orilla donde es despescada.
como filete (una red de un solo paño de mallas), pero en castellano la palabra trasmallo se refiere a la red que tiene tres paños.
Sin embargo, en Puerto Rico, desde tiempo inmemorial, se usa la palabra chinchorro también para las redes de ahorque. Es por esta razón que muchos pescadores que tienen filetes o trasmallos les llaman también chinchorros de ahorque.
En Catalunya, en el noreste de España de donde probablemente vienen algunas tradiciones pesqueras de Puerto Rico-, se usa la palabra catalana tremall que quiere decir arte de pesca de tres mallas o paños.
Esta confusión en el nombre pudo haber causado el revuelo inicial en el anuncio de la prohibición de los chinchorros. Por cierto, con el término trasmallo existe también otra confusión ya que se usa en varias partes de Puerto Rico para nombrar a la red conocida
Curiosamente, el término que utilizamos para esa red en Puerto Rico es el de mallorquín, que es el nombre que lleva la gente de las Islas Baleares en el Mediterráneo, gente que habla el idioma mallorquín, que es una variación local del catalán.
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Breve historia de los chinchorros de arrastre
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n los siglos diecinueve y veinte el chinchorro era una de las artes más importantes en número y en cantidad de peces capturados. No obstante, lentamente el chinchorro pasó a un segundo plano hasta convertirse casi en una reliquia de la pesca artesanal. ¿Qué sucedió? No lo sabemos con certeza pero tenemos algunas ideas. Primero, la pesca se convirtió casi exclusivamente en una actividad para satisfacer el mercado de los visitantes de la costa y de los restaurantes. En esos establecimientos no prosperaban las especies de tamaño pequeño, las pichichas o las especies comunes a la orilla. Había llegado el tiempo de los chillos, los meros, la langosta y el carrucho. Por lo tanto, otras artes ganaron prominencia, como por ejemplo, el arte de cordeles y malacates, las nasas y el buceo. El volante de carey, otro arte esencial, fue prohibido en los setenta debido a la veda en la captura de tortugas marinas. Pero el saber de los pescadores y sus destrezas en el uso de los volantes se pasó al uso de trasmallos y mallorquines, artes que se tornaron muy comunes al final de la década de 1980 y en los 90. Estas redes se convirtieron en las favoritas de muchos pescadores y las usaban entre dos y tres personas para capturar una diversidad de especies entre las que se encontraban las cachicatas o boquicoloraos y los loros. Es posible que muchos pescadores abandonaran los chinchorros y los volantes y prefirieran los trasmallos y los mallorquines. Los chinchorros no han sido muy apreciados por otros pescadores, incluyendo a los pescadores recreativos quienes entraron en competencia con los pescadores artesanales en la década de 1950. Una de las artes que los pescadores recreativos quisieron eliminar fue el chinchorro ya que según ellos mataba los juveniles y atrapaba especies que tenían más valor como objeto de recreación. Ese esfuerzo no se materializó y sólo prohibieron los llamados corrales de pesca en 1953. Otro factor importante en la decadencia de los chinchorros lo es el cambio en el paisaje de la costa. Las playas eran extensiones gigantescas de arena, dunas y vegetación en las que los pobres vivían cerca, con o sin título de propiedad. Muchos trabajadores agrícolas ubicaban su casita en la playa de la propiedad de los colonos o de los dueños de las piezas de caña y allí hacían toda su vida. Sin embargo, la playa cambió dramáticamente. Primero, descubrimos que podíamos extraer arena de allí. Al hacerlo sin control le quitamos a la playa su capacidad de crecer y de combatir la fuerza de la marejada. Esto redujo el área para colocar los chinchorros (en el agua y en la orilla) y cambió el paisaje del fondo marino, donde era usado este arte. Ahora hay poco espacio para halar el chinchorro y pocos espacios seguros en el fondo para calarlo. La playa, lugar en el que muy poca gente vivía, se convirtió en el espacio en el que muchos deseamos tener una casa para pasar las vacaciones o un apartamento. En las aguas donde se ponían los chinchorros ahora hay bañistas, embarcaciones de placer, gente tomando el sol, otros pescadores con sus lanchas y visitantes buscando un sitio para recrearse. La playa se ha urbanizado y se encuentra cubierta por el cemento, las casas y los condominios. Las aguas litorales tienen ahora otros usos y su calidad no es la mejor. Ha quedado muy poco espacio para hacer los lances, para operar los chinchorros. Otro factor que ha pesado en la reducción en el uso del chinchorro lo es la merma en el recurso pesquero en nuestras aguas debido a la contaminación, la destrucción de los habitáculos de los peces y la presión sobre el recurso.
