PARÍS

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PA RÍS

MMXXIII
SEVILLA ~

Portada:

Gregory Zenou

Maquetación: Paco Díaz Cebador

Impreso y hecho en Bormujos (Sevilla), en los talleres de Gráficas Moreno, S.L. Andalucía. España. MMXXIII

Edición de 300 ejemplares del n.º 104 de CUADERNOS DE ROLDÁN

Depósito legal: SE-233-2023

www.cuadernosderoldan.com

EJEMPLAR N.º

DE PARÍS TRES LUGARES

Fui a París. Todo seguía en su lugar, especialmente mis tres lugares favoritos. El primero de ellos la rue Vaneau. Como siempre, a primera vista, una vía tranquila en la que no ocurre nada, pero donde subterráneamente no paran de suceder cosas, tal vez porque ahí siguen estando los mundos de André Gide, de Emmanuel Bove, el piso donde vive Rita Gombrowicz, la embajada Siria, la misteriosa mansión de Chanaleilles, la farmacia Dupeyrous, el primer apartamento de Karl Marx en París…

Después fui a la rue Saint-Guillaume, a ver mi segundo lugar en la ciudad: la Maison de Verre (La Casa de Vidrio). Me ha parecido suficiente con estar plantado ante esta laberíntica casa de vidrio, cuyo interior durante años, habiéndolo visto en un documental, sospeché que tenía una estructura idéntica a mi mente. Naturalmente, mi sospecha se derrumbó el día en que la hice pública y, en divertida reacción, los dueños de la Maison de Verre, unos estadounidenses muy hospitalarios,

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me escribieron invitándome a visitarla y así, de paso, dijeron con sentido del humor, podría dar un largo paseo por mi propio cerebro. La casa, en los años treinta y cuando tenía otros dueños, fue muy frecuentada por Walter Benjamin… Luego, como si fuera a completar el ciclo clásico calle-casa-muerte, fui a Tiers-Temps, la residencia a la que Samuel Beckett se retiró cuando se cansó de todo. Es un inmueble blanco que se encuentra en el 24 de la calle Rémy-Dumoncel, cerca del metro Mouton-Duvernet. Allí escribió Beckett su último poema What is the Word. Los alrededores siguen intactos, grises, profundamente beckettianos. La avenida del General-Leclerc, por ejemplo, sigue inspirando una poesía de rara belleza y sumerge al despistado paseante en la radical desolación de los lugares que sentimos tan bellos como excesivamente desamparados, quizás porque allí se desploma siempre el lenguaje.

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Jesús Tejedor / Conversación con E. Satie en la fuente de las Tullerias

ORIENT IMPRESS

D’uneguerre on dira qu’elle est balkanique du désordre on dit qu’il est balkanique du berceau du monde dit-on balkanisation on effleure ces pays ni trop au Sud ni trop à l’Est mais on renonce à l’Orient-Express

On oubliera même ton nom Alexandre ton rêve aurait encore quelque prix ? et quelque poids ces insurrections de bergeries partisans désertiques sur montagnes grêlées. Si les terres n’ont de mérite que par l’empreinte quel peut être alors le prix des choses mal recopiées. La trace des caravanes les khans sages et désertés les lokantas ombreuses

très bien espacées les durs bourgs d’Anatolie

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la Ville essaimée au même nom mille fois répété villages brûlés de tabac mouchures noirâtres au front des dormeurs aux yeux des enfants aussi montagnes grises que la raison aspire hautes et claires fenaisons d’août.

La mer Noire est une terre médiane passez votre doigt le long de ces rives courroucées affleurez le papier, cela suffit.

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Juan Romero / Arlequín con pájaro (2019)

¿Habrá una calle con pavimento de adoquines que brillen dorados a la luz de las lámparas?

¿Una con una tapia blanca del jardín de las monjas, que huela, en las noches, a jazmín y a dama?

¿Una calle tan larga, sombreada de acacias, con arroyos junto a las aceras, por donde corra el agua?

¿Habrá una calle así, en París, que me lleve a Sevilla, a mi casa?

¿Una así, en Sevilla, que me lleve al solar de mi infancia? Ana Llorca

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NOSTALGIA

Cada hombre de espíritu tiene dos patrias: la suya y París. Manuel Machado

SONORIDADES

Al Prof. Yves Nordmann. A la Prof. Pilar Vázquez Labourdette.

–In memoriam–

¿Acaso no estuve antes de aquel septiembre fascinada por sus trazados cardinales, si tuve el cine, los libros, los vibratos de su chanson como hilos de una urdimbre?

(En sus luces esenciales las ciudades nos quedan; vahos, ecos que se deslizan en curiosas mixturas).

