Los retos de la democracia digital directa, al desnudo Antonio Sola*
D
3CON, el primer congreso mundial sobre Democracia Digital Directa, se desarrolló a finales de febrero con unos resultados que excedieron nuestras expectativas como organizadores desde la Fundación Liderar con Sentido Común. Más de 200 personas se conectaron a las sesiones desde tres continentes diferentes. Durante las dos jornadas que duró, fuimos conscientes de la preocupación ciudadana y de la responsabilidad que nos atañe para con el futuro de nuestros sistemas democráticos. Estamos en esa cuarta revolución industrial, anunciada por Klaus Schwab, y que tiene la tecnología como su pilar fundamental, un pilar que ha venido a agitar todo lo que creíamos establecido, modificando todas las relaciones humanas. Y, sí, eso incluye a la política. Por eso, surgió la iniciativa de crear D3CON como un foro de reflexión que se convierta en ágora de las distintas teorías y de la vanguardia, un punto de encuentro que nos permita construir sistemas fuertes, seguros, sólidos y mejores que los que tenemos ahora. Sistemas que procuren la felicidad de los ciudadanos y cuyo centro sean las personas. Es cierto que todo momento de construcción conlleva incertidumbre, pero también es cierto que es una oportunidad para aportar lo mejor de nosotros. Debemos atrevernos con responsabilidad y valentía, basándonos en los principios de coopera-
ción, solidaridad, altruismo, y desde una mirada compasiva. En esta línea, en D3CON, desarrollamos un primer ejercicio de inteligencia colectiva, al que le concedemos mucha importancia. Generar inteligencia colectiva es complejo porque requiere concentrar opiniones divergentes a través de todos los recursos tecnológicos disponibles para generar conocimiento y, cuando escribo estas líneas, nos hallamos aún en ese camino de dar a luz, junto con el esfuerzo de ponentes y congresistas, un manifiesto que compartiremos con vosotros. No obstante, quiero enfatizar varias conclusiones importantes que se desprendieron de las ponencias celebradas en esas dos jornadas. La gobernanza que viene está empezando a usar la tecnología blockchain. No hay que olvidar, como señalaba el fundador de Democracy Earth, Santiago Siri, que la vulnerabilidad que afrontamos está relacionada con el registro de las identidades. De la identidad, no de la imagen. Es fundamental validar al derecho a la privacidad para trasladarlo al marco de lo electoral, al voto. Uno de los puntos destacados también por otro de los ponentes, el director del centro de pensamiento-acción Asuntos del Sur, Matías Bianchi, era que no podemos cometer el error de digitalizar la democracia que hoy tenemos. Y he aquí uno de los problemas, porque es, quizá, parte de lo