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La jabega
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n el siglo diecinueve los chinchorros eran una de las artes de pesca más importantes de Puerto Rico, junto con los cordeles y las nasas. En España el arte se conocía con el nombre de la jabega (o xabega, según aparecía escrito). El Diccionario histórico de las artes de pesca nacional de España, escrito y compilado por Don Antonio Sañez Reguart en 1791, es una referencia importante que nos permite comparar nombres y diseños de las artes. En esa obra se muestra un grabado con un dibujo de la jabega que reproducimos aquí.
El boliche haya leído el Reglamento de Pesca habrá Q uien notado que uno de los puntos que se discuten en el mismo son las dimensiones de la malla del boliche, las cuales deben estar reguladas. El boliche es un chinchorrito. Es una red pequeña que se hala desde tierra o desde los botes para pescar sardinas, mijúas y otros peces pequeños. Son muy pocas las menciones en los documentos relacionadas al uso de los boliches. Pensamos que en Puerto Rico había muchos boliches, a los que llamaron chinchorros, y que
eran usados de diversas maneras. Para la costa sur hemos recopilado información sobre el uso de chinchorros pequeños usados en los arenales y rastreales (fondos arenosos, duros y con escasa vegetación) que eran operados desde los botes de pesca. En fin, el uso de la palabra boliche es raro. Si usted conoce sobre este asunto y quiere compartir su conocimiento con nosotros, por favor comuníquese al Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico.
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Estudio propuesto para entender la selectividad pesquera del buche (seno) de los chinchorros de playa Por: Edgardo Ojeda Serrano, Especialista en pesquerías, Programa Sea Grant
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l chinchorro de playa es un arte de pesca artesanal eminentemente tradicional y con mucho arraigo histórico en las pesquerías costeras. Actualmente, su uso y manejo se ha prohibido debido a medidas proteccionistas de manejo pesquero. La técnica de pescar con chinchorro consiste en el uso una especie de red de barrido que es desplegada rodeando un área de la costa con la ayuda de una embarcación para luego ser arrastrada hacia la orilla o la playa.
barrer con chico y grande y no queda semilla para la crianza, que sólo se pueden tender en el mar y sus ensenadas.” Por supuesto, para esa fecha los tamaños de las mallas no estaban sujetos a medidas de regulación pesquera. Los chinchorros no han sido prohibidos totalmente en muchas partes del mundo debido a su importancia socio-económica. En algunos países se ha optado por establecer regulaciones estrictas en cuanto a su construcción y a su velocidad de arrastre, limitar el número de licencias de artes o de pescadores permitidos, así como regular las temporadas o las áreas específicas para su manejo.
Dicha red es tirada por pescadores o por ayudantes por medio de sogas. Su uso cotidiano era para la captura de carnadas destinadas a la pesca comercial y Tanto el Senado como la Cámara de Representantes recreativa y de peces destinados al consumo familiar de Puerto Rico y el propio Secretario del e incluso para su mercadeo comercial. Departamento de Recursos Naturales, el señor Javier Vélez Arocho, han endosado favorablemente que se El mayor número de unidades activas se registró en realice un estudio en conjunto con los pescadores Puerto Rico para el año 1986 con 502 unidades, comerciales de chinchorro en el que se documente el mientras que el de menor número, con sólo 147 impacto de la pesca en nuestras costas. unidades de chinchorros, se obtuvo en el 2002. Por tal razón, el Programa Sea Grant ha diseñado un La pesca con chinchorros de playa estuvo legalmente estudio comparativo de selectividad y composición permitida hasta febrero de 2004, cuando entró en por especies de la captura con chinchorros utilizando vigor el nuevo reglamento #6768 correspondiente a diferentes tamaños de malla en su buche (seno). la Ley # 278 conocida como la “Ley de Pesquerías de Estos tamaños son: 1, 2 y 2.5 pulgadas. Se realizarán Puerto Rico,” aprobada en1998. Este nuevo un total de 54 lances en seis áreas entre Aguada, reglamento derogó la Ley de Pesca # 83 de 1936, ley Rincón y Mayagüez, en otras palabras, dos áreas en en la que la pesca con chinchorros era permitida pero cada pueblo. en la que también se excluía el uso de este arte en todos los cuerpos de agua dulce y en áreas cercanas a Aunque este estudio no representa un compromiso la desembocadura de los ríos. Además de limitar los de cambio en las regulaciones pesqueras vigentes, los tamaños mínimos de malla permitidos en las resultados del mismo proveerán a los manejadores diferentes