Mis pasos, por fin inaugurales, buscando aliento se fundieron con los colores del otoño.

¡Cuánta esperanza florecida primero en el Aula Pasteur, y cuánto ofertorio en los espacios luego! Aller et retour. Ecos sobre ecos. Sonoridades circulares de D. Juan, de Carmen, de Antonio Machado bebiéndose a Bergson (palabra en el tiempo), los trazos de Víctor Hugo en Bécquer, las metamorfosis de Picasso, los vuelos cómplices de Falla y María Lejárraga o el acercamiento a las vanguardias de los Borges.

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A la espalda de mi cuarto en Montparnasse, en la paz de lo eterno, Baudelaire y Sartre, y Simone de Beauvoir, Cortázar… y Casares Quiroga sin María. Ecos sobre ecos.

En los jardines de la Mairie, el nombre de Federico y el Memorial a la Nueve. (Aquella gloria de agosto paralela a las dentelladas del exilio y la guerra).

En las desoladas angosturas del olvido guarda la Bibliothèque una larga nómina de conversos sevillanos, y la carne rosa de la Giralda, la mirada de Gide. ¡Aller et retour! Y así me sobrevuelan los acordes exquisitos de Debussy en Le Martyre… (aquella visión antigua de los cinco vitrales), el libreto que Juan Ramón pidió a Darío y ahora leo, el hálito multiplicador de Jean Cocteau, o el último Wilde transmutado en Sebastian.

Y así, en la voz candorosa de la muchacha que fui la utopía lúcida de la Loca de Chaillot me alcanza todavía. Aller et retour. Ecos sobre ecos. Sonoridades en el Café de l’Alma.

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Rosario F. Cartes Juan José Bujidos

PARIS À FLEUR DE CŒUR

À fleur de peau, à fleur d’amour, La ville aux yeux de tourterelle, Paris dans l’écume des jours Vibre d’une histoire éternelle.

Comme une main ouverte au temps, Lignes de vie, trame de rues, L’audacieuse prend les passants Dans sa liberté reconnue.

Flammes de peur, on vit un soir La flèche en feu de Notre-Dame, Alors s’agenouilla l’espoir Du monde entier devant le drame.

Aube de vie sur Seine en pleurs, La ville tient l’histoire en marche, À fleur de peau, à fleur de cœur, Paris a l’âme qu’on s’arrache.

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PARÍS A FLOR DE CORAZÓN

A flor de piel, a flor de amor, La ciudad con ojos de paloma, París en la espuma de los días, Vibra de una historia eterna.

Como una mano abierta al tiempo, Líneas de vida, red de calles, La atrevida toma a los paseantes En su libertad reconocida.

Llamas de miedo, vimos una noche La aguja ardiendo de Notre-Dame, Así se arrodilló la esperanza Del mundo entero frente al drama.

Alba de vida en el Sena llorando, La ciudad mantiene la historia en marcha, A flor de piel, a flor de corazón, París tiene el alma que nos arrancamos.

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PARÍS. SUBURBANO

Cada mañana ofrezco mi cuello al transeúnte.

Al hombre sesentón de siempre gabardina al que ya empiezan a temblarle las costuras; al joven oscuro, casi malva, perdida la mirada entre música invisible; a la madame de otoño de guantes sempiternos que nunca rozan nada; a la esquiva dependienta, con uñas imposibles y restos de carmín entre los dientes.

Pero nadie me repara.

Mi cuello es un vacío de envase transparente, no más que levísimo disloque de garganta.

Nada sobre nada.

Y de nuevo las puertas automáticas se cierran. Antonio Aguilar

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Horacio Hermoso

Dreizehnter Feber. Im Herzmund erwachtes Shibboleth. Mit dir, Peuple de París. No pasarán.

Trece de febrero. En la boca del corazón despierta un shibbólet. Contigo, Peuple de París. No pasarán.

EXISTENCIA DE LA TOUR EIFFEL

Era esa fina cerilla erguida en el horizonte de mi infancia, entre chimeneas desaparecidas y cielo de gigantes efímeros que deshilachaba el viento.

Entraba, inmensa, por la alta ventana de mi amante de Charonne. Ella decía: Tu viens pour la Tour, tu ne viens pas pour moi.

Su amplio pelo negro envolvía la fábula de acero, curvándola con la onda de su cuerpo.

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Le dieron a la torre un potente rayo de luz que barre la oscuridad de la región. Ya no la puedo ignorar, no puedo olvidar mis promesas selladas bajo su centelleo de noche.

Contemplo París desde le pont des Arts y, como Apollinaire, intento arrojar al rio la esperanza violenta y las miradas amargas que sellaron en mi alma las mujeres que he querido.

