PRÓLOGO
El ser humano requiere educación. No se trata de una observación moral, social, técnica o política, sino ontológica. La requiere porque, a diferencia de otros animales, cuya naturaleza parece estar determinada por los meros instintos, el ser humano se construye a sí mismo: los unos educan a los otros. La humanidad (el grado de calidad como seres humanos) se adquiere en contacto con los demás. Como personas concretas, mientras nuestros conocimientos y habilidades no nos lo permitan, dependemos de la educación impartida por los que nos rodean; no hay forma de evitarlo, ni para los educandos ni para los educadores. Por ello, los que pueden jugar el papel de educadores deben tener una mejor idea de la educación que imparten, porque de ella depende la humanidad de los educandos: su ser. En este texto, el lector encontrará las reflexiones y propuestas que Juan Granados Valdéz hace, sobre la base teórica de Mauricio Beuchot, para la elaboración de una educación analógica que permita la superación de ciertos paradigmas educativos que parecen haber llegado a sus límites.
11