partes del chinchorro, se prohibía pesqueros información científica adicional que les despescar el buche fuera del agua y era obligatorio permita revisar el reglamento del chinchorro. Esta retornar al agua toda la pesca acompañante o de información tendrá el beneficio de haberse obtenido descarte. tomando en cuenta nuestras condiciones locales y con la participación voluntaria de los pescadores de Durante la época de la dominación española sobre oficio. En resumen, este proyecto brindará la Puerto Rico ya existía una genuina preocupación oportunidad de comparar los resultados entre las sobre la alta eficiencia de captura de este arte. Para capturas obtenidas por medio de dos redes ese entonces se prohibía su práctica en los cuerpos chinchorreras tradicionales y un nuevo diseño que, en de agua dulce y en las desembocaduras de los ríos. teoría, deberá disminuir la mortalidad en la “pesca de descarte” al permitir el escape de los peces de tallas En 1749 las regulaciones existentes se justificaban pequeñas y/o juveniles. por la idea de que “estas [redes] aniquilan el peje por
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¿Qué sabemos?
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lgunas cosas. En Puerto Rico hay pocos estudios dedicados al chinchorro, su uso, su diseño y su impacto sobre los peces. No obstante, existen algunos estudios no publicados sobre familias de chinchorreros y su operación pesquera en el municipio de Loíza.
¿A cuánta gente impacta la prohibición?
En la década de 1980 los chinchorros estaban condenados a muerte.
Para 51 de ellos el chinchorro es el arte principal o secundario. Cuarenta de ellos son dueños y capitanes de embarcación, por lo que se puede presumir que son dueños operadores de chinchorros.
La agencia CODREMAR (Corporación para el Desarrollo de los Recursos Marinos) argumentaba en un informe de 1980 que el futuro de los chinchorros era incierto, que no iban a desaparecer en la próxima década, pero que la condición precaria de los recursos de la costa les empujaba a su eventual desaparición. Los chinchorros producían menos del 2% de las capturas y dejaban de tener importancia. Ya no se contaban en las estadísticas pesqueras como un arte individual si no que se contabilizaba junto con las otras redes. En los últimos años, el Laboratorio de Investigaciones Pesqueras reportaba que los chinchorros producían entre dos y tres por ciento del total de las capturas. O sea, una fracción pequeña de la producción total.
Es difícil decirlo. Estimamos, según los datos que hemos examinado, que el total de pescadores que tienen chinchorros es de 65 a través de todo Puerto Rico.
¿Cuántos de ellos colaboran en la misma operación del chinchorro? ¿Cuántos de ellos representan una operación separada? No lo sabemos. El número de pescadores involucrados puede estar entre 40 y 120. Sin embargo, observaciones de oficiales pesqueros aseguran que hay unos cinco operarios a tiempo completo, cada uno con tres ayudantes permanentes. El resto de los chinchorreros lo usan esporádicamente, sobre todo en el verano. ¿Cuántas personas dependen de los pescadores que utilizan chinchorro? ¿Cuántos de ellos simplemente se retirarán a raíz de la prohibición y cuántos pueden encontrar un arte alterno?
Son preguntas importantes que hay que formular Al perder su importancia histórica, perdieron también su atractivo para ser estudiados. Por eso y contestar. no hay muchos estudios sobre el arte. De hecho, a nivel mundial son pocos los estudios que se pueden encontrar.
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Los lances
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a efectividad de los chinchorros depende del lance, es decir, del sitio donde se pone la red para que pesque. Desde hace mucho tiempo, por ley o por práctica de conservación, los pescadores preferían no usar los chinchorros en las bahías y en las áreas cerradas (áreas de manglares) para proteger a los juveniles ya que los pescadores saben que esas áreas son “viveros de peces.” Hay un cuento famoso en el libro Litoral y otros cuentos de Néstor A. Rodríguez Escudero sobre los castigos que algunas comunidades les daban a aquellos que osaban utilizar el arte en una bahía. El caso de Puerto Real de Cabo Rojo es
uno de ellos, donde los pescadores locales impidieron su uso en la bahía. La importancia de los lances era de tal magnitud que los sitios de los lances tenían sus nombres. En Aguada, por ejemplo, llevaban los siguientes nombres: Camellito La Piedra, el Pozo de los Cocoyos y La Palma Larga, lances que eran usados por varias familias. Todos respetaban los sitios pues funcionaban con un sistema de turnos. Si un grupo familiar quería usar un lugar, ponía “a dormir el arte” en el sitio la noche anterior y al día siguiente realizaban su lance.