Tres de febrero. Père-Lachaise. Se entierran comunistas; se entierran humoristas. El pueblo se hace Presencia soberana en el caudal de los bulevares. Su luto es el shibbólet.

Soy parte de ti, Peuple de Paris.

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PÈRE-LACHAISE

Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo.

Allí perdura la felicidad. Sus vidas yacen entre níveas lápidas: Balzac, Edith Piaf, Apollinaire, Paul Eluard, Gilbert Becaud, Godoy, Chopin, Meliés, Jim Morrison, María Callas…

Un plano los sitúa en el espacio como lienzos de un museo.

Llamaradas de amor que hoy abriga el silencio en la penumbra de la eternidad.

Ana Recio Mir

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CARTOGRAFÍA PARISINA N.º XX:

JE SUIS COMME JE SUIS

Je suis comme je suis

Je suis faite comme ça

Quand j’ai envie de rire

Oui je ris aux éclats

Jacques Prévert

Jean se volvía a convertir en un naufrago de si mismo, buscó en las profundidades oscuras del canal el rostro sonriente de Juliette que había abandonado la peniche, de nombre Atalante, en la que vivían los dos. El deseo de libertad que ella tenía le hizo perderse por la ciudad en un viaje que le haría recorrer todos los distritos parisinos. En el XX, en el belvedere de Belleville se encontró con Georges que intentaba inventariar cada esquina de París, cada calle, plaza, bulevar o parada de metro. Escribía sobre un cuaderno todo aquello que ocurría en ese lugar durante tres días, lo llamaba Tentativa de agotamiento de un lugar parisino. La semana anterior hizo el mismo experimento en la plaza Saint-Sulpice en el

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«Je suis comme je suis» cantaba Juliette mientras

VI distrito. Aquel día Willy fotografiaba una pareja de enamorados que imagina una vida imposible en una minúscula buhardilla. Ahora en el belvedere de Belleville La Gioconda abraza a Pelé sobre el horizonte calcinado de París. La Monalisa parece susurrar al oído del futbolista los inconfesables secretos de la ciudad, mientras observa todo lo que ocurre en el mirador y se sigue escuchando la voz de Juliette cantando «Je suis comme je suis».

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Ya solo esperas noticias de mi muerte, las cenizas del amor. Rue Mouffetard con aguacates, plano de Godard, habitación de hotel por horas, belle de jour himnótica. Una página en blanco para decir París.

Lluvia en las mansardas y los acordeones: la pequeña horterada de ser felices.

Y un largo adiós que dura el resto de dos vidas.

Sin ti, sin mí, sin noticias ni abrazos, en ese espacio desierto donde se juntan el amor y la muerte, incluso.

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C215 (Christian Guémy) / Retrato de André Malraux

UN FLANEUR HISPALENSE EN PARÍS.

Con abrigo grueso, sombrero y calzado cómodo, me dispongo a pasear París, con una personalidad ensimismada en la literatura.

Doy pasos sin tino, sin rumbo por la ciudad, pero con la seguridad de que siempre, llegaré a alguna parte. Disfrutando, mirando las numerosas formas de las nubes, los edificios con sus techumbres de pizarra y con sus mansardas.

En este andar pausado, me detengo al descanso en unas verdes sillas de los Jardines del Luxemburgo.

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Sentado, admiro su estanque y la galería de estatuas que en él habitan. Pasear por tus orillas, contemplando a los bouquinistas, donde encontrar postales, fotos antiguas o ediciones príncipes, lujo tan solo al alcance de unos pocos. Montado en un bateau-mouche, por ese vita flumen, intento atrapar las lágrimas de ese verdegay, que es el Sena.

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Estos días son suspiros. Aquel sueño de este viejo, y el despertar de aquel niño. «Soleá». Juan de Mañara

A Chloris, si es que me ama.

Uno de estos días rebuscando papeles he rescatado unos versos distraídos. Que al releerlos en musitada voz han devuelto a la memoria que mi corazón entonces albergaba un poso agridulce. He olvidado muchas cosas pues el vino del tiempo borra sombras y recuerdos que disipa por el aire. Pero estos versos ya lejanos han hecho temblar de nuevo en mis labios los asuntos del corazón.

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Ginés
Liébana

PARÍS BIEN VALE UN POEMA

«Hay que ser absolutamente moderno»

París bien vale un poema tus otoños grises y lluviosos crujir de hojas bajo mis botines modernos al borde del Sena, y ante el puente Nuevo pensando en la Revolución de los chalecos amarillos o de los inmigrantes suburbiales. Tus artistas, tus mendigos, tu gente Zola, Proust, Renoir, Monet, Baudelaire tus baguettes, tus cafés, tus barrios Montmartre, Saint-Michel, Saint-Germain, Mouffetard ver el inframundo en el metro beber un vino en Pigalle.

