Moda
Por Katy Jurado
Las pasarelas se llenan de romanticismo y glamour. Las
tendencias del pasado se replantean. Una mezcla de telas en movimiento, brillo y sensualidad, acaparan el mundo de la alta costura y del street
E
n cada desfile, los diseñadores de las marcas más afamadas del mundo ponen a prueba su creatividad. Este año, la temporada primavera-verano marcó la tendencia para los próximos seis meses. Los encajes, las lentejuelas y las transparencias, íconos de la moda de los años 2000 siguen dictando la pauta. La piel al descubierto, el romanticismo y el glamur se han reeditado, ahora con un estilo más arriesgado. Las apuestas varían. La versatilidad de estos materiales ha permitido que se mezclen con prendas clásicas. Estos modernos looks pueden llevarse tanto de día como de noche. Siempre te harán lucir trendy. En las últimas colecciones resaltaron los vestidos de fiesta, faldas maxi, midi o mini; trajes de chaqueta, pantalones tipo pijama o de jean, slip dress, bodys, corsés y blusas.
Encajes,
lentejuelas
y translúcidos
Este estilo, cargado de connotaciones, une el presente con el pasado. Más allá de ser un símbolo de estatus, ingenuidad o seducción, como se le consideró a los encajes o blondas desde su creación en el Siglo XVI, hoy en día representan la vuelta a la artesanía. En 1966, Yves Saint Laurent fue el primero en utilizar las transparencias en sus confecciones, logrando que tuvieran el mismo efecto de la ropa interior, al mostrar parte del cuerpo a través de la seda. Casi después de 60 años, esta forma de vestir, osada y seductora, sigue estando a la vanguardia. Aunque la lentejuela (sequin) tuvo su auge en los años 20-50 del siglo pasado, especialmente en el mundo del cine y el espectáculo, fue en los años 70, con la fiebre de la música disco, que recuperó su vigencia y ganó el protagonismo que ha mantenido hasta la actualidad.