Recordando los viejos lances
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e detuve en el negocio de efectos para la pesca de José Lorenzo en el pueblo de Rincón para entregar el primer número de Fuete y Verguilla, cuando empezaron a hablarme de los chinchorros.
sobre todo “los viejos lances” junto con los nombres de algunos chinchorreros. Aquí van algunos nombres recordados: La Catalana, Las Yerbas, El Bajo Blanco, La Puente, Córcega, Ensenada y La Laja.
¿Por qué los prohíben? ¿Por qué no los dejan, tal vez como atracción turística? Fueron las preguntas con las que me recibieron.
Un detalle de la conversación en el que mis contertulios parecían coincidir es que ya casi no hay áreas para trabajar los chinchorros en Rincón. Es decir, ya la playa no está y el fondo ha cambiado de tal manera que se han expuesto rocas que casi imposibilitarían el uso del arte en algunos de los sitios mencionados.
Israel Luciano Bonet e Israel Luciano Rosario, padre e hijo, ambos pescadores, comenzaron a recordar con nostalgia la pesca con chinchorros y
Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL)
Programa de Colegio Sea Grant RUM-UPR P. O. Box 9011 Mayagüez, Puerto Rico 00681-9011 Tel: (787) 832-8045 Fax: (787) 265-2880 E-mail: seagrant@uprm.edu http://seagrantpr.org
Sobre Sea Grant La misión de Sea Grant consiste en conservar y usar de manera sustentable los recursos y los ecosistemas marinos y costeros de Puerto Rico. Para alcanzar su misión el programa cuenta con proyectos de investigación, educación, y de extensión marina. Sobre el CIEL El CIEL es un centro interdisciplinario para el estudio de procesos sociales costeros. Ponemos atención a la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Colaboramos en planes de manejo de las reservas naturales y marinas. El CIEL es subvencionado por el Colegio de Artes y Ciencias, el Instituto Caribeño de Arrecifes de Coral y el Programa Sea Grant del Recinto Universitario de Mayagüez. Nuestra página es: http://amp-pr.org/ciel
Fisheries Enhancement Grant Esta revista ha sido producida con fondos para mejoras en los servicios de extensión para las pesquerías (Fisheries Extension Enhancement Grant) del Programa Sea Grant.
El futuro de los chinchorros
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s imposible predecir el futuro de los chinchorros. Para muchas personas, el chinchorro es un arte que no es muy funcional en el Puerto Rico de hoy. Son muy pocos pescadores quienes lo usan.
Conocer qué piensan los científicos, los manejadores de las pesquerías y los pescadores constituye un asunto de suma importancia. Déjenos saber su opinión a través de la siguiente dirección de correo electrónico:
ciel.uprm@gmail.com No se espera que más pescadores se involucren en el uso de este arte. Su uso es complejo y requiere de mucho esfuerzo y de un conocimiento que está o escriba a la dirección de correo electrónico del acabándose. Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico. Las playas y las aguas litorales donde se usaban ya no son las mismas. Los chinchorros compiten con otras artes más ágiles como la atarraya. Este número de Fuete y Verguilla ha sido escrito y diagramado por Manuel Valdés Pizzini, excepto por el artículo sobre la propuesta de los chinchorros, que es de la autoría de Edgardo Ojeda Serrano. La edición y corrección es de Cristina D. Olán Martínez, la edición de la diagramación de Delmis del C. Alicea Segarra y la impresión de Guillermo Damiani González, todos miembros del Componente de Comunicaciones de Sea Grant, dirigido por Camille Krawiec. El señor Ruperto Chaparro es el director del Programa. Nuestro agradecimiento va también para Daniel Matos Caraballo del Laboratorio de Investigaciones Pesqueras (DRNA) por sus comentarios y sugerencias. Créditos de las fotografías: Jack Delano, Doel Vázquez y Michelle Schärer, y fotos del archivo de Sea Grant.