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Recordar con indignación

«Je suis Charlie Hebdo». Admirar la grandiosa Notre-Dame y lamentar el incendio de hace años.

En el Louvre contemplar en tus cementerios meditar en tus mercados disfrutar.

Navegar por el Sena en primavera comer en restaurantes de barrio y ver el mestizaje de la Humanidad animando la vida de la gran ciudad.

Me moriré en Paris con aguacero vaticinó César Vallejo, y así fue.

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Francisco Manuel Delgado Salas

«EL ECO DE PARÍS»

Taller y tienda de costura, negocio familiar. Calle Aponte, 10 y Plaza Del Duque, 15.

Sevilla

Reflejos dorados sobre fondo azabache, entre vestidores, espejos y ropajes, un tesoro renace, ante el devenir del tiempo…

«El Eco de París», aspiración de modernidad, entre Art Nouveau, la Xirgú y las artistas de la copla y las varietés.

Desde el Magreb convulso, Sevilla recibe asaltos de la Historia, aquí una huella indeleble de su cultura, allá la sangre roja por la Giralda.

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El letrero Belle époque fue arrancado y protegido de las turbas fascistas que lo hubieran amancillado.

El ensueño de una noche de París me atrapa, renacen aromas de antaño y esa voz desgarrada al paso de la cofradía, la Sevilla añorada, de viajes azarosos desde el balcón de mi infancia.

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1936 SIN PARÍS

Hay veces que el viento suena en los álamos y las hojas nerviosas aletean en las ramas viendo su fin.

Pero aquella vez la luz retenida en las nubes rompió su dique de lluvia cuando se los llevaron a todos y el viento tampoco sonó en los árboles violetas que iban dando las horas.

En la estación revolotearon palabras que sonaron a miedo.

«Vivid por nosotros y nunca seáis como ellos».

Hasta ahora.

Carolina Abadía

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ÉDITH PIAF

Y ascendía desde el abismo aquella voz quebrada, heridas notas de un inacabado suspiro, sombrío en su luz… Y rasgando tu negro ropaje, trazan tus brazos un requiebro: dioses o destino…

Y en tu garganta se enciende una voz herida, llama en el fuego que alumbra en su noche los rostros del amor… Llanto y súplica vertidas en canto, regando aquellos albores que desterraron a la luna para sumirla en tu fulgor.

Amor quebrado en hallazgos y abandonos, retazos de tiempo disuelto en los nudos de lágrimas…

Y un retenido grito resonando en el universo, humilde rapto en que el Amor acoge

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a sus escogidos… los une, los desplaza, los aleja y los disuelve en nostalgia y esperanza… eterna de aquel paraíso inacabado en su presencia e infierno en su ausencia, llamas etéreas cual ecos musicales perdidizos en su ritmo y eternos en su canto… Ciega, hallo la luz visionaria de voz y de ternura hacia los remotos tiempos en que su abrazo se enhebraba al azul inmenso, eterna súplica hacia aquellos vacíos de luz, anunciando una aurora y nunca habitados.

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CAMINO DE IDA Y VUELTA (ALLER ET RETOUR )

A mis hijos, con quienes visité París por primera vez.

«Un destello de sol y una risa oportuna amo más que las languideces de la luna medio gitano y medio parisién –dice el vulgo–, con Montmartre y con la Macarena comulgo...» Fragmento de «Retrato». Manuel Machado

Apoyado en las barandas del puente Alejandro III, contemplando el discurrir de las aguas del Sena, evoco imágenes de la ciudad que más quiero, aquella que mi espíritu atempera y serena.

Recuerdo poetas y pintores de allí y de aquí, que anduvieron por la geografía subiendo y bajando, Luis Cernuda, Antonio Machado... Henri Matisse, paseando, leyendo, escribiendo... pintando. Los dos últimos nombrados casi cruzaron sus vidas, el sevillano camino de París, el francés volviendo de Sevilla. Ambos deambularon por las mismas calles de una y otra fascinados por sus barrios, sus ríos, sus luces y sus sombras. Alzo la mirada en la Ciudad de la Luz y todo me maravilla y vuelvo a ensimismarme anhelando el aire de mi Sevilla.

