implique gran esfuerzo. • Para la primera reunión, pasen tiempo contándose sus historias. Esta no es una sesión de terapia, así que hágale saber a la gente que debe contar sólo lo que es cómodo. Algunas pautas ayudarán: la confidencialidad debe ser respetada y vista como un regalo para los demás. Puede ser bueno para el líder comenzar con frases como, “Nací en…, fui criado en un hogar (Metodista, Adventista del Séptimo Día, Católico u otro)”. Incluya otras cosas como a qué escuela asistió, nombres de los niños u otra información pertinente. Incluya cómo llegó a ser Cristiano o Adventista del Séptimo Día o una historia agradable o divertida de su infancia. Esta puede parecer una pérdida de tiempo. Pero puede que se sorprenda al escuchar la historia de alguien que creía conocer desde hace mucho tiempo. La narración de nuestras historias es la forma en que nos conectamos y nos vinculamos unos con otros. Esto hará que su trabajo en conjunto vaya más suavemente. También facilitará que los miembros de la comisión sean más sensibles a las necesidades de los demás. • Para las siguientes reuniones, dedique una porción de tiempo – quizás 10 o 20 minutos para volver a conectarse con los miembros de su comisión. Uno podría estar regocijándose por un evento tan importante. Otro podría necesitar apoyo con una necesidad especial. Aquí hay algunas preguntas que podría hacer para iniciar sus reuniones: - ¿Quiénes son las personas que usted considera como su familia cercana? - ¿Cómo viven su fe juntos como una familia?
APÉNDICE A – IMPLEMENTACIÓN DEL MINISTERIO DE LA FAMILIA
¡Los líderes del Ministerio de la Familia que son nuevos en el puesto o que nunca han servido como líderes se preguntan por dónde empezar! Esta sección es para ayudar a un líder a comenzar. A menudo es útil seleccionar una pequeña comisión con el que se pueda trabajar bien – gente bien orientada en la gracia de Cristo y que no tengan intereses personales. Una comisión de Ministerios de la Familia, más que ninguna otra, debe buscar modelar a la familia. He aquí algunas maneras de lograrlo. Aunque estas ideas no son la única forma de trabajar, pueden ayudar a un grupo a trabajar juntos más fácilmente. (También puedes ser útiles para otros comités). • Elija un pequeño número de personas con preocupaciones similares por las familias. Éstos deben representar la variedad de familias encontrada en la congregación. Esta comisión puede tener un padre soltero, una pareja casada, un divorciado, un jubilado o una persona viuda, y reflejar el perfil de género y étnico de la iglesia. • La comisión no debe ser muy grande – cinco a siete miembros es lo ideal. Los individuos pueden representar más de una categoría familiar. • Especialmente para la primera reunión, encuéntrense en un ambiente informal – quizás en la casa de alguien o en una habitación cómoda de la iglesia. Comience orando por la bendición de Dios. • Proporcione refrigerios leves que incluyan agua o bebidas calientes o frías, algo ligero como fruta fresca, galletas o nueces. Hágalo atractivo, pero no meticuloso o que
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HACIENDO DISCIPULOS
Directrices de Comisiones y Planificación