Próceres de la República
Sócrates Suazo Ruiz Coronel Historiador, ERD.
Pedro Francisco Bonó Prócer civilista de la gesta restauradora
P
ersonaje de una sólida cultura y de un reconocido amor hacia el terruño en que nació, surge dentro del seno de una familia de clase media acomodada. Hijo del comerciante José Bonó y de la señora Inés Mejía, hermana del General Bartolo Mejía. Gran parte de su juventud transcurrió entre los estudios y las actividades comerciales en los establecimientos familiares y en los del señor Furcy Fondeur. En base a un alto sentido del deber logró destacarse. Ya consagrado como un gran observador de la conducta social de su época, que lo define como uno de nuestros primeros sociólogos, se convirtió en un agudo jurisconsulto y un arrojado político. Había nacido en la ciudad de Santiago de los Caballeros, el 18 de octubre de 1830. Con el tiempo establecería sus propios negocios, llegando a poseer una apreciable fortuna, la que perdería cuando un incendio, ocurrido en 1865, arrasó con sus establecimientos comerciales y con las mercancías que estaban en su interior.
noviembre, 2017
Pedro Fco. Bonó se inicia en la carrera de las armas, como secretario particular del General Juan Luis Franco Bidó y asiste, ya en calidad de combatiente, a la batalla de la Sabana Larga, acaecida en 1856. Debido a su gran talento, fue una destacada figura en el gobierno del General José Valverde, participando activamente en el movimiento del 7 de julio de 1857. Que promovía la implementación de la Constitución de Moca, la más liberal hasta ese momento existente. Al fracasar dicha intentona, tuvo que tomar el sendero del exilio. Fue un acérrimo opositor al proyecto de anexión a España, calificando tal acto como nefasto y antipatriótico. Fue un activista enérgico dentro del movimiento restaurador y positivamente, pasaría a ser un miembro importante del Gobierno Provisional que se estableció al concluir las contiendas que dieron al traste con la infortunada empresa que intentó llevar a cabo el General Santana, el malhadado «Marqués de
Las Carreras»; cuando quiso empeñar nuestra soberanía al imperio español. Se mantuvo en dicho gobierno hasta que ocurrió el fusilamiento del Presidente Salcedo, hecho con el cual no estuvo de acuerdo y que condenó con energía, solicitan castigo para los culpables. Esto motivó que Gaspar Polanco, a la sazón el hombre de más influencia dentro del referido Gobierno Provisional, le llamara la atención y lo amenazara con mandarlo a fusilar también si continuaba en ese empeño, a lo que Bonó, con gallardía, respondió con las siguientes palabras: «General, sé que si usted lo ordenara, sería fusilado y para no traicionar mis convicciones, no sólo hago entrega de las dos carteras que ocupo en su gobierno, a las que renuncio en estos momentos, sino que me retiro a la vida privada, no volviendo a actuar en la política de mi país mientras los tribunales de Justicia, obviando los trámites legales, sean los únicos que puedan disponer de la vida de los ciudadanos».
REVISTA DE LAS FUERZAS ARMADAS
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