Cuando las flores marchitan
Amor confunso Daniel Hernández
Y
o te amaba con el alma, eras el amor de mi vida. Para ser honestos, aún me haces mucha falta. Amaba las vacaciones a tu lado: me hacías reír, me procurabas, me cuidabas, siempre estabas atento de todo lo que me pasaba, nunca me dejaste sola. Solo tu supiste como enamorarme y cautivarme. De hecho me ayudabas a ser mejor persona a diario. Sin duda no había algo que odiara de ti o me desagradara. Te agradezco demasiado todo lo que hiciste por mí. Por supuesto siempre fuiste el mejor y más amoroso conmigo. Ahora lo pienso. Me hubiera gustado estar un poco más de tiempo a tu lado, disfrutar más tu compañía. Para ser honesta en ocasiones te extraño muchísimo y me haces falta, pero creo que fue lo mejor para los dos. Tal vez en algún momento volvamos a estar juntos y volveremos a ser felices como en aquellos años, no lo sé, ojalá se dé la oportunidad. También quisiera disculparme por las peleas. Si en algún momento te ofendí y si te llegué a faltar al respeto, te pido que me perdones. No tengas ninguna duda de lo mucho que te amé y de todo el cariño que aún te guardo. Sé que nuestra relación quizá no era la mejor y no todo siempre fue miel sobre hojuelas, pero sí tuvimos nuestros momentos felices donde nuestro amor era lo máximo que podía existir; desde los días más románticos hasta las noches de sexo mas pasionales. Todo eso siempre lo llevaré conmigo y lo recordaré con gran nostalgia. Posiblemente te preguntarás por qué nuestra relación terminó de esta manera... ni yo misma lo puedo explicar a la perfección. Te llegué a amar tanto que me dio miedo perderte y me abandonaras por otra persona. Porque sé que tú eras perfecto para mí y estaba consciente de que cualquier persona daría lo que fuera por tenerte a su lado.
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