Reflexiones sobre la
educación bilingüe en Puerto Rico
Alicia Pousada Alicia Pousada (Ph.D., Lingüística Educativa, U. Pennsylvania) se ha desempeñado como profesora de lingüística en el Departamento de Inglés de la Facultad de Humanidades de la UPR en Rió Piedras desde 1987. Sus publicaciones y presentaciones se enfocan en las áreas de la política lingüística, la planificación lingüística, el multilingüismo, y la enseñanza del Inglés como Segundo Idioma globalmente.
En un mundo ideal todos los niños estarían expuestos a dos o más idiomas en el hogar desde la infancia. La adquisición simultánea de dos lenguas maternas permite que el niño adquiera dos fonologías nativas y que no tenga ‘’acento” (Grosjean, 2010). Además, los niños bilingües sobrepasan a los niños monolingües en la interpretación de estímulos ambiguos, la flexibilidad cognitiva (o el pensamiento divergente) y los conocimientos metalingüísticos (Bialystok, 2001). En Puerto Rico, la adquisición simultánea generalmente es posible sólo entre niños cuyos padres hablan idiomas extranjeros y los migrantes de retorno criados hablando inglés y español en Estados Unidos (EE.UU.). Para ellos, la educación bilingüe es la mejor opción, pues evita que se desperdicien o se pierdan las destrezas lingüísticas que ya poseen. No obstante, para la inmensa mayoría de niños puertorriqueños, el aprendizaje del inglés se logra en el salón de clases. Los que asisten a guarderías bilingües tienen una ventaja sobre los que no asisten. Para crear una población bilingüe, es crucial incluir en el proceso de planificación el nivel pre-escolar donde se establecen las destrezas lingüísticas. Revista de la Asociación de Maestros de Puerto Rico | El
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