OPINIÓN Y ALGO MÁS
Los peces del agua cristalina Isabella Pichón Klasse 12D 10 de mayo de 1990
Q
uien escribe es Júpiter Tanaka, nacido el 16 de julio de 1972, joven marinero de la región amarilla de las Islas Carsobia, lugar que puede ser solo recorrido a la perfección al adentrarse en el árido desierto de mis recuerdos; debo admitir un poco avergonzado de declararme perdido en el mar Atlatas, me encuentro sin tripulación o animal alguno, todo lo que rodea a esta nave está muerto y nutre mi cuerpo evitando mi defunción. Debo decir que me encuentro en el fondo del abismo, lo único que logro escuchar son los susurros de los peces, lo único que diviso es la penumbra. Tengo miedo. Me gustaría decir que soy una persona valiente e intrépida pero todo esto contradiría mi situación actual. Debo afirmarle a la persona quien le corresponda la lectura de este miserable monólogo que no se deje nublar por las circunstancias, le pido de la forma más noble posible que deje los prejuicios de lado. “Mantener la mente abierta y estar listo para escuchar” fueron las lecciones más importantes de mamá.
Ese día me encontraba distraído, pensativo, me encontraba fascinado por lo que me rodeaba. Era uno de esos días en que los colores pueden llegar a reventarte los ojos, todo se veía como nuevo. Me encontraba con mis compañeros de estudio. La capitana nos hablaba de todos sus logros y esas cosas de las cuales no nos gusta hablar para parecer modestos y humildes. Pero debo decir que nuestra capitana se sentía bastante cómoda hablando de sí misma, su confianza asombraba hasta al político más corrupto. De ser franco no escuché ni una sola palabra que salía de su boca, parecía como si se mezclaran con el sonido de los copetones cantores y las olas del mar, naturalmente todos pudieron notar que no me hallaba junto a ellos en ese momento.
Para no perder la cordura he decidido registrar mis pensamientos en este insípido cuaderno gris que traje conmigo en este viaje, al fin y al cabo, no fue una carga estúpida como me dijo mi capitana. El expresarse en frente de ella es un acto cobarde y débil, esta mujer fue creada con un acero inoxidable encontrado y modificado por nuestros más grandes científicos. Esto lo descubrí el día en que vi su corazón, fue una de las experiencias más espantosas pero fascinantes de mi vida y eso es mucho decir por mi parte con tan corta edad. Ilustración: Alan Dancur K12D
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