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casi planos, demasiado húmedos o pedregosos o rocosos, para ser cultivados por los métodos tradicionales. Están condicionados a inundaciones frecuentes y prolongadas. Cuando son planos inclinados o llamados también de pie de monte y que por factores climáticos no tienen posibilidad de cultivarse, pero pueden emplearse en la producción de praderas (Coronel, 2005). Los suelos aptos para pastoreo y forestación, pero con susceptibles a la erosión o llamados de clase VI, son suelos inadecuados para los cultivos agronómicos y su uso está limitado para pastos y forestación. Los suelos tienen limitaciones continuas que no pueden ser corregidas como pendientes muy pronunciadas de hasta un 30%, alta susceptibilidad a la erosión o efectos severos de ella, suelos muy delgados o pedregosos, con un drenaje pobre a muy pobre, muy baja capacidad de retención de humedad, clima desfavorable especialmente en durante la estación de crecimiento (Coronel, 2005). Los suelos de uso restringido para el pastoreo y de uso principal para la forestación o llamados de clase VII, tienen limitaciones muy severas que los hacen inadecuados para los cultivos agronómicos. Su uso fundamental es pastoreo y forestación. Las restricciones que presentan estos suelos son más severas que los de a clase VI con limitaciones que no pueden corregirse, en los cuales las pendientes son muy pronunciadas de hasta un 60%, topografías muy irregulares y disectadas, suelos muy delgados, con suelos muy delgados, humedad excesiva es decir son pobremente drenados, con una baja capacidad de retención de humedad y un clima muy desfavorable durante la estación de crecimiento (Coronel, 2005). Las tierras sin uso agropecuario y forestal o llamadas también de clase VIII, están limitados solamente para la vida silvestre, recreación o protección de hoyas hidrográficas y cauces de ríos y esteros, no tienen valor agrícola, ganadero o forestal (Coronel, 2005).
2.7. Subclase de capacidad de uso Una subclase agrupa a suelos dentro de una misma clase que poseen similares factores limitantes y riesgos en su uso. Cada una de las clases excepto la clase I se subdivide en subclases según el tipo de limitación. En cada nivel de subclases, se tiene 4 tipos de limitaciones. Éstas son susceptibles frente a la erosión, así como también efectos de erosión pasada, limitando la capacidad de uso del suelo lo cual exige prácticas especiales de manejo. Presentan problemas de exceso de humedad o de mal drenaje externo llamado también apozamientos, o internos los llamados niveles freáticos superficiales que son terrenos sujetos a inundaciones (Coronel, 2005).