CIENCIA Y FICCIÓN. ¿EN COLISIÓN?
Tenía que suceder y sucedió. Así como suceden cosas en un Multiverso impensable por su enormidad. Esto desborda las imaginaciones más fecundas de nuestros pensadores. La ciencia positivista en general y la astrofísica en particular se han erigido como el camino más seguro para entender la existencia del Universo. De esta manera el peregrinaje por este sendero demasiado denso y ramificado muy a pesar nuestro, se estableció como el camino lento pero ¿seguro? Sí, si así fueran las cosas, no estaríamos vacilando sobre las temblorosas cuerdas del principio de incertidumbre, porque la capacidad objetiva, verificable y replicable de los acontecimientos, no funciona de manera consistente como los cientistas quisieran para alivio general, pero, demasiados hechos huyen del filo de Ockham dando lugar a la capacidad predictiva de la imaginación mediante una variedad de creaciones de factura humana, entre ellas la literaria anticipativa, la cual es capaz de pronosticar eventos singulares tan coherentes o también incoherentes, capaces servir de puntos de clivaje para detenerse a pensar el Multiverso de diferentes maneras, o también, las propuestas de sus historias pudieron ser utilizadas como puntas de lanza para ensayos científicos, constituyendo una suerte de lentes de aumento del pensamiento para mirar un poco más allá; delante o en reversa. Es así como dos grupos de escritores surgidos de la probabilidad bipolar, pertenecientes a diferentes colectivos literarios establecen contacto. Unos cultores del realismo y la historia tradicional, los otros navegando por las aguas siempre misteriosas de la narrativa fantástica, dos corrientes amalgamadas en insólita dialéctica. Los escritores de la “Casa de los escritores bolivianos”, marcados por la necesidad de reflexionar profundamente sobre la existencia y la compleja estructura de los modernos conceptos de la astrofísica y los extraordinarios aportes de genios científicos de la modernidad que abrieron senda como Albert Einstein, Karl Popper, Michiu Kaku, Nicolás Tesla, Albert Einstein, Stephen Hawking, etc., y muchos diluidos en el anonimato silencioso de otras latitudes del planeta. La lista, aun la de los más representativos puede ser muy larga a mi modesto juicio. Por el otro -4-