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Marian Pantoja / Le rêve d’or

LES PIERRES DEMANDENT SI JE T’AIME

Je réponds : plus jamais

Plus jamais

Plus jamais

Même ma peau te cherche en touchant de l’air

Les caresses étaient joie de vivre

Mais le chagrin te fait partir

Mes soupirs sont à toi

Mes soupirs sont à toi

Mes soupirs se promènent par tous tes recoins

Je ne peux plus parler

Je ne peux plus parler, plus parler

Les paroles sont inutiles

Toi, tu pars, moi, je reste. María

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Freddy Cats

ALMA GALLEGA EN PARÍS

Mar, otra vez te voy a recordar.

Intentaré escribir algo de ti, algo digno de contar, del color de tu agua, de tu profundidad.

De esto y de otras cosas, de ti, en resumen, quiero hablar.

De tus costas rocosas, de los barcos que te surcan sin cesar.

De ti, en resumen, quiero hablar.

De los hombres que trabajan día y noche en tus aguas, lejos de su hogar.

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De las vidas que tú tomas como tributo a tu bondad, de las gentes que han sufrido al perder algún ser querido, cuando tu furia has querido demostrar

De esto y de muchas cosas

Queda mucho de qué hablar.

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Victoria Melero

AH, PARÍS

Era mi sueño la libertad con veinte años y con veintitrés fue mi exilio de todas las represiones. Mi refugio en el Barrio Latino, entre las lejanías de nieblas del Pont-Neuf y la bruma de castaños del Luxemburgo. En Saint-Germain-des-Prés quedaban los flecos del existencialismo, pero en Saint-Michel se anunciaban ya los gases lacrimógenos del 68.

Todas las miradas del mundo pasaban por las galerías de la Rive Gauche y en las librerías estaban todos los libros prohibidos y malditos.

Los refugiados más antiguos de Mabillon y el Relais seguían con la querella de la Varsoviana y la Internacional, pero yo estaba ya en otra onda en la Petite Source con la guapa Paulette,

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estudiante des Beaux-Arts y très française.

Ella recogió mi orfandad y me abrió a los vernissages, a las charlas de sobremesa de café en café y a las madrugadas de música y suspiros. A la bohemia ilustrada del Tournon y a las mañanas de nieve desde la cama. Ah, París.

Ya no existe aquel de hace sesenta años, pero sus días y sus noches vendrán conmigo siempre.

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PARÍS 2023

«Dessiner l´écoulement du temps»

¡ Ay, ¿a qué vengo a París hoy?!

¿Cómo podría reposar aquí en el incierto futuro?

Vengo a dejarte, corazón sigue gustando el rumor silencioso Del pasar del agua del Sena que se va, Resistiendo como siempre el azar, Por la necesidad y la razón de los cuerpos amigos

Que aún se aman.

En la Isla de los libros primeros que iluminan todavía

Los misterios muertos del dulce vivir, Y de la dulce muerte también,

En la carne soleada de soledad y nocturno esfuerzo.

Aquí resultó un día imposible consumar la revolución

Con el amor de cada cual. A celebrar vengo

A este espacio habitado, de avenidas, jardines, galerías, Y raíces, venidas y arrancadas de tantos lugares de provincia;

Pues hace siglo y medio los sentidos todos se unieron

En el símbolo de dentro imaginado

Para contar –¡ay! que vinieron, venimos y vengo–

El leve y devorador, vacío e incierto, paso del Tiempo.

Ramón Rodríguez Aguilera

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Philippe Bluzot

QUISIERA SER PARÍS

A rdo de envidia por mi mano derecha

Cuando escribe tu nombre Sin sufrir el duelo que lo acompaña.

Tengo envidia de mi mano derecha

Porque crea lo que me destruye

Sin consecuencias.

Por eso, vuelvo a donde surgió el poeta

A los pies de la Victoria Alada, Que sin manos soporta la carga De un nombre vacío.

Déjame ser como tú, Prefiero ser de mármol,

Que tener el corazón de piedra, Que tener una piel que me oculte, Que tener manos que me traicionen.

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Victoria, tengo envidia de París

Por guardar el amor del hombre

Si voy, ¿crees que me daría un poco?

Quisiera ser París, Para quitarte las palabras de la boca.

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SEVILLA Y PARÍS (canción)

Sevilla abre tus alas, la luz inunda tus cielos… igual París sus encantos, el sueño de un sueño.

En esas noches de luna, bailan hasta los luceros.

Hay besos que van al aire, vuelan por tiempo en el tiempo.

Sevilla guarda la historia, por tierra, por cielos.

Y tiene París mil razones, para vivir como un sueño.

Abre tus alas Sevilla, que París te está sintiendo.

Entre la noche y el día, estrellas y sentimientos.

Letra y música

Paco Gallardo

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Ghilas Aïnouche

PARÍS DE VIDA Y MUERTE

Era la ciudad una fiesta, dicen que llena de impostores, farsantes, delatores.

