EL SENTIDO DE TU VIDA
Enriqueta Páez Gutiérrez Directora del CRIE, zona 12 federal de educación especial
U
no de los aspectos más importantes en el estudio del hombre lo constituye sin duda, el problema del sentido de la vida. El sentido de la vida es un concepto que abarca problemas muy amplios relacionados con la conducta del hombre, con sus actos y su responsabilidad ante ellos, el sistema de valores que motivan su conducta individual y colectiva, así como la concepción general del mundo del cual se nutre su propia conducta. ¿Quién soy?, es entonces, una pregunta retórica, que parece ab-
surda y sin embargo tan difícil de responder. Pregunta eminentemente adolescente, y quien sabe de cuántos adultos sin contestar. Y enseguida como implícita, agregan las preguntas: ¿A dónde voy?, ¿Cuál es el sentido de mi vida? Preguntas milenarias y al unisonó, siempre de vanguardia. Porque el individuo mismo, por muy culto o inculto que sea, toca dentro de sí el punto que implica el sentido de su existir. El principio que nos hace superiores sobre las especies vivientes, ¿Superiores?; quizá, diferentes sí, porque por gracia divina o azar del cosmos, somos la única especie capaz de cuestionarnos el sentido de nuestra vida, somos los únicos sobre la faz de la tierra que buscamos algo mas allá del transitar, de la ley natural de: naces, creces, te reproduces y mueres. Buscamos un sentido a nuestros actos, un fin en nuestro proceder. Y en ocasiones le damos la vuelta al cuestionamiento, y no pensamos en la respuesta, no queremos
responder; porque la respuesta al sentido de la vida nos compromete con nosotros mismos y con ella, en un mismo compás. Entonces, están dos vertientes, el que busca y el que prefiere nunca encontrar, aquel que cuyo miedo lo hace evitar la sola idea de la respuesta buscar, que pasa por la vida dejándose por el tiempo llevar, sin rumbo, sin metas, sin compromisos, sin la vida saborear. Imitando a los seres vivos, sin tomar en cuenta su divinidad, su esencia humana. Pero, aquel ser, que reconociendo su pequeñez ante lo natural, busca en los recovecos de su inconsciente, en las huellas de su pasado y en las virtudes de su prestante, saber quién es, a dónde va, y sobe todo cuál es el sentido de su vida, que a su vez determinará quién es, su sistema de valores y su patrón comportamental en el camino que le toque recorrer. Este ser insignificante ante la magnificencia de la creación, divino por gracia suprema y, regio so-
MISIÓN17 - INFORMAR PARA FORMAR
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