SISTEMA FINANCIERO
Banca y vivienda
El modelo de crédito hipotecario UVA en una encrucijada El sistema todavía no representa un riesgo en los índices de morosidad, pero la indexación de las cuotas por inflación en un contexto de subas representa un peligro para los tomadores.
Opinan: Iván Kerr - Guillermo Barbero - Jorge Colina
S
on casi 95.000 familias las que accedieron a un crédito hipotecario UVA desde que entraron en vigencia en el año 2017. Dentro de ese total se incluyen los que lo hicieron a través de los planes Procrear, aquellos que accedieron por vía de la banca pública e, incluso, alrededor del 25% que lo hizo a través
de la banca privada. La modalidad, por un lado, desplazó el otorgamiento de créditos Procrear a tasa fija con un fuerte subsidio estatal a expensas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) que se otorgó durante la gestión presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. Y, por otro lado, permitió acceder al crédito hipotecario a quienes, por sus ingresos, no podían afrontar el pago de cuotas altas iniciales y decrecientes que caracteriza al sistema francés. El riesgo, claro, resultaba de la indexación de las cuotas por inflación que, por entonces, se pronosticaba decreciente cuando el respaldo del crédito estaba determinado por los ingresos mayormente salariales de los deudores. Con todo, el sistema mostró cierta solidez en la medida en que los índices de morosidad no resultaron superiores a los de la media del sistema bancario. Es que, a pesar de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, el acceso a la vivienda resulta un factor de motivación muy grande para el consumidor medio y, por lo tanto, su cumplimiento reviste cierta inelasticidad con la suba de precios. Además los alquileres también habían sufrido actualizaciones que, en general, acompañaron a los precios e incluso superaron los índices de inflación para los nuevos contratos. En ese marco, el mismo gobierno de Mauricio Macri, ante el salto en los índices de inflación, se vio obligado a establecer un congelamiento de cuotas en 2019 para aquellos deudores de hasta 120.000 UVA. La irrupción de la pandemia alteró aún más el contexto