Todos danzaban alrededor de un aquelarre asesino.

La ciudad era también una celada de muerte, y una oportunidad deshonesta.

Cinco años de desventura la contemplan.

¿Escucháis ahora el metal sobre el asfalto? Veréis recuerdos de Combeferre y muchos jóvenes Enjolras, difuntos hijos de las barricadas, enfilar su camino a través de los Pirineos.

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¡Reunios todos, venid hasta aquí!

Un Amado os lidera. Pensad ahora en un número, será el Nueve, será el triunfo de la vida montada sobre un caballo de acero.

Desde el interior del elefante, un Gavroche despabilado distingue entre la neblina la ciudad liberada.

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SOUS L´ARC DE TRIOMPHE

Sucedió cierto día, estando la Llama encendida, que al anciano se le apagó el farol.

Caminó despacio hacia la Estrella, con el peso de sus años a la espalda y el farol orientativo apagado. Se acercó a la llama de la Estrella. Se sentó en un banco próximo e hizo recuento de lo que pediría en ese lugar de los soldados caídos.

Él vivió la gran guerra –que denominaba la Terrible–. Su casa y su campo fueron pasto de las bombas, y el fuego de ellas quemó el centro de su vida.

Estos tristes recuerdos vinieron a su mente y a su corazón mientras miraba el fuego desde su asiento bajo el Arc de Triomphe.

Lágrimas gruesas bañaron sus mejillas, y después de que sus ojos mayores se limpiaran la pena, acercó su farol a la Llama y mirando al cielo de la noche, donde habita

El que Nos quiere, hizo un ruego: Señor enciendo este farol por los necios que no ven lo terrible de la guerra.

Unió la Llama a su llama, cogió en sus manos el farol y marchó Champs-Elysées abajo.

M.ª del Carmen Martínez G ordillo

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ARDE NOTRE-DAME

de la cabeza ese fuego voraz y despreciable que abatió sobre el suelo, abominable, la esbeltez y elegancia; la belleza.

me

Se recortó en el cielo la nobleza de una silueta erguida, inalcanzable, hasta que un humo negro, deleznable, la hizo desvanecerse con presteza.

Y quedará grabada en la retina el símbolo católico que arde y la desolación que nos abruma; una aguja abatida que se inclina, plegarias que se elevan en la tarde, y su contorno envuelto por la bruma.

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No
puedo quitar
José Luis Mauri

HACE 36 AÑOS A mi hija Elena

Hace ya 36 años, como si hubieran pasado 36 siglos, eones, estrellas, mientras el vientre materno se rajaba entre entremetidas sucias y verdes sábanas en la Córdoba también eterna, París corría a chorros por los bulevares, por el Barrio Latino y Saint-Germain, por el puente de Alejandro, la Universidad y la Cité, donde florecía el alma, toda revolución tiene su alma, en otro mayo del 68 redivivo al revés, con adoquines en los pies y fuego en las manos, voces en coro y banderas volando.

Ahora no hay estudiantes del 68 ni el 86, las banderas en Saint-Denis no son negras y rojas sino rojas y blancas, y lo cuerpos jóvenes y viejos encienden sus fuegos en el suelo

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al paso del extranjero voceando sus equipos como lobos aullando. París es otra París, es la sombra de un estadio, la revolución de un fracaso de miles de gentes que miran de soslayo, que arden en el centro de la ciudad y lloran en los arrabales desolados.

Negros, magrebíes, asiáticos, se preguntan decepcionados

¿por qué?, ¿por qué este desgarro?

Muchos vinieron y muchos fueron abandonados.

París es el rostro de Juliette Binoche, el día y la noche sus mil caras, sus ojos tristes y bellos, la mirada derrochando, y el dolor de la ausencia, et si tu n’existais pas, dis-moi pourquoi j’existerais ?

Nada permanece, nada ha cambiado en el tren que llega entre la niebla para recordar el pasado.

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Paco Cosano
Hommage à l’Art Nouveau

PARIS

Calligraphie: sur les lignes de la Seine, la Lune –point du i–.

Agustín María García López

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Hommage à Alfred de Musset

MEMOIRES D’ UNE FEMME INFINIE

À mon fils Manuel, empereur de mes jours.

Querida Marguerite:

Tú, mujer sola, y, al unísono, mujer engarzada con todo, alma flotante, tierna, compañera tímida del orbe, pisaste regio, por las sendas angostas de la Tierra.

Tú, solo tú, transitaste, insigne, por la memoria fecunda del hombre interior

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que se vistió de emperador por más de cuatro décadas.

