MICRORREFLEXIONES MAGISTRALES Extractos de la primera jornada de charlas de Microcuradurías
| Carlos Rendón
Enrique Rivera: El curador como espía Director de la Bienal de Artes Mediales de Santiago (Chile). Investigador, realizador audiovisual y curador. “El curador es una especie de espía que necesita de tácticas y estrategias para ganar la confianza de un artista. Muchas veces debe invisibilizarse, desaparecer. Luego, llevar esa condición, esa intimidad, a un contexto ampliado es muy complejo. Es como si fueras a un psicoanalista, le contaras todo, y el psicoanalista después revela de alguna forma tu mundo interior”. “Las curadurías marginales en museos institucionales me suenan un poco a paternalismo estructural. Yo, en general, no trabajaría con un artista solamente por su condición de marginalidad. Es como elegir a una mujer dentro de una exposición solo por ser mujer y ‘hay que equilibrar’. Si la exposición pone en crisis esa misma cuestión sería interesante, pero da para un debate plantear si incluir lo marginal en lo institucional casi paternalmente puede ser tan dañino como su ausencia”. “Buscamos entender a los humanos que transitan los museos como animales. Primates, mamíferos intuitivos, y su relación con las obras, que normalmente es intelectual o racional. Nos interesaba potenciar la intuición, sin llegar a una condición naive, tratando temas complejos como la migración o la desigualdad, pero sin sobreintelectualizar. Integrar las lógicas de la intuición en lo curatorial”. Javier de la Fuente: El curador no es un dios Codirector del Festival Estéticas Expandidas (Colombia). Artista sonoro, investigador y académico. “El curador no es un dios, no es alguien que todo lo sabe. La actividad del curador está expuesta a errores, y los errores también son un camino. Los errores son la forma de llegar hacia otros lugares que no conocemos. En definitiva, no estamos trabajando con algo medible, sino cuestionable”. “La caja negra o blanca ya está obsoleta, la obra empieza a generarse fuera de los espacios museísticos, fuera de estructuras donde arquitectónicamente hay una escalinata que hay que subir para ver la escultura. Esto permite que personas que no tienen la idea de ir a un museo, puedan apreciar la obra y ser parte de ella”. “La interpelación es el mecanismo que tiene el curador para generar el discurso crítico. No creo que el curador esté llamado a educar, sino que debe crear discursos simbólicos que generen preguntas”. 136