ALCANZANDO FAMILIAS PARA JESÚS
Algunas veces duele ser madre CLAUDIO Y PAMELA CONSUEGRA
Texto
Isaias 66:13
14
La revista Selecciones de Reader’s Digest publicó 12 historias cortas sobre madres. Se invitó a los lectores a compartir en 100 palabras o menos sus historias enternecedoras del vínculo entre madre e hijo. Una de estas historias, escrita por Robin Hynes, de Slingerland, Nueva York me llamó la atención.1 “Mi madre tenía un gran sentido del humor, un don para hacerlo todo divertido. Algo que repercutió en mí, desde pequeña, fue cómo parecía disfrutar su propia compañía y cómo encontró maneras de entretenerse a sí misma. Siendo aún niña, la recuerdo riendo cuando pagaba cuentas. ¿Qué tenía de divertido el pago de facturas? Ella ponía notas cómicas en la sección de referencias del cheque: Para la factura de la luz ponía: “Tú iluminas mi vida”, y para la de la hipoteca escribía “Cuatro tejas más cerca de poseerlo todo”.
HACIENDO DISCIPULOS
Todos nosotros probablemente tenemos nuestras propias historias sobre nuestras Claudio Consuegra, DMin, es el Director del Departamento de Ministerio de la Familia de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día en Columbia, Maryland, USA. Pamela Consuegra, PhD, es la Directora Asociada del Departamento del Ministerio de la Familia en la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día en Columbia, Maryland, USA.
madres. Algunas divertidas, algunas tristes, pero la mayoría de las veces las historias que contamos sobre nuestras madres están marcadas por amor. De hecho, la mayoría de nosotros podemos estar de acuerdo que lo más importante que nuestra madre nos enseñó fue el amor, que no importa cuán malo pueda resultar su hijo, la madre todavía lo ama. Es por esto que el amor de una madre nos recuerda el amor de Dios – no importa en qué nos hayamos convertido, Dios aún nos ama. “Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros” (Isa. 66:13). Es por esto que alguien escribió, “Las madres son como piezas finas de colección. A medida que pasan los años, aumentan su valor” (Autor desconocido). La premisa para el mensaje de hoy es que no es fácil ser madre. De hecho, algunas veces duele ser madre. Deseamos ilustrar dicha premisa por medio de cuatro incidentes.
I. Duele ser la madre de un hijo no nacido
Hay muchas mujeres que no tienen hijos, pero tienen el corazón de una madre. Mujeres que anhelan tener un hijo para abrazar y a quien brindar amor. Mujeres que se derriten al ver un bebé y anhelan tener uno propio para abrazar, alimentar, cambiar los pañales, cantarle.