U N E S C O
¿PODRÍA LA UNESCO CONTRIBUIR A PROTEGER LA CULTURA TECHNO? Una nueva iniciativa, puesta en marcha por el fundador de Love Parade, pretende que la escena techno de Berlín sea reconocida como práctica cultural, apoyada y preservada por la UNESCO. DJ Mag habla con sus impulsores y con otras personalidades para conocer la importancia y los posibles resultados de otorgar al techno el estatus de patrimonio cultural de la humanidad. AUTOR: MARTIN GUTTRIDGE-HEWITT TRADUCCIÓN: HELENA BRICIO
Es un martes lluvioso y gris por la mañana en Berlín y dentro de un modesto edificio de Wedding el apartamento de u cuarto piso rebosa de actividad. Es la casa del Dr. Motte y el lugar donde se desarrolla la campaña de su ambicioso proyecto. Motte fue responsable de las primeras fiestas acid house de Berlín a finales de los años ochenta y de la Love Parade, además de co-fundar en 2020 el proyecto Rave The Planet con el fin de devolver a Berlín, por primera vez desde 2010, su multitudinaria fiesta callejera. La fecha de la Rave The Planet Parade está fijada para el 9 de julio de 2022, y aunque haya que trabajar mucho para conseguirlo, la atención del grupo se centra además en algo más grande: quieren conseguir que el techno berlinés sea inscrito en la Convención del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la UNESCO. Esta lista, que se actualiza anualmente, reconoce las identidades, valores y tradiciones, transmitidas de generación en generación a través de la práctica espiritual, artesanal o intelectual. Las candidaturas se tramitan a nivel nacional, y después, en función de criterios específicos, un grupo intergubernamental de expertos evaluará si son aptas para su inclusión a nivel mundial. Entre otras cosas, necesitan pruebas como una "hoja de ruta de salvaguardia" que demuestre las medidas que se tomarán para apoyar la cultura, la autorización de la comunidad implicada y una identidad única y reconocible. "Significaría que el gobierno y las autoridades tiene que ayudar a que la cultura continúe", comenta Motte en caso de consiguiese la inscripción en la PCI. "Significaría un acceso más fácil al dinero del Estado para apoyarlo... si tenemos ese estatus, podríamos apoyar a los clubes con menos impuestos, y podría influir en las leyes de construcción y comercio". La candidatura sigue un largo recorrido que va más allá de los límites de la ciudad de Berlín. "Llegar al estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO para el techno en Alemania, eso es lo que queremos trabajar. Y luego en Europa. Pero primero, empezamos en Berlín". Para prepararse, Rave The Planet ha realizado una amplia investigación sobre la música electrónica en Berlín de cara al extenso formulario de presentación de la candidatura. Han producido un vídeo en el que aparecen figuras destacadas como Ellen Allien, Dimitri Hegemann y Alan Oldham hablando acerca de los aspectos que hacen relevante la escena. Aunque solicitar el estatus de ICH es gratuito, el tiempo dedicado a la candidatura no lo es. La recaudación de fondos ha ayudado a cubrir los costes hasta ahora, que ha incluido una exposición sobre el Berlín de los 90 y el 30º aniversario de la Love Parade, y una serie de EP benéficos con música de DJ Rush, Joy Kitikonti, Saytek o Christian Smith, entre otros.
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"Tenemos preparada la solicitud de la UNESCO... podría tardar dos, cinco o diez años en obtener un resultado final", nos cuenta Motte mientras tomamos un café matutino en la mesa de su cocina. "La UNESCO parece apoyarnos, porque lo que les gusta no es sólo la artesanía por ejemplo, tejer o algo así; quieren tener algo urbano, joven".