Tú, solo tú, prestaste tu voz al deber consciente de crecer para los adentros.

Tú, solo tú, mujer infinita, esculpiste la Via Adriana, «encrucijá» melancólica de la paz verdadera que nace del alma.

Tú, Marguerite, tejiste un puente de palabras que cruza Hispania hasta llegar a la Galia, en un camino entreverado que partió de Itálica, la vieja.

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LA HUIDA

Siento tu luz casi cortada cuando te alejas entre las calles de la PLACE D’ALIGRE. Siento tu aura sensible por el rigor del frío.

Leo cada una de tus ideas dibujadas en el infinito, vuelo casi sin aliento por el dolor de tu lejanía.

Y ya no vivo en el juego marcado por tus ojos, déjame que sufra tu íntima huida en silencio. Pablo N. Camero

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Osorno

CUANDO TE ARRANCAN DE TU TIERRA

Tenía apenas 16 años y la vida me arrancó de mi pueblo.

Sin darme tiempo a descaminar sus calles, sin darme tiempo a llenarme de sus olores, sin darme tiempo a grabar en mi memoria sus atardeceres.

Pasaron los años, seguía añorando ese olor a jara seguía añorando a sus gentes seguía añorando sus colores.

Tardé años en regresar, pero fue como si nunca me hubiera marchado.

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Volví a caminar sus calles, volví a disfrutar de sus olores, volví a ver sus colores.

Sentí una paz inmensa. Un reencuentro necesario entre la niña de ayer y la mujer de hoy.

Cuántas almas arrancadas de su tierra por miedo a perder la vida, por hambre de libertad, por amor a sus familias.

Podía haber ocurrido en 1955, de Sevilla a París, pero ocurrió en 1982, de Almadén a Esplugues.

Y da igual, vengas de donde vengas, vayas a donde vayas, cuando te arrancan de tu tierra. Victoria Castellanos Núñez

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PARÍS

Metálico ciprés que hiere al cielo proclama tu grandeza al universo. Vivero eres de luz, de formas, de color, del arte que a tu sombra se cobija.

Vibraron en tu seno los pinceles, se hizo música al aire en tus confines, en tu arteria los barcos hacen flores de espuma.

Epicentro de toda inspiración, meca de ilustres plumas y cinceles, flor de la arquitectura y los deseos, puerto ansiado de todo navegante, antorcha siempre viva, imán de las miradas. Y ya maduro julio: un enjambre de ruedas en los Campos Elíseos; se reflejan laureles sobre el sudor de músculos tostados.

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Rikardo González Mestre / Arde Notre-Dame

Jugando va con las olas mi amor en el blanco cielo. Sobre las nubes, las ondas.

(Soleá. Juan de Mañara)

SIRENA DEL SUR

Perla de sal y luz. Sirena Isleña

Que cambiaste las aguas del Estrecho

Por el vuelo cabal, recto y derecho

De aquella Torre Eiffel que es Santo y Seña.

Sangre que, en lo profundo, es tan sureña

Como la claridad dentro del pecho

O la espuma del mar que, trecho a trecho, De las playas con blanca sed se adueña.

Regrese hasta esta tierra en la que el viento

Es látigo furioso y, por peñones, Tenemos un Peñón. Ni entro ni salgo

En políticas cuitas. No es momento.

Solo le expongo en verso mis razones.

Regrese a Cádiz ya, Madame Hidalgo. Enrique Barrero

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Carmen Márquez

PARÍS… QUÉ LEJOS Y QUÉ CERCA

Amor, París qué lejos queda, él que siempre nos espera y lo sentimos tan cerca, sobre todo tú, con sus «bateaux-mouches»

remontando el río Sena. Con sus barrios y avenidas para pasearlas sin prisa, para saborearlas sin tiempo, donde nadie te conoce, donde nadie te mira.

Amor, París qué lejos queda, él que siempre nos encuentra.

Amor, París lo llevamos tan cerca, como si todas las primaveras camináramos por sus aceras,

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encontrando juntos qué hay detrás de ese cuadro de Eugène Delacroix; subiendo andando al Sacré-Cœur, paseando por Montmartre, impregnándonos de su bohemia y de su melancolía. Nos gusta frecuentar Montparnasse con sus bistrós y sus creperías, como también lo hacían Hemingway y Jean-Paul Sartre. Amor, París qué lejos está, aunque, en nuestro corazón, siempre tan cerca.

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Charo Corrales / The river

PARIS-BREST

Permisos de residencia, visas, entradas; y vuelve a ser migrante mi linaje.

Tan solo quiero herirte por nueve meses, el tiempo que tarda en germinar la vida.

Si grito muy fuerte, ¿notarás mi presencia?

