PINCELADAS
¿Por qué?
Come poco y cena más poco, que la salud del cuerpo se fragua en la oficina del estómago Cervantes Hace años nos hizo ilusión por lo novedoso, ver en Televisión Española un programa sobre cocina, o sea que te mostraban cómo guisar. Por supuesto que se daba por hecho que era algo que venimos sabiendo hacer en todas las casas desde que el mundo es mundo, ya que tenemos que comer a diario, además, la cocina de Málaga es rica, variada, sana y sencilla: Las diferentes cazuelas, el arroz caldoso, la frituras de pescado, los espetos de sardinas, el ajo blanco, la porra, el gazpachuelo, el puchero, la paella de arroz, las migas etc… Pero si no recuerdo mal, fue Elena Santonja en 1980 la que nos sorprendió y agradó con el simpático programa “Con las manos en la masa”, al que frecuentaban personajes de la época dándole un mayor aliciente. En 1991 continuó el simpático y competente Arguiñano con “El menú de cada día”, junto a su hermana Eva. Eran formas de guisar “caseras”, fáciles, asequibles a todos los bolsillos, con medios sencillos; programas que a la vez que te daban ideas, te relajaban, te hacían sonreír y siempre se aprendía algo nuevo. Pero como las televisoras se ve que tienen poca iniciativa, en cuanto un programa tiene éxito (Y tal vez sea copia de alguno del extranjero), todas lo imitan, pero en este caso, los programas de cocina ya es algo que se sale de lo normal y los tenemos hasta “en la sopa”… Es rara la cadena que no tiene alguno con distintos matices, que si más sano, para evitar el colesterol, para adelgazar, comida vegetariana, y por supuesto aprovechando la ocasión para mostrarnos a la mis-
ma vez, nuevos aparatos y utensilios modernos que nos ahorran trabajo. Pero por si todo eso fuera poco, hemos llegado a los cursos de cocina impartidos por grandes, simpáticos, competentes y famosos chefs y recibiendo las clases desde personas de a pie a personajes famosos. ¡Ah! Y como última modalidad, cursos para niños. Por supuesto hago hincapié en que alabo todo lo que suponga enseñanza en todos sentidos, y que desde pequeños aprendan aún más, pero…¿No os parece que ya son demasiados? Qué poca iniciativa tienen las cadenas de televisión, pues en cuando en una peta un programa, tengamos por seguro que lo imitarán y terminaremos hartos de más de lo mismo. Siento nostalgia, aunque todo fuera más sencillo y con menos opciones de cambio, la calidad de los programas de años atrás. Me diréis que podemos usar el mando a distancia y por supuesto apagar el televisor cuando no nos interese, pero me da pena que un medio con tantísimas posibilidades para educar, enseñar, entretener y alegrar a los televidentes, esté atravesando una época tan repetitiva. Bueno, basta de cháchara que es la hora de comer y voy a hacer un picadillo de tomate, freír una papas con pimientos y huevos y de postre unas natillas caseras. ¡Estáis todos invitados! Ana Sola Loja
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