El vientre preñado de sueños esperando florecer en suelo fértil.

París, dame cobijo en algún rincón de tu pecho de hierro. Hace frío en la ciudad de la luz.

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París era el trozo de mundo que le faltaba a tu pueblo chico. Cuando llegaste, por primera vez en aquel tren negro a la gare d’Austerlitz, amanecía la vida. Allí nadie te conocía. Eras un emigrante de sueños. En París había buhardillas donde pasaban la vida los bohemios que salían en los libros después de morirse.

En París estaba Françoise Hardy esperándote en un boulevard para pasear solos de la mano. Y sentado en un café estaba Jacques Brel que se acababa de enamorar de la mujer más hermosa del mundo.

En París estaba Albert Camus escribiéndole a María Casares cartas de amor y muerte. En París estaba esperándote el otro que nunca llegarías a ser.

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Carmen Herrera / Vista del Sacré-Cœur Carole Texier

EPITAFIOS

De Montparnasse

E. M. Cioran

Cuando llegues a una ciudad, visita su mercado y su cementerio. Pero procura no perder el camino de salida.

Julio Cortázar

Final del viaje: Para mí no hubo ni habrá otro Cielo que la décima casilla de la rayuela.

De Père-Lachaise

Honoré de Balzac

Víctor Hugo escribió mi panegírico, Rodin donó mi busto, Courbet y los Dumas lloraron ante él.

Solo el viejo enterrador de Père-Lachaise se ganó unas monedas con mi muerte.

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Edith Piaf

Canté: no te arrepientas. Tampoco este silencio conoce el arrepentimiento.

Guillaume Apollinaire

Vine al mundo en Roma de madre polaca. Crecí en Mónaco, París me hizo escritor. Una bala alemana me alcanzó en Verdún, pero solo acabó conmigo la gripe española. Sobre mi féretro, os lo ruego, no pongáis banderas. Unas cuantas hojas secas irán que ni pintadas.

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····· 81 ····· POEMAS Enrique Vila-Matas .................................................... 5-6 Henriette Asséo ........................................................... 8-9 Ana Llorca ...................................................................... 11 Rosario F. Cartes ......................................................... 12-13 Élizabeth Robin 15-16 Antonio Aguilar 17 Alberto Arricruz 19-20 Ana Recio Mir 21 Antonio Acedo 22-23 Antonio Molina Flores .............................................. 24 Javier María Castro-Cuadrado ............................... 26-27 Manuel Rámila ............................................................. 28 Ezequiel Martínez ....................................................... 30-31 Miguel Ángel Ferris .................................................... 33-34 Carolina Abadía 35 Joaquín Verdú de Gregorio 36-37 Juan Masero Flores 38 María Valdivieso 40 Eduardo Paz 42-43 Carlos Abadía ............................................................... 45-46 Ramón Rodríguez Aguilera ..................................... 47 María González ............................................................ 49-50 Paco Gallardo ................................................................ 51 Sara Madrigal 53-54 M.ª del Carmen Martínez Gordillo 55 Concha Ortega 56 Antonio Varo Baena 58-59 Agustín María García López 61 Isabel María González Muñoz ................................ 62-63
····· 82 ····· Pablo N. Camero 64 Victoria Castellanos Núñez 66-67 Juanjo Maíllo 68 Enrique Barrero ........................................................... 70 Manuel Sánchez Herrera .......................................... 72-73 Sara Márquez Hidalgo ............................................... 75 Francisco Gallardo ...................................................... 76 Alejandro Luque 79-80 ILUSTRACIONES Jesús Tejedor 7 Juan Romero ..................................................................... 10 Juan José Bujidos ............................................................. 14 Horacio Hermoso ........................................................... 18 C215 (Christian Guémy) .............................................. 25 Ginés Liébana 29 Francisco Manuel Delgado Salas 32 Marian Pantoja 39 Freddy Cats 41 Victoria Melero 44 Philippe Bluzot ................................................................. 48 Ghilas Aïnouche .............................................................. 52 José Luis Mauri ................................................................ 57 Paco Cosano ...................................................................... 60 Osorno 65 Rikardo González Mestre 69 Carmen Márquez 71 Charo Corrales 74 Carmen Herrera 77 Carole Texier ...................................................................... 78

Se terminó de imprimir este número 104 de Cuadernos de Roldán, el día 14 de febrero de 2023, hermanando las ciudades de Sevilla y París en la poesía, la pintura y la música. Fue coordinado desde la ciudad del Sena por Alberto Arricruz y desde la ciudad del Betis por Ana Llorca y Antonio Molina Flores.

GUADALQUIVIR

SENA

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